lunes, 28 de enero de 2013

DESTINO FATAL

Vivir lejos de casa es a veces muy duro, incluso cuando lo has elegido tú. En San Francisco pasamos un año maravilloso, pero con un inmenso bache en medio, provocado por la muerte de mi madre. En aquel momento y por mucho que llevase tiempo enferma, todo se derrumba y la distancia se hace interminable. Yo cogí un avión para, por lo menos, despedirme, pero Montse y los chicos se quedaron allí con una enorme soledad. En aquel momento hubo una serie de amigos que se volcaron con nosotros y nos ayudaron a sobrepasar el golpe. Nunca lo olvidaremos. Margaret, Duncan, Febe, Susan, Paul, Nora, Dan y algunos otros pusieron un hombro a tiempo que les acredita para siempre como amigos de verdad.
Ahora, desde allí, a 10.250 kilómetros y con nueve horas de retraso, nos golpea en la distancia la tragedia de la familia de nuestro amigo Dan. Un maldito accidente de coche en Hawai, similar a los que han destrozado a tantas familias en nuestro país, se ha llevado por delante a su padre, su hermano y su sobrino (además de otras dos personas). No soy capaz de imaginar peor escenario y mayor dolor. Sólo sé que aunque no les vemos desde hace un año (cuando nos visitaron en Madrid), en un momento así sientes tanta rabia e impotencia que tu cuerpo te pide subirte al avión y cruzar el charco, aunque sólo sea para dar un gran abrazo.
Un abrazo no arregla nada, pero en esas dramáticas situaciones fortalece las reblandecidas defensas emocionales. Es sólo un símbolo, teóricamente inútil como casi todos los símbolos, pero ayuda a percibir que aunque has perdido mucho, te sigue quedando algo. Por eso, aunque el dolor por la tragedia lo estén sufriendo allí lejos, aquí en la distancia se siente otro tipo de soledad, la de no poder arropar a alguien querido que lo necesita.
Hace unas semanas en un accidente similar en Argelia, murió el marido de nuestra gran amiga y casi ahijada, Yaula, dejándola sola con sus dos bebés y con ese futuro incierto (por ser benévolos) que como saharaui tiene por delante. Argelia y Hawai, dos lugares tan lejanos en el espacio; Sahara y Estados Unidos dos lugares tan lejanos en el concepto, unidos por el destino fatal que de vez en cuando nos arroja la carretera.El mayor peligro en cualquier lugar del mundo.

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