No quería escribir del tema, me resistía a ello. Porque ya he dicho muchas veces lo que pienso del asunto, porque siento que no sirve de nada y porque además entro en choque con varios amigos con los que comparto ideología en casi todo, menos en la cuestión palestina. Siempre he seguido este conflicto con atención y, a pesar de todo, con esperanza; me he documentado leyendo bastante (he contado 22 libros de este tema en mi biblioteca) y aunque algunos no lo crean, intento ser objetivo.
Sí, hago exhaustivos intentos de entender ambos puntos de vista, pero sobre todo de comprender el que menos comprendo. Por eso, además de leer esos libros y decenas de artículos, ahondo buscando los argumentos de quienes defienden a Israel compulsivamente, como el provocador Marhuenda que llega a jugar malignamente con la muerte de los niños en la playa culpando de ella a los propios palestinos.
Me esfuerzo por entender sus razones religiosas, aunque me cuesta lo del mandato divino; trato de asimilar los motivos históricos, a pesar de que interpretan sólo los momentos de la historia que les son favorables; desmenuzo sus explicaciones geográficas, aunque las considere ventajistas; atiendo a sus argumentos de autodefensa, sin dejarme llevar por ciertos tintes racistas en su razonamiento. Y después de todo (empujado por esa compasión que siempre me ha provocado el pueblo judío) consigo autoconvencerme de que tienen razón, de que ese es su país, que los otros son unos intrusos o huéspedes mal agradecidos y que tienen derecho a defenderse de quien constantemente agrede su territorio con lanzamiento de cohetes y con actos criminales como el reciente asesinato de tres jóvenes. Sí, me pareció lamentable, condenable y repugnante el secuestro y vil crimen de esos inocentes chicos, pero...
Pero claro está, lo ocurrido a partir de entonces me revuelve el estómago y azota la conciencia. Olvido el linchamiento de Jerusalén, lo marco como un ataque de irá de unos desaprensivos. Me voy más acá. Una vez más, y van ni se sabe, el ojo por cien ojos, diente por mil dientes, vuelve a imperar y la más indemne exhibición de terror enfurecido vuelve a desatarse contra el enemigo, en cuyas filas se encuentran también ancianos, mujeres y niños. Veo las imágenes en los periódicos de todo el mundo, en medios no muy propensos a atacar al Sionismo y vuelvo a encontrarme lo mismo de las últimas veces, montañas de escombros, madres llorando, abuelos huyendo, errores de cálculo y entierros de niños que juegan al fútbol, de bebés... Cosas que no se pueden justificar de ninguna manera, seas de un bando o de otro. Un asesinato lo es sea el asesino palestino o israelí.
El derecho a defenderse no es el derecho al genocidio o a la masacre. Los palestinos más radicales se equivocan con su actitud agresiva y desafiante, pero la respuesta es totalmente desmesurada. Es como si desde Madrid hubiesen salido aviones a bombardear Lekeitio, Rentería o Eibar porque ETA atentaba indiscriminadamente. Guernica no lo menciono, eso fue cosa de los alemanes...
Por eso me ha corrido la hiel por las teclas cuando he visto la foto de unos colonos sentados en una colina viendo sonrientes el espectáculo de los bombardeos sobre Gaza y en el otro lado los cuerpos de esos niños masacrados por jugar al fútbol en la playa. Entonces ha sido cuando se me han tambaleado de golpe todos esos argumentos históricos, geográficos, religiosos o defensivos; entonces he vuelto a pensar algo que aprendí muy de pequeño y es que el que necesita la fuerza para imponer su razón quizás lo hace porque no tiene razón.
Y siento rabia, impotente rabia.
Pie de foto: Como no quiero manipular os diré que he puesto esta foto de unos niños saharauis porque no he querido herir sensibilidades ni amargar desayunos. De cualquier modo puedes encontrar fotos de la triste realidad en cualquier periódico o simplemente buscando "niños Palestina" en Google. No lo recomiendo.
Hachetetepebarrabarra y después lo que quieras poner. Es un título demasiado ambíguo para un blog, demasiado abierto. Pero así es este espacio. Unos días abierto para la alegría, otros para la pena; para la esperanza o el escepticismo; la reflexión o la ironía... Lo que salga de los huevos ¿no?
jueves, 17 de julio de 2014
lunes, 14 de julio de 2014
LA M-30
Cuando escucho las tertulias mañaneras de periodistas y
analistas desmenuzando la actualidad y escenificando su enorme indignación ante
cada uno de los asuntos turbios de nuestra política, pienso en la M-30.
