
Vale, ya lo había notado yo hace tiempo, pero nunca pensé que los propios responsables iban a presumir abiertamente de tal aberración periodística. Los criterios democráticos no pueden ser aplicados a todo porque al final terminamos sumidos en la sociedad de Gran Hermano y sálvame, algo cuestionable en el entretenimiento, pero totalmente rechazable en la información.
Este sistema provoca la rápida desaparición de las portadas de temas de gran relevancia que son inmediatamente sustituidos por nueva actualidad, más jugosa y más sangrienta, aunque sea menos importante. Por eso asuntos que se meten de lleno en nuestras vidas y nos obsesionan durante unos días son efímeros y borrados de nuestra memoria como por arte de magia. Un ejemplo claro son los refugiados, que tanto nos enternecieron e indignaron, y que han debido volver a su país porque ya no se habla de ellos en ningún sitio. Ahora entiendo la teoría tan utilizada por ciertos políticos de aguantar los chaparrones informativos durante una semana porque no hay noticia ni escándalo capaz de mantenerse en el candelero más de ocho días.
Por eso los redactores tienen ahora más presión para conseguir "clics" en sus noticias, por eso los titulares han pasado a tener más importancia que nunca. Para entender todo esto, explicado por alguien que escribe un poquito mejor que un servidor, leed el artículo de Juan Goytisolo que me ha incitado a escribir esto. Se merece unos cuantos clics.
PD. La entrada, no lo sé, pero la foto sí que he conseguido que tenga muchos clics...