Para su suerte, no saben quién es Guindos, ni Rato, ni Goirigolzarri, ni Montoro, ni Ordóñez, ni falta que les hace, pero han oído que hay millones de parados, revueltas populares y una economía putrefacta. Preguntan si hay muchos mendigos por la calle y les decimos que sí, pero que no más que en la calle Market de "Sanfran". Se interesan por la seguridad y explicamos que lo único peligroso es ponerte a tiro de porra de antidisturbios. Preguntan por los auténticos valores del país y les tranquilizamos: la gente sigue en la calle, las cañas siguen corriendo y las tapas, cada día más ricas. Les contamos que hemos pasado el domingo paseando por la zona recuperada del Río, que está muy bien y había miles de personas haciendo deporte, jugando o bañándose en las fuentes. Por no aguar la fiesta no he recordado lo que costó esa obra y lo que se tardará en pagar.
Que la gente está hasta las narices...Sí; que el que más o el que menos tiene miedo...Sí; que todo el mundo tiene algún drama cerca...Sí. Pero eso no impide que el españolito medio se tire a la calle, a disfrutar de este sol que tanto envidia la Merkel, y que cada vez haya más gente practicando deporte, por si hay que huir de algún rescate, y que sigamos teniendo ganas de juerga. Sin caer en el discurso nacionalista español y sin abandonar las críticas o la autocrítica por la "chapuza nacional", no me cabe ninguna duda de que este país volverá a salir adelante y a demostrar que es uno de los mejores lugares del mundo para vivir, como nos recuerdan nuestros amigos yankees en su despedida. Así que, ya sabéis, como decía ese gran filósofo llamado Joan Laporta: "Al loro, que no estamos tan mal". La frase del título era de otro intelectual, pero no me he acordado del nombre.
Muy bien Diego, aunque te ha faltado hablar de la furia española¡
ResponderEliminar