lunes, 30 de enero de 2012

NO QUIERO IR AL COLE

Todavía recuerdo cuando me metí debajo de una mesa camilla para no ir al colegio. Era el segundo día de cole y le argumenté a mi madre que no quería ir porque ya lo había visto. Lógicamente no me acuerdo, pero me lo contaron tantas veces que es como si lo estuviera viendo. También me contaba mi madre que ella se quedó en casa hecha polvo pensando "Pues no te queda nada...".
Por suerte nosotros no hemos tenido muchas veces ese problema. De hecho, los que más decimos lo de "no quiero ir al cole" somos Montse y yo, al acabar cada periodo de vacaciones. Sin embargo, ayer Lucito se levantó con el pie torcido, se declaró en huelga de brazos caídos, consiguió una moratoria para no ir en ruta y al final se subió al coche de papi sollozando: "No quiero ir al cole". Tirando de manual de psicología infantil, es decir hablando un rato de pedos y cacas, conseguí calmarle e incluso someterle a un psicoanálisis, entre puchero y puchero.
El tío tenía muy claros los motivos por los que no quería ir y uno a uno me los fue desglosando. El primer argumento era contundente: "Es que hoy hay natación y el profesor no nos deja bucear porque cuando buceamos no oímos lo que él dice, pero yo quiero bucear para tocar el fondo". El segundo también responsabilizaba a un profesor: "En clase, la profe me saca a la pizarra a hacer cuentas y me ha dicho que no me va a volver a sacar hasta que no sepa hacer las sumas de cuatro números y las restas... y son muy "dicíciles". Mientras el padre se iba angustiando, él iba subiendo su tono de indignado y siguió reivindicando: "Y además, al acabar la clase, los niños recogen los lápices y me quitan mis colores cuando todavía no he terminado mi dibujo". Y como había para todos, para el final dejó la queja sobre su mejor amigo: "En el recreo, cuando vamos a los columpios, Pedro Antonio nunca quiere jugar a guerras y prefiere jugar a pilla-pilla; claro, como el es muy rápido corriendo, prefiere jugar a pilla-pilla para cogernos, pero yo también soy más rápido como igual que él".
Pobrecillo, ahora entiendo que tuviera esa tensión encima, si es que los lunes son muy duros para todos. ¡Qué vida perra!

domingo, 29 de enero de 2012

UN PAÍS EN OBRAS

El Ayuntamiento de Madrid puso en marcha en su día una web para que sus ciudadanos avisaran o denunciaran posibles baches en la calzada de sus calles. El anuncio iba acompañado de una de esas ambiciosas e irrealistas promesas que los políticos hacen cuando se les llena la cara de flashes y la boca de micrófono. Se comprometían a reparar el bache en tiempo récord con una patrulla de urgencia. Pero su gozo en un bache o mejor dicho, el gozo de los madrileños, porque la web tuvo tanto éxito que miles de personas llamaron a reclamar por esos agujeros que tan bien conocemos todos nosotros en nuestro barrio. Sí, esos que sabes que están allí pero en los que sigues metiendo la rueda cada día. La campana, en forma de crisis, salvó al político de turno que evitó ese ridículo espantoso excusándose con que había que evitar gastos supérfluos y que nuestras llantas todavía pueden aguantar unos añitos sumergiéndose en los boquetes de la ciudad.
Me acuerdo de Dani de Vito y su comentario sobre las obras en Madrid: "Cuando encuentren el tesoro será una ciudad preciosa". Y eso mismo le ocurre ahora a la mitad del país. De golpe y porrazo hemos pasado de la época bollante de los polideportivos, aeropuertos e infraestructuras faraónicas por doquier, al cierre de grifo más estricto. Llegamos a situaciones tan ridículas como obras que se iniciaron en el plan "e" para reactivar la economía y se dejaron en el dique seco cuando entró el plan "d" para reducir el déficit.
La economía se apoderó de la política, el famoso estado del bienestar empezó a encontrarse mal y el país se fue quedando congelado como sus presupuestos. Por poneros un ejemplo, la carretera que va desde Sigüenza hacia Soria, que nosotros cogemos todos los fines de semana, estaba siendo reparada este verano, después de largos años de reivindicaciones para que acabaran con los baches y ensancharan una vía tremendamente peligrosa. Y en eso llegó la Cospe y por real decreto retiró las apisonadoras y las asfaltadoras que ya habían empezado su trabajo. De un día para otro se marcharon y dejaron los agujeros, las zanjas que hicieron a los lados, e incluso los palos de madera para marcar los límites del asfalto... El peligro ya existente, multiplicado por dos. Eso sí, como es previsible que cualquier día se mate alguien y para evitar que le lleven el féretro a su despacho, nos dejaron puestas las señales de obras y el límite de velocidad a 30 km/h, para que si nos matamos sea por nuestra culpa.
Mientras tanto, se sigue adelante y a un buen ritmo con una obra salvaje que está arrasando campos, talando árboles y realizando un auténtico destrozo medioambiental para tender un inmenso gaseoducto que cruza toda la provincia y que imagino que viene desde África y va hasta Europa. No he oído a nadie quejarse de esta "autopista" que nos destroza el paisaje con una obra que llevan a cabo cuadrillas de obreros italianos... Y el Seprona persiguiendo motos. Cuánta hipocresía.

viernes, 27 de enero de 2012

XERXES, EL AZTECA

Una palabra da mucho juego. Xerxes, que se dice Jerjes o Cherches, según te apetezca, es el nombre de una empresa americana de depósitos para petroleo y productos químicos corrosivos. Pero también es una ópera de Handel, otra de Cavalli, es el nombre de un músico noruego y lo que es más importante, un equipo de fútbol de Rotterdam. Aunque ya sabéis que no me gusta el fútbol. Pero el más conocido de todos los Xerxes es sin duda el que sale en los libros de historia. Era de Persia, donde se inventaron las contraventanas, hijo de Darius I, a quien le debo bastante, porque gracias a él estoy ahora involucrado en ese gran proyecto que es el Sahara Marathon. Resulta que el tal Darío le tenía tirria a los griegos y decidió invadirles, pero los griegos le dieron con todo los gordo en la batalla de la playa de Marathon; una vez ganada la guerra, los griegos mandaron a un emisario para que fuese corriendo a Atenas a comunicar la buena nueva. Y aquí estamos, rumbo a Tindouf. La otra parte fue culpa de Hassan II, que no tenía nada que ver con el Darius I pero era igual de cafre.
Pero habíamos venido a hablar de Xerxes, que os vais por los cerros de Úbeda. Xerxes quiso vengar la derrota de su padre y al más puro estilo Georges W. Bush, arrasó a los espartanos en la batalla de las Termopilas pero después fue vengado por la alianza entre atenienses y espartanos en Salamina. Diréis que me he vuelto loco pero es que después de repasarlo tantas veces con Martín para su examen de sociales, ya me he aprendido el cuento de las guerras persas o médicas. Supongo que el segundo nombre es por la cantidad de heridos ¿no?. Supongo que el objetivo del colegio o del plan de educación es que nos lo aprendamos los padres y yo he cumplido. Tengo que reconocer que cuando era niño no me lo aprendí, del mismo modo que no se lo ha aprendido mi hijo.
El pobre terminó mezclando nombres de batallas, con reyes, con ciudades y con dioses griegos en una curiosa sopa de letras y fechas en la que Philip I era padre de Darius, el hijo de Alejandro, casado con Pericles, padre de Xerxes y abuelo de Papandreu. Una pequeña noción del mundo griego le ha quedado, pero, como es habitual a esta edad, se ha terminado revelando con la más habitual de las preguntas infantiles: "¿Para qué me va a servir saberme todo esto?. La eterna duda de la educación, los conocimientos generales son buenos, leer te da cultura, pero aprenderse de memoria las fechas y datos de todas las guerras médicas es de enfermos.
Como dice un buen amigo mío, lo mejor que ha aprendido de la historia antigua es a hacer el maya y el azteca... ¿Cómo? llegando a la oficina a las once y preguntando "¿Mayamado alguien?" y marchándote a las dos diciendo: "Azte cargo". Me apunto, voy a profundizar en esas culturas, más que en el animal de Xerxes.

