viernes, 30 de mayo de 2014

ÉTICA FOTOGRÁFICA

Escuché en una ocasión al prestigioso foto-reportero Gervasio Sánchez hablar de la ética del fotógrafo de guerra, de aquellas ocasiones en las que el fotógrafo tiene que elegir entre captar una buena imagen o ayudar a una víctima. Él, un ejemplo para toda la profesión, comentaba incluso situaciones en las que tuvo que guardar la cámara porque su sola presencia invitaba a unos sanguinarios a lucirse matando a sus víctimas delante de la prensa.
El pasado domingo me acordé de toda esa entrevista en un pequeño altercado que tuve con un prestigioso fotógrafo deportivo de cuyo nombre no quiero acordarme. Estábamos tomando fotos en una carrera de descenso en la que participaban mis hijos y coincidimos en la misma curva, con una pasarela de madera sobre un arroyo y con un bonito fondo. El terreno estaba húmedo y cuando las bicis empezaron a pasar por la tabla, se fue mojando y terminó siendo más resbaladiza que el hielo. En un momento aquello pasó a ser dantesco, cada corredor que llegaba derrapaba, resbalaba y caía al suelo; los afortunados quedaban sobre la tabla, pero alguno se fue al río e incluso dos o tres cayeron por un pequeño barranco de dos metros de altura sobre unas rocas.
Al principio, por instinto periodístico, los dos disparábamos a toda velocidad y se podían oír los motores de nuestras cámaras mientras los pilotos se estampaban; nos frotábamos las manos con el fantástico botín fotográfico que estábamos consiguiendo, pero cuando ya llevábamos más de diez caídas y prácticamente todos los corredores se iban al suelo, exclamé: "Esto no puede ser, no es ético, hay que avisarles..." y me fui corriendo a la entrada de la curva para frenar a los riders. Empecé a gritar: "Despacio, cuidado, resbala mucho...", pero un grito más alto apagó mi aviso: "¡Oye tío, no me jodas la fotografía!". Sin acaloramientos le expliqué a mi colega que no me parecía bien que no evitásemos las caídas y que alguno se podía hacer daño de verdad, pero él insistió: "Yo soy fotógrafo y estoy trabajando...", a lo que yo contesté contundente: "Yo también soy fotógrafo, pero también soy padre de corredores y no me gusta que se rompan nada". La última palabra la tuvo él con un desafiante: "Pues si no te importa sé fotógrafo en esta curva y padre en el resto de circuito...", que no contesté por evitar más polémica.
El siguiente corredor cayó hacia adentro y se fue al barranco, quedando conmocionado durante unos minutos, mientras el excepcional fotógrafo se iba con toda su profesionalidad hacia otra zona del circuito. Yo ya no me moví de allí, no hice más fotos en esa manga y después de ayudar a aquel chico a salir de la maleza, me quedé de "control" para avisar a todos los pilotos, incluidos mis hijos. Mientras, me acordé del comentario de Gervasio que decía que una buena foto no podía estar manchada de sangre y en contestación al gran fotógrafo y peor persona, murmuraba mi propia moraleja: "Siempre hay que ser padre antes que fotógrafo, siempre hay que ser persona antes que profesional".


martes, 27 de mayo de 2014

PAZ...APALABRA

Ni la Champions, ni la Liga, ni las Elecciones, nunca antes habíamos asistido toda la familia juntos a una celebración tan entusiasta. Creo que todos estábamos realmente emocionados ante tan esperado y gratificante acontecimiento. Después de un montón de semanas enganchados al concurso Pasapalabra, por fin Paz ha conseguido completar el rosco y llevarse el millón y pico de euros que había acumulados en el Bote, con la alegría que eso ha supuesto para media España, entre la que nos incluimos.
Es la primera vez en mi vida que me engancho a un concurso. Bueno, miento, un poco me enganché a uno de humor que había a mediodía que se llamaba "No te rías que es peor" (salían Pepe Viyuela, Paz Padilla, Barragán...) y que veía cuando hacía pellas de la universidad, es decir todos los días. Mira que lleva años el Pasapalabra y que nunca antes lo había seguido con esta pasión, pero últimamente hemos cenado todas las noches viendo el rosco, contestando a coro las respuestas que nos sabíamos y disfrutando con cada triunfo de Paz. Qué tipa tan inteligente, tan amable, tan rápida de mente, con tantas tablas y con enorme humildad. Es mi nuevo ídolo. Y además está soltera y con un milloncito en la cuenta, así que novios no le van a faltar.
Es más, propongo que se presente a las próximas elecciones presidenciales y ganaría de calle. Ya sé que pensáis que me he vuelto loco, pero no, hoy me ha parecido justo hacer un homenaje a esta señorona tan lista que nos ha acompañado con su sabiduría durante tantas noches. Paz, te vamos a echar de menos.

