Aunque pueda parecer que me estoy refiriendo a alguno de los conductores que nos hemos cruzado estos días y de cuya madre me he acordado cariñosamente, rajputa es el gentilicio del Rajasthan, la zona de la India que estamos recorriendo. Los rahputas, como la mayoría de los indios (de la India), son fanáticos seguidores del bollywood, el cricket y la religión, las tres drogas duras que les hacen olvidar muchos de sus males. El bollywood les tiene ensimismados y está tan de moda que cada año se hacen más de 500 películas sobre el tema; el cricket es el deporte nacional y hace dos días India perdió la semifinal de la Copa del Mundo contra Australia; los niños lo juegan en cualquier calle y es todo un gustazo juntarte con chavales sin que te hablen de Messi o Ronaldo; y la religión, como en tantos otros sitios, es el opio del pueblo que les mantiene adormecidos y conformistas, con sus millones de dioses y templos de veneración a increíbles imágenes o símbolos.
Son una potencia económica mundial en base a la gran clase media que vive en las metrópolis y que son el motor del país en los rankings del Banco Mundial, el Fondo Monetario y esos otros estamentos tan importantes, pero cuando sales a las calles o a las carreteras, lo que te encuentras es la otra cara de la India, tremendamente pobre y mísera. Las desigualdades dicen que son enormes, pero realmente todavía no hemos conseguido ver a nadie de los que tienen mucha pasta y sí a miles y miles de parias.
Como es habitual, me gusta informarme y he realizado un estudio sociológico basado en una encuesta bastante fiable con un margen de error del 1% tras consultar a un total de una personas baja. Según la encuesta, uno de cada un indios cree que el primer problema de la India es la Corrupción; os suena ¿verdad? pues se trata de todo un tejido corrupto que va desde arriba de la clase política hasta la parte más baja de la sociedad. En fin, nada que envidiar a la nuestra, salvo que aquí puedes quitarte las multas sacando la cartera cuando te para un poli, aunque no seas familia de Espe ni nada. El segundo problema que preocupa al indio (nunca mejor dicho) es la enorme población; resulta muy difícil manejar un país que, por grande que sea, tiene 1.200 millones de personas y en numerosas áreas la densidad de población es seis veces mayor a la de España. La tercera preocupación, también de carácter social, son al mismo nivel la religión y las castas, que tienen atenazado al país impidiéndole avanzar por su formato e inmovilismo de siglos atrás.
El encuestado es un tipo inteligente y formado y ha basado sus respuestas en estos puntos que de alguna forma pueden aunarse en uno solo, la miseria, pero que es consecuencia de sumar los otros conceptos. Tampoco ha mencionado nada el encuestado del medio ambiente o la cuestión sanitaria, porque ha reconocido haberse acostumbrado a vivir en esas condiciones y considera muy complicado cambiar ese mal endémico a corto plazo (otro día me extenderé sobre este tema). En cambio sí ha reconocido que no se cree ni le interesa ese sentimiento patrio que tratan de transmitir todos los gobiernos buscando un enemigo externo para que su pueblo se olvide de sus problemas internos. En este caso siempre se intenta tener bien presente el peligro del enemigo Pakistán y más aún en la zona del Oeste en la que estamos ahora mismo. "First the people, always the mission", dicen los anuncios por las calles con una foto de un caza indio, pero me da que las autoridades no hacen mucho por cumplir la primera parte del eslogan.
Son una potencia económica mundial en base a la gran clase media que vive en las metrópolis y que son el motor del país en los rankings del Banco Mundial, el Fondo Monetario y esos otros estamentos tan importantes, pero cuando sales a las calles o a las carreteras, lo que te encuentras es la otra cara de la India, tremendamente pobre y mísera. Las desigualdades dicen que son enormes, pero realmente todavía no hemos conseguido ver a nadie de los que tienen mucha pasta y sí a miles y miles de parias.
Como es habitual, me gusta informarme y he realizado un estudio sociológico basado en una encuesta bastante fiable con un margen de error del 1% tras consultar a un total de una personas baja. Según la encuesta, uno de cada un indios cree que el primer problema de la India es la Corrupción; os suena ¿verdad? pues se trata de todo un tejido corrupto que va desde arriba de la clase política hasta la parte más baja de la sociedad. En fin, nada que envidiar a la nuestra, salvo que aquí puedes quitarte las multas sacando la cartera cuando te para un poli, aunque no seas familia de Espe ni nada. El segundo problema que preocupa al indio (nunca mejor dicho) es la enorme población; resulta muy difícil manejar un país que, por grande que sea, tiene 1.200 millones de personas y en numerosas áreas la densidad de población es seis veces mayor a la de España. La tercera preocupación, también de carácter social, son al mismo nivel la religión y las castas, que tienen atenazado al país impidiéndole avanzar por su formato e inmovilismo de siglos atrás.
El encuestado es un tipo inteligente y formado y ha basado sus respuestas en estos puntos que de alguna forma pueden aunarse en uno solo, la miseria, pero que es consecuencia de sumar los otros conceptos. Tampoco ha mencionado nada el encuestado del medio ambiente o la cuestión sanitaria, porque ha reconocido haberse acostumbrado a vivir en esas condiciones y considera muy complicado cambiar ese mal endémico a corto plazo (otro día me extenderé sobre este tema). En cambio sí ha reconocido que no se cree ni le interesa ese sentimiento patrio que tratan de transmitir todos los gobiernos buscando un enemigo externo para que su pueblo se olvide de sus problemas internos. En este caso siempre se intenta tener bien presente el peligro del enemigo Pakistán y más aún en la zona del Oeste en la que estamos ahora mismo. "First the people, always the mission", dicen los anuncios por las calles con una foto de un caza indio, pero me da que las autoridades no hacen mucho por cumplir la primera parte del eslogan.
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