jueves, 26 de enero de 2012

LOS MENDIGOS Y LA GASEOSA

Todavía tengo la boca abierta. Igual se me mete alguna mosca. No doy crédito a lo que acabo de oír en la radio. Una iniciativa supuestamente solidaria de unos jóvenes creativos de publicidad. Parecían buenos chavales y supongo que lo habrán hecho con muy buenas intenciones. También me consta que han sabido moverse muy bien para dar a conocer su acción y que todo el mundo se entere, porque ya me ha llegado la historia por varios sitios. Su generosa ocurrencia es ayudar a los mendigos de la calle a ganar visibilidad a través de unos carteles de diseño, con mensajes más estudiados y sesudos que los habituales. Vamos, aplicar los principios de la publicidad a la miseria humana: a más visibilidad, más audiencia y a más audiencia, más ingresos.
Normalmente aplaudo cualquier iniciativa solidaria y cualquier trabajo de carácter social, aunque con muchos de ellos no esté de acuerdo en la forma o el fondo. Mi teoría es que siempre es mejor hacer algo, aportar lo que se puede y ayudar a tu manera, que no estarte quieto, aceptar el mundo como es y buscar excusas para no moverte o no arrimar el hombro... "Es que el dinero luego se pierde por el camino y sólo una parte llega al destino", "Es que hay mucha corrupción en algunas ONGs", "Es que si se acostumbran a nuestra ayuda, nunca evolucionarán"... Lugares comunes, vulgaridades repetidas una y otra vez como excusa autocomplaciente para calmar cada uno su maltrecha conciencia.
Sin embargo esta última acción me parece excesivamente artificial e hipócrita porque no termino de entender su objetivo, al margen del lucimiento de los creativos. Les oigo decir que el objetivo es "que todos veamos a los mendigos, porque ya son parte del paisaje y ya ni les vemos ni nos fijamos en ellos". Es cierto y fue lo que me pareció más denunciable en San Francisco, que ya te acostumbras y la gente les ve como algo normal, pero con un cartel más creativo no sólo no ayudamos a solucionar su problema, sino que lo estamos aceptando y dando por buena su situación; además seguirán pasando desapercibidos dentro de una semana, cuando el cartel ya sea parte del nuevo paisaje ¿no?
Hay mucha tontería en el mundo de la publicidad y se juega mucho con los sentimientos. En este caso creo que nos hemos pasado unos cuantos pueblos, sólo falta que le busquemos sponsor a las pancartas. La guinda la ha puesto uno de ellos cuando ha reconocido: "Esto es un experimento. No me interpretéis mal, pero son como las ratas de laboratorio de un experimento...". Pues lo siento chaval, pero yo te he interpretado mal y los experimentos o las prácticas de clase se hacen con gaseosa y no con mendigos, que son personas como cualquiera de nosotros, que han tenido una serie de problemas que les han llevado a esa situación. Toda esa creatividad para hacer bonitos slogans para pedir limosna y el tiempo dedicado a contestar entrevistas y a agrandar el ego, lo podían dedicar a idear fórmulas para solucionar el problema; a promocionar cooperativas como el Goodwill americano con tiendas solidarias gestionadas por los propios homeless. En definitiva a darles dignidad.
No sé cuál va a ser el siguiente paso, quizás hacer un concurso de diseño de chozas de cartón o inventar un sistema de lavado de parabrisas que permita cobrar a la vez o yendo más allá dar cursos de maquillaje a las prostitutas para que generen más ingresos. Frivolidades, las justas.

PD. Igual he estado demasiado duro, pero es que estoy de mala leche. Me cago en el Mirandés.

martes, 24 de enero de 2012

CERRADO POR DEFUNCIÓN

*Hoy no hay entrada, sos jodéis...
...Y no se admiten comentarios.

EL PADRE DIEGO

Hoy me he reencontrado con el pasado. Sin quererlo ni beberlo me he visto bajando las escaleras, en silencio, con la música de órgano de fondo, cogido de la mano de mi amigo Salva, los dos vestidos con nuestra túnica blanca y preparados para el gran acontecimiento. Íbamos a confesarnos, por primera vez en nuestra vida, el día antes de nuestra comunión. Al llegar abajo y entrar en la capilla, el bueno de Salva, superado por los acontecimientos o acojonado por los pecados que iba a confesar, se cayó rodando al suelo, desmayado. Me llevé un buen susto, no lo puedo negar, pero me libré de confesarme y hasta ahora no lo he hecho nunca jamás. Ni pienso. Y eso que pecados, llevo unos cuantos.
Resulta que me han llamado del que fue mi colegio para ir a dar una charla a los niños, dentro del proyecto de hermanamiento con colegios saharauis que estamos llevando a cabo, y como no tienen salón de actos utilizan la capilla para estas ocasiones. En lugar de pabellón multiusos, capilla multiusos. Y allí estaba yo, con mi amigo Víctor, islamizando Europa, hablando del Corán, de Alá, de las injusticias del mundo, de los problemas de África y de nuestros hermanos saharauis. Vigilados en todo momento por la mismísima Virgen, hemos estado un par de horas charlando con 120 entusiasmados chavales que se bebían las diapositivas y preguntaban con curiosidad e inteligencia. Sólo hay una pregunta que me ha dejado en fuera de juego: "¿Los saharauis usan IPhone?... Todavía estoy dándole vueltas al enfermizo materialismo que lleva a un inocente chaval de once años a preguntar algo así. ¿Es eso lo que más te preocupa de todo lo que te he contado?, animalillo... Houston, tenemos un problema.
Tras despedir a los feligreses, hemos recogido nuestro altar. Eran ya las cuatro y pico y hacía hambre y sed, pero no hemos encontrado ni el vino ni las hostias, para darnos un atracón... Me parece que se me está yendo la entrada de las manos y me van a terminar excomulgando, lo cual, por otro lado, no sólo no me importaría sino que me evitaría tener que apostatar, algo que mi conciencia me pide, pero mi pereza me frena.
Así Dumaha, mi hermana saharaui tendría más motivo para decirme siempre la misma cariñosa broma: que los mártires de su país son Bassiri, El Ouali y Diego. Yo me río mucho con ella, aunque pensándolo bien, no tiene demasiada gracia... para ser mártir hay que palmarla ¿no?

