jueves, 23 de febrero de 2012

RUMBO AL SUR

Salvando mis diferencias con Espe, que las hay y muchas, el proyecto de "Madrid Rumbo al sur" de la Comunidad siempre me ha parecido interesante. Es una buena forma de acercar a nuestros estudiantes a la realidad de ese continente tan distinto que está a sólo 14 kilómetros. Siempre he dicho que tendría que ser obligatorio que todos los chavales viajasen, al menos una vez en su juventud, a África.
Yo he tenido la suerte de viajar cuando apenas tenía veinte años, invitado como periodista a cubrir el París-Dakar. Desde entonces sufrí esa enfermedad tan conocida que es el contagio de África; la necesidad imperiosa de ir por lo menos una vez al año a ese gigantesco, pobre, pero maravilloso territorio donde los paisajes y sus gentes te conquistan. A partir de entonces he viajado en numerosas ocasiones a Marruecos, Senegal, Mali, Mauritania, Tanzania... y en doce ocasiones a los campamentos saharauis en Tindouf (Argelia).
Allí tengo mi segunda casa y espero con ansia la llegada de la última semana de febrero para reunirme con mi familia saharaui. Estos días son una locura, ultimando detalles del Sahara Marathon, acabando las últimas compras y haciendo la maleta para que no se olvide nada. Es el equipaje más divertido del año. Una placa solar para la familia, el rollo de papel higiénico, el saco de dormir, varias latas de zamburiñas para el momento de ansiedad ante tanta carne de camello, poca ropa que casi no se usa, zapatillas y vaqueros para regalarles a los chicos de la casa, un poco de jamón ibérico, una linterna solar, leche condensada que le gusta a Dumaha y dos botellas de vino, que me gustan a mí. Montse me regaña por meter el vino porque dice que se va a romper en el avión; yo le digo que nunca se ha roto y sigo adelante con el plan... Cabezón que soy. He forrado las botellas con toda la ropa interior y la toalla que llevo. Todo será que cuando llegue, el vino se haya roto y encima tenga que ir toda la semana con los huevillos al Jerez y con un olor a borracho bastante indigno por aquellas tierras.
Al margen de eso llevamos más de mil kilos de material deportivo, de enseres para hacer la carrera, de regalos para los niños y una estresante programación para una intensa semana en la que no paramos un minuto. Miento, paramos un montón de tiempo para la ceremonia del te que es parte de aquella cultura y de aquel paisaje. Mis amigos me preguntan que si no me da miedo, yo les digo que por supuesto que no y que si me diese, seguiría yendo por la familia y el pueblo que hay allí. Además sé que si me secuestran, entre todos haréis una colecta para pagar el rescate... Mierda le había prohibido a toda mi gente bromear con el tema y ahora yo...

5 comentarios:

  1. ¿ Para cuando, un Remelluri en tetabrik ?
    ¿ Para cuando, ropa interior antiaderente?
    Bromas a parte, yo ya he empezado a guardar en una bolsita todas las monedillas que aparecen siempre en el fondo de mis bolsos.

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  2. Buen viaje, que lo disfrutes, bueno sigue disfrutándolo.

    ¿No te llevas langostillos y pulpitos en salsa americana?

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  3. Pues bon voyage

    http://www.youtube.com/watch?v=IbkJiM8Fhyg

    Chema

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  4. Si te secuestran ,montamos un evento con tu nombre. Lo organiza Ramonin,lo presenta Ramonon,de artista invitado llevamos a Pepu y Belen y yo de cheerleades.
    No te preocupes ¿no?. Buen viaje a todos

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  5. Buen viaje a todos, y una parte de mi, tambien va para los Campamentos.

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