Lo reconozco, no he sido capaz de decir la verdad. A mucha gente le he dicho que tengo una reunión y en el fondo así es, pero se trata de una reunión muy especial para un día muy especial.
A lo largo de mi extensa, laureada y brillante carrera profesional (toses de fondo) he mantenido reuniones en los sitios más disparatados que podáis imaginar. En castillos medievales, en medio del desierto, en el altar de una iglesia, en aviones, en la montaña, en el despacho de Julián Muñoz, en restaurantes, en hoteles, en tanatorios... ¡Coño! me falta el puticlub, a ver si puedo la semana próxima, que estoy de Rodríguez.
Ayer descubrí un nuevo sistema para aprovechar al máximo el tiempo en días de estrés. Terminé una reunión en la oficina a las once y media y tenía otra a las doce en el Ayuntamiento de Madrid, pero vino una visita a presentarme un proyecto; podía elegir entre "venga usted otro día" o llegar tarde al ayuntamiento, así que opté por la tercera vía: la "reunión-trayecto". Les mandé subir al coche y entre M-30, O'Donell y Alcalá escuché su propuesta y negociamos esquivando taxistas. Una vez en Cibeles, aparqué el coche y dimos por concluida la reunión. Nos volveremos a ver en unos días, pero me han pedido un trayecto un poco más largo para poder ahondar más en el proyecto.
Tampoco está mal la cita que tengo la semana próxima, he quedado con un colaborador para cerrar varios asuntos y charlar de futuros proyectos y me ha pedido permiso para venir a verme con su bebé recién nacido porque no tiene con quién dejarlo. Tengo que reconocer que me ha dado corte y le he dicho que mejor quedamos en una cafetería; realmente no quería entrar en el conflicto sexista que podía desencadenarse en la oficina cuando saliese yo de mi despacho pidiendo ayuda para cambiar unos pañales.
La de hoy es una reunión muy distinta. Ya sabéis que es un día especial, un día para reflexionar, un día para recordar. Hace un año que murió mi madre y me ha parecido un buen momento para llevarle las primeras flores de su jardín en primavera y, ya de paso, reunirme un ratito con ellos, con Lucio y Amalia.
¡¡ Que bonito detalle ¡¡ Le va a encantar ¡¡
ResponderEliminarUn beso,
P.D.Viendo la foto me he dado cuenta de que tu problema no es que tengas pocos pelos, es que tienes mucha cabeza.
Vaya con la cuñada, si se muerde la lengua se envenena la muy j... Besitos a todos.
ResponderEliminarDales besos de nuestra parte
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