Desde muy pequeñito me corroe una duda existencial: nunca he
llegado a saber si lo apropiado es delatar a los malhechores o si eso significa
ser un chivato acusica que en el infierno te verás, comiendo patatas en un
orinal. De hecho, ahora que soy un poco más mayorcito, me he sorprendido en más
de una ocasión reprendiendo a mis hijos por chivarse de algo malo que hacían
sus hermanos o compañeros… ¡Niño, está muy feo eso de ser chivato!
También, a lo largo de mi extensa vida, he sufrido numerosos
robos y siempre he recibido el mismo consejo oficial: hay que denunciarlo
porque así algún día conseguirán cogerles. Y así hice, denuncié todos y cada
uno de los casos, aún bajo el riesgo de parecer chivato, y como resultado he
conseguido que ninguno de los tropecientos hurtos se haya resuelto.
Lo que sí me parecía claro es que los bien nacidos debemos
denunciar a los mal nacidos. Que la práctica del chivato es una acción loable,
injustamente tratada a lo largo de la historia… Y no digamos de la reciente historia.
Os voy a hablar de cuatro nombres que a lo mejor os suenan: Bradley Manning,
Julian Assange, Hervé Falciani y Edward Snowden. No no son los últimos premios Nóbel de
física, pero podrían o, mejor dicho, deberían ser idolatrados como héroes de
esta sociedad, como personas comprometidas con la justicia que arriesgan su
pellejo por salvaguardar las más básicas normas de los derechos de los
ciudadanos.
Lo qué han hecho estos cuatro jóvenes es lo que deberíamos
hacer cualquier persona de bien que ve como delante de sus narices se están
cometiendo tropelías, delitos e injusticias…DENUNCIARLO. Desde dentro o desde
fuera, Manning y Assange desnudaron la hermética seguridad informática
americana y dieron a conocer al mundo muchos de los atropellos al derecho
internacional cometidos por el gobierno de Washington. Falciani ha sido también
valiente porque ha desafiado a las grandes fortunas del mundo, a los
muchimillonarios que controlan nuestro mundo y nos imponen rectas actitudes
mientras esconden sus dineros en Suiza para no pagar impuestos. Y Snowden ha
desvelado un secreto a voces; ya sabíamos todos que cuando ponemos “Me Gusta”
en la página de David Bisbal, inmediatamente se enciende una lucecita en el
cuartel general de la CIA, pero este romántico chiflado ha pensado que eso no
está bien y lo ha denunciado.Todos ellos han sido chivatos y han sido duramente castigados por sus profes
Ahora los cuatro están declarados personas nos gratas están
perseguidos por la justicia, algunos pueden ser condenados a cadena perpetua, sólo
por haber denunciado las ilegalidades que pasaban ante sus ojos. Moraleja: si
algún día veis un crimen, guardad silencio o seréis asesinos…
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