Como no podía ser de otra forma, el Papa vuelve a colarse por pleno derecho en este blog y lo hace por ese cese fulminante que le ha llegado desde arriba. Tras una larga jornada leyendo todo tipo de ocurrentes bromas y patéticos chistes sobre su eminencia, he llegado a la conclusión de que todo esto es una cortina de humo.
Que si Roma 1- Genova 0, que si se retira para montar un garito de bodas en Eurovegas o ser consejero del Banco Espíritu Santo, que si la porra del nuevo Papa va a ser dura... Tropecientasmil gilipolleces que hacen que en unas pocas horas estemos todos hasta las narices de la renuncia papal y todas sus interpretaciones.
Pero hay que reconocer que a unos cuantos les ha venido Dios a ver. Me refiero a Arturo Fernández, a Joan Rosell, a Ana Mato, a Barcenas y hasta al mismísimo Mariano Rajoy; todos los que estaban iluminados por los focos de las cámaras y han visto como los micros y los plumillas han salido en estampida hacia El Vaticano.
Y sinceramente, no creo que sea malo un poquito de aire fresco, porque también estábamos empezando a distorsionar el asunto de la corrupción enfocándolo desde la más pura demagogia y dejando a un lado el verdadero meollo de la cuestión. Que los sueldos declarados por Marianín no coinciden con lo que dijo aquí o allá, es importante, pero no es el problema capital del asunto. Que Arturo Fernández paga a sus empleados parte del sueldo en negro, como el 120% de los bares, restaurantes y comercios de nuestro país, no es muy constructivo, pero no debe quedarse en el detalle. Lo realmente importante de todo este culebrón no es que una, dos o veinte personas ganen un poco más de dinero o que no paguen sus impuestos o que incluso lleguen a robar. Lo realmente grave y que está quedando ocultado por ese humo demagógico y populista de los sueldos y los impuestos, es la trama perfectamente organizada que supuestamente había o hay montada para financiar de forma ilegal a un partido, (ya sé que otros también lo han hecho o lo hacen, pero ahora le han pillado a este), y la implicación de numerosas empresas que si ponen dinero es porque reciben muchíiiiiiiiísimo más a cambio.
Que Arturo pague como le dé la gana, allá él con Hacienda, pero que no nos dé lecciones a nadie y que explique cómo se hace para tener la concesión de restauración de la mayoría de instituciones oficiales. Que la Mato se duche en confeti cuando quiera, pero nos expliquen a cambio de qué les regalaban tantas cosas. Y que Mariano no haga nada más por conseguir credibilidad porque la tiene totalmente perdida, que gane lo que tenga que ganar, y se aparte de toda esa mafia si es que realmente no tiene nada que ocultar.
Lo demás es una cortina de humo que no nos deja ver el bosque... ¿era así, no?... Estaremos atentos para ver de qué color es la fumata.
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