miércoles, 29 de febrero de 2012

A SOLAS CON BACHIR

Tengo que reconocer que es un momento bastante tenso para mí. A las siete de la mañana, cuando todos los corredores se han subido en los autobuses y ya están camino de El Aaiun, me quedo solo en Smara. El resto del equipo de organización está repartido en sus diferentes puestos, salvo algunos que aun están durmiendo. No ha amanecido y hace un frío de pelotas. Corro de un lado para otro supervisando flecos: que no se haya quedado ningún corredor en el desayuno, que haya suficiente comida para todos los participantes, que se hayan llevado el agua al recorrido, que instalen el crono en la meta… Y cuando bajo un poco pulsaciones, me subo al coche que me han otorgado y le digo al conductor: “Yalaa, vámonos pitando a El Aaiun”.
Se llama Bachir, llegó con el resto de refugiados en el 75, estuvo luchando en la guerra hasta el 91 y ahora trabaja para protocolo, de conductor, llevando a cooperantes y autoridades invitadas.Tiene cerca de sesenta años y un resfriado crónico del desierto de esos que duelen cuando le oyes toser. Carraspea y emite desagradables sonidos guturales hasta aclarar la garganta…Apenas habla castellano, pero con sus cuatro palabras, mis tres de hassanía y las muecas, nos entendemos a la perfección. Juntos nos adentramos en el inmenso paisaje de arena que tenemos delante y puedo aseguraros que Bachir sabe leer el desierto, hoy lo he comprobado.
El hombre tiene manos, sabe mirar con un ojo delante del paragolpes y con el otro en el horizonte; va eligiendo siempre el camino y la trazada adecuada, consciente de que un desvío de un metro en el rumbo, pueden significar muchos kilómetros de separación del objetivo. Siento envidia, porque quiero conducir, me gusta conducir, quiero trazar las curvas, subir las dunas, acelerar en la tole ondulé y esquivar la hierba de camello como lo hace él.
Debería estar tenso porque en una hora empieza el Sahara Marathon, pero estoy relajado porque el recorrido por el desierto invita a disfrutar. Debería tener miedo porque estoy solo en medio de Argelia, donde hace poco han secuestrado a tres cooperantes; miedo por ir deprisa con el coche dando botes y volantazos a diestro y siniestro, de hecho el cristal está roto por el cabezazo de un anterior inquilino; miedo por el otro, por el desconocido, porque mi compañero es de otra raza, otra religión, otro continente, otra lengua y otras costumbres distintas a las mías; miedo porque el desierto que me rodea va desde el Atlántico hasta el Mar Rojo. Pero no, sinceramente tengo mucho más miedo del taxista de Madrid que me obliga a oír a Jiménez Losantos. Con Bachir, ningún temor, ni a él ni a su país, ni a su gente, ni a su diversidad. Eso sí, al desierto, mucho respeto.

lunes, 27 de febrero de 2012

MALDITAS BANDERAS

Nadie puede imaginarse lo complicado que es organizar una carrera en medio del desierto. A cada minuto surgen insospechados inconvenientes que hay que resolver utilizando el adecuado conducto reglamentario del lugar. Ejemplo: hemos traído banderas de todos los países participantes, pero la holandesa y la polaca nos las han colocado al revés, con el consiguiente conflicto diplomático. El polaco de turno protesta, se lo comentas al responsable de meta, que se lo dice al encargado de infraestructuras, que se lo cuenta a un operario que no tiene ni puta idea de dónde está Polonia y cómo es su bandera. Al final decidimos subir a cambiarlas trepando un muro (por supuesto no fui yo) y tuvimos que deshacer el conducto reglamentario para evitar que llegase el "propio" a cambiarlas de nuevo.
La bandera es algo simbólico pero con una inmensa capacidad de generar conflictos. No me gustan las banderas. Bueno sí, su colorido sí, pero su significado no.
Toda la semana resolviendo problemas de banderas. Cuando llegamos al aeropuerto de Tindouf, porque sin darme cuenta dejé la mochila en el suelo y llevaba atada una bufanda con la bandera saharaui y la argelina. Los saharauis, por desgracia, están acostumbrados a ser pisoteados, pero un orgulloso policía argelino se me abalanzó enfurecido porque su bandera no puede tocar el suelo. Poco después, ya en inscripciones, lo mismo de siempre: ¿Nombre?, ¿Nacionalidad?... "Español no, soy vasco"... vaaale, respeto los nacionalismos, pero no es el sitio de reivindicarlos, aquí venimos todos a correr para el pueblo saharaui y la única bandera es la suya. Y esa sí que está al revés, la suya realmente tiene el verde arriba y el negro abajo pero no la van a cambiar hasta que no consigan tener su propio país, el que les quitaron. En el arco de meta lo hemos resuelto por la vía de en medio, la hemos puesto vertical.
Ahora tengo que resolver nuevos problemas, saber quienes han sido los primeros catalanes en la clasificación y gestionar el aluvión de banderas en la entrega de premios, la argelina peleándose con la cordobesa, la ikurriña a codos con la eslovena y yo ni siquiera me he traído la "periquita". Lo demás, sencillito, traerte a doscientos "locos" solidarios de todo el mundo a correr en medio del desierto, darles agua como para ahogarse en medio de la nada, atender a decenas de periodistas, cuidar la salud de los maltrechos runners y ayudar a las familias saharauis...Eso lo hace muy fácil el equipo que llevamos, pero las banderas...Ahí las putas banderitas.

domingo, 26 de febrero de 2012

EL SUEÑO SAHARAUI

Qué sueño hace. Dormir en un saco es jodido. Se te mezclan las partes del cuerpo. Cuando consigues sacar la mano de debajo del costado, se te han cruzado las piernas y el otro brazo se ha dormido bajo las costillas. Si además el suelo se te ha clavado en la cadera y no has conseguido darle el espesor adecuado a la almohada hecha con la funda del saco llena de ropa sucia…Chungo. Mala noche.
Nos acostamos tarde, haciendo fotos de las estrellas y esperando que el partido entre el Milán y la Juve terminara y los niños se llevaran la tele de la jaima. Por lo menos no vi perder al Espanyol. Y nos levantamos pronto porque hay mucho trabajo. Cansados.
Dice uno de mis compañeros de jaima que este año han bajado el termostato del desierto, es cierto, en cuanto desaparece el sol perseguido por todos los fotógrafos que aprovechan la última media hora para tomar las mejores fotos de Smara, entra una rasca que te deja los huesos helados hasta bien entrada la mañana. Así que el saco, ni siquiera es suficiente y menos cuando te han perdido la maleta los chicos de Barajas, como a otro de los vecinos de la jaima.
El tercero de los cuerpos aparcados en batería sobre la alfombra de mi izquierda tampoco facilita el descanso. Qué forma de roncar. No le acuso, es posible o casi seguro que yo también lo haya hecho durante las dos horas que he conseguido dormir. Justo hasta que me ha despertado una combinación de sonidos: la recién estrenada megafonía de la mezquita llamando al rezo, las gallinas y las cabras del vecino, cocorobeeeeee, y los putos gatos que nacieron ayer. Son muy monos los chiquitines, no lo puedo negar, pero han tenido todo el año para nacer y se han esperado a que llegáramos nosotros a la jaima para pasarse la noche maullando a gritos para no dejarnos pegar ojo. Les entiendo, ellos ni siquiera tienen saco.
Y me dejo de quejar porque ya entra el sol bajo la cortina de la puerta y empieza otro tiempo. Pantalones cortos, chanclas, crema solar, gafas oscuras y a preparar todo para el maratón de mañana. Hoy toca hacer cena para quinientos sin que se pegue la pasta, meter los nombres de 150 argelinos y 100 saharauis en el ordenador, marcar el recorrido y preparar las cajas de cartón que marcan los puntos kilométricos, repartir las cartas de los colegios españoles que se han hermanado con escuelas saharauis y pasar un rato por el desfile. Eso y mucho más, pero con un entusiasta equipo que hace posible lo imposible y disfruta como todos los corredores de esta experiencia dura pero única. Ayudar a cumplir el sueño saharaui.

