El otro día un amigo me confesó que empezaba a cansarse de sus amigos. A bote pronto me dieron ganas de levantarme e irme, pero luego entendí que se refería a amigos más íntimos que yo y detalló un poco más las razones de su agotamiento: "Siempre quedamos en los mismos sitios, siempre nos sentamos igual, siempre tomamos lo mismo, siempre hablamos de los mismos temas y siempre es previsible lo que van a decir." Sin duda, mi colega tiene un avanzado brote de "siemprismo" y de antisociabilidad.
Tengo otro amigo que directamente se confiesa antisociable; no le gusta juntarse mucho con la gente y está permanentemente reclamando su derecho a estar solo, su espacio y su independencia, algo que no es muy bien recibido por quienes intentan acercarse a él sin éxito. Los dos son algo mayores que yo, con lo cual han ido aumentando la dosis de "me la sopla" y la perdida de diplomacia que se adquiere con el tiempo. Vamos que están de vuelta y nada les impide hacer lo que realmente quieren, ni siquiera sus amigos.
Por suerte yo no he llegado todavía a esa fase y en mi orden vital de prioridades los amigos siguen siendo lo segundo. Pero eso no significa que no entienda a quien, en cierto momento, prefiere su autonomía, independencia o autodeterminación. Huy, esto puede ser malinterpretado y no quisiera que nadie me leyera la cartilla o la Constitución.
El caso es que las reflexiones de estos dos amigos y la iniciativa de mi hijo Lucio, que ha decidido apuntar cada semana en un cuaderno cuál es su orden o ranking de amigos, porque se ha dado cuenta de que cambia a menudo (1.Alex, 2-Pedro, 3.Javier... 1-Pedro, 2-Alex, 3-Miguel... 1-Alex...), me han recordado que tengo buenos amigos y que en general no estoy nada cansado de ellos, aunque con cada grupo prefiera hablar de un tema distinto o incluso mantener una actitud distinta.
Ya sé que estáis pensando que estoy borracho, porque sino de qué iba a hacer esta exaltación de la amistad ¿verdad? También alguno os habréis pensado que voy a publicar un ranking de amigos...Vais dados, todavía tenéis que hacer muchos más méritos.
Ten cuidado, que tras la exaltación de la amistad viene la fase depresivo-llorona. Si es que estás mayor para beber tanto...
ResponderEliminarQue bien escribes Montse.
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