lunes, 26 de mayo de 2014

SÍ, PODEMOS

La imagen de Florentino Pérez corriendo a chocar las cinco con el mismísimo José Mari, me dejó marcado, tocado, hundido... No sé si alguna vez podré superar este trauma, no precisamente infantil, pero de momento en estas últimas veinticuatro horas, la instantánea se me ha aparecido infinidad de veces en la retina, en la cornea, en el cerebelo y hasta en el astrágalo. Es lo que tiene el "give me five", que a veces da mucha grima.
No es que uno sea muy colchonero, pero me dolió "esa forma de perder", cuando ya todos los periodistas tenían preparadas sus crónicas y sus titulares, cuando ya nos enfrentábamos a la crisis del Madrid, al fin de ciclo, a Casillas está acabado... y los Municipales arrancaban las motos para ir cortando las calles que llegan a Neptuno, ¡Zas!, cabezado, remontada, musculitos, chulería y esa carrerita ninguneando al resto de autoridades en el palco y buscando al marido de la alcaldesa. ¡Ay!
Pues la imagen me impactó y me espoleó a votar con más decisión si cabe. Aunque lo tenía bastante claro después de mis últimas reflexiones, antes de coger la papeleta y meterla hasta el fondo, leí uno a uno los nombres de todos los partidos y, como cada vez, flipé en colores con las numerosas tomaduras de pelo que se presentan a unas elecciones. También me sorprendió el sistema de colocación de la papeletas, en el cual encontré un importante vacío legal, porque deberían estar por orden alfabético o un sistema equitativo. Por una cuestión de márketing los compradores siempre tienden a coger los productos más consumidos, de los que hay mucha cantidad en el mostrador y están mejor situados y en esta "tienda" PP y PSOE arrasaban en la cabecera del lineal.
No les sirvió de mucho y cuando escribo esto, en Génova están desmontando la terrazita de las celebraciones sin haberla utilizado y en Ferraz no queda ni el Tato. Como siempre en todos estos casos en la tele sólo se han visto caras felices de supuestos ganadores con lecturas torticeras y ventajistas de los números. La realidad objetiva es que los dos grandes partidos siguen siendo los más votados, pero han perdido una salvajada de diputados que han ido a parar a varios pequeños partidos, algunos de ellos de reciente formación. Por mucho que interpreten las cifras, el ciudadano ha dado su tirón de orejas a los políticos que han mandado siempre y que tantas veces ningunean al pueblo.
La gran sorpresa de la noche ha sido el resultado de Podemos, que recoge todo ese mensaje de hartazgo social de la izquierda que no se siente representada por PSOE o IU. Un mensaje clarísimo a Rubalcaba y compañía para que sepan que si quieren representar a la izquierda, tendrán que proponer y hacer una política de izquierdas de verdad.
Al final de todo el resumen he podido escuchar a Pablo Iglesias y su discurso atrevido, contundente y esperanzador. Me ha dado un subidón y se me ha borrado la imagen del "Floren". Sí, podemos.

