domingo, 10 de febrero de 2013

MANERAS DE VIVIR

No son tiempos para la filosofía, más bien para la supervivencia. Así es para quien está con el agua al cuello, agobiado por mantener la cabeza a flote y poder respirar, e igual para quien aun no ha sufrido el zarpazo de la crisis y aguanta en la superficie, pero vive asustado pensando que pueden venir tiempos peores. Se vive con miedo y por eso no se consume. Unos porque no tienen dinero y otros porque tienen miedo a perderlo.
A pesar de todo, cuando te topas con un vídeo de estos que te remueven los entresijos y pones en cuestión tu filosofía de vida, cualquiera disfruta con sus fantasías existenciales, con todos esos deseos y planteamientos que tantas veces te has hecho, pero nunca te has atrevido a poner en marcha. Esos utópicos "carpe diem" y vive el momento, ahora tienen poco sitio, porque bastante tiene la gente con vivir al día. Aun así, a veces encuentras algún resquicio en la cafetería entre Barcenas y Mato, entre Messi y Ronaldo, para comentar inquietudes, para escuchar a uno que sueña con irse a vivir a Estados Unidos, otro que fantasmea con hacerse pastor, algún atrevido que promete irse a África y hasta un snob que dice que el dinero no sirve para nada, que no te da la felicidad. Este último, es un comentario que no se suele escuchar en la cola del INEM, sino en boca de alguien a quien le sonríe la economía, alguien que no le dé importancia a esas cosas tan básicas y terrenales como comprarse una casa, un coche o un televisor, porque quizás hace mucho tiempo que lo tiene.
El materialismo es también una cuestión social, una aspiración de quien no ha llegado a poseer esos símbolos que nos han vendido como termómetro de la felicidad y el bienestar... Y en eso vuelve el amigo y te dice que lo que realmente hace feliz al ser humano es ayudar a los demás, que es mejor regalar que recibir un regalo, querer que ser querido... Palabras muy bonitas y generosas, siempre y cuando tengas posibilidad para ayudar, dinero para comprar el regalo y alguien a quien querer. Tal es así, que de inmediato saltó otro amigo con una visión un tanto más fría y agria, afirmando que el ser humano es egoísta en cada una de sus acciones y que hasta cuando está ayudando o siendo solidario con los demás, lo hace por puro egoísmo, para sentirse feliz consigo mismo.
Y yo, mirando para un lado y para el otro, como si fuera un partido de tenis, intentando coger lo mejor de cada una de las visiones, terminé enfrentándome a los dos, por crear polémica, y dándoles la razón, por conciliar. Sí, ojalá el dinero no fuese la máxima aspiración de las personas y tuviésemos una sociedad basada en otros valores, aunque sean tan egoístas como el de ayudar a los demás.

1 comentario:

  1. Ya, pero el video no deja de ser un poco demagógico. Yo también me quiero ir a un pozo enorme que hay en Indonesia a tirarme en parapente, es lo que realmente quiero, pero necesito un montón de pasta para ir, comprarme el equipo, llegar, comer, alojarme......y seguir comiendo cuando vuelva, así que hay que cambiar algo más en la mentalidad de la gente, porque vivimos en una comunidad con responsabilidades, entre otras cosas. Paro, que esto empieza a ser rollero.

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