domingo, 22 de enero de 2012

SABORES O COLORES

Barbacoa, vinito y una interesante conversación sobre colores y sabores. Bueno, realmente hablábamos sobre sexismo, o mejor dicho machismo, en la educación. Cuando tienes hijos en edad escolar, una gran parte de las charlas con tus amigos giran en torno a la educación o la formación de los niños. El otro día oí un acertado comentario de un experto en "adiestrar enanos" que decía que "la formación se hace en el colegio y la educación en casa". No siempre hago demasiado caso a los teóricos en este tipo de cosas porque en alguna ocasión he conocido a alguno que se llenaba la boca de contundentes teorías del libreto "Como educar a sus hijos mejor que nadie", cuyos hijos eran, casualmente, unos auténticos cafres, lo que demuestra que la profesión más difícil del mundo es la de padre... o madre, no vaya a ser ahora yo el machista.
Las tertulias con los amigos van evolucionando con el tiempo, empiezan con "esto es mío", siguen con "caca-culo-pedo-pis-caca", después con "picha-coño-teta", más tarde "sexo-maciz@-polvo", luego con "embarazo-parto-pañal", para pasar a "profe-examen-estudia-notas", que es donde estamos nosotros ahora. Después ya sólo quedan "achaque-lumbago-no veo-no oigo-me duele" y "funeral-viud@-paseo-obra-demencia"... Joder, qué depresión.
Nos cuestionábamos en qué medida la sociedad y la educación predisponen la actitud de los hijos según su sexo. Si los mensajes a las niñas no fuesen cursis, no se les regalaran Barbies y no se las vistiera de rosa... y si a los niños no les animáramos a ser más altos, más fuertes, más brutos... ¿serían iguales?.
Dicen que lo del color rosa es un invento bastante reciente, que antes era al revés. La verdad, no me lo imagino. Voy a hacer el experimento pintando los coches, camiones y ametralladoras de Lucio de rosa y mañana le llevo al cole con polainas rositas y trenzas.
Nuestra conclusión ha sido que, aunque hay mucha influencia externa, se trata de una cuestión natural y que los términos brutalidad-sensibilidad-chulería-cursilería están directamente relacionados con el tema hormonal. Obviamente hay excepciones y por eso muchas de vosotras sois tan brutotas, aunque os vistáis de lila.
Y de los colores hemos pasado, no sé por qué, a los sabores y a los preservativos, que también pueden ser de muy distintos colores y sabores. El resto de conversación os lo cuento otro día.

jueves, 19 de enero de 2012

LA SEMANA DEL CRUCERO

Me ha hecho gracia. Ya sé que no tiene ni una pizca, pero a mí me ha hecho gracia ver la campaña a todo trapo de El Corte Inglés anunciando "La semana del crucero". Eso si que es oportunismo marketiniano. Menuda vista, les van a quitar todos los billetes de las manos, creo que está bloqueada la centralita de gente llamando a reservar. Por cierto, ¿sabéis cuál es la web más visitada del mundo?... ¿Google, You Tube, Facebook, Twitter, hachetetepebarrabarra, Wikipedia...? Pues no, es la página de la compañía ferroviaria china. Los chinos vendiendo billetes de tren tienen más seguidores que el Gates, el Jobs, el Zuckenberg y el Muñoz. Increíble y preocupante. Si ahora va a tener razón mi profesora que decía eso de que si todos los chinos se pusieran a pasar por debajo del arco de triunfo, no terminarían nunca.
Lo que sí sé seguro es que este año no me voy a ir de crucero. Por precaución y salud mental he evitado ver esas impactantes imágenes que dicen que hay, del interior del barquito dándose la vuelta, ni siquiera he visto fotos y lo único que he hecho es escuchar al pobre capitán meter la gamba (así se dice en italiano) hasta el fondo. Y digo pobre, porque realmente me da pena; ya sé que quién me tiene que dar pena son los fallecidos y sus familias, sí. Pero sabéis que tengo tendencia a defender a la parte débil y vapuleada por todos y este pobre imbécil me da pena, como te puede cambiar la vida en un segundo por hacer una soplapollez.
En el fondo ese es el motivo de que me den cierto respeto los barcos y mucho miedo los aviones, porque quien me da miedo es el que conduce y su desconocido nivel de estupidez. Los trenes no tienen ese problema porque no se salen del raíl fácilmente y el conductor tiene mucho menos que opinar. Lo mismo me pasa en otras facetas de la vida, como la política. Entro en pánico cuando veo que estamos a la deriva, que el piloto o está mamado, o es un inepto, o tiene demasiados aires de grandeza y protagonismo. Si además es gallego y no sabes qué quiere decir ni qué quiere hacer y donde digo digo, digo Mariano... Me ha puesto de muy mala uva su visita de ayer al tío Mohamed. Tanto tiempo aprovechando el tema saharaui y las relaciones con Marruecos para atacar al PSOE y ahora, a la primera, ya ha cambiado de opinión. Llegué a oír a algún saharaui diciendo que votásemos al PP que les iba a apoyar. Menos mal que yo, por si las moscas, no le vote. Pensaba dedicarle una sesuda entrada de esas políticas que tanto os aburren, pero he pensado que ni siquiera se lo merece... ¡Nos hundimos!

UNA NOCHE EN LA ÓPERA

Cómo no voy a creer en la teoría de la conspiración. Cuando te pasas media vida esperando a que llegue el soñado partido del siglo y un par de horas antes, te llaman unos de tus mejores amigos para invitarte a cenar ¿qué haces?... Pues irte a cenar para no quedar como un cazurro furgolero; pero vas refunfuñando, con el Iphone conectado para ir consultando el resultado y resignado por estarte perdiendo todo un duelo histórico: el Espanyol contra el Mirandés. Cuando tus amigos llegan y te presentan a una amiga suya que también se ha sumado a cenar, saludas, sonríes y evitas hablar de fútbol para no dar mala imagen. "Hola, qué tal... pues ya ves, de cena... y tú de dónde eres... yo de aquí de Madrid ¿y tú?... yo de MIRANDA DE EBRO". ¿De Miranda de Ebro? , pero qué broma de mal gusto es esta, pero dónde está la cámara oculta; pero si nunca he conocido a nadie de ese respetable lugar y tengo que encontrarme con esta buena mujer justo en el momento de tan sangriento duelo. ¡Qué nochecita! Coronita, sms de mi hijo, gol del Mirandés, sonrisa de la piba, jalapeño, sms de mi hijo, gol del Mirandés, carcajada de la tronca, taco picante, penalty que nos perdonan, cerveza michelada (¡qué guarrada!), penalty que nos perdonan, el árbitro nos favorece, por una vez no pasa nada, me empieza a doler el estómago y a caer mal la amiga de mi amiga, pero de repente, como caídos del cielo suenan varios pitidos seguidos del móvil: tres goles del Espanyol, los pericos somos así de chulos, marcamos de tres en tres. Tequila para todos, coscorrón, que tipa más maja la amiga de mi amiga.
Si te ha quedado mal sabor de boca, siempre tienes el consuelo de ver el clásico al día siguiente... ¿Qué hay más clásico que irte al Teatro Real a escuchar una buena ópera?: Chaikovski y Stravinski. Dos líneas bien distintas, una más conservadora y otra más innovadora. Llegados a este punto os pensáis que voy a hacer una de esas horteras y pedantes crónicas metafóricas en las que os mezclo la ópera con el fútbol. ¡Vais dados!, aunque tenía material, porque había unos bailarines azules y otros granates que se enfrentaban a un chulesco dios griego vestido de blanco, con patillas canosas y gafas de sol macarroides.
A tenor de los aplausos se puede decir que la ópera fue un éxito; a tenor de las toses, que hace frío en Madrid; a soprano del llenazo, que no todo el mundo es furgolero (incluidos Alex de la Iglesia y Pedro J). Mira que me enseñó mi padre que los miércoles son malos días para la cultura, pero no aprendí. Eso sí, al principio tuve la esperanza de haber sido víctima de esta maravillosa acción guerrillera de Heineken, pero no. Después pensé en la opción del pinganillo y finalmente tiré de sentido común y decidí imaginármelo, al fin y al cabo siempre pasa lo mismo en esos partidos.
Y es que no es justo que al Barcelona siempre le toquen equipos fáciles y nosotros tengamos que jugárnosla con el Súper Mirandés.