jueves, 23 de febrero de 2012

HOY ESCRIBE JESÚS

Como estoy algo liadillo empaquetando todo para salir hacia el Sahara y como hoy pensaba escribir sobre el aniversario de Last Lap, he preferido tomarle prestada la entrada a mi socio Jesús. La publicó ayer en el blog de Last Lap. Igual alguno ya la habíais leído:
 
COMO MANDAN LOS CÁNONES
Para mí, el 23 de febrero no es un día especial porque Tejero entrase en el Congreso, ni porque sea el día de mi cumpleaños. Para mí el 23 de febrero es un día especial porque fue el día en que Last Lap organizó su primer evento.
Parece que fue ayer, lo recuerdo perfectamente. “¡Qué se sienten coño!”, “Jesusito sopla las velas y pide un deseo”... No es eso lo que mejor recuerdo. “Corredores, 2 minutos para la salida”, eso sí lo recuerdo bien y todavía se me ponen los pelos de punta. Sonaba Ramoncín y estaba a punto de comenzar nuestro primer evento. Uff, ¡qué emoción!.
Era en mi pueblo y tampoco se me olvidará como decidimos que fuese allí.  Los hermanos Portugal preferían Valdemorillo, pero a Diego y a mi nos gustaba Manzanares el Real. Como no nos poníamos de acuerdo, nos lo jugamos al futbolín. El gol de Diego (con la guarra, claro) iba a convertir a “Manza” en la catedral mundial del mountain bike, hasta dos copas del mundo organizamos allí. Esa primera, la del 23-F, no fue una carrera típica, el favorito acabó en el hospital y el ganador limpiando los baños químicos.  ¡Así empezaba nuestra historia!
Tengo la sensación de que en estos 20 años no hemos hecho nada como mandan los cánones. Hemos convertido plazas de toros en circuitos de Motocross, hemos hecho crecer césped en plazas adoquinadas (como el caballo de Atila, pero al revés), hemos transformado estadios de fútbol en circuitos de coches (ahora sí, como el caballo de Atila), o incluso hemos construído un aeropuerto en la playa (como Fabra, pero con aviones).
En fin de año, muchos de nosotros han tomado las uvas en el coche por la “maldita” San Silvestre y nuestra felicitación de Navidad llega tan tarde que la gente no sabe si somos los últimos de un año o los primeros del siguiente.
En 2009 la Comunidad de Madrid, después de tantos y tantos eventos organizados, decidió concedernos su prestigioso Premio 7 Estrellas, y aunque parezca mentira, el premio nos lo dieron  por un evento organizado por la competencia. Como no podía ser de otro modo, recogimos el premio orgullosísimos y muy emocionados. Diego dio un bonito discurso agradeciendo a Dña Esperanza por haberse acordado de nosotros. ¡ Qué morro 
Hoy Last Lap cumple 20 años, se puede decir que ya somos una empresa seria, y para celebrarlo le he traído un regalo. ¿Sabéis qué le he comprado?,  una red de Ping Pong.  Vamos a convertir la sala de reuniones en la pista central del All England Ping Pong Club.  A partir de hoy las reuniones se decidirán, como mandan los cánones, al mejor de 3 sets. Pero si el tema es importante.... será al mejor de cinco.    ¡ Felicidades, Last Lap !
Publicado por Jesús Rodríguez 

RUMBO AL SUR

Salvando mis diferencias con Espe, que las hay y muchas, el proyecto de "Madrid Rumbo al sur" de la Comunidad siempre me ha parecido interesante. Es una buena forma de acercar a nuestros estudiantes a la realidad de ese continente tan distinto que está a sólo 14 kilómetros. Siempre he dicho que tendría que ser obligatorio que todos los chavales viajasen, al menos una vez en su juventud, a África.
Yo he tenido la suerte de viajar cuando apenas tenía veinte años, invitado como periodista a cubrir el París-Dakar. Desde entonces sufrí esa enfermedad tan conocida que es el contagio de África; la necesidad imperiosa de ir por lo menos una vez al año a ese gigantesco, pobre, pero maravilloso territorio donde los paisajes y sus gentes te conquistan. A partir de entonces he viajado en numerosas ocasiones a Marruecos, Senegal, Mali, Mauritania, Tanzania... y en doce ocasiones a los campamentos saharauis en Tindouf (Argelia).
Allí tengo mi segunda casa y espero con ansia la llegada de la última semana de febrero para reunirme con mi familia saharaui. Estos días son una locura, ultimando detalles del Sahara Marathon, acabando las últimas compras y haciendo la maleta para que no se olvide nada. Es el equipaje más divertido del año. Una placa solar para la familia, el rollo de papel higiénico, el saco de dormir, varias latas de zamburiñas para el momento de ansiedad ante tanta carne de camello, poca ropa que casi no se usa, zapatillas y vaqueros para regalarles a los chicos de la casa, un poco de jamón ibérico, una linterna solar, leche condensada que le gusta a Dumaha y dos botellas de vino, que me gustan a mí. Montse me regaña por meter el vino porque dice que se va a romper en el avión; yo le digo que nunca se ha roto y sigo adelante con el plan... Cabezón que soy. He forrado las botellas con toda la ropa interior y la toalla que llevo. Todo será que cuando llegue, el vino se haya roto y encima tenga que ir toda la semana con los huevillos al Jerez y con un olor a borracho bastante indigno por aquellas tierras.
Al margen de eso llevamos más de mil kilos de material deportivo, de enseres para hacer la carrera, de regalos para los niños y una estresante programación para una intensa semana en la que no paramos un minuto. Miento, paramos un montón de tiempo para la ceremonia del te que es parte de aquella cultura y de aquel paisaje. Mis amigos me preguntan que si no me da miedo, yo les digo que por supuesto que no y que si me diese, seguiría yendo por la familia y el pueblo que hay allí. Además sé que si me secuestran, entre todos haréis una colecta para pagar el rescate... Mierda le había prohibido a toda mi gente bromear con el tema y ahora yo...

