viernes, 11 de enero de 2013

EQUIS...Y PUNTO

Soy como la gata Flora, ya lo sé, pero es que llevamos mucho tiempo diciendo que el movimiento del 15M tenía que canalizar toda esa fuerza popular y transformarla en algo más que algarabía. La gata gritaba. Mucha gente pedía a gritos la aparición de un nuevo partido que supiera poner negro sobre blanco todas esas revolucionarias ideas que pueden dar un cambio a nuestra democracia. Y el momento parecía haber llegado y era recibido por muchos con los brazos abiertos.
Pero ahora la gata llora. La primera impresión no puede ser más desalentadora por exceso de márketing, por falta de transparencia, por enigmático, por difuso y hasta diría que por prepotente y manipulador. El otro día se presentó el Partido X, que pretende recoger esa ola de rebeldía de la calle y trasladarla a las instituciones, planteando un nuevo modelo de democracia. "Democracia y punto" la llaman, lo cual me parece ya un craso error porque el propio nombre de la democracia invita a mucha más apertura y tolerancia; no soporto la expresión "y punto" en ningún contexto porque implica un menosprecio de la visión o el criterio que los demás puedan tener del asunto. La democracia de Rajoy, la de Rubalcaba o la de Llamazares o la de Netanyahu o la de Fidel o la de Mohamed VI también son para todos ellos "Democracia y punto" y nadie puede erigirse en el representante divino y objetivo del significado de esa mágica palabra.
Pero ya que hablamos tanto de democracia, uno se queda sorprendido cuando alguien que pretende representar un movimiento popular, quiere hacerlo desde el anonimato, sin dar la cara, sin que te puedan cuestionar, ni tener que dar explicaciones y por supuesto sin democracia. Cómo vas a elegir a alguien que no sabes quién es... Sus componentes son un reducido grupo, cuyo órgano de control es el autocontrol y ellos prometen gestionar democráticamente el futuro del país. Sinceramente creo que hay bastante más democracia interna en el PP y en la Conferencia Episcopal.
Sigo leyendo una entrevista con un anónimo supuesto portavoz y explican que su objetivo es dar la cara si llega el momento de presentarse a las elecciones y eso sólo lo harán si hay un gran clamor popular que se lo pide, pero no para conseguir uno o dos escaños, sino si hay fuerza para marcar la política del país. Mi mandíbula está a punto de dislocarse, ahora vamos a salir todos a la calle y a la red para pedir a gritos que Fulanito y Zutanito salgan del armario y nos representen, sin saber quiénes son y con una enorme falta de humildad y de democracia: "Si gano juego, si pierdo, me quedo en casa"... Es como si toda la oposición se retirara cada vez que pierde unas elecciones.
Por último y por no ponerme pesado, termino de indignarme cuando oigo ese manido argumento de "no somos ni de izquierdas ni de derechas". Con todos los perdones del mundo, siempre he oído eso de gente facha y me inquieta; la política requiere de ideología, de compromiso, de valentía, de progresismo y el 15M estaba cargado de ideología y no precisamente "genovesca".
Estéticamente tampoco me gusta ni el nombre, ni el logo, ni la frívola puesta en escena. En cambio sí hay muchos de los conceptos y mensajes que comparto cien por cien con ellos y habrá que darles una oportunidad para ver si corrigen ese preocupante camino. Para cambiar la estructura de un estado, hace falta un poco más que ilusión y mercadotecnia, lo primero respetar al resto de personas, incluidos los políticos profesionales, que también los hay y a los que piensan distinto a ti, eso es la democracia, aceptar que no todos pensamos igual. Lo contrario sería una oligarquía... Y punto.

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