miércoles, 18 de enero de 2012

DECIR LA VERDAD AL PODER

En el 2003 se puso en marcha la curiosa iniciativa "Decir la verdad al poder" cuyo objetivo era «despertar las conciencias del mundo y dar a conocer la labor solidaria que personas de las más diversas partes del globo han realizado en defensa de los Derechos Humanos y en contra de sus violaciones». El libro resultante y que tengo la suerte de tener, es muy interesante y recoge testimonios de prestigiosos activistas por la justicia y los derechos humanos. Entre ellos había un español de excelente reputación internacional: Baltasar Garzón.
Ese mismo juez "estrella" y ahora estrellado, fue el que luchó con todas las armas legales contra el terrorismo de ETA; el mismo que dirigió la liberación de Ortega Lara en su recóndito zulo de una nave industrial; el que hizo caer al gobierno socialista por exceder los límites legales en la lucha contra el terror a través del siniestro GAL; el que desenmascaró el narcotráfico; quien llevó un poco de esperanza a los dolidos corazones de los chilenos con la persecución al asesino Pinochet; el que pretendía enfrentarse a la mismísima Casa Blanca por sus atrocidades en Guantánamo... Todo ello le generó una aureola de gladiador, de valiente, pero también de hombre-espectáculo, rodeado siempre de polémica.
Pero su empeño por decirle la verdad al poder acabó mal. Hasta ahí podíamos llegar, cuando osó honrar a las víctimas del Franquismo desenterrando ese temido fantasma de la memoria histórica chocó de frente contra el muro del inmovilismo más retrógrado y cuando tuvo el descaro de tirar más de la cuenta de esa oscura red de financiación de Correa y sus secuaces, temblaron las catacumbas que unen ambos lados de la calle Génova.
Ahora, el juez espectáculo se somete al juicio espectáculo, al linchamiento judicial y mediático, basado en meros y cuestionables defectos de procedimiento. Resulta curioso que sus primeros errores juzgables hayan sido por escuchar a los imputados de Gürtel, que claramente continuaban sus movimientos a través de sus abogados, y por querer sacar a los fusilados de las cunetas. Qué pulcro y correcto fue cuando inculpó a Vera, Barrionuevo y compañía y cuando perseguía etarras. Nadie dijo nada.
Los políticos siempre tienen que decir eso de "respeto y creo a la justicia". Yo, como no soy político, no sólo no lo digo sino que creo que nuestra estructura judicial está trasnochada, es decimonónica y tiene claros tintes políticos. Hemos visto jueces sancionados levemente por errores y faltas garrafales e insultantes en casos de violaciones, violencia machista y pederastia, pero este es distinto, este no puede escaparse. Podría haber esperado al resultado del juicio, pero es que, aun temiéndome lo peor, creo que ya es exagerado el hecho de juzgarlo, que sólo atiende a ajustes de cuentas entre magistrados y a pugnas de color político.
El otro día me preguntaba por la visión de país de chirigota que estamos dando en el extranjero y hoy, tristemente vuelvo a pensarlo. Suscribo lo que decía una pancarta a la entrada del Supremo: "España al revés, corruptos y fascistas hacen juzgar al juez".

lunes, 16 de enero de 2012

LA VIDA ES UN TITULAR

Titulares. Se ha muerto Fraga; se hunde un crucero en Italia; la agencia de los huevos rebaja la nota de España y Francia; Sarkozy es bajito... Vivimos rodeados de titulares. Es la consecuencia de nuestro sistema de vida, de la revolución tecnológica y de la sociedad de la información, en la que unas noticias van sepultando a otras, minuto a minuto, segundo a segundo. La vida es un titular. De hecho este es un buen titular.
Es de lo poco que aprendí en mi efímero paso por la Facultad de Periodismo, que la gente sólo se lee los titulares y los pies de foto. Puedes escribir lo que quieras que si no está escondido detrás de un buen titular, nadie lo leerá y puedes marcarte un gran titular y forzar así a que un montón de insensatos lean tu mierda. Por eso uno cuida los titulares de este blog. De hecho hay muchas veces en las que un tema sale de un titular. Vamos, que te sientas a escribir y lo primero que plantas es la frase de cabecera y después dejas volar la imaginación. En otras ocasiones tienes clara la historia, la escribes, y después piensas qué titular puede encajar. Eso me pasó ayer, que después de escribir, tenía que poner un título y no me salía nada ocurrente o llamativo y lo dejé en esa tontería de la "Puerca meditación". Cuando pones "En la cama, con Eduardo Madina" o "Encerrado en este hospital" o "Mi hijo no bebe" o "Un salido y mil gracias", se disparan las visitas al blog, por la gran calidad literaria de las entradas, que nadie duda, y por esa pequeña intriga que genera el titular y que os hace picar y pinchar.
Tengo un amigo que siempre quiere sacar titulares de todo: ¿qué tal las vacaciones?, ¿cómo ha ido la reunión?, ¿qué esperas del nuevo año?... Pero no te lo pregunta para que se lo expliques todo con detalle, sólo quiere el titular y tienes que ser muy preciso para generar rápidamente la frasecita que resuma nítidamente algo que puede ser complejísimo. ¿Las vacaciones?: una entrañable saturación de familia. ¿La reunión?: mucho ruido y pocas nueces. ¿El nuevo año?: que sea mejor que el pasado.
Los que tenéis Twitter o Facebook también estáis metidos en esa dinámica de resumir noticias, informaciones, sensaciones o sentimientos en titulares. Ese es su secreto y su acierto. Si yo estoy contento por un gol de mi equipo y lo resumo en "Golazo del Espanyol", os puede hacer gracia y hasta pincháis en "Me gusta", pero si os contara toda la jugada de gol con detalles, tendrían que habilitar el botón de "QTFUP", que por cierto, también fue un titular de este blog.
Vamos, que nuestra vida se ha convertido en una sucesión de titulares, todo se queda en la superficie.
De cualquier modo, siempre será mejor ser titular que chupar banquillo ¿no?

domingo, 15 de enero de 2012

PUERCA MEDITACIÓN

Cabizbundo y meditabajo. Así es como llega mucha gente a trabajar el lunes. No me extraña, es lo que se lleva ahora, depresión, miedo, angustia y el fin de semana para olvidarse. Dicen que con la crisis, los psicólogos y los psiquiatras tienen más trabajo porque la gente lo pasa mal y acude a profesionales para intentar controlar y reconducir sus extraviadas mentes. Otros apuestan por la meditación para conocer mejor su cabeza y su cuerpo, gestionar mejor sus sentimientos y alcanzar la paz interior. Sinceramente, nunca lo he puesto en práctica; bueno, alguna vez en la ducha, o entre moco y moco, esperando en el semáforo lento de la Avenida de América. Moco... me refiero al del coche de al lado, por supuesto. No sé qué os habíais pensado.
Sin embargo, conozco a algunas personas que sí lo experimentan. La meditación. Me consta que un fiel seguidor de este blog ha pasado todas la navidades retirado en un centro de meditación, lejos de su familia y allegados. También conozco otro bloguero que vive la mitad del año en nuestro país y la otra mitad en la India, meditando. Para los que vivimos el estresante día a día de la ciudad, del trabajo, con prisas, con presión y con mala leche, el mundo de la meditación nos suena a algo utópico, lejano y en muchos casos somos escépticos. En el fondo, sentimos una grandísima envidia de quien tiene el valor y la oportunidad para hacerlo.
Muchas veces escuchas a alguien decir que se va a retirar a vivir a un pueblecito, a ser pastor, cuidar el ganado y plantar lechugas. Muy pocos, por no decir ninguno, lo hacen, pero queda muy bien decirlo. Realmente nadie se lo plantea porque saben que el campo es también muy duro, muy esclavo, muy frío en invierno y caluroso en verano. También son conscientes de que la economía de las cabras y los tomates tiene también agencias calificadoras que les bajan la nota, llámense sequía, gusano o granizo. Eso sí, tienes mucho tiempo para tus cosas, para hablar contigo mismo, entre rodaja de longaniza y mendrugo de pan. No es fácil que un esclavo de la Blackberry pueda nunca ordeñar bien a una cabra, ni creo que haya una buena aplicación de Iphone para hacer la matanza. No obstante, si alguno queréis probar suerte, os puedo poner en contacto con un par de amigos que dominan la profesión. Uno de ellos, Alejandro, es de la vieja escuela, se ducha dos días al año (cuando esquila a las ovejas y en Nochebuena) y tiene una forma de pensar muy progresista "desde que se murió la jodida de mi hermana, nos quedamos sin nadie que nos guisara". Ahora está medio retirado y viviendo con una peruana que, según sus palabras: "no veas los polvos que echa". La otra opción es de las nuevas generaciones pastoriles. Es joven y ha elegido él mismo su forma de vida. Se llama Maxi, se parece a Jesucristo, tiene burros, cabras, perros, gallinas, cerdos y alguna que otra pulga infiltrada. Es un gran tipo y lo será aun más cuando controle a su fauna para que no se coma los jardines del vecindario. Le gusta ponerle nombres a sus animales, Beltrán es su burro y tenía un cerdo que se llamaba Beckham, pero que ha pasado a mejor... chorizo. Una de sus últimas aficiones es hacer meditación sentado encima de su cerda Olivia. Si queréis probar, os lo presento y sino, seguid con los mocos.

