Conocí una chica que había pasado un año sin consumir y la pobre estaba bastante consumida. Quizás había llevado al extremo una práctica saludable. No, si todas las actitudes, cuando se convierten en manías, terminan siendo peligrosas.
Es verdad que en estas fechas empalagosas, aunque todos presumamos de lo contrario, consumimos (los que podemos) por encima de lo necesario, gastamos hasta tener remordimiento de conciencia y sacamos a pasear la Visa hasta aprendernos, de una vez por todas, el maldito PIN. Y uno, que no tiene ni puta idea de economía, como Rajoy, no sabe si hace lo correcto o no, si debe ahorrar o debe gastar. Vamos, que cuando entras a un restaurante que está vacío y pides un chuletón tienes que comértelo de mal rollo pensando que estás despilfarrando, siendo insolidario con quien lo pasa mal y viviendo por encima de tus posibilidades o lo degustas orgulloso de estar contribuyendo a mover la economía, a evitar que los camareros, cocineros, ganaderos, transportistas y carniceros que han toqueteado tu filete engrosen la lista del paro.
Os parecerá una nimiedad, pero el sábado no pude conciliar el sueño vespertino (la siesta en pedante) porque por la mañana había comprado mandarinas y me las dieron de esas que van envueltas en papel. Pensé en quién había sido el soplapollas que había tenido la brillante idea de envolver una mandarina, que puestos a recortar, ese gasto es totalmente superfluo y los españolitos ya tenemos bastante con pelar la fruta una vez, pero después me vino a ver la paranoia y llegué a la conclusión contraria: si quitamos el papel de las mandarinas bajaríamos el precio del kilo en algo así como cuatro céntimos, que apenas lo notaría la economía doméstica de la señora María, pero mandaríamos al carajo a miles de trabajadores que se ganan la vida produciendo el papel, imprimiéndolo, envolviendo la mandarina y pegando la pegatina. Así que ya sabéis, cuando empecéis a despotricar por el puto papelito, pensar en los curritos que se están ganando la vida y en vuestra aportación a la regeneración de la economía, estaréis haciendo más de lo que hace Mariano. Pero, una vez pelada y degustada la mandarina os sugiero leer con calma este interesante artículo sobre el consumismo para reflexionar hacia dónde nos lleva todo esto. Se empieza por una mandarina y...
PD. Vaaale, ZP tampoco tenía ni pajotera idea de números...
Hasta las mandarinas las compras de marca...
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