Recuerdo como se retorcía el 127 al entrar a las curvas a derechas y notaba golpes de chapa que casi me agujereaban la suela del zapato. Claramente se había reventado el amortiguador de aquel lado y cuando giraba, hacía tope. Lo llevé al taller y para facilitarle el trabajo al mecánico le adelanté el diagnóstico: “Tiene reventado el amortiguador”. A la semana me devolvieron el coche con los discos de frenos nuevos, los neumáticos equilibrados y el paralelo hecho, pero seguía sonando el ¡clack! y bailando el “Harlem shake” en cada curva. Volví al taller e insistí en el veredicto: “Estoy seguro de que es el amortiguador reventado”. Otra semana después lo recogí con mi padre (era el que pagaba) y me habían cambiado la dirección por un problema de la cremallera, que no de la bragueta. Nada nuevo bajo el sol, el 127 parecía un Dyane 6 y el ruido seguía allí, así que volvimos cabreados a pedir explicaciones y fue a la tercera cuando el “sabio” mecánico descubrió el problema: “El amortiguador izquierdo está sin aceite, se ha debido reventar”. Lo arreglaron y nos terminaron de desplumar, pero yo aprendí que a muchos seres humanos les sienta mal que nadie les dé lecciones o les diga que es lo que tienen que hacer en el trabajo. Profesionales mediocres.
Aun así, la semana pasada volví a cometer ese error de
juventud (todavía soy un chavalín), pero esta vez fue en el médico. Entré y
cuando me preguntó la doctora por mis síntomas, le di mi diagnóstico, lo que
sirvió para que la muy necia sintiera herido su orgullo profesional y dedicase
todo el tiempo de la consulta a rebatir mis argumentos y a inventar ella mis
síntomas, sin ni siquiera oscultarme. Fui a verla porque me mareo con frecuencia
y ella decidió que no es que me maree, sino que me pongo nervioso y respiro por
la boca y entonces hiperventilo (no tiene nada que ver con lo pedos) y me entra
ansiedad. Fue entonces cuando me entró ansiedad por darle una colleja y,
recordando la historia del 127, decidí no volver jamás a ese médico.
También aprendí un consejo que me dio un viejo arquitecto:
lo inteligente es dar órdenes camufladas de consejo y lo más maquiavélico es
influir, consultar, sugerir, hasta conseguir que los demás tomen la decisión
que te conviene… Pero nunca le digas al mecánico o al médico qué es lo que
tienes, que lo adivinen ellos.
PD. He buscado una foto del 127, pero sólo he encontrado de su sucesor, el Talbot Horizon
Cuando te mareas, estas erectado? Tenemos los mismos sintomas...
ResponderEliminarUnknown.....me parto!
ResponderEliminarDe donde has sacado esa foto, la Mare de Deu, la calle de Manzanares de tierra, y la casa de Pirin entera... Unas decadas ya tendrá, jopetas.
ResponderEliminarMi diagnóstico para tus mareos, vete al otorrinolaringólogo, toma ya, a que te vena el oído, a ver si es del caracol de las pelotillas, que también produce vértigos y eso.
O mejor, vete al veterinario...