martes, 8 de abril de 2014

VIAJE A LA ALCARRIA

Varios pueblos de Catalunya amanecieron la semana pasada cubiertos por una considerable capa de arena anaranjada. Toneladas de tierra del desierto del Sahara, levantadas por una fuerte tormenta de viento, habían subido a varios miles de metros de altura y, metidas en corrientes térmicas, vendavales anticiclónicos e isobaras concéntricas habían viajado a la nación catalana (esto es sólo para provocar un poco) para caer en forma de chaparrón de barro.
Me sorprendió tanto la noticia que la estuve comentando con los chicos, camino del cole, y volvimos a sacar una vieja discusión física que no hemos aclarado: Si un helicóptero subiese a una cierta altura y se estuviese totalmente parado durante unas ocho horas, al bajar ¿estaría en España o en América?
Tampoco hemos tenido nunca claro por qué un avión tarda menos de Nueva York a Madrid que del Adolfo Suárez al John F. Kennedy, cuando la distancia es la misma; entiendo que es por los vientos o por el giro de la tierra o por las dos cosas. También les conté que los aviones, cuando tienen que hacer un aterrizaje de emergencia tiran casi todo el combustible en el aire y se evapora. Ahí les tengo investigando.
Y como todas estas cosas siempre vienen juntas, como por casualidad o mensaje divino, el fin de semana cayó del cielo sobre nuestra casa en el pueblo, el esperpéntico personaje que aparece en la fotografía. Sus iniciales son HK y tras una ardua investigación he llegado a varias conclusiones. La hipótesis más creíble es que Lucca, un chavalillo de Casalpusterlengo, acudió a Bolonia a pasar la tarde del domingo y su madre le compró un globo, este en concreto; cuando volvían a casa con prisas para cenar e irse a dormir porque mañana hay colegio, el bueno de Lucca soltó el globo para abrir la puerta del coche y el padre, aunque saltó, no llegó a coger la cuerda. Lucca lloró desconsoladamente ante la desesperación de su padre y sólo paró cuando su madre le prometió que le compraría otro.
A esto llegué por mi experiencia viendo niños llorar por pérdida de globo, por mi obsesión por quedarme mirando hacia arriba al puto globo hasta que se pierde en el infinito y porque en el globo había instrucciones de uso en italiano y un letrerito que decía "Made in Italy". Espía que es uno.
Reconoced que todos habéis mirado melancólicamente como un globo se perdía en el espacio y os habéis hecho mil preguntas sobre su destino; que si llegará a la estratosfera como Baumgartner, que si se chocará con un avión, que si se derretirá con el sol, que dónde coño irá a parar. Pues ya lo sabemos, los italianos llegan a la Alcarria en un viaje mucho más rocambolesco que el de Cela porque es posible que antes pasen por media Europa dando vueltas. Lo que daría por saber su recorrido exacto. Igual me llevo un chasco y su origen es la Feria de Sigüenza y sólo ha volado unos pocos kilómetros, pero en ese caso, el vendedor habría traído los globos de contrabando porque no tiene instrucciones en español y la ley obliga a poner las instrucciones en nuestro idioma. Qué estupidez de ley que obliga a ponerle instrucciones a un globo, ¿no?. Además, en ese caso, el niño se llamaría Paco y mola mucho menos que Lucca.

PD. Es obvio que esta entrada se me ocurrió en un momento de globo, pero ni alcarreño ni italiano... Riojano.


2 comentarios:

  1. Lo siento pero no cuela. Son los deberes de Lucio " tienes que hacer una redacción que contenga estas palabras : arena, nación, helicóptero, globo e instrucciones ".

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  2. Que no, que es el regalo de santo para la Montse

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