Amiga Esperanza, no sabes cuanto te entiendo, porque yo
también he sido maltratado en muchas ocasiones por los desmanes del poder. Sin
ir más lejos, la semana pasada me quitaron dos puntos y doscientos euros por
circular a 121 km/h en una ancha y segura recta de Guadalajara que algún
iluminado limitó a una velocidad de 90 km/h. Los muy mal intencionados estaban
escondidos con el radar debajo de una encina. Además, el poli, un chuleta
repeinado con gafas Ray Ban de imitación, me tuvo media hora esperando
comprobaciones y supongo que buscando en Google si exceso llevaba la X en la
primera, la segunda o la tercera sílaba. Pensé por un momento en marcharme,
pero me dio miedo que me dispararan o que me detuvieran después; a nadie le
gusta pasar la noche en el cuartelillo. Tuviste mucha suerte el otro día de que
no te detuvieran, la verdad.
Ya ves, las cosas están chungas. Antes podías aparcar en
Serrano en doble fila, entrar en el centro sin problemas y ahora esto es un
caos. Desde que Gallardón se gastó la pasta suya y de los veintiocho siguientes
alcaldes en soterrar la M-30, han llenado la ciudad de parquímetros y de
“gusanos” que te fríen a multas si te pasas cinco minutos. Además han puesto
coches pequeñajos que recorren el carril bus con cámaras y en cuanto te pillan
dentro, te empapelan. Ahora la Botella ha ido a más en su represión y ha puesto
cámaras en los autobuses. También hay cámaras en las calles del centro y en
cuanto entras, te llega la receta a casa con una fotico del culo de tu coche.
Yo hago la cole (del mío). Del IBI, la recogida de basuras, el paso de
carruajes y los otros impuestos ni te hablo por no amargarte las torrijas de la
Semana Santa.
También hay que tener cuidado porque en cuanto sales y te
tomas dos cañas te encuentras luego un control de alcoholemia, te hacen soplar
y te soplan cuatro puntos y una pasta. Tuviste mucha suerte el otro día de que
no te hicieran el control, la verdad.
Además, ya sabes como son los polis por lo general, poco
dialogantes y algo chuletas; yo al principio me enfrentaba a ellos, pero con
los años he aprendido que lo mejor es llevarles la corriente con el clásico
“sí, señor agente”, porque si no te pedirán la fotocopia compulsada del seguro
y las bujías de recambio. Doy fe que los mendas estos de la movilidad son unos
machistas rencorosos de ser mandados por tanta mujer y aparcan súper mal las
motos, con lo cual cualquier ciudadano de bien en tu situación hubiera hecho lo
mismo.
Ya ves, amiga Espe, esto es un sin vivir, no se puede fumar
en ningún restaurante y si sales a la calle está llena de mendigos, el carril
bus está separado por barreras de plástico, aparcar sale carísimo, no tenemos
Juegos Olímpicos ni ganas, el Madrid ha dicho adios a la Liga… Los madrileños
tenemos que estar muy al loro para no caer en las garras de este entramado del
mal. Un consejo amiga, vuelve a la política, que se vive mejor.
PD. Lo único que no me gustó de tu aventura urbana e
irreverente es que volvieras a utilizar, una vez más, el terrorismo de ETA para
tu propio beneficio. Eso estuvo feo, lo demás…
No hay comentarios:
Publicar un comentario