jueves, 5 de enero de 2012

VICISSITUDES

Vicisitudes. Si no sabéis lo que significa en español, cómo vais a saber lo que quiere decir en inglés. Y supongo que tampoco sabía cómo se escribía, el traductor que tuvo que darle la vuelta a los textos de presentación de la exposición del Hermitage en El Prado. Le imagino buscando en el diccionario vicisitud-vicissitud, ¡joder qué fácil!, y después mirando en el de sinónimos para saber qué coño es realmente una vicisitud: Acontecimiento, evento, suceso, albur, incidente, alternativa, dilema, sucesión, altibajo, variación... Pues me he quedado igual y eso que, según esto, soy un profesional de la organización de vicisitudes.
Os cuento esto porque tengo la extraña manía de leer los carteles de los museos en inglés, los entiendo mucho peor que en español, pero me divierte porque creo que me sirve de práctica para aprender y porque me siento turista. Me encanta la sensación de sentirme turista en mi ciudad, de cruzarme con los sonrientes guiris boquiabiertos ante lo mejor y lo peor de nuestro país; flipados en un bar viendo gritar al camarero y mirando el plato de bravas o calamares del vecino para pedir lo mismo... Y su cara de repugnancia cuando comprueban que lo que han pedido son callos u oreja o cuando miran al suelo y no ven el suelo o cuando miran a la pared y ven un amenazante Miura mostrado como trofeo.
Me gusta mucho el city marketing o el arte de vender una ciudad, de prepararla para recibir más turismo, de acondicionarla para que sea atractiva, de salir fuera a ver qué cosas buenas tienen otras ciudades y adaptarlas o copiarlas. Por qué inventar si ya está inventado y se puede copiar. Madrid está muy bien pero hay tantas cosas que se podrían aplicar de otras grandes ciudades, como las bicicletas de alquiler de Barcelona o las rutas a pie pintadas en el suelo de Boston o los tranvías y murales de San Francisco o las fuentes de Chicago o las terrazas con calefacción de París o las calles peatonales de tantas ciudades europeas... Y eso que pese a la deuda y a su fiebre recaudatoria, Gallardón ha sido bastante buen alcalde. Ahora que nos encontramos ante la vicisitud del cambio de alcalde, me preocupa que esta ciudad pase a ser más gris, más triste, menos atrevida, más conservadora.
Todo esto me pasa por pararme a leer los cartelitos que acompañan a la exposición. Pero si siempre he estado en contra de ellos, si no entiendo las obras de arte que necesitan explicación, si no me gustan las exposiciones con título, si creo que el arte es de los artistas y no de los comisarios que se empeñan en reinterpretarlo y en explicárnoslo robando protagonismo al propio artista. Y no con ello estoy justificando mi incultura, esa es culpa mía por no hacer caso a mi profesora, la "mini Pili" que nos recomendaba leer, cada día, diez palabras en el diccionario antes de irnos a dormir. Si le hubiera hecho caso, ya llevaría 150.000 palabras y por lo menos sabría lo que es un albur. A vicisitud todavía no habría llegado.

2 comentarios:

  1. "Orden sucesivo o alternativo de algo. Inconstancia o alternativa de sucesos prósperos y adversos". Definición según la RAE, osea que te dedicas a organizar sucesos prósperos y adversos alternativamente, ole tus urdangarines...

    ResponderEliminar
  2. Yo,como siempre he sido una empollona y muy pelota, que es lo que da mas nota, si hice, lo que comentas de aprender 10 palabras todas las noches, pero como con los periodicos ( cuando los leia), empiezo siempre por el final, yo si he llegado hace muy poquito a Vicisitud.

    Vicisitud = devenir, vamos lo que viene siendo un " coming and going "

    ResponderEliminar