Estoy notando que me falla la movilidad exterior: está semana he sufrido dos accidentes, uno en bicicleta por intentar seguir a mi hijo en un descenso, y el otro chutando a portería con la hierba mojada... Casi me desnuco. Si es que a ciertas edades la movilidad exterior se va debilitando. Bueno, realmente no sé muy bien si la locuaz y brillante Ministra de trabajo que nos hemos echado se refería a ese tipo de "movilidad exterior" en su reciente comparecencia. También pensé que igual se trata del tráfico en la periferia de las grandes ciudades y de esos grandes atascos que sufrimos los que trabajamos o vivimos en el extra radio. Pero no, creo que la amiga Fátima Báñez hablaba de los emigrantes, simple y llanamente.
Llevamos un tiempo oyendo estupideces sobre los españoles, jóvenes y no tanto, que se ven forzados a abandonar nuestro país para ganarse las acelgas en países más prósperos. Continuamente se dice eso tan refinado de la "fuga de cerebros", que es una forma un tanto vanidosa y chauvinista de hablar de emigración. Los profesionales mejor preparados tienen que salir del país para buscar un futuro más prometedor, como si España se hubiera convertido de la noche a la mañana en el vivero de científicos, ingenieros, intelectuales y eminentes economistas que huyen del INEM y de Montoro para investigar y desarrollar sus prometedoras carreras en otro idioma. Y a mí, que me da por ser escéptico, me da la sensación de que esos jóvenes y no tanto, que optan por la movilidad exterior, van a ampliar su currículum como virtuosos del uso de la fregona (gran invento español), como conserjes del turno nocturno de hoteluchos del barrio de la estación de Munich o en el complejo mundo del Whoper y el Big Mac... En eso consiste la emigración.
Y lo que me hace gracia es que en este país no sepamos lo que significa eso, cuando tenemos una amplísima experiencia como emisores y como receptores. Cuando oigo a la carismática ministra hablar en esos términos, me surge la malévola idea de aplicar la misma terminología a los "machupichos" o "sudacas" o "guachupinos" o "moritos" que tan respetuosa y hospitalariamente hemos acogido durante las últimas décadas. Ellos eran la generación más brillante de su país y venían aquí buscando la oportunidad para desarrollar sus brillantes carreras en un escenario más adecuado a sus conocimientos. De Ecuador o Rumanía nos llegaron los jóvenes cerebros que buscaban movilidad exterior.
Y para completar esta insultante broma, llega la tía Merkel y sugiere a los países sudamericanos que ayuden a sus hermanos europeos ahora que la economía de aquello que llaman LATAM está infestada de brotes verdes. Así que en breve veremos la paradójica imagen de los cerebros españoles buscando movilidad exterior en Ecuador. Chachas, jardineros, basureros, limpiadores o mensacas, todos tendremos un hueco allí. Lo que me quita el sueño es saber qué mote nos pondrán...
PD. La foto que ilustra esta entrada circula estos días por internet y dicen que la chica de la izquierda es una de las políticas de las que hablamos aquí... y por supuesto no es Fátima Bañez.
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