jueves, 12 de enero de 2012

EL REY MALO

Trabajando como trabajo en el mundo de la publicidad, me repatean los anuncios que juegan con los sentimientos de las personas, que intentan rascar un poquito en nuestra conciencia para ganarse la simpatía del público con guiños emocionales. Aunque soy consciente de que tienen mucho éxito, mogollón de descargas en YouTube y en general gustan, a mí, que soy un tanto pejiguero, me crea rechazo ver la publicidad de chorizo en un supuesto homenaje a Gila o una recreación de las asambleas de indignados para promocionar la última tarifa telefónica. El último que me ha creado cierto ardor de estómago es el de Coca Cola, la marca número uno del mundo, que trata de apropiarse en su meloso mensaje de los sentimientos, el dolor, la alegría, la indignación, la esperanza, el sufrimiento o la bondad de los ciudadanos... Como si todo se lo debiéramos a "la chispa de la vida". Ahora ya sí que he terminado de liarlo y eso que Alex de la Iglesia es un tipo que merece todos mis respetos, pero coincide que ese es el nombre de su última película y que también es el director del anuncio de Campofrío. Y como ya digo que soy pejiguero o tocahuevos, también me ha chocado una de las noticias que sale en el anuncio de Coke: "Un marroquí devuelve 400 décimos de lotería de Navidad extraviada"; me sorprende por motivos de corcondancia genero-número, debería ser extraviados ¿no?; pero también por la presencia de la nacionalidad del honesto personaje. Si hubiera sido un joven vasco, extremeño o sepulvedano, también hubieran escrito su procedencia ¿verdad?. No sé, creo que el titular no es muy agraciado y que su autor ve con cierta extrañeza que un marroquí pueda ser tan honrado.
El otro día, en una de esas cañas que de vez en cuando nos tomamos por Huertas, nos asedió un abuelillo marroquí que vendía baratijas de bar en bar. El hombre era entrañable y pronto se dio cuenta de que eramos público fácil y nos colocó varios mecheros de talla XXXXXL y un par de lámparas halógenas. Estuvimos un rato charlando con él sobre su maravilloso país, su extraordinaria gente, sus preciosas ciudades y, por desgracia, sus malos mandatarios. Fue él quien le puso el apodo a Mohamed VI: "El Rey malo".Quizás hablaba así porque llevaba ya treinta años viviendo en España y no tenía el coco tan comido como la mayoría de sus compatriotas. Yo le hablé del Sahara, saqué mi escaso repertorio árabe para decirle tres o cuatro frases y hacerle reír. Un gran tipo con el que me hubiera quedado tomando un vino, un té o incluso una Coca Cola. Sin embargo, durante todo el tiempo que estuvimos hablando, el camarero estuvo gesticulando, haciendo comentarios en alto y mostrando su rechazo por la presencia de aquel hombre y hacia nosotros por hablar con él.
Creo que todavía tenemos un larguísimo camino que recorrer para evitar tantísimos prejuicios como tenemos con la gente de otra cultura u otra raza, para dejar de meter en la misma bolsa a todo un colectivo por lo que hagan algunos individuos. Poco después de escribir esto he leído la columna de Rosa Montero El Negro, que tanto éxito ha tenido, y sobre la que deberíamos reflexionar.

miércoles, 11 de enero de 2012

AÑO NUEVO, LIMPIEZA GENERAL

Se acaban las vacaciones de Navidad, empieza un nuevo año y con él la vuelta a la rutina. Los niños al colegio y los padres al trabajo.
Soy de las que llora cada vez que se acaban las vacaciones, como la mayoría de las personas, supongo, pero sospecho que por razones distintas a las de la mayoría. Lo que más me duele, como siempre, es la vuelta a la rutina y al orden. Se acabaron esos días de caos sin horarios, sin orden ni concierto, donde lo mejor que se nos ocurre cada día es empezarlo improvisando. No sería capaz de vivir como tanta gente planificando los días, las semanas y los años con la agenda o la blackberry en la mano y en la cabeza. Las mejores cosas, los mejores planes, salen siempre de la improvisación. Otra de las cosas que me superan es tener que despertar a los niños tan temprano, cuando están tan plácidamente dormidos mientras en la calle todavía es de noche. Me da tanta pena que casi me echo a llorar, dudo unos minutos y estoy a punto dejarles dormir, cosa que seguro me agradecerían. Menos mal que la parte que menos gusta a la mayoría, la vuelta al trabajo, para mí es la mejor y después de veinte días subo al estudio con muchas ganas.
Otra actividad común en esta época del año es la recogida de adornos navideños, un suplicio que viene siempre acompañado con las protestas de Lucio y su cara de pena mientras me pregunta por qué se acaban las navidades y si no podemos dejar los adornos hasta el año que viene. Hace dos me dio tanta pena que guardé los de dentro de casa pero dejé en un peral del jardín unos cachibaches plateados que estuvieron colgando del arbol hasta el mes de agosto que decidí quitarlos descoloridos y cochambrosos.
Seguimos con la limpieza, esta vez la interior. Siento ganas de comer tomates, piña y espárragos para limpiarme el estómago y el intestino y despegar de ellos el cordero, el vino y los polvorones que he comido a discreción. Y me levanto de la mesa por primera vez en muchos días sin tener esa sensación de haber comido más de la cuenta. Qué alivio!
Ahora viene la última fase de limpieza, que no esperaba. Subo al estudio y me encuentro con los cuadros que dejé terminados hace tres semanas. Son el resultado del trabajo de los últimos meses y me encuentro con ellos. Me miran y se descojonan de mí sin ninguna piedad. Y me doy cuenta de que lo que dejé no es lo que yo pensaba. Ni me gustan ni me los creo, por eso se ríen de mí mientras me dicen a gritos: no, no, no........no es esto lo que andabas buscando, bonita. Así que una vez más, llevada por el impulso, sigo con la tarea de limpieza. Agarro un cubo de agua caliente y una esponja y en pocos minutos los hago desaparecer. Mientras froto, me viene a la cabeza la duda de si estaré haciendo bien y la pena y la angustia por tirar por la ventana o al cubo el trabajo de tanto tiempo. Pero cuando ya he terminado, me retiro, veo los bastidores limpios y siento un gran alivio, hasta me he dado una palmadita en la espalda por haberme atrevido. No pasa nada, no existían más que en mi conciencia ya que nadie más que yo los había visto.
Ahora después de todas las limpiezas, internas, externas, laterales y transversales......a volver a empezar. Feliz año.