jueves, 22 de mayo de 2014

REFLEXIONANDO

En este país que ni siente ni padece, el domingo hay elecciones. Son unas votaciones para elegir a los diputados españoles en el Parlamento Europeo, algo que según dicen todos los políticos es importantísimo, mucho más que las propias elecciones españolas; por eso todos los partidos han puesto a sus primeros espadas encabezando las listas: Cañete, Valenciano, Meyer, Wagner, Iglesias, Vidal, Nart, Silva... Podría ser la alineación del Recreativo de Huelva, pero son los líderes de los principales partidos en estas votaciones, ¡send eggs!
Yo voy a votar, claro que sí, es mi obligación, para después poder quejarme. Pero por primera vez no sé a quién votar, en serio, no lo tengo claro, reflexionaré. Todos los partidos me han mandado a casa una cartita con sus papeletas; de entrada me sorprende la nula capacidad de todos ellos para innovar: una carta infumable, firmada por el líder, un mini resumen de sus intenciones y un sobre con la papeleta. Publicidad decimonónica y caciquil, enviando la papeleta por si hay algún analfabeto o abuelito en casa que se lía y se cree que es eso lo que tiene que hacer. Ningún guiño al siglo XXI, a la tecnología, a las redes sociales...Pura caspa.
El caso es que ninguno de los que me han mandado cartita me convence con ningún argumento o impacto publicitario contundente, así que lo siguiente que hago es analizar las listas para ver quiénes son los que supuestamente aspiran a representarnos. Lo primero que me sorprende es que todas las papeletas tengan que llevar cincuenta y tantos candidatos, cuando la mayoría sólo pueden aspirar a conseguir uno o dos; con todo mi respeto, el señor Luis Miguel Salvador García, situado en el puesto 54 de Ciudadanos, está ahí únicamente para poder presumir dentro de unos años ante sus nietos. Sigo buscando y, cosa curiosa, encuentro a Ortega Lara escondido en el último puesto de la lista de Vox; con todo mi respeto, también, hacia una persona que sufrió lo que sufrió, me parece un monumental engaño que le utilicen como imagen de la formación en todas las fotos, pero luego le pongan el último para asegurarse de que no sale (creo que tampoco hubiera salido de primero). Paso a los mayoritarios y me vuelvo a indignar al ver por en medio de la lista pero en puestos de escaño asegurado a políticos de gran futuro como Carlos Iturgaiz o José Blanco, a quienes se envía a ese cómodo y bien remunerado retiro europeo.
Olvido las formas y pienso en el fondo. Todos los días oigo los argumentos de cada uno. El PP, que la culpa de todo es de ZP; el PSOE que Cañete es Machista como base de la campaña; VOX da miedo; UPD, mucha pereza; Ciudadanos no me fío. Willy Meyer me cae bien y es coherente, pero IU también está un poco pasada... Mmmmm, sólo me queda el misterioso Partido X que no termina de convencerme, el juez de Blesa que parece majo pero un poco soplado y Podemos, el partido de Pablo Iglesias, que además cuenta con serias posibilidades de salir. Me gusta su nombre y me mola que vaya alguien un tanto irreverente y sin pelos en la lengua a decirles unas cuantas verdades a los jerifantes de Europa. De momento empiezo a tenerlo más claro, pero aún así, reflexionaré el sábado y votaré el domingo.

PD. Que nadie resuma esta crítica en el típico "son todos iguales", porque no son todos iguales, ni mucho menos... Y por eso hay que votar.

martes, 20 de mayo de 2014

SOLO EN CASA

No sé de donde viene lo de "estar de Rodríguez" pero el caso es que conlleva muchos tópicos de esta sociedad sexista, machista o Arias Cañetista. Lo digo porque la Jefa se ha ido un par de días a casa de unos amigos y me he quedado sólo en casa con los chicos y con todos los tópicos de estas situaciones.
De entrada se fue con mi coche, para lo cual tuve que ir antes a la gasolinera a llenar el depósito como gesto de caballerosidad lógico tras escuchar las habituales preguntas: "¿cómo se abre el tapón de gasolina?, ¿es diesel o normal? y ¿tú crees que con lo que tiene llego a Segovia?
Como réplica, ella me explicó el menú de toda la semana y me dio por escrito un manual de instrucciones para el buen funcionamiento de los niños. Sé que le viene bien descansar de nosotros unos días, pero también sé que no se fía ni un pelo de mi capacidad como gestor de esta unidad familiar. De hecho cada vez que se acerca uno de los momentos señalados en el manual de instrucciones, casualmente suena el teléfono con un dulce "¿Que tal todo?...Que no se te olvide ponerles jersey, que hace frío...". Seguro que se piensa que esto es un caos, que nos acostamos tarde, que no recogemos la mesa, que nos tiramos pedos, que estamos con los ordenadores y la tele todo el rato, que perdemos la ruta del cole. Si nos viera aquí a los cuatro, charlando sobre moral y ética en las sociedades prebélicas...
Bueno que se me pasa la hora. El peque tiene cumpleaños y se va con un amigo, pero yo le tengo que recoger a las ocho para que le dé tiempo a ducharse y a cenar, si es que no se ha comido tres perritos, cinco bolsas de palomitas y una de esos gusanitos que sólo sirven para llenar la parte ancha de las bolsas de chuches. En ese caso es posible que venga desganado o con diarrea. Uno tiene clase de piano, otro de matemáticas y el otro debe estudiar el final de filosofía. Espero aclararme cuál es cual. Además el mayor tiene oculista y antes tengo que dilatarle la pupila echándole cada quince minutos una gota de una medicina que está encima del microondas. Pero resulta que encima de ese invento siniestro que hace ruido, pita impertinentemente y deja la comida ardiendo por unos sitios y helada por otros, hay dos botecitos de gotas, uno que pone Loctite y otro que dice Ciclopléjico, supongo que este último debe ser aceite de las bicis de los chicos o algo así, ¿no?...Me da que el chiquillo hoy no va a pegar ojo, pero casi lo prefiero.

