lunes, 10 de diciembre de 2012

LA FREGONA, NI TOCARLA

Hasta aquí hemos llegado. Hay que parar esto de inmediato. Nos gobiernan desde Alemania, nos impone las leyes el Bundestag, humillan y violan a nuestra prima de riesgo y nosotros calladitos y bien jodidos. Pero esta vez se han pasado, han tocado uno de los pilares del sentimiento patrio y es hora de levantarse de una vez; salgamos todos a la calle, levantemos el mocho y digámosle a los merkelianos que la fregona es española.
El Tribunal Supremo, siguiendo órdenes del Bundesbank o de la Bundesliga, ha dado la razón a la alemana Vileda, frente a la española Spontex en su guerra de patentes por el uso de la fregona y ese complejo y sofisticado mecanismo que une un trapo o bayeta a un palo. Toda la vida oyendo que la fregona y el Chupa Chups eran inventos españoles para que ahora se apropien de ellos estos "cabezas cuadradas". Es el momento de resucitar el espíritu de Iniesta, que tan alto dejó nuestro patriotismo, para frenar el negocio de la prepotencia germana.
Dónde están todos esos patriotas que dejaron de beber Freixenet y Codorniu por catalanes y no se alzan contra la humillación de las fregonas. Dicen que Rajoy está pensando remodelar el Gobierno, pues que ponga a Wert en asuntos exteriores o en economía para españolizar el mundo. He dicho españolizar, no espanyolizar... Periquito se nace y nos bastamos los que somos para hacer lo que hacemos. Poco.
Bueno, pues eso, que los franceses tienen una campaña de lo más patriota y chauvinista (por eso son franceses) en la que defienden y promocionan el consumo de productos galos, y nosotros sólo nos ponemos de acuerdo para ir contra nosotros mismos. A ver si entre tanto mail estúpido que me llega cada día, surge algún Don Pelayo y estructura una buena campaña para cambiar el BMW por un Seat, las Adidas por unas Kelme, la Nivea por el aceite Carbonell, las salchichas de Frankfurt por el Telepizza, la ensalada alemana por el pipirrana y la bayeta Vileda por la Spontex. Ese día los mercados nos perdonarán la vida, nuestro déficit desaparecerá y hasta la Merkel pondrá una bailarina de Lladró encima de su televisor y plantará su pino matutino en un buen retrete Roca, como hacemos todos los patriotas o por lo menos los de la generación de la fregona...

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