martes, 10 de enero de 2012

DE INDIGNADO A CABREADO

Estoy muy cabreado. Poco me ha durado la alegría por las victorias del Estu y el empate del Espanyol. Es imposible estar contento si lees el periódico y yo tengo esa mala costumbre. La política de este, nuestro país de chirigota, ofrece un espectáculo cada vez más patético. Basta leer la portada de cualquier diario para sonrojarse y sentir vergüenza de ser ciudadano español. Lo cojas por donde lo cojas. Dos presidentes de comunidades autónomas sentados en el banquillo por chorizos (ni presunción de inocencia, ni leches); un miembro de la Casa Real investigado por llevárselo crudo; un Gobierno que arranca a la deriva, haciendo lo mismo que tanto criticó y lo contrario de lo que prometió; un capítulo diario del esperpento de los aeropuertos; una oposición que no ha oído lo que dice la calle y que sigue buscando más de lo mismo... Y todo eso sin hacer ni puto caso a las agencias calificadoras de los huevos.
Vale, hay crisis internacional. Vale, somos víctimas de los vaivenes de los mercados y de la política europea. Vale. Pero nos han engañado, nos han estafado, nos han insultado y ahora encima nos piden que paguemos la factura. La enferma democracia de chichinabo que tenemos ha sido ninguneada por una clase política "jesusgilesca", repleta de personajes indeseables como el tal Fabra y centenares de alcalduchos, concejales y consejeros de tres al cuarto que derrochaban el dinero de sus contribuyentes con su ridícula ambición megalómana en busca de grandes inauguraciones, fotos y titulares en los periódicos para ganarse a un electorado al que llamaban estúpido, porque realmente era estúpido. En nuestro trabajo llevamos años tratando con políticos que pelean a codos por salir en la foto, que sólo trabajan por el reconocimiento de sus éxitos y que están rodeados por la camarilla de sus respectivos partidos dorándoles la píldora y aplaudiendo en las inauguraciones.
El resultado es que tenemos España llena de aeropuertos que no se usan, como el de Castellón o el de Ciudad Real, pabellones y estadios desmesurados y sin ocupación como el de Sevilla o la Caja Mágica de Madrid... Un esperpéntico panorama de estructuras versallescas como resultado de una mala interpretación de la democracia: como el mandato es de cuatro años, voy a gastármelo todo y más para que me reelijan. O me nombren ministro. Y todo eso sin sospechar, que se podría, de conductas fraudulentas, de extrañas comisiones y de estafas escandalosas como la del Palma Arena.
Me gusta la política, soy un defensor de la clase política honesta y preparada, pero la situación actual da la razón a los más indignados, a quienes opinan que todos son igual y que estamos hartos de que nos llamen idiotas. Pero si es que lo somos, somos idiotas porque les seguimos votando, porque no exigimos transparencia y limpieza. Nos toma el pelo y nos ningunea el Gobierno actual, como lo hizo el anterior. Nos toma el pelo el PSOE con ese proceso de refundación de la izquierda liderado por ¿Rubalcaba y Chacón?... Pero ¿son tontos, ciegos o sordos?
No sigo porque me enciendo y porque no es cuestión de desvelar ahora todo mi programa político. Sólo una reflexión: pensad que diríais de nuestro país si fueseis extranjeros.

MI PROPIA AUTOPSIA

Los Reyes Magos son unos indeseables. Resulta que a mi mujer le han traído la colección completa de la serie "A dos metros bajo tierra". No sé cuántos DVDs con todos los capítulos de cinco años de esta siniestra historieta sobre enterradores. No puedo juzgar si es buena, que creo que sí lo es, porque apenas he podido ver unos segundos y de inmediato he salido por patas de la habitación para no ver esas fantásticas escenas de féretros, entierros, ataudes, funerarias, cadáveres o autopsias. Ya sabéis que con este tema soy un poco especialito, maniático o gilipollas, pero como decía Nacho Vegas, cada vez que paso delante de una funeraria me agacho para que no me tomen las medidas.
Eso no quiere decir que no tenga un exquisito gusto por el humor negro y que bromee a menudo sobre mi propia muerte. Supongo que si me pilla un psicólogo (tranquilos que no me va a pillar), me diría que precisamente hago bromas sobre la muerte porque le tengo un gran miedo. Nosajodio, con la pinta tan siniestra que tiene la muy cabrona con su guadaña.
-¿Por qué estás tan triste?
-Porque han operado a mi padre...
-Bueno, no es para tanto, ¿no?
-Es que le han operado de autopsia...
Reconocer que el chiste es bueno. No es autobiográfico, aunque mi pobre padre tuvo una operación bastante divertida, aunque a él no le hizo ni puta gracia. Resulta que se le despegó un puente que llevaba en la dentadura, se lo tragó y se le quedó en el esófago. Os aseguro que la radiografía era angustiosa pero invitaba a la carcajada, aunque peor fue el comentario de su galerista que preguntó por el estado del coche, cuando mi madre le comentó que estaban en el hospital porque "mi padre se había tragado un puente". Siniestro total, que gran grupo. Si eres Dj de una fiesta, tira de su discografía, no te dejarán mal.
Todo esto viene como preámbulo de la última entrega de los fascículos coleccionables sobre mi enfermedad de riñones, esa que tanto el doctor como muchos de vosotros, pensáis que es psicológica. Tras los análisis adulterados por los excesos navideños, fui a hacer la radiografía de mis tripas. La llaman ecografía y es la fórmula que se utiliza para hacer la primera foto de tus hijos. Todavía me acuerdo de la primera vez que vimos a Dieguillo en el aparatejo ese y discutíamos: "Pues yo creo que se parece más a mí, pero ha sacado la nariz de tu madre..."
Entré, me tumbaron en una camilla, me untó el doctor un pringoso ungüento por la panza y empezó a pasarme una especie de minipimer por todas partes: "El hígado está bien, el bazo izquierdo está bien, el bazo derecho esta correcto... Perdone que tengo que coger el teléfono porque es un asunto importante..." Me acojoné y mucho. Es verdad que había sonado el teléfono y no sé porqué pensé que la llamada tenía que ver con mi estado de salud. Paso a trascribir la parte de conversación que escuché. Evidentemente al otro interlocutor, que creo que era la mujer del médico, no la oí:
-Ring, ring... o mejor dicho, tirorirorirorin tiroriroriroran... suena el teléfono.
-Ya te entiendo, pero es mejor que pongas en el parte de defunción que ha sido un par de horas antes.
-Es que sino no podemos enterrarlo mañana y es una gracia.
-De lo demás no te preocupes, que ya llamo yo a la funeraria y ellos se encargan de todo.
-Tranquila mujer, que ahora voy para allá, estoy acabando con un paciente y me a acerco.
Os juro que fue así la conversación y que mientras tanto la minipimer seguía dando vueltas por mi barriga buscando algo espantoso que no terminaba de encontrar. Obviamente a mí se me cortó la digestión, me puse a temblar pensando en el ya cadáver, reflexionando sobre esas últimas palabras "estoy acabando con un paciente" y dispuesto a firmar donde fuera mi donación de páncreas, píloro y hasta de colon si fuera necesario. Nunca jamás pensé que iba a asistir en vivo a mi propia autopsia.