martes, 21 de febrero de 2012

ANDANTE MA NON TROPPO

Algún antropólogo, sociólogo o psicólogo debería explicarme por qué es imprescindible andar para hablar por el móvil. Por qué nadie es capaz de quedarse quieto en el sitio discutiendo sus asuntos y en cuanto suena el timbre del teléfono todo el mundo echa a andar con rumbo perdido como si hubiese empezado una competición. Es obvio que es una cuestión disléxica de incapacidad humana para coordinar diversas actividades del cuerpo. No es mentira que no estamos capacitados para andar y comer chicle a la vez sin terminar mordiéndote el labio o tropezándote; beber andando es ya para súper expertos... Pero no sé por qué maldita razón el móvil invita a la excursión y a esparcir la mierda por toda la oficina, la casa o la calle en la que uno esté. Sí, digo la mierda porque a medida que uno está más cabreado por lo que está hablando por el móvil, sus movimientos se hacen más descontrolados y su cabreo va dejando rastro por donde pasa.
En la oficina empieza a ser un tema bastante molesto. Se da el caso de que a menudo, casi a diario, alguien entra en mi despacho, hablando por el siniestro aparatejo, se da un paseo y vuelve a salir, ante mi cara de incredulidad. Eso sí en su paseillo me dejan unas migajas de bronca o disgusto tiradas por la moqueta. Que sí habían quedado que me lo mandaban hoy, por qué son tan informales y ahora dicen que lo mandarán la semana próxima.... No sé de qué se trata, ni quién hay al otro lado pero ese trocito de malestar me lo han traspasado con esos invasores pasitos por mi territorio. Otro compañero, enganchado a esta práctica, lo hace a voz en grito y uno se va enterando de toda su conversación esté donde esté y sólo cuando ves que ya suena de forma estruendosa abres la puerta del despacho para que entre, deambule y vuelva a salir hacia el otro lado del edificio.
Se trata de algo biológico, algo similar a lo que hacen las aspiradoras automáticas o los limpiafondos-robots que van avanzando sin ningún criterio hasta chocarse con un obstáculo y darse la vuelta. Lo curioso es que si luego le preguntas a alguien por su paseo durante la conversación, lo normal es que no lo recuerden, que no sepan lo que han visto, dónde han estado y simplemente se les ha grabado en el disco duro la conversación. Yo, que empiezo a estar hasta las narices, voy a poner un muelle en mi puerta, voy a empezar a poner trampas y obstáculos y les grabaré saltándolos para que luego no puedan negarlo. Lo bueno del tema es que mientras eres esclavo del móvil, por lo menos haces ejercicio...Quien no se consuela...

lunes, 20 de febrero de 2012

PELILLOS A LA MAR

De pequeño siempre llevaba el pelo largo, como mis hermanos, y sólo tenía problemas cuando en verano íbamos al pueblo de mi madre y se reían de nosotros: nos llamaban melenas, niñas y mariquitas. Nosotros nos consolábamos llamándoles pueblerinos. Ahora tengo esa misma sensación, pero en Madrid. Lo que en San Francisco era un signo de modernidad, de tolerancia y hasta de creatividad, aquí sigue siendo medido con los más casposos parámetros de los años sesenta. Un melenas es un macarra, un tatuado es un perro flauta y un tío con pendiente, un maricón. En California me aplaudían cuando me dejaba el pelo largo y mi barba desarreglada y aquí, cuando me paso un centímetro del modelo "dependiente de Cortefiel" me ponen mote. Últimamente me han comparado con Einstein, Junco o el viejo inventor de Regreso al futuro y yo, que soy un calzonazos, les he hecho caso y me he cortado el pelo.
Hoy lo he hecho por otras razones logísticas. Me lo corto siempre la semana antes de ir al Sahara, porque allí hace calor y porque para estar una semana sin ducharte y durmiendo en el suelo, mejor es tener poco pelo que ensuciar y que malpeinar cada mañana.
Me ha llamado la atención que la peluquería estaba vacía, cuando siempre he esperado muchos minutos para que me atendieran. Como es lógico, se lo he achacado a la crisis, máxime cuando hoy me han contado que ha quebrado una de las principales franquicias de peluqueros. Por un lado me ha chocado, porque había oído que ahora, ante los posibles despidos, la gente está cuidando más su imagen, quitándose los tatuajes y cortando las melenas, con lo que esperaba encontrarme a todo el heavy metal madrileño en la peluquería. Luego he pensado que si está vacía la peluquería, el efecto será contrario y empezaremos a ver a muchos rastas por la calle. Al final he llegado a la sabia conclusión de que la gente, recortes por aquí, recortes por allá, ha vuelto al viejo sistema de cortarse el pelo en casa con su madre, su esposa o su espejo. Fijaos por la calle, la cantidad de trasquilones que están aflorando.
Menos mal que con esta reforma laboral se arregla esto en un par de días. Está claro, será más fácil despedir a los peluqueros y estarán en casa para atender a toda su familia. Para algo tiene que servir tanto tijeretazo.

domingo, 19 de febrero de 2012

SE ESTÁN RIFANDO DOS...

Yo nunca he pegado a nadie. Quizás en el cole, pero no lo recuerdo. Por eso, el otro día salí un tanto escandalizado de una comida con un viejo amiguete que se jactaba de haber soltado muchas hostias por la vida. Mi colega, que es un buen tipo, presumía de no haber pegado nunca a nadie por odio, de haberse limitado a soltar un par de puñetazos en bronca de discoteca, discusión de tráfico o deuda impagada. Menos mal que eran sin odio, que sino igual se le va de las manos, él mismo lo reconocía. Y yo boquiabierto ante tan entrañable animalito, le fui tirando de la lengua por si alguna vez necesito de sus servicios para alguna deuda pendiente, más que nada.
Siempre que alguien me ha pedido que le preste dinero se lo he dejado pero siempre he advertido lo mismo: "Cuidado, que luego cuesta mucho devolverlo". Lo aprendí cuanto teníamos la tienda de bicicletas y algún amigo se llevaba una bici con el cuento de "te la voy pagando a plazos"... El primer mes te lo pagaba encantado, el segundo, vale, pero ya al tercero, cuando empezaba a llover y la bici estaba aparcada en el garaje, costaba mucho acercarse a la tienda a pagar esa vieja deuda. A pesar de todo, uno sigue tropezando en la misma piedra y siempre tiene unos cuantos pufos o inversiones muy de futuro, pendientes de cobro. Me lo tomo con filosofía para no llevarme un berrinche ni perder amigos, pero siempre trato de hacer mi ejercicio preferido, cambiar los papeles, imaginarme en la piel del otro y saber que pensarán para no pagarme. Siempre llego a la misma conclusión, todos piensan: "Vaaaaa, si este es tonto..."
Cuando es un amigo o conocido y noto que no hay mala intención, tengo paciencia, pero cuando se trata de alguien con mala follá, realmente lo paso mal, me hierve la sangre y hago lo posible porque no me tomen el pelo. Es el caso del "pijippie" que nos alquiló la casa de San Francisco, un niñato ricachón que no ha currado en su vida y vive de las rentas, pero que ahora atraviesa problemas financieros porque no consigue vender ninguno de sus múltiples edificios. El tío ha escurrido el bulto para no pagarnos la fianza y se ha aprovechado de que no estamos allí. Pero se ha olvidado de que un año da para tener grandes amigos y que ahora tenemos buenos abogados peleando por esa pasta y que aquella ciudad nos gusta tanto que no nos importaría volver para cobrar ese dinero. Incluso estoy dispuesto a pagarle el billete a mi coleguita.

