miércoles, 23 de enero de 2013

PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS

Ayer, discutiendo con un amigo saharaui le dije que "lo que estábamos haciendo eran elucubraciones" y él, que tiene un gran sentido del humor, me contestó que "no sé que es eso, pero me parece una guarrería". Después intentó explicarlo descomponiendo la palabra y hayando en ella culos y lubricaciones y, para mi tranquilidad, terminó echando pestes de la lengua castellana y de la cantidad de palabros confusos que tiene.
Es verdad, nuestra lengua, la que hablamos, es mágica y tiene unos matices tan puntiagudos que los extranjeros se vuelven locos cuando quieren aprenderla. Nos han fotut, como que no nos volvemos nosotros majaras con el english, probad a escribir "aquí hay tres árboles". Verdad que no es lo mismo una escuela que una esquela, un colutorio que un locutorio o un concesionario que un confesionario. Siempre he sido un amante de ese humor simplón de las palabras y sus juegos. De cruces de significados, intercambios de letras o cambios de acentuación. Mi familia y amigos son víctimas de ello y lo llevan con resignación.
Por eso tengo tanta admiración por ese mago de las palabras que es Juanjo Millás, que ahora ha llevado al teatro "La lengua madre" que queremos ver en los próximos días. Un inteligente y divertido monólogo con las palabras como protagonistas.
Por eso y porque heredé de mi padre ese gusto por trabalenguas tontilocuentes. Desde el veraniego "Mi especiaduría es el jugo de sandad", al pornográfico "no es lo mismo una tuberculografía, que ver tu culo en fotografía", pasando por el rebuscado "tejidos y novedades en el piso de encima no es igual que te jodes y no ves nada y encima te pisan".
Eso sí, el preferido de mis hijos es este clásico que me sigo sabiendo de memoria y pronuncio a gran velocidad, incluso sobrio: "Me han dicho que has dicho un dicho que has dicho que he dicho yo. Ese dicho está mal dicho porque el dicho que yo he dicho es un dicho mejor dicho que el dicho que a mí me han dicho que has dicho que he dicho yo". Pero lo que más les gusta es cuando lo copio en el Google Translate y le doy al altavoz... Se parten la minga... Y ya si lo traduces al árabe, el suomi o el chino, se "destornillan".
Qué mamarracho que soy y que palabra más antigua: ¡Mamarracho!

2 comentarios:

  1. Por si no lo sabías algunos de sus sobrinos tienen problemas para distinguir entre una "inmersión en la piscina" o "inversión en la piscina". Y no saben si los calcetines son hechos "por enanitos" o "para enanitos". Lógicamente van al confesionario a comprar coches y esas cosas, además de ir al tiosko a por el peróquito, comer namanas, hambunguesas y picarles la luenga.

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  2. "Almuhem" "No es lo mismo ostentoso que ostentóreo " Es el titulo del nuevo libro de José Antonio Pascual. Y como tu eres muy generoso, espero que me lo regales, y así puedo perfeccionar mi Español.

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