Hay que hacer algo, no puede seguir esto así, tenemos que pararles, no podemos seguir callados... Cada vez que me tomo un café o una caña con alguien, siempre acabamos diciendo lo mismo. Es un sentimiento generalizado, la gente está hasta los mismísimos testículos y si no se mueve y reacciona es por ese miedo generalizado a perder algo, ya sea tu trabajo, tus ahorros o tu posición social o laboral. Es una atmósfera parecida a la que había antes del 15M, pero que tiene que explotar de otra forma porque los poderes fácticos ya se han encargado de desacreditar las protestas de la calle "perroflautizando" a todo el que se ponga detrás de una pancarta y zumbando a porrazos al que levante un poco la voz.
Pero el poder de la gente y su imaginación no tienen límites y las redes sociales están siendo esa gran herramienta que ha dado fuerza a las revoluciones de este tiempo.
Quizás deberían ser los partidos políticos los que lavasen su imagen con nuevas propuestas más originales y transparentes; tal vez los sindicatos deberían cambiar sus viejas fórmulas para recuperar crédito; posiblemente deberían ser las ONGs las que lideraran un tiempo en el que más que nunca se las necesita. Y sino, siempre estará el pueblo para levantar la voz, por demagógico que suene.
Leyendo el libro "Actúa", una brillante recopilación de propuestas y análisis de la situación real de nuestro país y del mundo, uno termina decidido a mover el culo, a poner en marcha alguna iniciativa para mejorar el mundo o a participar en alguna de las múltiples acciones que se ponen en marcha cada día. Ayer podías sumar tu apoyo al 15MpaRato, que en unas horas consiguió los 20.000 euros necesarios para emprender acciones legales contra Rato y la cúpula de Bankia. Mañana habrá que unirse a esa voz popular que pide un mundo distinto; será sólo un gesto, llevar una prenda al revés, pero a veces los símbolos también son necesarios para decir cómo somos.
De voluntario, de colaborador, como firmante de iniciativas de Actuable, como miniaccionista de acciones de crowdfunding o simplemente retuiteando, compartiendo en Facebook o reenviando mails, es el momento de actuar, de perder el miedo y de decir lo que se piensa a los que mandan. Si no lo hacemos, dentro de unos años sentiremos vergüenza de nuestra pasividad. Tú también, ¡Actúa!
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