Después, cuando abro la página de cualquier periódico en el ordenador y me
encuentro con escándalo tras escándalo, corruptela sobre corruptela, me acuerdo
de la M-40. Más tarde cuando veo en el telediario el desfile de los tribunales,
desde la Monarquía al último de los concejaluchos, pasando por gobierno,
oposición, diputados, consejeros, alcaldes e incluso jueces, me viene a la
mente el semáforo de Arturo Soria.
Sí, todos nos preguntamos el por qué de esta España tan
berlusconiana, buscamos complejas teorías sobre las redes del mal, diseñamos excusas
conspiratorias para cada uno de los casos y señalamos como únicos culpables a
los politicastros de turno. Pero la solución es mucho más fácil, la tenemos
mucho más cerca, ahí mismo, en la calle, en la M-30.
Cada mañana, cuando salgo de casa hacia el colegio de los
niños o hacia el trabajo, la maldita hora punta me pone los pies sobre la
tierra y me recuerda en qué país vivimos. En el cruce de Arturo Soria donde de
forma recurrente los coches bloquean el paso de la calle perpendicular porque
nunca jamás un conductor puede ceder un minuto de su tiempo en beneficio de
decenas de prójimos que esperan en el otro semáforo. Si avanzo bloqueo el
cruce, pero yo gano unos segundos…Que les den a los demás.
Después llego a la incorporación a la M-30, con un atasco
que es ya parte del paisaje urbano y que casi todos tenemos contemplado en
nuestro horario para llegar a tiempo al cole. Digo casi todos porque un setenta
u ochenta por ciento de conductores civilizados nos detenemos al final de la
fila y esperamos pacientemente a golpe de acelerones y frenazos nuestra
incorporación al inmenso río de coches que nos llevará al destino. Sin embargo
ese flujo regular de coches se ve siempre ralentizado por ese otro veinte o
treinta por ciento (una cifra elevadísima) de listillos, irrespetuosos e
insolidarios que adelantan a gran velocidad a toda la fila para incorporarse al
principio, provocando situaciones peligrosas y grandes cabreos de los que han
esperado durante largos minutos.
Ese es el gran problema general de nuestra sociedad. En
nuestro país hay muchísima gente civilizada y cívica, íntegra, educada que sufre a cada
minuto las afrentas de una gran minoría de esos que van por el mundo pensando
que son mejores, más listos y de mejor familia. Yo, según me adelantan les miro
a la cara y les reconozco los rasgos; son los del “usted no sabe con quién está
hablando”, los de las oportunidades de ganar dinero fácil, los de la libre
competencia entre los individuos, los de “me van a decir a mí cómo tengo que
conducir”, los de los enchufes y la puerta giratoria, los egoístas, los que se cuelan en la fila.
Más arriba de los Pirineos esto no pasa. Y mientras eso siga ocurriendo en la M-30, la M-40, la S-30 o la B-40 no esperéis que nuestro país deje de tener oportunistas que aprovechan el despiste de los demás en su propio beneficio, ya sean yernos de rey, ministros, concejales o taxistas.
miércoles, 9 de julio de 2014
MI CADÁVER
Lo de los cementerios ha sido algo más repentino y creo que por coincidencia, porque he despedido a padres de amigos, a compañeros, a colegas de profesión e incluso al hijo de un amigo. Horrible, sí.
Pero siempre he afrontado estas situaciones con una buena dosis de ese humor negro y morboso que a alguno tanto os gusta, y que no es otra cosa que una escapatoria para huir de algo que me provoca mucho miedo (psicólogo dixit); así que tras este vía crucis por los escaparates de féretros, he decidido no morirme.
Tomé la decisión cuando escuché a un insensato cura de cementerio, biblia en mano, decir que Dios es magnánimo y piadoso y repetirlo hasta la saciedad ante unos padres que enterraban a un adolescente. Lo reconfirmé cuando vi a un comercial de funeraria, catálogo en mano, ofreciendo lápidas, coronas y todo tipo de artilugios fúnebres a unos desconsolados familiares que sólo querían pasar ese mal trago rápido, sin importarles si el fulanito conseguía o no su bonus por objetivos. Y ya salí por patas de ese lugar tan antipático cuando noté que sobre un corrillo de "pesamistas" caían extrañas cenizas del cielo y ninguno estaba fumando. Me limpié rápido la "caspa" mortal de los hombros y salí corriendo a vivir.
