EL "DESCÉNDER"

Todo el mundo tiene un pasado del que presumir o del que arrepentirse. Claro que depende del escenario en el que te muevas, siempre hay un momento para presumir hasta de lo más insospechado.
Nuestros hijos, como todos, van dando tumbos de acá para allá. Eso quiere decir que van adquiriendo aficiones, que van dejando aparcadas una vez que los papás han adquirido todo el equipamiento. Por eso, en dieciséis años, ya hemos sido padres de futbolistas profesionales, baloncestistas, skaters, corredores de BMX, guitarristas, francotiradores, gigolos, pilotos de enduro y lo último es corredor de descenso o "descénder". El resultado de ese devenir es un trastero lleno de trastos, como mandan los cánones, y un papá acongojado porque se ha pasado media vida aguantando y peleando con papás de descénders y ahora teme convertirse en uno de ellos.
Hay que decir que son una raza especial. Los corredores y los padres. Los primeros porque le echan muchos cataplines, son hábiles y ágiles sobre la bici, suelen ser muy fríos y, lo más característico, les gusta mucho presumir de "bad boys"; los segundos porque están convencidos de tener un diamante en bruto y en su papel de protectores, presionan a los chicos, a los equipos y a los organizadores. Recuerdo a varios pilotos de los que denominábamos "campeón del Mundo de tiempo intermedio, medido por padre".
De momento, la bici de descenso ya está adquirida y todavía no está en el trastero. Dieguillo está todo el día dando brincos, ya ha hecho alguna escapada-cursillo a la sierra y se pasa el día viendo vídeos de la Copa del Mundo y amenazando con correr el Open de España. Uno, en su modestia, trata de explicarle a su hijo que conoce el tema del que habla, que hemos organizado varias Copas del Mundo de Descenso, un Mundial y mogollón de Campeonatos de España y que en el equipo hemos tenido, entre otros muchos, a dos de los mejores "bajadores" que ha habido en este país, David Vázquez y César Rojo. Pero como no basta y nos sigue mirando como a abuelos cebolleta contando batallitas del pleistoceno, hemos tenido que tirar de archivo y sacar clasificaciones y fotos de cuando eso, en el pleistoceno, corríamos nosotros, para demostrarle que sí, está en una familia de artistas, pero muy rápidos.
Ay niño, no te podría dar por la ópera o el flamenco, con lo que les gustaba a tus abuelos.

Pie de fotos: La insigne pintora Montserrat Gómez-Osuna en el Europeo en Suiza y la Copa del Mundo en Francia.