Viajando a Galicia se me ocurre preguntarles a mis hijos cuáles son las cuatro provincias de esa comunidad autónoma. Sólo uno, el mayor, es capaz de contestar, no sin un ratito de concentración. El siguiente menciona Vigo y Oviedo, pero no recuerda las otras dos. Según lo dijo di un volantazo que casi nos saca de la autovía, me dieron ganas de darle un capón por aquello de la letra con sangre entra, pero solté una carcajada a coro con Montse para desahogar nuestra profunda depresión.
En ese momento me acordé de las interminables sesiones de
complemento directo y análisis morfológico, de la memorización de los músicos
del Clasicismo distribuidos por cada una de sus cuatro etapas y del examen
teórico de Educación Física con las reglas del voleibol. También recordé la
frase preferida de mis hijos y de todos los hijos de todos los padres: ¿para
qué me sirve estudiar esto?
Hace unos días leía una entrevista con la directora del cole
de mis hijos en la que presumía de un nuevo sistema de educación, sin hacerles
cargar libros, sin mandarles deberes y sin exámenes. Me encantó la teoría, pero
me descojoné vivo mientras revisaba los deberes y los horarios de los exámenes
del día siguiente rebuscando en una mochila de unos 16 ó 17 kilos.
Sé que soy repetitivo con este tema y que ya lo he planteado
en el blog por activa y por pasiva, pero es que me saca de quicio el sistema
educativo anticuado y competitivo que sólo busca superar exámenes, pasar
niveles, obtener buenos resultados, sin tener en cuenta eso que se llama
cultura general y que hace que las personas en su día a día disfruten mucho más
de la vida y sean más libres. Recuerdo la importancia que la historia y la
geografía tenían antes en la educación y como ahora han pasado a ser
asignaturas comparsa. El arte ni existe y el dibujo y la música han pasado a ser
teóricas.
Gervasio Sánchez, mi admirado fotoreportero, comentaba en
una reciente entrevista que es lamentable que los estudiantes no sepan donde
están los países y cuáles son sus capitales y la importancia que eso tiene para
poder entender el mundo y lo que pasa en él.
Es verdad que la educación debe adaptarse a los tiempos y
que ya no hay que memorizar muchas cosas porque las tenemos a un solo click,
pero es más que obvio que para conocer, entender y poder juzgar el mundo, lo
primero que hay que saber es un poco más de geografía práctica y algo menos de
teoría de todo.
Lo siento, soy un enfermo “mapa adicto”.
Yo pensaba que eran : García, López, Rodríguez , Rodriguez. Necesito vacaciones yaaaaaaaa ¡¡¡
ResponderEliminarRecomiendo in libro corto titulado "Por qué tengo que ir al colegio, cartas a Tobías", de un pedagogo alemán, lo escribió cuando su nieto le hizo esa pregunta. Muy bonito!
ResponderEliminaryo solo recuerdo dos el celta de vigo y el deportivo de la coruña
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