jueves, 16 de febrero de 2012

ARQUEADO

Esta entrada la debería escribir Montse pero como está hecha una vaga, allá voy. En estas fechas solemos pasar las tardes en ARCO o más bien solíamos, porque entre el babysitting y los preparativos del Sáhara, apenas queda tiempo. Eso quiere decir que a uno le llegan los impactos por los medios de comunicación y claro, ya se sabe lo que eso supone. De la más importante feria de arte de nuestro país, con decenas de prestigiosas galerías y centenares de artistas internacionales, lo que al gran público le llega es el resumen que hacen los "expertos" enviados por las teles y los periódicos. De ahí el generalizado menosprecio o ridiculización del arte contemporáneo, que queda reducido a lo anecdótico, a la payasada.
Llevo varios días atento a los informativos para ver que dicen de ARCO y siempre me encuentro lo mismo, la divertida y provocadora escultura de Franco de nuestro amigo Eugenio Merino, la caseta de obra que un artista francés está pintando allí mismo, algunas esculturas luminosas en neón o fotografías lo más provocadoras posible. Este año, por suerte no están los cadáveres humanos, ni los animales disecados, ni tantas otras obras espectáculo que tanto atraen a la prensa. Realmente lo más fácil para un artista es salir en los medios, mucho más que ser un buen artista, basta con hacer alguna excentricidad.
No sé si en todos los sectores la información está tan tergiversada porque realmente la idea que nos llega de las cosas es bastante distinta de la realidad. Detrás de tanta anécdota curiosa hay grandes obras y buenísimos y reconocidos artistas, de los que apenas hablan a no ser que sea para escandalizarse por los precios de algún cuadro.
Montse ha podido escaparse un rato y espero que nos lo cuente; yo voy a ver si puedo ir algún día, aunque sé que voy a echar de menos los cuadros de mi santa y alguna que otra cosa más. Lo que no me importa haberme perdido es el desfile de modelitos extrafalarios y peinados voluminosos de la inauguración. Mientras tanto me quedo con el único vídeo que he encontrado medianamente interesante.
Mom, tú la llevas.

PELIGROS DEL DESIERTO

No puedo decir que el desierto me estrese, todo lo contrario, es uno de los sitios donde más relajado me encuentro. Lo que sí me lleva un poco de cabeza son los preparativos previos al Sahara Marathon y en concreto la preparación de las cajas con todo el material para la carrera y la ayuda humanitaria. Año tras año se repite el ritual, mientras contestamos dudas de los corredores, colocamos medicinas y otros enseres en cajas y de vez en cuando atendemos a algún medio de información.
Ayer tuve una de las entrevistas más curiosas que me han hecho nunca, desde una radio catalana. Antes de empezar las preguntas sobre nuestro proyecto, la locutora hizo una presentación para situar a los oyentes; la chica tiró de Wikipedia y buscó información sobre Argelia y me dejó sólo ante el micro tras decir las bondades del país y algunos de sus leves peligros: "Es una zona muy peligrosa por los bombardeos terroristas, pero también por los crímenes y robos y los frecuentes terremotos..." Estuve a punto de colgar, suspender el maratón y salir corriendo lo más lejos posible de ese siniestro lugar, pero no tuve agallas. Salí como pude del entuerto, enrollándome como una persiana, hasta que ella me interrumpió para meterme en otro "fregao": "Y allí viven, desde hace más de 30.000 años, los refugiados saharauis". ¿Treintamil años? pobrecillos, no me extraña que se quejen tanto, si llevan viviendo en ese inhóspito desierto desde los orígenes de la humanidad. Eran famosos los hombres de Altamira y los refugiados saharauis de Tindouf... ¡No te jode la tía!
Total, que acabé como pude tan insólita entrevista sin conseguir sacar a los oyentes del atolladero en el que les habían metido y me fui a colocar calzoncillos, calcetines con tomates y zapatillas con agujeros.
Como lo oís, por mucho que insistimos a los participantes para que no traigan demasiadas cosas y eviten donar ropa usada, terminamos recibiendo decenas de cajas con deshechos de fondo de armario... pero muy del fondo. Para ser justo tengo que decir que esto lo hace una minoría, porque la mayoría dona dinero, medicinas o cosas útiles que han consultado antes.
Por eso hacemos la labor de filtro para seleccionar lo que es presentable como ayuda y descartar lo que puede ser ofensivo (ropa desgastada, biquinis...), inútil (balones pinchados, flotadores para piscina...) o disparatado, como el crucifijo con calaveras de la foto, que ayer saqué de una caja, digno de algún exorcista o fan de "Barón Rojo". Entendéis que hagamos el filtro ¿verdad?

martes, 14 de febrero de 2012

PASTILLAS DE COLORES

"Always look on the bright side of life... Turú, turun-turun, turú..." Yo y mi puta manía de poner cancioncitas en el blog. Han pasado veinticuatro horas y sigo tarareando. Además he tenido otra noche "Madinesca" con tos, mocos, ronquidos y dolor de cabeza. No he conseguido dormir más de dos horas seguidas y cada vez que me despertaba me acercaba al self service del baño para disfrutar de la medicina buffet, mi especialidad. Un traguito de Flutox a morro, un par de pastillas "fever reliever" que se vinieron desde "Sanfran", un ibuprofeno o iboprufeno, que nunca sé cómo es, y una pastilla del Doctor Andreu o caramelito anestésico con repugnante sabor a regaliz. El resultado lo podéis imaginar, persistencia en los síntomas, aumento de los ronquidos, expulsión de la cama (realmente he sido coherente y he dimitido antes de que me echaran) y lo peor de todo, la mezcla de narcóticos me ha agujereado el estómago.
Corriendo he vuelto al drugstore a coger un Omeoprazol y después he buscado asilo en el sofá del salón, que es cómodo y tienes la tele como apoyo psicológico, pero duermes boca arriba con las manos en la tripa como mismísimo cadáver. La postura me ha empezado a agobiar y he decidido refugiarme en el zapping, hasta quedar obnubilado con una maravillosa promoción de teletienda nocturna: el Rosario electrónico. Buscar el anuncio como sea y verlo, es un documento único. Han inventado un cacharro con forma de huevo que tiene botoncitos para que lo tengas en la mano y en lugar de pasar las cuentas del rosario entre los dedos, le das a una tecla del cacharro y una voz de ultratumba que dice ser Juan Pablo II, reza la oración correspondiente. Lo mejor son los argumentos comerciales: para la abuela, para los enfermos y para rezar juntos con toda la familia. Con todos mis respetos a los creyentes, he tenido la sensación de estar en otro siglo, me ha parecido que la tele era en blanco y negro o que ya estaba delirando, una vez más. De hecho ha pasado por mi imaginación la idea de comprarlo pero era bastante caro y por un momento me ha venido la imagen de mí mismo, en postura "fiambre", con el huevo parlante entre las manos y me ha dado "yuyu".
Total, que he apagado la tele y me he quedado retorciéndome en el sofá porque el omeoprazol tiene la virtud de crear una película en el estómago para que los medicamentos no te hagan daño, pero como me lo he tomado de postre, la película la ha formado por encima y ha encerrado al resto de pastillas encavándome el duodeno por debajo de la película. ¡Menudo peliculón! En el fondo el Omeoprazol es como un preservativo, es más conveniente ponértelo antes de.
Bueno, ya veis, cuando no hablo de política, hablo de enfermedades, pero es que ya estoy en esa edad en la que si no te duele algo es que estás muerto y que me gustan muchos las pastillitas de colores.

lunes, 13 de febrero de 2012

¿CRUCIFIXION?