domingo, 8 de enero de 2012

DESCAMBIAR

Por fin llegó el día. Varias semanas esperando a que llegara el momento. Ahora no podéis escaquearos, lo habíais prometido y lo cumplís. A partir de hoy todo el mundo a dieta. Se acabó esa desagradable sensación de pesadez de estómago, de sentirse embarazado, de pasarse toda la tarde con ardor y eruptando bocanadas de cordero asado, de dolor de cabeza crónico y de síndrome de abstinencia de langostino y copita de cava. Hoy es el día de volver al trabajo felices y contentos porque hemos oído en alguna entrevista los optimistas consejos de Eduardo Punsset para afrontar la crisis, la cuesta de enero y el fin del mundo, con una actitud positiva... Como decía aquel, "tú relájate y goza". Atrás quedan esos fraternales momentos de discusión con tu querido cuñado Fernando (ya puedes sacarte el aguijón que te dejó clavado), con tu suegro explicándote cómo se corta el jamón, con tu hermano tirando serpentinas y confettis por toda la casa, con esa insufrible serenata de sobrinos aporreando la pandereta sin ningún ritmo, con el insoportable vecino tirando petardos hasta las tantas... Se acabaron esas afables conversaciones en torno al roscón, hablando de Iñaki Urdangarín y Ana Botella, la pareja de moda. A mi me gusta más con nata. Decimos adiós a los anuncios de perfumes, a los resúmenes del año, a los estúpidos muñecos de Papá Noel que no terminan de subir la escalera, al campeonato de padres de "¿A ver quien la tiene más larga?"... la escalera para ver la cabalgata, a los cortes en los dedos de tanto envolver paquetitos, a los empleados del Carrefour con barbas postizas, al contenedor de papel reciclado rebosando...
Hoy, con el cielo despejado y el sol reluciente detrás de esa "boina" tan castiza, tan madrileña, nos ponemos a plan, empezamos la operación bikini pensando ya en la primavera y en cumplir los objetivos que nos marcamos al comenzar el año. Entre pellejo y pellejo, entre güito y güito iban entrando las uvas y saliendo los mismos propósitos: que voy a adelgazar, que voy a caminar, que voy a ir al gimnasio, que voy a ordenar las fotos, que voy a sonreir, que voy a tener más tiempo libre, que voy a leer, que voy a ser más positivo, que viva Punsset... Los mismos jodidos objetivos que te marcaste el año pasado y que no cumpliste, así que ahora sí que sí, ponte a dieta porque sino no te puedes poner la ropa que te han regalado y en ese caso tendrás que hacer el siguiente ritual de las fiestas: Descambiar.
Qué ilusión volver a uno de esos gigantescamente espantosos paraísos del hortera que pueblan nuestras carreteras intentando imitar la cultura comercial del "mall" americano. Qué alegría recorrer de nuevo el Xanadú, el Plaza Norte o el Plenilunio de turno con todas esas franquicias que nos visten igual a todos los seres del mundo. Todos con las Visas derretidas pero con la misma falda que la de al lado, todos igual de oscuros, igual de grises. Me había propuesto este año comprar sólo en tiendas pequeñas, familiares, pero he fallado y aquí estoy otra vez, en este siniestro y pretencioso monumento al consumismo. Hola, vengo a descambiar estos calzoncillos. Idiota, para descambiarlo, primero tendrás que cambiarlo y luego ya lo descambias ¿no? o es que acaso has caído también en la trampa publicitaria del desaprender. El caso es que después de estas dos semanitas es lo que más me apetece, alcachofas, espárragos, guisantes, descelebrar, descomer, desbeber, descomprar, desregalar, desengordar, descambiar... descansar.

jueves, 5 de enero de 2012

VICISSITUDES

Vicisitudes. Si no sabéis lo que significa en español, cómo vais a saber lo que quiere decir en inglés. Y supongo que tampoco sabía cómo se escribía, el traductor que tuvo que darle la vuelta a los textos de presentación de la exposición del Hermitage en El Prado. Le imagino buscando en el diccionario vicisitud-vicissitud, ¡joder qué fácil!, y después mirando en el de sinónimos para saber qué coño es realmente una vicisitud: Acontecimiento, evento, suceso, albur, incidente, alternativa, dilema, sucesión, altibajo, variación... Pues me he quedado igual y eso que, según esto, soy un profesional de la organización de vicisitudes.
Os cuento esto porque tengo la extraña manía de leer los carteles de los museos en inglés, los entiendo mucho peor que en español, pero me divierte porque creo que me sirve de práctica para aprender y porque me siento turista. Me encanta la sensación de sentirme turista en mi ciudad, de cruzarme con los sonrientes guiris boquiabiertos ante lo mejor y lo peor de nuestro país; flipados en un bar viendo gritar al camarero y mirando el plato de bravas o calamares del vecino para pedir lo mismo... Y su cara de repugnancia cuando comprueban que lo que han pedido son callos u oreja o cuando miran al suelo y no ven el suelo o cuando miran a la pared y ven un amenazante Miura mostrado como trofeo.
Me gusta mucho el city marketing o el arte de vender una ciudad, de prepararla para recibir más turismo, de acondicionarla para que sea atractiva, de salir fuera a ver qué cosas buenas tienen otras ciudades y adaptarlas o copiarlas. Por qué inventar si ya está inventado y se puede copiar. Madrid está muy bien pero hay tantas cosas que se podrían aplicar de otras grandes ciudades, como las bicicletas de alquiler de Barcelona o las rutas a pie pintadas en el suelo de Boston o los tranvías y murales de San Francisco o las fuentes de Chicago o las terrazas con calefacción de París o las calles peatonales de tantas ciudades europeas... Y eso que pese a la deuda y a su fiebre recaudatoria, Gallardón ha sido bastante buen alcalde. Ahora que nos encontramos ante la vicisitud del cambio de alcalde, me preocupa que esta ciudad pase a ser más gris, más triste, menos atrevida, más conservadora.
Todo esto me pasa por pararme a leer los cartelitos que acompañan a la exposición. Pero si siempre he estado en contra de ellos, si no entiendo las obras de arte que necesitan explicación, si no me gustan las exposiciones con título, si creo que el arte es de los artistas y no de los comisarios que se empeñan en reinterpretarlo y en explicárnoslo robando protagonismo al propio artista. Y no con ello estoy justificando mi incultura, esa es culpa mía por no hacer caso a mi profesora, la "mini Pili" que nos recomendaba leer, cada día, diez palabras en el diccionario antes de irnos a dormir. Si le hubiera hecho caso, ya llevaría 150.000 palabras y por lo menos sabría lo que es un albur. A vicisitud todavía no habría llegado.

