lunes, 1 de abril de 2013

PROBLEMAS MECÁNICOS


Recuerdo como se retorcía el 127 al entrar a las curvas a derechas y notaba golpes de chapa que casi me agujereaban la suela del zapato. Claramente se había reventado el amortiguador de aquel lado y cuando giraba, hacía tope. Lo llevé al taller y para facilitarle el trabajo al mecánico le adelanté el diagnóstico: “Tiene reventado el amortiguador”. A la semana me devolvieron el coche con los discos de frenos nuevos, los neumáticos equilibrados y el paralelo hecho, pero seguía sonando el ¡clack! y bailando el “Harlem shake” en cada curva. Volví al taller e insistí en el veredicto: “Estoy seguro de que es el amortiguador reventado”. Otra semana después lo recogí con mi padre (era el que pagaba) y me habían cambiado la dirección por un problema de la cremallera, que no de la bragueta. Nada nuevo bajo el sol, el 127 parecía un Dyane 6 y el ruido seguía allí, así que volvimos cabreados a pedir explicaciones y fue a la tercera cuando el “sabio” mecánico descubrió el problema: “El amortiguador izquierdo está sin aceite, se ha debido reventar”. Lo arreglaron y nos terminaron de desplumar, pero yo aprendí que a muchos seres humanos les sienta mal que nadie les dé lecciones o les diga que es lo que tienen que hacer en el trabajo. Profesionales mediocres.
Aun así, la semana pasada volví a cometer ese error de juventud (todavía soy un chavalín), pero esta vez fue en el médico. Entré y cuando me preguntó la doctora por mis síntomas, le di mi diagnóstico, lo que sirvió para que la muy necia sintiera herido su orgullo profesional y dedicase todo el tiempo de la consulta a rebatir mis argumentos y a inventar ella mis síntomas, sin ni siquiera oscultarme. Fui a verla porque me mareo con frecuencia y ella decidió que no es que me maree, sino que me pongo nervioso y respiro por la boca y entonces hiperventilo (no tiene nada que ver con lo pedos) y me entra ansiedad. Fue entonces cuando me entró ansiedad por darle una colleja y, recordando la historia del 127, decidí no volver jamás a ese médico.
También aprendí un consejo que me dio un viejo arquitecto: lo inteligente es dar órdenes camufladas de consejo y lo más maquiavélico es influir, consultar, sugerir, hasta conseguir que los demás tomen la decisión que te conviene… Pero nunca le digas al mecánico o al médico qué es lo que tienes, que lo adivinen ellos.
PD. He buscado una foto del 127, pero sólo he encontrado de su sucesor, el Talbot Horizon

3 comentarios:

  1. Cuando te mareas, estas erectado? Tenemos los mismos sintomas...

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  2. De donde has sacado esa foto, la Mare de Deu, la calle de Manzanares de tierra, y la casa de Pirin entera... Unas decadas ya tendrá, jopetas.

    Mi diagnóstico para tus mareos, vete al otorrinolaringólogo, toma ya, a que te vena el oído, a ver si es del caracol de las pelotillas, que también produce vértigos y eso.

    O mejor, vete al veterinario...

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