En Navidad, comiendo con un par de viejos amigos, uno me preguntó: "¿Y para el año nuevo, que objetivo personal te marcas?". Evidentemente no le contesté, primero porque me pareció una pregunta indiscreta, y segundo, porque nunca me he marcado un objetivo tan específico y concreto como para resumirlo entre trozo de filete y grasienta patata frita. Lo que más me pedía el cuerpo era decir una horterada del tipo de "ser feliz" o "salud y paz", pero lo evité para no recibir un QTFUP por respuesta. Le sugerí que se metiera su preguntita por donde le cupiese y seguí con las patatas.
Después, ya en casa, no podía dormirme, por el remordimiento de haber sido tan borde (algo habitual en mí) y porqué empecé yo mismo a hacerme la impertinente pregunta. Después del atracón de patatas, rápidamente deduje que mi principal objetivo para el 2012 debería ser cuidarme un poco y no seguir engordando. Al día siguiente comprobé que esa guerra la tenía perdida y que siempre tendré una buena excusa para retrasar el comienzo de la dieta. Ahora es porque estoy cogiendo vitaminas para estar fuerte en la semana del Sahara Marathon. Lo malo es que me pase lo mismo que a Michael Jackson, quien, según mi hijo Lucio, se murió por tomar muchas vitaminas. Sí, demasiadas.
Al final llegué a una conclusión algo más seria, aunque también bastante vulgar: "Voy a afrontar todo con mucha más ilusión, todo, sea lo que sea". Y me puse a ello y no me va mal. Ni el trabajo, la rutina, las victorias del Mirandés, las derrotas del Estu, el cambio, niños a cenar, el puto catarro, el sueño matinal, la crisis, el Supremo y ni siquiera Al Qaeda del Magreb van a conseguir que me ponga de mala leche o por lo menos de muy mala leche.
Tengo que reconocer que el blog es una muy buena terapia para conseguirlo porque cada vez que miras un periódico y lees una noticia al azar, la leche se empieza a agriar y antes de que se avinagre del todo, me pongo a aporrear el teclado para dejar escrito el cabreo y liberar así mi entrecejo fruncido. Ya puede venir el Guindos, el Flitch, la Espe, el orejas, la Merkel, Mohamed o el mismísimo Duque de Palma, que no me van a cortar la regla.
Mi otra terapia es el cine y los últimos grandes estrenos que he visto, Forrest Gump y La vida de Brian dos buenos modelos a seguir para ser optimista. Qué hay recesión, me acuerdo de los aparatos en las piernas de Forrest; que hay nuevas medidas del gobierno progresista, pienso en el carcelero preguntando lo de "¿crucifixión? pues póngase en la fila de la izquierda y coja una cruz" y luego me quedo silbando lo de "Always look on the bright side of life... Turú, turun-turun, turú..."
Ya veis, tenía que haberme dedicado a escribir libros de autoayuda. Venga, seguid silbando conmigo: "Turú, turun-turun, turú..."

domingo, 12 de febrero de 2012

LOS PUEBLOS Y LA GUERRA

Un antepasado nuestro, cada vez que entraba en su pueblo, decía: "¡Qué asco de pueblo! Yo me reía y no entendía porque lo decía con tanto resentimiento. Ahora voy comprendiéndolo.
En mi pueblo hay un vecino que no puede pintar la fachada de su casa porque para ello tendría que poner un andamio durante un par de días en un terreno de su vecino y este no le da permiso. En mi pueblo hay una casa en la que no puede llover, porque el agua del tejado vierte hacia la tierra de un vecino, que no lo permite; ese mismo vecino no deja que el dueño de ese tejado ponga un canalón para recoger el agua. En mi pueblo hay una antena parabólica anclada en las tejas de una casa porque su vecino no le deja que sobresalga ni un centímetro de los límites del tejado. En mi pueblo han cortado un árbol de la calle porque un vecino no aceptaba que una rama sobrevolara su terreno. En mi pueblo la fuente no tiene agua porque un vecino no deja que pase la tubería por debajo de su tierra. En mi pueblo un vecino se hizo un banco en la puerta de casa y su vecina se lo destruyó. En mi pueblo se hunden casas porque hay hermanos peleados que no se ponen de acuerdo para arreglarlas. En mi pueblo no se pueden coger las nueces de los caminos porque si te ven te regañan por ladrón.
Mi pueblo es una maravilla y su gente es encantadora, pero, como en la mayoría de pueblos de nuestra geografía, el peso de los años, el roce provocado por la cercanía y la suma de infinitas anécdotas hace que siempre haya conflictos latentes escondidos en cada esquina. Cuando nos reunimos los amigos en torno a una botella de vino y comentamos alguna de estas "tiranteces" siempre acaba alguien recordando el nombre de Puerto Urraco. A mi me sirve para visualizar lo que debe ocurrir cuando la guerra llega a un pueblo, cuando por otros motivos distintos a los locales, tu país entra en guerra y la gente, hasta entonces inofensiva, pasa a tener armas y licencia para matar. Las pequeñas rencillas pasan a ser argumento para matanzas y los odios acumulados se escenifican de la forma más cruel. Eso pasó en España hace no tanto tiempo. Eso que tan poco nos gusta recordar, por eso tenemos tanto miedo a la Memoria histórica, porque pensamos que puede traer de nuevo ese odio. Yo creo que es bueno saber y recordar para que no vuelva a ocurrir.
A mis hijos se lo digo cada vez que se ponen a jugar a juegos de guerra en la PlayStation o que me piden que les lleve al Paintball. Yo les explico que si vieran lo que realmente es una guerra, quizás no les gustaría tanto jugar a ellas. Pero esta batalla la estoy perdiendo y siempre me terminan venciendo, que no convenciendo, con los mismo argumentos: "Papá, todos los niños de clase juegan a esto", "Pero si sólo es un juego, es todo de mentira", "Venga papá, si son sólo 5 minutos". Lo que no les permitiré nunca es tener un arma, aunque sea de juguete en el pueblo...Que las carga el vecino.

jueves, 9 de febrero de 2012

LOS MEDIOS NO JUSTIFICAN EL FIN

Espe y Ana son amantes de las frases contundentes. Quieren pasar a la historia con cientos de citas célebres en sus declaraciones y discursos. Son siempre buenas candidatas a liderar tendencias en Twitter, a decir mensajes rotundos en sólo 140 caracteres. Ayer Espe estuvo a la altura, como siempre, en su exultante celebración de la condena a Garzón "porque el fin no justifica los medios". Y digo yo, ¿no será al revés?, me da que lo que no está justificado es el fin, no los medios. Algo me hace pensar que si las escuchas hubieran sido para esclarecer el tema de los Eres andaluces o de Pepiño en Galicia, nadie habría dicho nada y que si Garzón hubiese juzgado los crímenes de Paracuellos en lugar de los del Franquismo, los medios hubieran estado perfectamente justificados.
El asunto Gürtel era demasiado peleagudo como para poner toda la maquinaria jurídico-política a trabajar y ir enterrando un indignante y lamentable escándalo de corrupción con argucias técnicas. Tapando el fin con los medios. Y lo han conseguido, ahora todos hablamos de los medios y nadie del fin, nadie menciona ni se acuerda de esa oscura trama con dirigentes del PP, con cargos públicos y con parte de la estructura de Génova tambaleándose. Lo pararon a tiempo y respiraron. En ese caso, el fin sí justificaba los medios y también en el "Tamayazo". Ya sé que alguno está pensando eso de "Y tú más", pues de acuerdo, que se investigue todo, que el fin no justifique los medios de nadie, ni de unos ni de otros, ni siquiera del propio Urdangarín al que ya se empieza a echar una mano con otro extraño movimiento judicial.
No sé que está ocurriendo pero en este país nos vamos superando día a día. Cada titular de periódico va más allá en esta ilógica carrera por conseguir la indignación total y la objeción ciudadana ante las instituciones. No creo que Garzón se dé por vencido, estoy convencido que volverá disfrazado de justiciero o de político para tratar de impartir justicia, como ha hecho siempre con todo su criticado protagonismo. Su fin no justificaba los medios. Tomo nota Espe, pero apliquemos eso a toda la política. El fin justifica todos los medios a la hora de satisfacer a los mercados y a los bancos. El fin justifica los medios a la hora de vaciar las arcas públicas. El fin justifica los medios a la hora de mentir en la campaña electoral. El fin justifica los medios a la hora de invadir países en busca de la libertad.
No me gusta escribir siempre de política, porque sé que os aburro (a algunos más que a otros), pero es que no me dejan ni un resquicio para hablar de mis chorradas. Y mañana más, preparad la vaselina que la reforma va a ser "extremadamente agresiva"... Ya sabes, relájate y goza, que es por un buen fin.

