martes, 31 de marzo de 2020

EL PROFESOR


La de inglés ha mandado un mail con las instrucciones para acceder al Aula Virtual, pero en previsión de que no funcione, envía un documento en Word con los deberes: empezamos. Hay que hacer una redacción de ciencia ficción, pero los personajes hay que sacarlos del Power Point que hay en algún sitio de la nube o más bien tormenta en que se ha convertido la internés esta; después hay que usar el vocabulario que viene en el libro, escribirlo en el notebook de inglés, que debe ser el cuaderno, y una vez acabado fotografiarlo, pasarlo a PDF, tratar de subirlo al Educa Madrid y si no funciona, que no funciona, enviárselo por mail a la profesora. Sencillito (en inglés “little easy”).
El de mates ha buscado otro método y ha colgado instrucciones y deberes en el aula virtual, pero en previsión de que no funcione, que no funciona, ha decidido abrir una cuenta de Twitter y poner ahí los deberes. Vale. Hay que abrir Twitter, seguir la cuenta de mates del insti y buscar el hastag #2ºESO (trending topic), allí sale un enlace con un blog en el que vienen bien explicados los deberes a cumplimentar, con un enlace para descargar los ejercicios, que una vez descargados hay que imprimir, pero que están hechos en un formato que no imprime y hay que copiarlo antes en algún otro programa para poder imprimir, si es que a la impresora le da por imprimir, porque se está quedando sin tinta y nosotros estamos confitados porque hay un virus fuera de la impresora y del ordenador y no podemos salir a comprar carchutos de impresora. Si resuelves ese jeroglífico técnico luego el niño tiene que resolver unos veinte problemas algebráicos y si quiere se puede guiar por otros dos vídeos explicativos de la materia. Después hay que subirlo al aula virtual, si es que funciona, y esperar instrucciones para hacer un Kahoot. Como todos sabéis, para hacer un cajut tienes que ir a su web, meter tu nombre de usuario, que por supuesto no sabes, y una contraseña que eficientemente te ha enviado el profesor en el documento adjunto de instrucciones para el Kahoot. No funciona y me temo que tendremos que pasar otro día más de nuestra vida sin hacer un Kahoot, aún a sabiendas de que el chaval se va llevar un cero al cociente y bajo la cifra siguiente. En un momento de lucidez busco a ver si el profe ha dejado un mail para preguntarle, sí, aquí está: quienquiereaprobar@institutodemihijo.com. Qué simpático, nos ha salido creativo el profe de mates. Le escribo desde una cuenta que creo para la ocasión: quecoñoesunkahoot@elpadredelniñoquevaasuspender.com. Me contesta, abrimos el Kahoot y ¡Bingo!, está lleno de problemas de matemáticas que por supuesto el chaval no sabe hacer.
Hemos echado la mañana en el proceso de búsqueda de los deberes de mates y hemos fracasado, así que cambiamos de flanco, atacaremos por las “Marías”, nos vamos a Educación física. Por suerte tenemos jardín y el chico podrá correr un poquito para desfogarse. Miro el mail del profe y encuentro varios documentos adjuntos y enlaces a vídeos, power points y Karahos. Tiene que hacer una presentación sobre las distintas técnicas de pie y de mano en la escalada y después estudiarse un documento de tres folios con un pormenorizado estudio de las tácticas defensivas en fútbol. Hasta aquí podíamos llegar, no le voy a hacer perder ni un segundo más, cojo el papel y leo a carcajadas todo un tratado de soplapolleces mal escritas y con faltas ortográficas explicando que cuando un defensa sube al ataque, otro le hace la cobertura o que el jugador que no tiene el balón debe buscar huecos y ofrecerse para que sus compañeros puedan pasarle. Y yo, que me reconozco forofo del fútbol, termino compartiendo esa infantil pregunta que él se hace cada día: ¿de verdad esto me va a servir para algo en la vida?
Os he hablado de tres asignaturas, así que me faltan otras cinco o seis y todas tienen un procedimiento similar de descoordinación absoluta, distintos procesos para enviar los deberes y para entregarlos, distintas plataformas, no sé cuántas contraseñas y largas horas de investigación preparatoria para saber qué coño tiene el niño que hacer. A veces pienso que es una broma y que me están grabando los profes al otro lado de la pantalla. Y así llevamos quince días, empezamos por la mañana, lo intenta él y fracasa, lo intento yo y fracaso (somos igual de torpes, debe ser hijo mío) y al final terminamos dedicando a estudiar o resolver problemas mucho menos tiempo que en todo el proceso telescolar. Si queréis sigo, pero me parece que va a ser insufrible para vosotros como lo está siendo para mí.  Estoy en ese momento en que mataría al profesor y si no lo hago es porque soy yo.

PD: Todo mi respeto a la comunidad educativa que además de estar pasándolo mal, tiene que soportar la responsabilidad de formar a nuestros maleducados hijos, pero que quizás no tiene las herramientas necesarias ni las instrucciones adecuadas para coordinar eso que se llama telecolegio.

1 comentario:

  1. Diego, cómo me alegro de volverte a leer y de saber que estáis bien. Parece que estás como Cristina, pero ella tiene ganas de acabar con inspectores, consejeros y ministros. Bueno, con algún niño y sus padres también. Me está empezando a superar.

    Recuerdos de Bimba y Bola.

    Chema

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