sábado, 28 de julio de 2018

EL SIESTÓDROMO

Cuando viajas al extranjero siempre surge ese instinto patriota capaz de detectar a tus paisanos a cientos de metros de distancia o de presumir de los inventos nacionales que hemos ido exportando a lo largo de la historia. La verdad es que uno siempre se queda en los de siempre, la fregona, el chupa chips y la siesta.
Pues no, resulta que en lo de la siesta, los japos nos sacan vuelta y media. Desde hace mucho tiempo tienen inventado el auténtico siestódromo, un espacio en ciertas zonas turísticas para que la gente pueda descansar, tirarse a la bartola y roncar (véase que bartola lo he escrito sin mayúscula). En
cualquier punto que acoja visitantes de forma masiva cuentan con espacios de descanso, en muchos casos refrigerados, con agua vaporizada o mangueras y muchísimas máquinas expendedoras. Todo lo que sirva para mitigar el insufrible calor es poco, por eso entiendes rápidamente el motivo de la sombrilla japonesa tradicional, no es que estén esperando al monzón (que también), es que hay que cubrirse del sol asesino como sea. El paipai es otro gran invento de la zona y el más preciado regalo del merchandising local, así que volvemos con las maletas repletas de abanicos con publicidad de todos los centros comerciales habidos y por haber.
El país está muy bien preparado para dar servicio a su gente y sus visitantes y, por ejemplo, hay cuartos de baño públicos por todas partes y no te cobran por dejar tus recados. Para los fumadores, aunque no está permitido fumar por la calle (para evitar quemar a alguien en las aglomeraciones) hay habitualmente zonas reservadas en alguna esquina o incluso en restaurantes y trenes.
Hay otros muchos inventos occidentales que uno sí echa en falta cuando viaja por estas islas tan peculiares. Algunos tan habituales y útiles como las rotondas. Simplemente no existen, hay cruces normales por todas partes y en los puntos conflictivos cruces de hasta seis calles, pero sin rotonda, lo cual se agradece porque eliminan el espacio para que el alcalde de turno inaugure su escultura. A cambio tienen unas gasolineras muy cutres (no hay ningún país en el mundo con el nivelaco de estaciones de servicio que tenemos en España), pero galácticas en cuanto a tecnología, ya que en muchas, los surtidores están en el techo y solo descuelga la manguera.
Siguiendo con las mangueras, la fontanería tiene su punta de lanza en Japón, con enorme creatividad en todos sus utensilios. Ya os hablé de los chorritos anales y de la tapa calenturienta, pero además tienen lavabo con desagüe directo a la cisterna para reciclar agua (espero que no funcione al revés) y grifo compartido entre el lavabo y la ducha, así que evitan poner grifería en las duchas y simplemente tienen el tubo extensible con el "teléfono". También es habitual en los hoteles, donde el espacio vale oro, instalar un pequeño cuarto de baño a modo de cubículo de plástico, similar a los que llevan las autocaravanas, con todo integrado y un desagüe en el suelo, de tal forma que te puedes duchar en medio del cuarto. No es demasiado cómodo porque se mueve cuando das un paso y piensas que el anunciado terremoto ya está aquí.
Al margen de fontanería y pocería, no se puede decir que la electricidad destaque por su eficiencia. Más bien parece un
milagro que algo funcione con esos postes llenos de cacharrera, con el guirigay de cables y con enchufes de patillas planas y voltaje de 125 v. como en el siglo pasado en nuestro país. Tampoco tranquiliza saber la profusión de centrales nucleares en un lugar con tanto riesgo sísmico. Eso sí, en tecnología van por delante; hay wifi donde quieras, pantallas táctiles y ultramodernas de todos los tamaños y funcionalidades y aquí no puedes sentirte nunca solo porque la nevera, el horno, la ducha o el coche te hablan.
Pues eso, que aunque llevemos aquí ya un montón de días y el viaje se acerque a su fin, no dejamos
de sorprendernos a cada minuto, pero no porque tengamos que envidiarnos unos a otros, sino porque somos tan distintos que es bueno tener siempre la mente abierta para entender otras culturas y reconocer sus avances. No nos olvidemos de que estos tíos son una potencia mundial en cuanto a tecnología e innovación y que fueron ellos quienes inventaron el Tamagochi.

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