Claro, que al llegar a casa y después de tanta despedida, me empezaron a entrar todos los síntomas de las enfermedades que se habían llevado por delante a mis amigos, lo cual ha sido una buena excusa para pasar la ITV, pero también para ser consciente de que incluso yo, el mismísimo yo, me moriré algún día. Y ante tan sabia conclusión recordé un comentario de mi amigo Luis en una de esas antesalas de la muerte en las que nos contamos unos a otros cómo se murieron nuestros padres o abuelos y después felicitamos a la familia porque el muerto se ha ido sin sufrir. "Yo no quiero pasar por nada de esto, mi cuerpo donárselo a la ciencia", dijo él con cierta ironía y yo me sumé rápidamente a la propuesta. Y tan contentos nos quedamos los dos, hasta que vimos las fotos del periódico con los cadáveres amontonados en un aula de la Universidad Complutense. Me imaginé debajo de un montón de desarrapados, algún que otro socio del Madrid, alguna cajera del Mercadona y más de un calvo. Vi desde arriba mi cadáver, con el pene seccionado y los ojos sacados por un "chistosillo" estudiante de medicina y decidí cambiar de opinión. Ahora soy más partidario de un ancestral rito asiático: ¿mi cadáver? Os lo coméis ¿vale?
Pie de foto: No quiero ofender a nadie ni con el texto ni con la foto, pero es la única imagen con cadáver que he encontrado en el archivo.
domingo, 6 de julio de 2014
CON ORGULLO



Qué gozada de ciudad, con sus mimos, sus músicos callejeros (con o sin examen), sus policías a caballos, sus museos, sus bares, sus tapas, sus bicicletas de alquiler y su orgullo... Estoy orgulloso de ser madrileño. A pesar de.
jueves, 3 de julio de 2014
GOLPPE DE ESTADO
Una vez retirados los focos de los nuevos Reyes, rápidamente han vuelto Cristóbal, Alberto y Mariano a atraer la atención con sus despropósitos e insultos a la inteligencia. Primero con el chapucero aforamiento de Juancar deprisa y corriendo, no sea que aparezca algún juez díscolo y nos la líe. Después con la progresista reforma fiscal de Robin Hood Montoro y su cruel y sádica propuesta de quedarse con buena parte de la indemnización por despido; cambiamos la ley para abaratar el despido, se te queda en sólo 20 días por año y además de eso Hacienda se va a quedar un buen pico. Y tú, bastante tienes con seguir vivo y con el chollo de estar en el paro, que no tienes que madrugar...
Y si no había bastante tomadura de pelo, ahora Mariano propone una curiosa "regeneración democrática". Miedo me da cuando estos se erigen en defensores máximos de la libertad y la democracia. En efecto, me lo temía, se trata de otra de sus trampas disfrazada de finiquito en diferido. Bajo ese sugerente nombre de "regeneración democrática" se esconde una maléfica propuesta más digna de algún caudillo dictador de otro tiempo que de un demócrata de verdad. El nombre de la propuesta debería ser "democracia a la carta" porque lo que pretende Mariano es reinterpretar la ley electoral para seguir ganando las elecciones aunque no las gane. Con dos testículos propone que a partir de las próximas elecciones municipales (que no le pintan demasiado bien) gobierne en los ayuntamientos y comunidades la lista más votada. Qué listo, qué ventajista, qué tramposo, como sabe que ahora la izquierda es mayoritaria pero está fraccionada en distintos partidos, evita perder la gran mayoría de instituciones para dárselas a coaliciones progresistas.