miércoles, 8 de febrero de 2012

CAPIMUNISMO O COMUTALISMO

Alguien ha bromeado recientemente diciendo que Urdangarín ha sido el mejor defensor de la República desde antes de la guerra. Aunque suene a disparate es verdad, nunca antes se había visto tan cuestionada la figura de la monarquía. Pero en esta época de incongruencias justificadas por "la que está cayendo", uno ha oído otras sonoras exageraciones, falsedades o hasta soplapolleces. Con el respeto a los muertos que hay que tener (más que nada para que no se te aparezcan a mitad de noche en el pasillo de casa) hemos tenido que soportar comentarios como el de nuestro votadísimo presi diciendo que lo de Fraga era pasión por la libertad. O nuestro admirado exalcalde comparando a Don Manuel con Pablo Iglesias en uno de esos ataques de progresismo que le están dando últimamente al bueno de Alberto, que hasta afirma que el PP es de centro. Por un lado me ilusiono con la afirmación pero después veo sus actuaciones y me doy cuenta de que el PSOE está en el centro-derecha y el PP varios kilómetros más a la derecha.
Pero es lo que se lleva, que los conservadores se erijan en los defensores de la libertad y los socialistas hagan políticas republicanas, pero de los republicanos americanos. Y los ciudadanos abriendo la boca, de sorpresa y de aburrimiento. No cabe duda, las cosas están cambiando, atrás quedaron los tiempos de contraposición entre capitalismo y comunismo. Ahora es época de intervención del Estado en la economía, pero para ayudar a los bancos. Como mola esa economía de mercado en la que si va bien la cosa, ganas y si se tuerce te ayudan. Además siempre cuenta con el visto bueno popular porque a todos nos tienen bien acojonaditos con el fantasma del corralito que de vez en cuando dejan revolotear.
En esa misma línea irán las salvadoras privatizaciones, empezando por el agua; mientras haya dinero que ganar, lo ganará la empresa empeorando los servicios, pero si la empresa quiebra, allí estará el Estado para salvarla, porque no pensarán dejarnos sin agua ¿verdad?. También me gusta esa visión socialista de nuestra alcaldesa pidiendo al proletariado su aportación voluntaria trabajando gratuitamente por el bien de la sociedad o su propuesta de inversión en ciencia y tecnología con ese macro casino "paraíso fecal" que quiere montar en el sur de Madrid.
Realmente uno no sabe bien en que país vive. La judicialización de la política, la politización de la justicia, la berlusconización del panorama y la extendida corrupción han impulsado el crecimiento del partido escéptico. Menos mal que se oyen tambores de cambio en la izquierda y que el nuevo PSOE del joven Alfredo va a poner las cosas en su sitio. Ya de entrada, el otro día invitaron al presidente saharaui Abdelaziz a su congreso en Sevilla... Y el otro ingenuo aceptó. Después de ocho años dando la espalda y haciendo feos al Sahara, ahora le vuelven a utilizar para acercarse al electorado. Me parto la polla... por no cortármela.
Sólo me falta ver a Tejero dando clases de democracia... Todo se andará

martes, 7 de febrero de 2012

MISTER COUNTER

Estos franceses siempre han sido unos chauvinistas. Qué manera más incongruente y fanática de defender a sus deportistas y atacar a los nuestros. ¡Qué vergüenza!... Aunque ahora que lo pienso bien, tampoco vamos nada mal los españoles de patriotismo forofo y de parcialismo deportivo. Sobre todo nuestros periodistas, menudo ejemplo de objetividad.
Cansado estoy de leer en los periódicos las crónicas de la NBA, limitadas a los puntos y tapones conseguidos por los jugadores españoles, sin ni siquiera poner los resultados; vergonzoso me parece el victimismo de Lobato y su trouppe defendiendo siempre a Fernando Alonso como el mejor piloto de la historia, el superheroe que gana gracias a sus manos mágicas pero pierde siempre por culpa de su coche; lamentable me parece que el comentarista de las motos celebre las caídas de los extranjeros y festeje acciones poco deportivas de algunos españoles; ridículo es que no reconozcamos que, hoy por hoy, Djokovic está por encima de Nadal. No quiero pinchar ningún globo, pero creo que tenemos deportistas muy buenos y la excesiva idolatración juega en su contra.
Pero cuando ya perdemos los papeles sin remisión es en el tema del doping. Eso sí que no, cómo vamos a permitir que todos los organismos internacionales se confabulen contra los nuestros y nos quiten los títulos que nos hemos ganado a base de esfuerzo y de taurina ibérica. Pues no, si hay reglamentos hay que cumplirlos; si hay estamentos de justicia deportiva, hay que respetarlos... Sean españoles o Uzbecos, los damnificados. No recuerdo que nadie saliese a defender a Virenque, a Pantani, a Rasmussen, a Ullrich, cuando dieron positivo, con esa virulencia con la que han salido los políticos y los medios españoles. Al contrario, nosotros construimos a partir de una situación dudosa todo un mito, un mártir. Marta Domínguez pasó de denigrada a senadora, de tramposa a heroina, de la noche a la mañana y Alberto Contador lleva el mismo camino. No tengo nada contra ninguno de ellos y es posible que sean inocentes (no puedo negar que me emocionó ayer oír a Alberto defender su inocencia), pero el "In dubio pro reo" no puede exagerarse tanto porque la credibilidad de los medios queda en entredicho y porque se crea claramente un agravio comparativo. Nadie defiende al humilde ciclista o atleta del montón que da positivo y que incluso suele ser condenado sin ningún estupor por esos mismos medios que no permiten que sus ídolos se tambaleen. Imaginad cuál hubiese sido el tratamiento si el implicado se hubiese llamado Mister Counter o Monsieur Contrer.
Me sorprende el silencio del propio colectivo de deportistas que no suelen mostrar demasiado la solidaridad con sus colegas sancionados, por algo será. También me extraña el silencio de los implicados, que nunca tiren de la manta o se vayan de la lengua los detenidos en causas antidopaje. Creo que a este asunto le sobra mucha demagogia, mucha hipocresía, mucho secretismo y mucha tontería. Y a nuestro periodismo le sobra fanatismo. Eso sí, al Espanyol, ni tocarlo que vamos a por la Champions... Quién fue a hablar de fanáticos ¿eh?