lunes, 19 de mayo de 2014

SUPERIORIDAD INTELECTUAL


Me llamó la atención un fragmento de las memorias de Stefan Sweig en el que daba consejos a posibles escritores y recomendaba guardarse siempre un trocito de la verdad, no contar todo lo que uno sabe, reservarse algo como “back up” por si más adelante hay que justificarse. Él sabio austriaco lo argumentaba citando a varios de los más preparados e inteligentes pensadores, filósofos e intelectuales de la historia, quienes siempre habían mostrado una actitud humilde y modesta ante sus lectores y conciudadanos.
Las bibliotecas están llenas de ese tipo de citas. Sólo sé que no sé nada. Es la máxima de quien realmente sabe mucho, de quien aprende a base de leer y leer, estudiar, experimentar y tener un espíritu inquieto que busca aprendizaje en la llama de un fuego, en la tapa de un yogurt o en el sonido del viento. Nunca, es decir, nunca, oirás a alguien realmente inteligente presumir de serlo. Simplemente por que la vanidad, la chulería y la arrogancia son fanfarronas maneras de demostrar lo que uno no es. Uno puede intuir si es más o menos inteligente que otra persona, pero en esa misma inteligencia está el no decirlo, el disimularlo, el guardárselo para sí porque es una valiosa arma que puede servir.
Si vas presumiendo por ahí de listo, si eres vacilón y prepotente, si además lo mezclas con un tema tan enfarragoso como el machismo y además lo haces en medio de una campaña electoral, solo puedo decirte que tienen una manifiesta inferioridad intelectual. Vamos, que eres tonto. Del culo.

lunes, 12 de mayo de 2014

MI MASCULINIDAD

Cuando tus hijos saben más que tú, solo puedes refugiarte en la manida experiencia o en tu masculinidad. Según van avanzando los churumbeles hacia la adolescencia, one by one, uno va recibiendo cada día bofetadas humillantes de expertos "todolosepo". El mayor lo tiene justificado porque realmente sabe bastante más que yo de la mayoría de las materias que se aprenden en el cole y aunque no es excesivamente chulo, de vez en cuando intenta establecer tertulia hablando de aceleradores de iones y superconductores y se lleva un chasco cuando su padre le contesta que él mismo se considera un superconductor. Es la época en la que empiezan a perder esa idealizada imagen del padre todopoderoso y pasan a despreciarle como un humano más, de esos que en primavera hacen la declaración del IRPF. El otro día sentí ganas de desheredarle cuando no encontraba la doce-trece y arremetió contra mí: "todo padre tiene una buena caja de herramientas"... Así que corriendo fui a la ferretería en busca de destornilladores, llaves de grifa, alicates y tornillería varia.
Claro, que si se pierden las herramientas en casa es porque el otro ingeniero tiene por costumbre desmontar hasta el último tornillo de cualquier aparato electroparlante de la casa. Sí, ese es Martín, un chaval con píxeles en el cerebro, capaz de montar un ordenador o una batidora con bastante más facilidad que para aprenderse un verso de Jorge Manrique. A él seguro que no le tuvieron en cuenta los del estudio Pisa que preguntaban si los niños sabían encender el aire acondicionado o sacar un billete de tren en una máquina. Eso sí, no pidáis que recoja las herramientas ni que apague su imaginación. Por cierto ayer soñó que llegaban extraterrestres y le tengo que pedir que me lo cuente y así relleno otra entradita.
Lo peor de todo esto es que hasta el más canijo, el inocente de la casa, se pasa el día dando lecciones de todo, presumiendo de que habla chino e inglés mejor que yo y cabreándose si le gano a algo (de momento soy mejor que él al baloncesto). Quizás por eso no ha perdido aún la idolatrada imagen del padre, de ahí que esta mañana me haya pedido que le lleve al cine a ver Spiderman. Le he contestado que me daban mucho miedo ese tipo de películas y me ha cerrado la boca con un contundente argumento: "Papá, no te puede dar miedo porque Mamá la ha visto y no le ha dado casi miedo y te recuerdo que Mamá es femenina y tú eres masculino... Y los masculinos no tienen miedo".

