Nunca he tenido la duda. El dinero manda
en el mundo como manda en la mayoría de las vidas que estamos esparcidas por
aquí. Desde siempre había atendido incrédulo a todas las teorías de la
conspiración que sospechaban que detrás de cada decisión política y social
había escondidas razones contables en fajos de billetes. Lo que ni por asomo
podía imaginar es la desfachatez obscena con la que actúan últimamente los
dueños de la pasta con sus presiones coacciones y burdos chantajes a los países
y a los ciudadanos, sin el más mínimo disimulo. Lo hemos vivido recientemente en
Grecia con los comentarios amenazadores de todas esas instituciones que hacen
con sus habladurías en ruedas de prensa, pasillos o incluso retretes, que los
mercados y las bolsas tiemblen en todo el mundo. Ante la posibilidad de que
pueda gobernar un partido de los que ellos consideran peligrosos para sus
intereses, su reacción es siempre la misma, amenazar con llevarse el Monopoly.
En España también está a la orden del día y cada vez que Podemos despunta en
una encuesta, aparece uno del Bundesbank, el FMI o el Banco Mundial enseñando
los dientes y prometiendo tempestades. Lo que no se dan cuenta estos avaros es
que cuanto más utilizan la estrategia del miedo, más movilizan a la población
en su contra y en favor de esos benditos "populismos".
Pero donde el repugnante poderío del dinero ha sobrepasado los límites morales es, una vez más, en Palestina, donde Israel tiene bloqueados 105 millones de impuestos que debe a los palestinos para evitar que la Autoridad Palestina ponga una denuncia contra Israel en la Corte Penal Internacional. Tiene guasa el asunto porque ya de por sí Israel está gestionando un dinero que no le pertenece , pero es que además la horrible amenaza palestina es someterse a un tribunal internacional de justicia reconocido por todos los países que se visten por los pies. Menos mal que Estados Unidos ha salido rápidamente a poner cordura e imparcialidad exigiendo a Palestina que no presente ninguna denuncia en la Corte Penal o se quedarán también sin los 400 millones de dólares que prestan a ese gobierno. Conclusión: nada vale, ni los tribunales, ni el derecho, ni la democracia, sólo la puta dictadura del dinero.
Pero donde el repugnante poderío del dinero ha sobrepasado los límites morales es, una vez más, en Palestina, donde Israel tiene bloqueados 105 millones de impuestos que debe a los palestinos para evitar que la Autoridad Palestina ponga una denuncia contra Israel en la Corte Penal Internacional. Tiene guasa el asunto porque ya de por sí Israel está gestionando un dinero que no le pertenece , pero es que además la horrible amenaza palestina es someterse a un tribunal internacional de justicia reconocido por todos los países que se visten por los pies. Menos mal que Estados Unidos ha salido rápidamente a poner cordura e imparcialidad exigiendo a Palestina que no presente ninguna denuncia en la Corte Penal o se quedarán también sin los 400 millones de dólares que prestan a ese gobierno. Conclusión: nada vale, ni los tribunales, ni el derecho, ni la democracia, sólo la puta dictadura del dinero.
PD. Si me pagan bien podría retirar esta
entrada y alguna otra ofensiva con el capital...