DE RODRÍGUEZ, PADRES

La primera entrada de este blog se llamaba De Rodríguez, allá por el mes de agosto. Ahora, 86 entradas después y con algo más de frío, el titular se repite, pero con una situación bien distinta. Ayer se fueron Martín y Diego con el colegio a Andorra. No han podido elegir mejor semana para irse a esquiar. El caso es que nos hemos quedado solos durante una semanita con el peque Lucio de hijo único.
Tratándose sólo de unos días, es un acuerdo tripartito que favorece a todas las partes. Los implicados iban felices y contentos como pocas veces les he visto. Se levantaron a las cinco de la mañana sin rechistar, desayunaron y prepararon todo con una eficacia que nunca jamás habían demostrado. Llegaron al cole y ni siquiera me dieron la oportunidad de despedirme, se subieron al autobús con todos sus amiguetes, mientras yo colocaba las maletas y los esquís en el maletero. Sabían muy bien lo que hacían, no fuera que a su padre le diera por darles un beso en público. Al principio pensé en subir al autocar y despedirme a gritos con algo así como: "Chiquitín, ven a darle un beso a tu papi y pórtate bien, no hagas nada peligroso, come bien, abrígate y no vayas descalzo, que todos los catarros entran por los pies"... Pero de inmediato me acordé de mi época de colegio, de las excursiones al más allá (Soria, Toledo, Cuenca...) y del consiguiente "tonteo" con las chicas, las escapadas nocturnas a aporrear la puerta de la habitación de la profe, los concursos de pedos, las guerras de ketchup y demás conversaciones culturales. Por eso hice bien en no decirles nada, por eso y por no enturbiar la relación con mis hijos de por vida.
El otro gran beneficiado es el pequeño Lucio, quien está más feliz que nunca. Entre ser el tercero de la casa, osea la última mierda, y ser hijo único hay una diferencia y lo está sabiendo aprovechar. El espabilao no pierde oportunidad de reivindicar todos sus derechos: "No quiero ir al cole", "Cómprame el álbum de Invizimals", "Papá juega conmigo..." Se ha apropiado de la tele, del salón, de la nevera, de los padres y ayer reconocía que iba a estar muy bien toda la semana sin que le peguen sus hermanos...Pobrecito.
¿Y los papás? Pues a los papás no nos pegan, aunque poco les falta, pero tampoco nos viene mal una semanita de descanso de deberes, de relax en la disciplina cuartelaria de cenas y desayunos y de tregua en la más dura de las batallas, la de la PlayStation. Por supuesto que les echamos de menos, pero sabiendo que lo están pasando bien, por qué agobiarse... A relajarse y disfrutar.
Os lo digo porque hay algunos que tenéis menos de tres hijos... Pensároslo bien, que el carnet de familia numerosa no sirve para nada.

domingo, 5 de febrero de 2012

NO TE CREAS NUNCA LO QUE TE CUENTAN

Esta semana he comprobado una vez más lo que hace tiempo sospechaba, la capacidad del ser humano para exagerar y lo que nos gusta contar chismes y más aún si son truculentos.
La noticia del robo en la casa del pueblo me llegó a través de Asun, una de las dos personas que viven allí, una mujer de más de noventa años. Sus palabras textuales fueron: Montse, te tengo que dar un disgusto, han entrado en tu casa, te han destrozado las puertas y hay hasta muebles tirados por la calle. Viendo la imagen dantesca de mi casa destrozada, encontrar que sólo faltaba una vieja moto y un DVD me ha parecido poca cosa y nos lo hemos tomado con mucha filosofía. Mientras llegábamos al pueblo recibí varias llamadas de otros vecinos dándome más detalles escabrosos del robo, información de la que no sé ni la procedencia, ni soy capaz de sacar conclusiones. Seguramente el miedo de los vecinos por si sus casas hubieran sufrido la misma suerte que la nuestra, hace que la fatalidad y la imaginación se disparen.
Al día siguiente del robo recibimos otra llamada de un vecino que nos cuenta que el mismo día que entraron en casa también robaron en un pueblo cercano, entrando en nueve casas y causando un gran destrozo. Entre otras cosas nos detallan que han arrasado el ayuntamiento y se han llevado hasta partidas de nacimiento. No contentos con eso, han matado al perro del alcalde, un galgo que tenía en el patio.
Casualidades de la vida, al rato hablamos con nuestro pastor meditador que desde su casa y acompañado por su amigo Samuel, que vive en el otro pueblo víctima de los chorizos, escucha atónito la crónica que Diego le hace de los sucesos. Se parten de risa y con mucha guasa nos contestan que el que mató al perro debió ser el mismo que tiró a la calle nuestros muebles.
Al final Samuel nos cuenta que sí, han entrado en dos casas, el ayuntamiento de donde se han llevado una moto sierra y nada mas. Ni partidas de nacimiento ni nada. Y el galgo andaba esta misma mañana zascandileando por el pueblo.
En fin, esto me ha recordado el juego del telegrama o el teléfono escacharrado, donde cualquier comentario se va distorsionando y termina por no parecerse nada a la realidad.
Lo que no entiendo es por qué lo que se añade es siempre malo, malo, malo. Que morbosos y mal pensados somos. No os creáis nunca los rumores, sobre todo si son malos.

jueves, 2 de febrero de 2012

CARTA A UN CHORIZO

Tranqui Iñaki, que esta vez no va por ti. Va por el o los colegas que la otra noche estuvieron en casa buscando tesoros y se llevaron el más valioso, mi Kawasaki 220. Capulletes queridos, no entiendo por qué narices tenéis que hacer ese destrozo en todas las cerraduras de la casa, con lo fácil que hubiera sido levantar el felpudo y coger la llave. Animalitos, no veis que en ese tipo de casas de pueblo no vais a encontrar más que frío, anticuallas sin valor y los más viejos aparatos, ya jubilados tras su paso por la casa de Madrid. Os agradezco que abrieseis todos los cajones porque me ha servido para comprobar la cantidad de mierda que tenemos guardada y el próximo fin de semana me voy a dedicar a tirar las instrucciones de la lavadora que se fue a la basura hace diez años, las pilas consumidas y pringosas de ácido, la colección de cromos del 89 o los 27 tubos de pegamento seco. Si buscabais pasta, sólo hay en la despensa, la otra la tenemos en el banco porque nos da más confianza que nos la roben desde dentro ejecutivos de corbata que no raterillos como vosotros. Si buscabais valiosas joyas, os equivocasteis de pueblo y de familia; a estas alturas teníais que saber que a Montse le producen alergia los pendientes y colgantes.
En cuanto a la Kawa... sois unos auténticos gourmets del enduro. Teníais una Yamaha 250 4T casi nueva sin candar, llena de gasolina y con arranque eléctrico, pero tenéis ese exquisito gusto por lo clásico y la Kawita con su explosivo motor de dos tiempos, tiene un encanto especial. Eso sí, tenéis que llevarla muy subida de vueltas porque tiene muy pocos bajos. La tenía cariño porque la compré en mi época de periodista, hace más de 20 años y desde entonces he hecho bastante el cafre con ella. Incluso mis hijos aprendieron freestyle sobre ella. Últimamente estaba un poco prostituida porque la montaban todos los invitados de la casa, algunos un tanto torpes, pero nunca se ha quejado. Eso sí, no le vendría mal un cambio de aceite, porque nunca jamás se lo cambié. Y ya que hablo de aceite, recordad que lleva gasolina con mezcla porque sino puede griparse el motor. De hecho, ayer deseé con toda mi alma que se os gripara en una recta en quinta a tope. Hoy, que ya estoy algo más tranquilo, me conformo con que sea en cuarta.
Ir con cuidado porque el seguro lo he dado de baja. Por cierto, los papeles de la moto están en la bolsita de atrás y también tenéis un billete de 20 euros que llevo siempre por si me entra una pájara y tengo que parar a tomar unos zarajos y un carajillo. Habéis tenido suerte porque hasta hace poco era un billete de mil pesetas pero lo cambié por los euracos.
Otra cosilla, olvidaros de ese pueblo porque lo hemos electrificado, hemos sembrado plutonio y tenemos muy malas pulgas (con tanta cabra...). Y yo he instalado alarma (todavía no, pero lo pongo por si el tipo lee el blog, no digáis nada bobos). Pues eso, que me hubiera encantado conoceros personalmente para intercambiar consejos, otra vez será.

