Cuando tu hijo llega a casa con cinco suspensos y el resto de las asignaturas raspadillas, el mundo se derrumba ante ti. Eso les ocurrió a mis padres un día de 1978, cuando yo tenía doce años y era un vago "redomao". Por no aprobar, no aprobé ni la música. Además, en las notas te ponían los resultados del resto de compañeros y para más deshonra tengo que decir que en las asignaturas que aprobé, no suspendió ningún alumno. Eso sí, fijaos, aprobé las importantes, religión, deportes, modelado... Lo que no os enseño son los comentarios de la parte trasera en la que citaban a mis padres para una reunión tras las vacaciones de Navidad porque "no estaba trabajando nada y mantenía una actitud juguetona e infantil que me iba a llevar a perder el curso..."
Como es normal se oyeron en casa los habituales: "Qué vamos a hacer con este chico... Si sigue así tendrá que dejar los estudios...Menudo verano que nos espera..." y yo, acojonado, no lo voy a negar, prometía cambio como cualquier partido de oposición antes de las elecciones.
Luego ni cambio ni leches, salvas el curso de milagro, para seguir arrastrando tu vagancia por BUP con más pena que gloria. A no ser que se considere gloria comprar las preguntas de un examen el día antes o negociar con un profe de ciencias para que te apruebe porque vas a elegir letras o repetir COU por no saberte las Coplas por la muerte del puto padre de Jorge Manrique. El caso es que vas sorteando las dificultades como puedes, avanzando poco a poco, esforzándote un poco más y madurando. Y sin apenas darte cuenta de repente estás fuera de eso y te enfrentas a la vida sin tener que llevar las notas pegadas en la frente. Y te va bien o te va mal, pero no sólo por lo que aprendiste en el colegio, que es muy importante, sino porque tienes suerte, porque tu familia te apoya, porque te rodeas de buena gente, porque eres responsable, porque te apasionas con lo que te gusta o porque das un braguetazo.
Y de repente te ves envuelto en un deja vu, la misma escena pero con distintos protagonistas y te preocupas enormemente porque tus hijos se aprendan la tabla periódica o las capitales europeas y les hablas de la importancia vital de la educación para su futuro y les pides encarecidamente que apaguen la Play y se vayan a su cuarto a leer... Pero a leer un libro, no un blog de esos "infantiles" que elogian la ignorancia.
PD. Montse, no te preocupes que los niños ya no leen nunca el blog. También ellos se han cansado.
Yo la tabla periódica alguna vez la uso, pero el grupo abeliano...........(no es un grupo de curas ¿eh?).....y los conjuntos disjuntos......como no sea en el carrefour que metes la cerveza en una bolsa y la leche en otra y entonces tienes dos conjuntos disjuntos...pero si en las dos bolsas hay una lata de zamburiñas....tendrás unión de conjuntos....¡Anda, si sirve!
ResponderEliminarQue si, que todo sirve, en algún momento de la vida suele saltar la chispita en el cerebro y recuerdas en el momento oportuno algo que te hicieron aprender de pequeño y que tu siempre pensaste que sería inútil, ni siquiera eras consciente de que lo sabías. Además, una buena educación es la mejor herencia que podemos dejar a nuestros hijos. En estos tiempos lo del braguetazo está cada vez más complicado, salvo que os vengáis a la costa y aprendáis todos ruso...
ResponderEliminarLuis porfa explícame porqué las zamburiñas, a pesar de estar en bolsas separadas, provocan la unión de conjuntos. Es que las mates todavía no han conseguido encontrar el camino de salida de mi celebro...
Pero es que nadie se va a meter con el "redomao"?
ResponderEliminar¿ Habéis visto el "MD= mu-dabuten" de Ciencia Naturales?
Coño ¿que diría al cura para aprobar Religión?
Ahora cada vez que Marinilla este haciendo los deberes en Santamera y tenga una duda, la mandaremos al tío Diego para que se la resuelva. Vamos, que le veo dejando de leer El País ( que le va a venir muy bien...todo sea dicho) y lo va a sustituir por las ediciones los Santilla y los SM.
Luis creo que debo corregirte, ya que esta demostrado que el único elemento capaz de unir varios conjuntos disjuntos, es por supuesto una " Mahou *****".
Si pudiera mirar por un agujerito y ver a Martín con el futuro claro me tranquilizaría. Diego siempre me insiste en que lo conseguirà porque es inquieto, curioso y muy peculiar pero yo........sigo teniendo miedo. Lo ùnico que quiero es que sea feliz.
ResponderEliminarEso dependerá de lo que necesite para ser feliz, ¿y quién lo sabe?....esto daría para varias entradas del blog, o un libro, y sino que se lo digan a Punset
EliminarPues para mi es muy sencillo: vivir haciendo algo que te gusta o que por lo menos no te disgusta.
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