La de inglés ha mandado un mail con las instrucciones para
acceder al Aula Virtual, pero en previsión de que no funcione, envía un
documento en Word con los deberes: empezamos. Hay que hacer una redacción de
ciencia ficción, pero los personajes hay que sacarlos del Power Point que hay
en algún sitio de la nube o más bien tormenta en que se ha convertido la
internés esta; después hay que usar el vocabulario que viene en el libro,
escribirlo en el notebook de inglés, que debe ser el cuaderno, y una vez
acabado fotografiarlo, pasarlo a PDF, tratar de subirlo al Educa Madrid y si no
funciona, que no funciona, enviárselo por mail a la profesora. Sencillito (en
inglés “little easy”).
El de mates ha buscado otro método y ha colgado
instrucciones y deberes en el aula virtual, pero en previsión de que no
funcione, que no funciona, ha decidido abrir una cuenta de Twitter y poner ahí
los deberes. Vale. Hay que abrir Twitter, seguir la cuenta de mates del insti y
buscar el hastag #2ºESO (trending topic), allí sale un enlace con un blog en el
que vienen bien explicados los deberes a cumplimentar, con un enlace para
descargar los ejercicios, que una vez descargados hay que imprimir, pero que
están hechos en un formato que no imprime y hay que copiarlo antes en algún
otro programa para poder imprimir, si es que a la impresora le da por imprimir,
porque se está quedando sin tinta y nosotros estamos confitados porque hay un
virus fuera de la impresora y del ordenador y no podemos salir a comprar
carchutos de impresora. Si resuelves ese jeroglífico técnico luego el niño
tiene que resolver unos veinte problemas algebráicos y si quiere se puede guiar
por otros dos vídeos explicativos de la materia. Después hay que subirlo al
aula virtual, si es que funciona, y esperar instrucciones para hacer un Kahoot.
Como todos sabéis, para hacer un cajut tienes que ir a su web, meter tu nombre
de usuario, que por supuesto no sabes, y una contraseña que eficientemente te
ha enviado el profesor en el documento adjunto de instrucciones para el Kahoot.
No funciona y me temo que tendremos que pasar otro día más de nuestra vida sin
hacer un Kahoot, aún a sabiendas de que el chaval se va llevar un cero al
cociente y bajo la cifra siguiente. En un momento de lucidez busco a ver si el
profe ha dejado un mail para preguntarle, sí, aquí está: quienquiereaprobar@institutodemihijo.com.
Qué simpático, nos ha salido creativo el profe de mates. Le escribo desde una
cuenta que creo para la ocasión: quecoñoesunkahoot@elpadredelniñoquevaasuspender.com.
Me contesta, abrimos el Kahoot y ¡Bingo!, está lleno de problemas de
matemáticas que por supuesto el chaval no sabe hacer.
Hemos echado la mañana en el proceso de búsqueda de los
deberes de mates y hemos fracasado, así que cambiamos de flanco, atacaremos por
las “Marías”, nos vamos a Educación física. Por suerte tenemos jardín y el
chico podrá correr un poquito para desfogarse. Miro el mail del profe y
encuentro varios documentos adjuntos y enlaces a vídeos, power points y
Karahos. Tiene que hacer una presentación sobre las distintas técnicas de pie y
de mano en la escalada y después estudiarse un documento de tres folios con un
pormenorizado estudio de las tácticas defensivas en fútbol. Hasta aquí podíamos
llegar, no le voy a hacer perder ni un segundo más, cojo el papel y leo a
carcajadas todo un tratado de soplapolleces mal escritas y con faltas
ortográficas explicando que cuando un defensa sube al ataque, otro le hace la
cobertura o que el jugador que no tiene el balón debe buscar huecos y ofrecerse
para que sus compañeros puedan pasarle. Y yo, que me reconozco forofo del
fútbol, termino compartiendo esa infantil pregunta que él se hace cada día: ¿de
verdad esto me va a servir para algo en la vida?
Os he hablado de tres asignaturas, así que me faltan otras
cinco o seis y todas tienen un procedimiento similar de descoordinación absoluta,
distintos procesos para enviar los deberes y para entregarlos, distintas
plataformas, no sé cuántas contraseñas y largas horas de investigación
preparatoria para saber qué coño tiene el niño que hacer. A veces pienso que es una broma y que me están grabando los profes al otro lado de la pantalla. Y así llevamos quince
días, empezamos por la mañana, lo intenta él y fracasa, lo intento yo y fracaso
(somos igual de torpes, debe ser hijo mío) y al final terminamos dedicando a
estudiar o resolver problemas mucho menos tiempo que en todo el proceso
telescolar. Si queréis sigo, pero me parece que va a ser insufrible para
vosotros como lo está siendo para mí. Estoy en ese momento en que mataría al profesor y si no lo
hago es porque soy yo.
PD: Todo mi respeto a la comunidad educativa que además de
estar pasándolo mal, tiene que soportar la responsabilidad de formar a nuestros
maleducados hijos, pero que quizás no tiene las herramientas necesarias ni las
instrucciones adecuadas para coordinar eso que se llama telecolegio.