Si algo así prosperase sería un golpe de estado contra la democracia, contra el Sufragio Universal (un ciudadano, un voto), similar a los que dan los tiranos o los radicales que suben al poder con unas elecciones y una vez arriba cambian la ley para perpetuarse. No les dejemos. Eso sí, para los medios conservadores de nuestro país (es decir, todos) el único peligro es el antisistema, proetarra, antidemocrático, chavista, malo, malísimo llamado Pablo Iglesias. Si es que con ese nombre...
martes, 1 de julio de 2014
IMPROVISACIÓN
Voy a defender al Gobierno, para que no se diga. He
escuchado en repetidas ocasiones acusaciones (qué bien suenan estas dos
palabras juntas) sobre la supuesta improvisación de los chicos de Mariano en el
proceso de abdicación. Mira que a mi me mola eso de zumbarle al presi y a sus
ministros, pero en este caso creo que se les podría acusar de muchas cosas,
como ninguneo a las instituciones y a los ciudadanos o reprimir la libertad de
expresión, pero de improvisar no hay que acusarles sino felicitarles. Como
pretende alguien que el gobierno hubiera tenido un programa estudiado y
planificado previamente de una cosa que no se sabía que iba a ocurrir.
No sé porque la palabra improvisar es una expresión maldita
en castellano, cuando debería ser todo lo contrario. Como si fuésemos
cuadriculados alemanes, en cuanto algo no ha llevado un proceso preparatorio
metódico y por el conducto reglamentario, nos ponemos nerviosos y atacamos al
responsable del peor de los crímenes: improvisar. Pues aquí estoy yo como
fundador del PIE (Partido Improvisador de España) a defender una de las
prácticas más loables y sin duda, una capacidad que distingue al ser humano de
las especies salvajes. De hecho improvisar es pensar rápido, es ser capaz de
adaptarte a una situación nueva e inesperada y actuar consecuentemente.
Precisamente lo que distingue a los buenos profesionales en
la mayoría de los oficios es su capacidad para improvisar. Los futbolistas, los
artistas, los políticos, los oradores, los tenistas, los pilotos… todos ellos
son buenos o malos en función de su disponibilidad y rapidez para la
improvisación. De un piloto de avión uno requiere una preparación óptima, una
planificación del proceso de vuelo perfecta, pero también dotes para la
improvisación, que son las que te salvan en una situación crítica.
Por eso no entiendo que ser un buen improvisador signifique
casi un insulto cuando es la parte más creativa, inteligente y, por qué no
decirlo, latina. Otra cosa es que algunos se amparen en este criterio para no
planificar nunca nada y dejarlo todo al albedrío de la improvisación y entonces
se te amontonan los montones.
PD. Como es obvio, esta entrada la he improvisado ahora
mismo…
domingo, 22 de junio de 2014
PUBLICIDAD REAL
Realmente no pensaba hablar más de la realeza, pero en esa
tontorrona manía que tengo de guardar periódicos de fechas relevantes, me he
comprado los dos diarios de mayor tirada y he montado en cólera al ver su
contenido publicitario. Después de la debacle de la Selección han desaparecido
todos los anuncios de los patrocinadores de La Roja, que han recogido los
bártulos para no ser salpicados por el tsunami destructivo. Sin embargo todas
esas páginas que estaban ya preparadas con mensajes triunfalistas han sido
sustituidas por otras que me han parecido lamentables y obsoletas, apuntándose
a otro éxito, el de Felipe VI.
Las principales empresas del país, las del IBEX, contratan
páginas completas en todos los diarios para publicar la imagen de los nuevos
reyes y darles la enhorabuena. Sinceramente, me parece patético, paleto, decimonónico, como la propia
monarquía, tercermundista como el retrato de los dictadores en todos los
recintos oficiales de muchos países africanos, impresentable. Pensaréis que
exagero, pero no, me explico: desde el punto de vista técnico de mi sector, es
inapropiado identificar la imagen de tu marca con la de alguien que no te
pertenece, cuyos derechos de imagen no te corresponden y aprovechando el tirón
popular que esos personajes públicos pueden tener. Si a alguna marca se le
ocurre hacer un anuncio con la cara de Nadal, felicitándole por haber ganado
Roland Garros, sin ser patrocinador del tenista, al día siguiente tiene una
demanda millonaria encima de la mesa. Los Reyes, son de todos (aunque no los
hayamos votado) y la Casa Real no debería consentir que su imagen apareciera en
ningún sitio con el logotipo de ninguna marca. Ellos se lo guisan…
Desde el punto de vista político o ético es lamentable que
todas esas empresas de los sectores de energía, telecomunicaciones,
construcción y demás hagan lobby de forma tan descarada mostrando sus
desvergüenzas en público. Alguna de ellas incluso figura en los papeles del
caso Urdangarín. Me parece mal el conchaveo de los Florentinos, Aliertas,
Botines y demás jerifantes con las altas instituciones del Estado, pero peor me
parece que presuman de ello con toda naturalidad.
