No voy a hablar más de monarquía y república, ya lo hice el
otro día y quedé satisfecho. No voy a comentar el modelo de Leti, ni el puchero
de Froilán, ni siquiera la impresentable imagen de Ignacio González y el resto
de presis autonómicos haciendo fotos con sus móviles como estúpidos
quinceañeros. Tampoco voy a valorar el discurso del nuevo Rey, ni la reacción
de Artur “el oportunista”, ni lo contento que está Mariano con esta cortina de
humo que ha venido a desviar la atención de todos sus problemillas.
Realmente no pensaba hablar más de la realeza, pero en esa
tontorrona manía que tengo de guardar periódicos de fechas relevantes, me he
comprado los dos diarios de mayor tirada y he montado en cólera al ver su
contenido publicitario. Después de la debacle de la Selección han desaparecido
todos los anuncios de los patrocinadores de La Roja, que han recogido los
bártulos para no ser salpicados por el tsunami destructivo. Sin embargo todas
esas páginas que estaban ya preparadas con mensajes triunfalistas han sido
sustituidas por otras que me han parecido lamentables y obsoletas, apuntándose
a otro éxito, el de Felipe VI.
Las principales empresas del país, las del IBEX, contratan
páginas completas en todos los diarios para publicar la imagen de los nuevos
reyes y darles la enhorabuena. Sinceramente, me parece patético, paleto, decimonónico, como la propia
monarquía, tercermundista como el retrato de los dictadores en todos los
recintos oficiales de muchos países africanos, impresentable. Pensaréis que
exagero, pero no, me explico: desde el punto de vista técnico de mi sector, es
inapropiado identificar la imagen de tu marca con la de alguien que no te
pertenece, cuyos derechos de imagen no te corresponden y aprovechando el tirón
popular que esos personajes públicos pueden tener. Si a alguna marca se le
ocurre hacer un anuncio con la cara de Nadal, felicitándole por haber ganado
Roland Garros, sin ser patrocinador del tenista, al día siguiente tiene una
demanda millonaria encima de la mesa. Los Reyes, son de todos (aunque no los
hayamos votado) y la Casa Real no debería consentir que su imagen apareciera en
ningún sitio con el logotipo de ninguna marca. Ellos se lo guisan…
Desde el punto de vista político o ético es lamentable que
todas esas empresas de los sectores de energía, telecomunicaciones,
construcción y demás hagan lobby de forma tan descarada mostrando sus
desvergüenzas en público. Alguna de ellas incluso figura en los papeles del
caso Urdangarín. Me parece mal el conchaveo de los Florentinos, Aliertas,
Botines y demás jerifantes con las altas instituciones del Estado, pero peor me
parece que presuman de ello con toda naturalidad.
Y desde el punto de vista periodístico, me parece un
atentado a la supuesta independencia periodística de los grandes medios que
reciben aliviados esos miles de euros en forma de publicidad servilista a
cambio de una complicidad pactada.
Sé que la mayoría de la gente habrá pasado esas páginas sin
fijarse, pero a mí me han revuelto el estómago y me han parecido totalmente
obscenas y deprimentes. Mucho más que el Rolls Royce y los alabarderos.
Amén!!!!
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