PD. La Diputación de Guadalajara ha convocado 220 minutos de silencio a mediodía en la puerta de los ayuntamientos. No falléis.

ADIÓS KAWITA

Ayer fue un gran día. Es mi conclusión. También es la valoración de todos los amigos que me llamaron a mostrar su solidaridad, que tanto agradecí: "Bueno, al final habéis tenido suerte, podría haber sido mucho peor". Tenían razón, la cosa pintaba mucho peor. Es el problema que tenemos los españoles o los humanos en general, a la hora de transmitir información, que cada uno vamos aportando algo nuevo al mensaje y el resultado final es digno del juego del disparate. Ese es el funcionamiento real de los rumores. La distorsión del boca-oreja. La mosca a la rana, la rana a la mosca...
Esta mañana el cartero ha llevado una carta a casa y ha visto la cerradura forzada y algún cajón por el suelo; se lo ha dicho a un vecino que se lo ha contado a la única vecina que tiene teléfono y esta ha llamado al alcalde para que nos lo comentara. A partir de ahí se ha generado un fuego cruzado de llamadas y el resultado es que a mediodía salíamos disparados hacia el pueblo porque nos habían desvalijado todo, estaban las puertas abiertas e incluso había algún mueble en la calle. Ni que decir tiene que las motos, las bicis y todos los equipos electrónicos habrían volado.
Ya de camino, nuestro colega el pastor meditador nos ha llamado a decir que no parecía tan grave. Al final hemos llegado y hemos comprobado que sólamente nos habían robado mi queridísima Kawa, un DVD y un par de chorradas más y que los destrozos se limitaban a cinco o seis cajones y armarios abiertos, algún papel por el suelo y, eso sí, los bombines de todas las cerraduras reventados. ¡Qué alegría más grande! Ha sido como aquel chiste tan cruel del cuartel:
-Ramírez le informamos de la muerte de toda su familia en accidente.
-No me fastidie, ¡qué horror, vaya desgracia!
-No hombre no, que sólo ha sido su madre.
-Menos mal, qué susto me había dado usted.
Es cierto que en esos momentos te corre veneno por la sangre; la rabia te convierte en detective para intentar capturar al desalmado; dices cosas políticamente incorrectas; deseas cosas inhumanas... Pero también es cierto que, del mismo modo que en el sorteo de la lotería te acuerdas de la salud, aquí miras a tu alrededor, ves a amigos pasándolo mal, a gente enferma, en paro, con problemas y das la razón a todos los que te han llamado a felicitarte por lo que te ha pasado.
Visto así, también es una ocasión única para escaparte al campo entre semana y asistir en directo a un episodio de CSI protagonizado por la Benemérita en su "inspección ocular". No se trata de un tacto rectal, aunque suene parecido, sino de una meticulosa investigación del Colombo alcarreño y su secretario, armados de linterna y teléfono con cámara. De sus "óculos" ha salido la conclusión de que el cristal de la puerta lo han roto desde fuera, porque los cristales estaban dentro; que han entrado de noche porque la luz estaba encendida y que buscaban dinero, porque no se han llevado nada voluminoso. Y después, al cuartelillo a presentar la denuncia y a darle cuartelillo a un "cachorro" de Guardia Civil mu majete pero algo torpe con el teclado. Por cierto, sin darme cuenta, le he robado el boli.
Y después cañítas y tapas en Sigüenza y de regreso a casa escuchando el fútbol como un domingo más. Viva la vida. Y el optimismo.
PD: Querida Kawita, hoy debería estar triste, pero no les voy a dar ese gustazo. Aunque nunca olvidaré esos grandes momentos que hemos disfrutado juntos.

miércoles, 1 de febrero de 2012

CIUDADANO O CONSTITUCIONALISTA

Queridos conciudadanos, me dirijo a ustedes con cierta indignación. No es nuevo, en los tiempos que corren, pero ya empieza a ser agotador... Cada día hay un motivo nuevo. Poco a poco se va conociendo el programa político que nos viene y hay algunas cosas que no me gustan y que incluso me crean cierta angustia. No voy a entrar en temas que pueden estar sujetos a ideología política o a principios morales porque entiendo que cada uno, según su postura política, sea más partidario de unas cosas y menos de otras. Ya veis que, aunque indignado, vengo poco guerrero.
Ahora sí, me gustaría que alguien me explicara qué hay de malo en educar a nuestros hijos en valores universales como el respeto, la tolerancia, el diálogo y tantas otras propuestas que ofrece la asignatura de Educación para la Ciudadanía. No sé si mucha gente de la que ha ridiculizado durante tanto tiempo esta materia, ha echado un vistazo a un libro o al temario, pero a mí me cuesta creer que haya un sólo padre que no quiera eso para sus hijos. Evitar el racismo, promover la igualdad de genero, prevenir abusos como el bullying o el moving, respetar los derechos humanos, generar responsabilidad cívica en el cumplimiento de los deberes, incitar a la no violencia... De qué nos reímos, por qué no le damos importancia a la más importante de las asignaturas. Es sólo porque la ha puesto en marcha el otro partido, los otros, ¿no?. Qué hay de malo en que eduquemos buenas personas y no sólo eficientes trabajadores o brillantes ejecutivos. Cómo es posible que hayamos caído en esta inmensa trampa en la que dominan valores denigrantes pero socialmente aceptados como la competitividad, el liderazgo, la productividad...
Sé que mi opinión no es muy compartida, porque en más de una ocasión he chocado con algún papá, en las reuniones del cole, que exigía más nivel académico, más deberes, más presión y nosotros somos más partidarios de darle muchísima importancia a esas asignaturas que llaman "Marías", la música, el arte, el teatro, la ética... la ciudadanía; a las prácticas frente a la teoría, a la experimentación frente a la memorización, a los valores frente a los conocimientos.
De vez en cuando visito colegios e institutos dando alguna charla, ya sea profesional o del Sahara, y puedo asegurar que de lo que más faltos están nuestros chavales es de esos básicos valores que pretendía inculcar Educación para la Ciudadanía. Sabrán quien es Xerxes, pero algunos no saben escuchar, ni dialogar, ni respetar. Digo pretendía porque está claro que la asignatura muere y lo hace por esa premisa política de cargarse lo que hizo el antecesor; ni mejorarlo, ni discutirlo, ni nada, borrón y cuenta nueva. Y así hasta que llegue el siguiente. Pues no estoy de acuerdo y por eso me indigno. Y porque creo es esa bondad de todos, sean del partido que sean, no entiendo porque no se sientan, pactan unas líneas maestras de la educación y fijan cuáles son esos valores comunes para todos y los transmitimos.
Alguien pensará que es demasiado pronto para hacer este juicio, pero es que de entrada me parece mal cambiar, aunque sólo sea el nombre y sinceramente creo que Educación cívica también puede valer, pero lo de constitucional sí que me parece que es darle un sesgo político. No me parece apropiado erigir a nuestra Constitución en la base ética y moral de la educación, porque también tiene defectos, ausencias y temas cuestionables, lógicos del momento en que se hizo.
En el fondo, lo único malo de Educación para la ciudadanía, a parte de que fuese una propuesta del mismísimo demonio, es que discriminaba a los habitantes de los pueblos ¿no?