Poner en cuestión la democracia es, hoy en día, algo muy mal visto. Hay que hacerlo en la intimidad, como quien habla catalán. Como este blog es realmente íntimo porque somos cuatro gatos, os voy a confesar que en algunas ocasiones comparto teorías totalitarias como las que defendía algún que otro filósofo griego, en concreto creo que se trataba de Platón. Sí Platón, el que siempre te recuerda a la tía buena del colegio en la que pensabas por el día, por la noche, en la cama o en el baño... Teorías poco demócratas, pero bastante defendibles sobre el papel como es el gobierno de los sabios. Imaginad que existiera un ser infalible, sabio, justo y capaz de gobernar a sus conciudadanos aplicando justicia, igualdad, sensatez y sabiduría, ante el consenso generalizado. Yo estaría dispuesto a someterme a su dictado de por vida. Lo que ocurre es que ese ser todavía no lo conocemos, por lo menos, no en este planeta; quizás por eso, algunos han intentado buscar un ser supranatural que reuna esas condiciones, pero tampoco lo han podido encontrar más allá de su imaginación.
Trato de pensar en posibles candidatos para ese puesto de "Gran dictador", pero no me cuadra ninguno, ni siquiera Esperanza Aguirre. No. Ni ella ni nadie de la clase política, pero tampoco de la cultura... Quizás Santiago Segura... No sé, igual sería mejor buscar en el extranjero, pero muy en el extranjero. O a lo mejor es que hay que seguir con el sistema democrático, depurándolo un poquito más. Por eso me hubiera gustado ir el sábado a la mani indignada, para darle un empujoncillo a esas sanas propuestas de Democracia Real que nadie debería cuestionar pues lo que persiguen es un estado mucho más democrático y por ende más justo.
Pero no pudimos ir por una causa de peso. Aprovechando de esa intimidad que decíamos, os lo voy a confesar: teníamos una fiesta de disfraces a la que habíamos confirmado asistencia hace un montón de semanas y en la que yo debía hacer de Dj. Así que nos fuimos fuera de Madrid, nos disfrazamos de Johny Rotten (Martín), Slash (Dieguillo), Power Ranger (Lucio), Amy Winehouse (Montse) y Janis Joplin (servidor) y lo pasamos bien. Lo único es que en mi habitual papel de pinchadiscos de fiestas de pueblo, volví a sufrir las iras del respetable, que me inspiraron para desarrollar esta teoría sobre la democracia. Decía mi padre que la cultura y la educación no pueden ser plenamente democráticas porque si preguntas al pueblo que tipo de cultura quiere, el resultado puede ser bastante pestoso; la prueba la tenemos en la televisión que se deja guiar por las audiencias para echarnos más y más basura a la cara.
Pues eso, el Dj tiene que ser un ser sabio y justo, como yo, que pone lo que le sale de los huevos, porque si tiras de talante, vas de demócrata y dejas opinar, te pasarás la noche cambiando de Radio 80 a Radio Olé, pasando por Radio 3, Onda Fuenlabrada, Cadena Dial o Radio poligonera. Pon algo disco para bailar...Por qué no pones una lenta... Los chicos quieren hip hop... Pon algo de merengue... No tendrás reggaeton... Y sólo te quedan dos opciones, mandarles a la mierda a todos o darte a la bebida; opté por la segunda, para poder darle al play en Raphael, el Chiqui-chiqui, Camilo Sexto, el chunda-chunda... Aprendizaje: ser Dj supone pinchar música que no te gusta. Dicho de otra forma, la música que te gusta a ti o a mí, no sirve para bailar, a no ser que tengas un deportivo con los cristales tintados y te guste compartir decibelios con el resto del atasco.
Por eso a las tantas de la madrugada había desarrollado esta sabia teoría inspirada en Beefeater y en Giorgie Dann... Ni democracia, ni ostias.
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ResponderEliminar¿A que mi musica era la mejor? Eh? ¿ A que lo de Víctor no os lo esperabais? Yo tampoco :-)
ResponderEliminarY ¿donde están las fotos de tan magnífico evento? NO A LA CENSURA, queremos verlas.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo en que ser DJ de tanta gente tan variopinta, gente entre los sesenta y los cinco añitos no es fàcil. Hubo ratos de baile y diversión para todos los pùblicos. Hasta los adolescentes mas tímidos se arrancaron a bailar. Yo me quedo con la actuación estelar del duo mas joven del pueblo; Darío (8 años) y Lucio(5). Parecía que les habían dado cuerda y no pararon......se nota que mas que huesos tienen chicle en las piernas, ¡Que manera de saltar y retorcerse!
ResponderEliminarSobre las fotos espero que funcione la censura.......
Por cierto, yo también tengo remordimientos por haber faltado a la manifestación pero en espíritu allí estaba yo tambièn.
Consejo al DJ. "una paja a tiempo siempre es una victoria".
ResponderEliminarAunque en tu relato se desprende que la democracia muchas veces es un frasssscaso o tongo, ¿porque, quien fue el insensato que te eligio de DJ ?.
Lamujerdelheramano