Y desde el punto de vista periodístico, me parece un
atentado a la supuesta independencia periodística de los grandes medios que
reciben aliviados esos miles de euros en forma de publicidad servilista a
cambio de una complicidad pactada.
Sé que la mayoría de la gente habrá pasado esas páginas sin
fijarse, pero a mí me han revuelto el estómago y me han parecido totalmente
obscenas y deprimentes. Mucho más que el Rolls Royce y los alabarderos.
viernes, 20 de junio de 2014
FIN DE CURSO
Como me gusta la música en directo, no me gustan las galas de fin de curso del cole de los niños. Es que las hacen en play back y me tengo que tragar un interminable y cursi musical en inglés. Quizás es que ya estoy un poco de vuelta o revenío porque debo llevar unos quince o veinte numeritos de estos y ya sé muy bien de qué van.
Para empezar suele hacer un calor de pelotas porque son a final de curso, es decir en junio y por cosas de la madre naturaleza, en esa época pega el "Lorenzo". Además, el teatro, aula o gimnasio de turno siempre tiene muchas menos sillas que culos a sentar con lo cual siempre me toca chuparme las dos horas de pie (a no ser que hagas como buen fan de Justin Bieber y te vallas tres horas antes a guardar sitio). Por si fuera poco la megafonía está a todo trapo para que no oigamos a los niños, no sea que alguno se equivoque y baje la valoración del cole en las pruebas Pisa. Encima te tienes que tragar las actuaciones de tropecientos cursos antes de que empiece la de tu hijo: primero A, párvulos C, Segundo B, Primero C... y ser salpicado por las babas de tanta madre desquiciada porque su hijo no ha levantado a tiempo la mano en el baile y padre codeándose cual paparazzi para conseguir hacer una foto desenfocada y movida con el mierdero zoom del móvil.
Mientras llega la actuación estelar de tu hijo atiendes con cierto repudio las pastosas coreografías de pobres canijos disfrazados de caballitos de mar o sirenas, equivocándose porque sus padres les están distrayendo saludando desde el patio de butacas. Es una buena terapia para darte cuenta de lo simpáticos y graciosos que son los niños... cuando son tus hijos. Yo suelo fijarme en los gorditos o torpes de cada clase, viendo con cierta ternura como se tropiezan o se mueven a contracorriente; me siento identificado.
Y por fin sale el curso de tu hijo, el más salado de todos, que canta y se mueve mejor que nadie. Levantas el móvil para hacer la foto de rigor y consigues una bella instantánea de un Motorola, seguido por un Nokia, a rebufo de un I-Phone, con un Samsung y un LG a los lados. A lo lejos se ve a tu hijo dando saltitos, vestido de pez, moviendo los labios como si estuviera cantando una canción en inglés, supones. Te limpias la baba y te vas mientras el siguiente curso hace el ridículo con otro tema. A la salida un padre primerizo y orgulloso te ofrece el vídeo de toda la actuación, que ha conseguido grabar con su cámara desde un lateral del escenario. Qué lástima mi sistema de vídeo no es compatible con el suyo. No sé como explicarle que nunca jamás he vuelto a reproducir ninguno de los vídeos de esas galas y que cuando los chicos han visto alguna foto suya haciendo el memo o nemo, han estado a punto de morir de vergüenza.
Pues eso, que propongo un cambio de formato. Que hagan una serie o un telediario o un desfile o una peli muda o un concurso de gritos o unos Sanfermines y si puede ser sin disfraces... Y hasta sin niños.
PD. Lo digo con guasa, pero con todo mi respeto y admiración a los profes que se lo curran.
