Lucio es un tramposo. Paso de jugar con él, siempre gana. Recuerdo en mis partidos de fútbol con Martín o Diego que de vez en cuando les humillaba por una cuestión educativa, para que supieran perder. Con Lucito, lo intento pero no lo consigo; me marca un gol, 1-0, le marco yo, lo anula; marca él, 2-0, marco yo, lo anula... Siempre hay un motivo: "Ha sido alta... iba muy fuerte...estaba mirando para otro lado...me estaba haciendo pis..." Y así hasta que el padre con inflamación testicular se mete en casa y deja fuera al microbio celebrando un 14-0 ó similar.
Por eso no me ha extrañado ver esta ilustración en el libro que han hecho en el cole para celebrar el Día del Libro, en la que aparecemos los dos jugando al fútbol. Le dijeron que pintara a su padre y sólo se le ocurrió eso, qué imagen más equivocada. Encima se me ha ocurrido presumir del "paradón" que estoy haciendo y me ha dicho que yo soy el de arriba, el de la parada es él... Ventajista...
Aunque no me gustan los "días de..." porque normalmente me parecen insuficientes para abordar asuntos tan relevantes como el Alzheimer, el cáncer, la malaria, África o el padre, el del libro sí me gusta. Todos los días deberían ser día de todo eso y sobre todo del libro. Es un día bonito, aunque sea lunes, que siempre hemos vivido en casa de una forma especial. Ayer lo celebramos asistiendo a la presentación de la editorial "En voz alta" de nuestras valientes amigas Belén y Berta.
Cuando era pequeño no entendía que se celebrara el Día del libro para conmemorar la muerte de Shakespeare y Cervantes. También sentía mucha rabia por ser el día de los Comuneros, me ponía el disco de Nuevo Mester de Juglaría y me ponía muy triste escuchando el cruel final de Padilla, Bravo y Maldonado... Por cierto, qué chungo ha sido siempre aparcar en cualquiera de las tres.
Sin embargo, para nosotros siempre hubo un motivo de gran alegría cada 23 de abril, era el cumpleaños de mi madre, una gran escritora.
Pues felicidades a todos los lectores, y a esas dos emprendedoras culturales.
ResponderEliminarBelen y Berta son valientes, casi como tu Diego que sigas jugando al futbol tiene tambien mucho merito.
ResponderEliminar¡¡Pues mandamos un beso muy fuerte al cielo ¡¡
ResponderEliminarP.D. Yo me habia dado cuenta de quien eras en el dibujo, por el pelo....no habia duda.
Lo mejor del dibujo es que los dos, padre e hijo, estáis sonriendo mientras jugáis juntos. Qué suerte tienes, papito.
ResponderEliminarY como dice Marta, muchos besos para Amalia
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