Comprad el periódico y guardarlo. Eso es lo que hago yo cada vez que vivo un acontecimiento internacional relevante y hoy también lo haré. Tengo en mi maleta de los recuerdos los ejemplares del 23-F, el 20-N, el 11-S, el 11-M, el 15-M, el 13-N, la muerte de Sadam, la de Franco, la de Bin Laden, la de Picasso... Pobre Picasso, con que panda le he mezclado... Y ahora añado a la hemeroteca un ejemplar único como el de hoy y encima me ahorro un euro porque me dan un dos por uno.
Que se jodan los mercados, la prima de riesgo, los Moody Blues y sus nefastas previsiones, que se están quedando sin protagonismo, que llevamos un par de días con buenas noticias y que hoy sí que se van a vender periódicos. Eso sí, imaginad el cabreo que tienen los dueños de los principales medios, que se les amontonan las noticias del año en el mismo día. Me sorprende la torpeza marketiniana de ETA, que siempre había manejado diabólicamente bien los tiempos de sus comunicaciones, pero que hoy se ha precipitado dejando que su comunicado compita en las portadas de todo el mundo con la foto de Gadafi ensangrentado, justo hoy que pretendían limpiar su rastro de sangre.
Hay una máxima en el periodismo que dice que las buenas noticias venden menos que las malas. No estoy de acuerdo, quizás es que no las saben contar, que no las tratan con el mismo morbo y empeño que a las malas. La gente está deseosa de buenas nuevas, de ver ganar a la Selección, de oír a la amiga Leire hablar del momento estelar de la humanidad, de ver casarse a la Duquesa, de creer que España va bien porque lo dice Aznar y que no hay crisis porque lo dice Zapatero. Ya veréis como hoy se agotan los diarios en busca de la foto de la hija de Carla Bruni y el bajito. El ser humano es de por sí optimista y en cuanto tenemos el más mínimo motivo, lo celebramos.
No es que hoy sea un día de celebraciones, tampoco es eso. Más bien es un día para la esperanza, como ocurría ayer con la liberación de Shalit. No puede celebrarse la muerte de nadie, ni siquiera de un sátrapa dictador como Gadafi y menos aun la forma en que han acabado con él, pero no se puede negar que el suceso, por triste y cruel que sea, abre una ventana a la esperanza y a la paz. Tampoco sé si debemos celebrar ningún acontecimiento en torno a ETA, son muchos los muertos que quedan en el camino como para sonreír sin que se escape una lágrima o una mueca de dolor. Aunque yo me alegro y mucho y me gustaría que todo el mundo se alegrara ante una noticia así, aunque hay algunos que parece que les da rabia... No sé. Esperanza, eso sí, esperanza, toda.
No era mi intención convertirme en columnista de la actualidad, pero ya sabéis que la vena periodista se lleva dentro y noticias como estas no se pueden pasar por alto. Tampoco me apetecía hablar tanto de esperanza, aunque al menos esta es con minúscula. Y desde esa esperanza, que no Espe, hago mi última reflexión: Sin duda, hoy el mundo está algo mejor que hace tres días, no lo estropeemos.
Y como les he dicho a mis hijos, recordad siempre que vosotros también vivisteis el 20-O.
PD. El de la foto es un gran cantautor peruano, llamado Gadafi.
¿13N? ¿Es que nadie se ha dado cuenta de que el 13 N no ocurriò nada memorable? Pues si que ocurriò.......es el cumpleaños de mi esposo, tambièn firmante de esta entrada. Como queda poco para ese dia tan memorable, apuntadlo en el calendario y no os olvideis de mandar los regalos.
ResponderEliminarFranco, Gadafi y ETA, todos el 20 N, no digo más...
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