martes, 15 de mayo de 2012

SE CALLEN, COÑO...

En septiembre escribí una de las primeras entradas de este blog pidiendo a todos los expertos "bocazas" que se callaran y dejasen de ahondar en la crisis de confianza. Como imaginaba, ninguno de ellos lo leyó y han seguido metiendo la pata día tras día y han sumado a su club de "bocas" a centenares de politicuchos y mal llamados economistas.
Llevamos cuatro años de crisis y para lo único que han servido es para enseñarnos a los ciudadanos medios, términos económicos que nunca hubiéramos imaginado que aprenderíamos. Reconozco que sé poco de economía y que este curso acelerado me está sirviendo bastante. Lo malo es cuando te das cuenta de que los profesores no tienen ni puta idea tampoco. Creo que esa es la gran conclusión a la que podemos llegar ahora mismo. Ni sabían los de un partido, ni saben los del otro, ni los minoritarios, ni los extranjeros, ni los llamados analistas, ni los asesores, ni los tertulianos, ni siquiera el mismísimo premio Nobel de economía. Todo el día oyendo y leyendo estupideces de supuestos expertos que vaticinan el fin del mundo. Sí así es, los Nostradamus estos llegan a eso. Hoy he oído en la radio uno que lo ha dicho con esas palabras "La salida del euro sería poco menos que el fin del mundo para España". El otro día, por error, estuve viendo las noticias en Antena 3 y me sorprendió el morro que le echaban para teñir la información de una forma muy tendenciosa amparándose en la recurrente frase de "según comentan los expertos"; decían lo que querían, se metían con un partido y alababan a otro bajo la científica afirmación de que es lo que piensan los expertos, sin nombres ni apellidos.
Y en eso llegó Krugman, con cuyos planteamientos estoy a menudo de acuerdo, pero que esta vez ha pecado de irresponsable. Hablar de corralito es llamar al corralito y por tanto una irresponsabilidad. En estos tiempos en los que todos vivimos en tensión esperando la siguiente patada en la espinilla de los mercados, la prima, los griegos o la Merkel, los periodistas también deberían dejar de hacerse eco de tanto vaticinio y buscar algún mensaje más positivo que ofrecer.
Vais a pensar que soy un cabrón, pero esta noche le he agradecido a Carlos Fuentes que nos quitara de las portadas de los periódicos tanto derrotismo y tanta economía. Por fin una noticia de algo que no es economía, aunque esta sí que es mala.

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