miércoles, 4 de enero de 2012

LA BERLUSCONIZACIÓN

El ser humano es tan masoca que se regodea en las malas noticias, disfruta con las más aterradoras amenazas, se encuentra en su salsa ante el pesimismo más exacerbado, pero cuando llegan las buenas noticias, las degustamos o festejamos durante un segundo y a otra cosa. ¿Cuántos años nos hemos pasado diciendo que era intolerable que Berlusconi fuera presidente de Italia? Podríamos llenar una biblioteca con escritos y lamentos de toda persona medianamente cívica por la presencia de semejante personaje en la vida política. Sin embargo, cuando menos lo esperábamos, desapareció, hizo mutis por el foro y no los celebramos como se merecía. Quizás es que ya estamos de vuelta, que hemos perdido toda confianza en la clase política, que no tenemos ninguna esperanza (salvo la Aguirre) y que cada día somos más escépticos. La desaparición del Cavaliere hubiera sido motivo más que suficiente para una gran borrachera colectiva de todos los europeos, un descontrolado fiestorro, una desenfrenada orgía como las que se gastaba el menda. Pero nada, un titularcillo y a seguir fustigándonos con la prima de Merkel.
Por otro lado, llevo tiempo preocupado por la "Berlusconización" de nuestra política. La aparición de personajes ajenos a la carrera política, que llegan a cargos por ser famosetes en otras lindes me da mucho miedo. Con todo el aprecio que pueda tenerles como deportistas, no me parece serio que Marta Domínguez y Abel Antón sean senadores; sinceramente creo que no están preparados y que su presencia lo que hace es confirmar la sospecha de que en el fondo el Senado sirve de bastante poquito. Tampoco sé muy bien cuáles son los méritos de Toni Cantó para ser representante del pueblo. Lo de Ana Botella es otra cosa, aunque mucha gente la critique, ella sí tiene mérito y valor, porque meterte en la cama cada noche con aquello al lado, debe ser duro de llevar.
Me preocupa que tomemos el rumbo erróneo de Italia, pero también que los ciudadanos de a pie seamos tan dóciles y nos dejemos manejar, engañar y hasta robar por algunos de los que en teoría nos representan. Toda la vida oyendo a la gente decir lo del dinero de todos los españoles cuando se habla de impuestos y servicios sociales. El dinero de todos para pagar los excesos y desmanes de tanto caudillete municipal, autonómico o estatal que derrochaban para agrandar su currículum de inauguraciones y ganar votos. Y ahora nos piden que pongamos la pasta y nadie dice nada. Nos engañan y lo entendemos porque tenemos miedo. Nos han metido miedo. Los ciudadanos son los que están en el paro, los que sufren los recortes, los que pagan la factura y la gris clase política, o por lo menos el bipartidismo gobernante, es incapaz de proponer una sola medida de carácter positivo y creativa para dar un giro al "truculento" panorama. No dan explicaciones, pero tampoco nadie las pide, hasta los periodistas están corderitos... Qué más da, si no sirve de nada, si puedes mentir, ser corrupto, robar o lo que sea, que te volverán a votar. Como decían los chicos del 15M, "lo llaman democracia pero no lo es".
Me parece que me voy a exiliar a Senegal donde se presenta a las elecciones Youssou n'Dour que tampoco se puede decir que esté preparado para político, pero por lo menos dará las ruedas de prensa cantando y lo hace como los ángeles.

lunes, 2 de enero de 2012

EN LA PUERTA DEL SOL...

Como el año que fue otra vez el champagne y las uvas y el alquitrán de alfombra están... Y si no sabéis dónde estoy, buscarme allí porque mi organismo tiene un especial magnetismo que se siente atraído por el kilómetro cero. Debe ser algo hereditario o por lo menos aprendido a base de ir todas las semanas con mi madre a comprar trufas y bollos a La Mallorquina. A parte de unos cuantos kilitos de más, todos los hermanos adquirimos una cierta querencia por el centro de Madrid, que llegamos a sentir como el pasillo de nuestra casa. Cuando pase de esta segunda edad en la que habito, a la tercera, ya podéis imaginar dónde voy a vivir. Soy un urbanita y me enorgullezco de ello.
Y para no romper con la tradición, ahora estamos tratando de transmitir a nuestros hijos esa misma pasión por el Madrid de los Austrias e incluso el de algunos Borbones. Siempre que podemos nos vamos al centro, a cenar en Las Bravas la mejor tortilla y el mejor pulpo de Madrid y después el mejor helado, en Palazzo. El otro día les hice un "completo" de padre clásico. Tranquilos, que no les llevé de putas. Fuimos a ver las luces de la ciudad, recorriendo en coche las principales avenidas para que vieran la iluminación de Navidad; hay que reconocer que Goya, Serrano, Arenal y la Plaza Mayor están espectaculares. Cuando ya no les conseguía sacar más exclamaciones de la garganta, paramos en la Plaza Mayor para recorrer los puestos de artículos navideños con el único objetivo de encontrar el "caganet" más repugnante... Y lo encontramos: una figura de Angela Merkel jiñando, lo peor de lo peor. El ritual continuó con el paso por la Puerta del Sol para ver el reloj, pisar el Km cero, que les provoca mucha emoción e inquietud "¿De verdad que estoy en el centro de España?", para terminar cenando en la taberna más grande del mundo; se entra por Cádiz y se sale por Barcelona. Intentamos ir a Las Bravas, pero los cuatro establecimientos estaban rebosando de gente y con cola en la calle...¡Bendita crisis!
Ya eran casi las doce cuando Lucio decidió que quería tomar postre y qué mejor que un chocolate con churros en San Ginés. Media hora de cola que merece la pena por degustar un poco de rica historia y por ver las caras de placer de las japonesas a las que Lucio llamaba "chinas" a gritos.
Ya de camino a casa intenté reforzar algunos conocimientos básicos (Sespir y compañía) que había notado algo flojos en la cultura de mis hijos. Por eso al pasar por delante del Prado les pregunté por los artistas más relevantes de la historia. Esta vez me sorprendieron positivamente:
-"Leonardo, Velázquez y Picasso", -contestó Diego-.
-"Y el abuelo Lucio, ¿no?", -matizó Martín-.
¡Pues claro que sí!... No dicen que los madrileños somos chulos...

domingo, 1 de enero de 2012

QTFUP

La creatividad forzada es muy peligrosa. Cuando no hay inspiración para decir algo original no la hay y punto. Esa es la parte que menos me gusta de Facebook, Twitter y otras redes sociales, el permanente concurso de creatividad para ver quién dice la frase más ocurrente. Es un campeonato de citas ilustres en el que no puedes destacar escribiendo cosas mundanas. Si te levantas y "tuiteas": "Tengo un dolor de muelas que no sé si me explico", eres un tipo sosaina, anticuado y poco original; en cambio, triunfarías y tu cuenta de seguidores se dispararía con algo así como: "Me daría con un canto en los dientes si el #putodentista me quitase este dolor..." Por cierto, que dientes tiene nuestra nueva alcaldesa; aunque a alcaldesa regalada, no le mires el diente. Como veis, yo sí que soy un portento de creatividad ¿eh?
Pero lo que me pone del hígado y me da mucho que pensar es el verdadero campeonato mundial de creatividad convocado por la Federación Internacional de SMS, bajo el patrocinio de Movistar. Tengo que decir que este año el fenómeno se ha dispersado un poco por la aparición del "guasap" y uno ya no sabe si le han felicitado por mail, SMS, WA, Twitter o Facebook. Por carta, sólo he recibido tres o cuatro y uno de ellos es el cartero, que evidentemente defiende su negocio. Pero vayamos al contenido. El que más me ha gustado es el que me envía un amigo italiano: "Feliz ano", sencillo y directo. También me he reído con algún chiste malo como el de la DGT y los accidentes provocados por gente que no bebe alcohol o alguno de los que hacían mención al pobre Urdangarín. Me gustó el de "¡Feliz 2012! disfrútalo desde el primer segundo, que se pasa volando" o el de "L crss s h llv ls vcls. Flz Nvdd pr tds. Mchs bss." Sin embargo no me terminan de convencer los que rizan demasiado el rizo, los que apelan a la falta de creatividad para intentar ser creativos, los muy pastosos o melosos o el de mi hijo Diego: "Papi, llámame que no tengo saldo".
De todas formas yo no soy nadie para opinar ni criticar en este tema. Primero porque soy un mal educado que no contesta a los que me felicitan y no envío ningún tipo de felicitación a nadie. Miento, sí que lo hago, todos los años al acabar la San Silvestre mando un mensajito de agradecimiento a todos los que han trabajado en la organización, pero algún año me he pasado de sentimental, romántico y baboso y decidí contenerme en los siguientes. Más que nada porque recibí más de una contestación con la famosas siglas QTFUP, que en inglés son FYAF.