¡Qué pereza! ¿no? Qué poco me apetece escribir del Rey, de Repsol, de Froilán, de Rajoy o de su prima. Y qué poco os apetece a vosotros leerlo. Qué aburrimiento. Necesitamos que empiecen a llegar temas más divertidos, noticias más felices... Vamos, que empiezo a echar de menos el método franquista de contraprogramación deportiva en épocas de conflictos. Que hay manifestación, pues partido en directo en la tele. Ya sé que eso ya no vale porque hay partido todos los días, pero sí tengo la esperanza de que sea el fútbol (lo iba a llamar "deporte rey" pero no quiero molestar a ningún aficionado) el que nos saque de este atolladero, de este camino sin retorno hacia el suicidio colectivo de toda la humanidad o por lo menos el de toda la zona Euro.
Sí el deporte es balsámico, amansa a las fieras (ni al elefante lo considero fiera, ni a la caza deporte), y exalta los valores patrióticos. Ahora mismo nuestro país necesita de los triunfos de nuestros ídolos y no debemos dejar que nos sigan machacando las malignas fuerzas internacionales que llegan por los cuatro costados. Que la Merkel sigue erre que erre, mandemos al Madrid a destrozar al Bayern; que Sarkozy da por saco, allí estará Nadal para ponerle otra vez el himno en Roland Garros; que Monti se pone gallito, pues Lorenzo pasa por fuera a Rossi; que la Cristina esa se queda con Repsol, pues Ballesteros se encarga de Messi... Si la política es más sencilla de lo que parece.
Además, lo bueno que tiene el deporte es que todos entendemos mogollón. Difícilmente nos van a engañar hablando de fútbol como lo hacen cuando se trata de economía o política. Cualquiera de nosotros está preparado para ser Seleccionador Nacional y todos podemos juzgar o ajusticiar a cualquier árbitro. Lo único que nadie sabe explicarse es por qué los jugadores de fútbol escupen con tanta facilidad. Si queréis hacer la prueba apuntad los "lapos" que veis a lo largo de la retransmisión de un partido, muchos más que corners, o que fueras de juego, o que faltas, o que improperios de Mourinho... Repugnante. A mi me gusta analizarlos como parte del juego, ver la distancia, el estilo y la viscosidad para saber en qué estado se encuentra cada jugador. Mi preferido es el de nariz. Nunca he sabido hacerlo y por eso admiro la facilidad con la que se tapan un orificio y lanzan por el otro un verdoso proyectil sin darse en los pies (tampoco ahora va con segundas el tema).Yo les entiendo a todos porque es verdad que cuando se hace ejercicio se segrega mucha mucosidad, pero siempre me he preguntado por qué los jugadores de baloncesto, los pilotos de motos o coches, los nadadores o los golfistas no escupen. Bueno, supongo que los primeros es por no resbalarse sobre la cancha y por eso se tragarán los gargajos, los segundos lo echarán contra el casco, los terceros en el agua y los cuartos, por Dios, son demasiado finos para escupir. El ejemplo ecológico es el de los gimnastas que se lo echan en las manos o el de los boxeadores que sacan la escupidera.
No estaba premeditado. Una cosa ha traído a la otra, pero es curioso que he empezado con las últimas noticias de la actualidad y habéis acabado todos con ganas de escupir.
PD La foto no tiene mucho que ver, pero como podéis entender no tengo muchas fotos del asunto.
Brilliant, soplao! jajaja
ResponderEliminarCuando quieras te enseño lo del nariz, es facil, limpio y efectivo...
¿ Y los biciclistas? El otro día nos vimos obligados a ver pasar la vuelta ciclista a Castilla-Leon, La Mancha y parte de Albacete y vimos como un biciclista de rosa, saco una cosa de esas verdes de su nariz ..... pero pensamos que era un estrategia de equipo.
ResponderEliminarPuaggggg, que asco, marrano. No se puede desayunar con una entrada así......
ResponderEliminarVan tres personas en un departamento de tren. Una de ellas se levanta y se presenta.
ResponderEliminar-Serguei Orlof (mira una mosca posada en el cristal de la ventana, tira un lapo y la deja pegada). Soy campeón de mundo de escupitajo de precisión (la mosca estaba en una posición terriblemente complicada).
-John Smith, dice el segundo (comienza a seguir con la mirada una mosca que revolotea por el departamento, tira un lapo que la va siguiendo, la alcanza y la deja pegada a la ventanilla). Soy campeón del mundo de escupitajo artístico, … además de dueño de una conocida marca de zapatillas.
-Pedro Pérez, dice el tercero que, cómo no, es español, español, español (ve pasar una mosca, tira un lapo y les da en la cara a John y a Serguei ). Amateur.
No he podido evitarlo.
Chema
Diego, que asco das.
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