
Pero es lo que se lleva, que los conservadores se erijan en los defensores de la libertad y los socialistas hagan políticas republicanas, pero de los republicanos americanos. Y los ciudadanos abriendo la boca, de sorpresa y de aburrimiento. No cabe duda, las cosas están cambiando, atrás quedaron los tiempos de contraposición entre capitalismo y comunismo. Ahora es época de intervención del Estado en la economía, pero para ayudar a los bancos. Como mola esa economía de mercado en la que si va bien la cosa, ganas y si se tuerce te ayudan. Además siempre cuenta con el visto bueno popular porque a todos nos tienen bien acojonaditos con el fantasma del corralito que de vez en cuando dejan revolotear.
En esa misma línea irán las salvadoras privatizaciones, empezando por el agua; mientras haya dinero que ganar, lo ganará la empresa empeorando los servicios, pero si la empresa quiebra, allí estará el Estado para salvarla, porque no pensarán dejarnos sin agua ¿verdad?. También me gusta esa visión socialista de nuestra alcaldesa pidiendo al proletariado su aportación voluntaria trabajando gratuitamente por el bien de la sociedad o su propuesta de inversión en ciencia y tecnología con ese macro casino "paraíso fecal" que quiere montar en el sur de Madrid.
Realmente uno no sabe bien en que país vive. La judicialización de la política, la politización de la justicia, la berlusconización del panorama y la extendida corrupción han impulsado el crecimiento del partido escéptico. Menos mal que se oyen tambores de cambio en la izquierda y que el nuevo PSOE del joven Alfredo va a poner las cosas en su sitio. Ya de entrada, el otro día invitaron al presidente saharaui Abdelaziz a su congreso en Sevilla... Y el otro ingenuo aceptó. Después de ocho años dando la espalda y haciendo feos al Sahara, ahora le vuelven a utilizar para acercarse al electorado. Me parto la polla... por no cortármela.
Sólo me falta ver a Tejero dando clases de democracia... Todo se andará
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