PD. Ya sabéis que este blog se alimenta, de vez en cuando, con baba paterna. Masculina, eso sí...



jueves, 8 de mayo de 2014

VIVITO Y COLEANDO

Lo cuento en tono jocoso aunque no tiene ni puta gracia. Llevo varios días leyendo noticias sobre el reo americano condenado a muerte en Oklahoma, que tardó varias horas en morir porque el medicamento letal no entró bien por su femoral. Resulta que Clayton Rocket, un asesino que enterró viva a su víctima, tardó cuarenta minutos en morir, entre convulsiones y murmullos, lo cual ha puesto en jaque todo el sistema de ejecuciones en los Estados Unidos y ha vuelto a poner sobre el tapete el ancestral castigo de la pena de muerte.
El asunto fue un tanto patético, porque no dieron con sus venas porque le habían dado una descarga eléctrica previa para reducirle; después decidieron pincharle en la ingle pero le taparon con una sábana para que los testigos asistentes a la ejecución no viesen su negro pene. La mayoría de los penes de los ejecutados son negros, porque la mayoría de los condenados es negra, porque la mayoría de los criminales es negra, porque la mayoría de los negros viven en condiciones de marginación y opresión que terminan por volver malos a algunos. Lo cuento en tono jocoso aunque no tiene ni puta gracia.
Pues eso, como taparon aquello con una manta, los verdugos no vieron que el líquido asesino se estaba yendo por mal camino y la dosis que le llegó al corazón fue muy pequeña y tardó casi una hora en morir. Eso provocó que los testigos se marcharan a desayunar sin poder ver el espectáculo al que habían sido invitados y que el reo muriese de un infarto, en lugar del paro multifuncional instantáneo que te provocan esas medicinas que algún malévolo inventó y se olvidó experimentar en sí mismo. Así que Clayton, que había sido condenado a "muete", murió de infarto, pero con un poco de "zuzto" primero. Lo cuento en tono jocoso aunque no tiene ni puta gracia.
Y entonces abren el debate de la pena de muerte y retrasan varias ejecuciones pendientes, que tíos más humanos. Joder, no lo entiendo, si nos estamos cargando al negraco este porque era un asesino sin escrúpulos y lo estamos haciendo como venganza y para lanzar un mensaje didáctico a la sociedad, pues mejor todavía con este sistema ¿no? Si él había matado con alevosía, pues ahora se le deja un ratito pasándolas putas y el efecto justiciero y ejemplificador será mucho mayor. Además, para ello contamos con la legión universal de medios informativos que acuden como moscas al morbo de una información tan sádica y rocambolesca (reconozco que yo también estoy siendo mosca). Lo cuento en tono jocoso aunque no tiene ni puta gracia.
Una vez más lo único que importa es la forma y no el fondo. Se debate sobre las farmaceúticas, sobre los medicamentos, sobre el proceso y sobre todo el aspecto visceral (de vísceras), pero nada importa el debate sobre este castigo tan inútil, cruel, injusto, en el cual el estado se pone al mismo nivel que el delincuente asesinándolo con premeditación y en este caso con alevosía. Hipocresía.

miércoles, 7 de mayo de 2014

DE PORTERÍA A PORTERÍA...


Las cosas hay que hacerlas y si se puede bien, pero por encima de todo hay que hacerlas. Esa es mi máxima existencial. No quiere decir que no sea perfeccionista, sino que me revienta la gente que se escuda en la búsqueda de la excelencia para no hacer las cosas o demorarlas. Por eso soy el encargado de fabricar las porterías del pueblo. Porque cada vez que se rompen surgen ingenieros que sugieren una y mil formas de hacerlas para que queden bien, pero que requetebién; pero todas esas fórmulas pasan por dejarlo para otro día, por traer buenos materiales, por invertir en una estructura más compleja, por pedir una subvención... La otra causa de mi interés es más egoísta, porque soy el único de los "abuelos" que juega al fútbol y suelo ser el guardameta, así que tengo que cuidar la portería, qué menos.
Como sé que es un tema que os tiene sin dormir, os voy a dar algunos consejos por si algún día tenéis que construir una portería low cost. La elección de los palos es clave, para lo cual recomiendo que hagas lo contrario que hago yo, así que no cojas troncos de árboles que se han caído y están podridos; tampoco postes viejos carcomidos y mucho menos vigas de casas abandonadas, con espíritus que se te aparecen mientras te tiran un penalty. Piensa siempre que esos palos tienen que resistir los cañonazos de impetuosos adolescentes que después de marcar gol suelen colgarse del larguero para mostrar sus abdominales a las jovencitas que les observan desde la banda entre whatsapp y whatsapp. Los palos hay que lijarlos un poco porque si tienen ramas o estrías, cualquier chaval puede dejarse los cuernos al rematar y te aseguro que el padre y sus abogados irán contra el constructor, osea tú. Los tres palos hay que unirlos entre sí de forma sólida y lo mejor son clavos de unos 15 cm. que son más largos de lo que tú te crees, evitando que estén oxidados o que sobresalgan porque sino cada balonazo al poste supondrá un balón pinchado y un niño llorando.
La portería se fija al suelo con cemento, que se hace mezclando un saco de cemento con el doble de arena de río. Yo el cemento lo compré por cuatro euros y como no pedí factura no me cobrarón el IVA, así que es cemento defraudador pero si entendemos que con los impuestos, el Gobierno de turno se dedica a hacer, entre otras cosas, porterías para que jueguen los niños, en este caso está justificado el fraude porque yo no te cobro nada, Montoro. Nuestro campo de fútbol está pegado al río, así que la arena de río la cogí del río, como es lógico, pero llegó un ingeniero porteril y me recriminó porque esa arena es mala. Como secreto de la casa y tras largos años de aprendizaje, yo añado unas bolsas de plástico envolviendo la parte baja de los postes para quitar la humedad. Este truco es muy efectivo porque los postes siempre rompen por humedad, pero hacedlo sin que os vea ningún ingenierín y se descojone de vosotros. Con todo eso ya tenéis unas más que dignas porterías, mucho más dignas que el patatal que tenemos por campo de fútbol con dos alturas, piedras por doquier, bancos de arena y mosquitos para dar y tomar.
Y sino, puedes hacer lo que haré yo la próxima vez, que será comprar unas nuevas y buenas, pero mientras tanto, dejadme que sea un chapuzas.

domingo, 4 de mayo de 2014

COMPETENCIAS

El domingo asistí a una lección de política nacional muy interesante, en concreto sobre el tema de las competencias. Estaba en una prueba de descenso de mountain bike donde se utilizan camiones para remontar a los corredores desde la meta hasta la salida. A veces se hacen en estaciones de esquí con telesillas, pero cuando no, se tira del sistema “transporte de ganado”. Lo lógico y legal sería subir las bicicletas en camiones y a los corredores en autobuses o furgonetas, pero como son más de doscientos pilotos, el coste se dispara mucho y lo hace inviable.
El caso es que en esta carrera el remonte era de escasos dos kilómetros por una carretera local cerrada al tráfico, a la que se accedía tras cruzar una carretera nacional con poco tráfico. Pero en eso llegó la benemérita, la respetable y admirada benemérita, con todo su espíritu colaborador y detuvo todo el dispositivo de remonte parando los camiones y evitando que subieran en ellos los chavales. Hasta ahí estaban cumpliendo con la ley y evitando que pudiera ocurrir un accidente de consecuencias fatales. Vale. Se cargaban la carrera, pero cumplían con la legalidad. Vale.
Lo que me sorprendió fue lo ocurrido a continuación, cuando vieron eso de que el remedio era peor que la enfermedad y que corrían el riesgo de ser corridos a gorrazos por tanto descender “descerebrado”, sus familias, sus camarillas y el público asistente; en ese momento pensaron que no podían cargarse la prueba y machacar al organizador y a los participantes venidos de toda España y tiraron del manual de “competencias”. El resultado fue que los camiones podían seguir transportando amasijos de bicis con pilotos, siempre y cuando no tocaran ni un centímetro de la carretera Nacional que era la única que era competencia de los hombres de verde. Los camiones se llevaron al otro lado de la carretera, se forzó a los corredores a bajar con el tráfico abierto por las calles del pueblo y cruzar por sus medios la General, para después subirse a los camiones y continuar su marcha por la carreterilla local. La nueva propuesta era mucho más peligrosa, los ciclistas podían ser atropellados o atropellar a alguien y el riesgo de los camiones continuaba exactamente igual. Eso sí, el agente en cuestión había quedado liberado de cualquier responsabilidad, que en el fondo era lo único que le importaba, mucho más que la seguridad, los seguros o la propia integridad de las personas.
Fue un ejercicio ejemplar del funcionamiento del sistema de competencias y de esta sociedad judicializada. Yo sólo acerté a murmurar, como decía Forges: ¡País!