Para empezar suele hacer un calor de pelotas porque son a final de curso, es decir en junio y por cosas de la madre naturaleza, en esa época pega el "Lorenzo". Además, el teatro, aula o gimnasio de turno siempre tiene muchas menos sillas que culos a sentar con lo cual siempre me toca chuparme las dos horas de pie (a no ser que hagas como buen fan de Justin Bieber y te vallas tres horas antes a guardar sitio). Por si fuera poco la megafonía está a todo trapo para que no oigamos a los niños, no sea que alguno se equivoque y baje la valoración del cole en las pruebas Pisa. Encima te tienes que tragar las actuaciones de tropecientos cursos antes de que empiece la de tu hijo: primero A, párvulos C, Segundo B, Primero C... y ser salpicado por las babas de tanta madre desquiciada porque su hijo no ha levantado a tiempo la mano en el baile y padre codeándose cual paparazzi para conseguir hacer una foto desenfocada y movida con el mierdero zoom del móvil.
Mientras llega la actuación estelar de tu hijo atiendes con cierto repudio las pastosas coreografías de pobres canijos disfrazados de caballitos de mar o sirenas, equivocándose porque sus padres les están distrayendo saludando desde el patio de butacas. Es una buena terapia para darte cuenta de lo simpáticos y graciosos que son los niños... cuando son tus hijos. Yo suelo fijarme en los gorditos o torpes de cada clase, viendo con cierta ternura como se tropiezan o se mueven a contracorriente; me siento identificado.
Y por fin sale el curso de tu hijo, el más salado de todos, que canta y se mueve mejor que nadie. Levantas el móvil para hacer la foto de rigor y consigues una bella instantánea de un Motorola, seguido por un Nokia, a rebufo de un I-Phone, con un Samsung y un LG a los lados. A lo lejos se ve a tu hijo dando saltitos, vestido de pez, moviendo los labios como si estuviera cantando una canción en inglés, supones. Te limpias la baba y te vas mientras el siguiente curso hace el ridículo con otro tema. A la salida un padre primerizo y orgulloso te ofrece el vídeo de toda la actuación, que ha conseguido grabar con su cámara desde un lateral del escenario. Qué lástima mi sistema de vídeo no es compatible con el suyo. No sé como explicarle que nunca jamás he vuelto a reproducir ninguno de los vídeos de esas galas y que cuando los chicos han visto alguna foto suya haciendo el memo o nemo, han estado a punto de morir de vergüenza.
Pues eso, que propongo un cambio de formato. Que hagan una serie o un telediario o un desfile o una peli muda o un concurso de gritos o unos Sanfermines y si puede ser sin disfraces... Y hasta sin niños.
PD. Lo digo con guasa, pero con todo mi respeto y admiración a los profes que se lo curran.
lunes, 16 de junio de 2014
LA HABITACIÓN ROJA... AT HOME

Como el resto de mortales occidentales están permanentemente conectados al mundo a través del móvil, que teclean desde un sofá o consultan paseando por el jardín. Fue lo primero que pidió Jordi al llegar a casa, la clave del wifi. Pau va haciendo fotos creativas en Instagram y Jorge, quizás por ser algo mayor, lo utiliza de una forma más documental, para mostrar orgulloso fotos de sus hijas, para dejarnos flipados con los paisajes que ve desde su casa noruega... Y cualquier cosa le sirve para explayarse en una amena e ilustrada conversación sobre las diferencias culturales entre Escandinavia y España, para insistir en lo mucho que le gusta nuestro país, a pesar de tantas cosas o para contar uno de esos dramas de la crisis, el de su hermano y su cuñada que perdieron el trabajo a la vez y que siguen buscándose la vida (lo cuento porque también es una canción del último disco).
Son de fácil y agradecida conversación, de cualquier tema, de música muchas veces, pero cuando te descuidas tienen cierta tendencia a sacar cosas de fútbol. De hecho, según llegaron a casa y se bajaron de su flamante Ford, antes de presentarse, preguntaron si era verdad que Iniesta se había lesionado... un bulo que corría por internet.
Y allí estaban, con sus guitarras (no vinieron ni el bajo Marc, ni el batería Jose, lo cual agradecieron nuestros vecinos) y la misma ilusión y profesionalidad que si fueran a tocar en el FIB. Después de ajustar el equipo y dejarnos alucinados en la primera prueba de sonido con "La moneda en el aire" se fueron a charlar con los invitados, a tomar algo y a ocupar la primera fila para ver el nefasto partido de España contra Holanda. El bueno de Jorge, ni siquiera pudo ver el segundo tiempo (suerte que tuvo) porque se había comprometido a hacer una paella, casi a oscuras, que fue devorada en segundos.
echaron una mano a recoger y se fueron a dormir a la "Habitación Roja" del estudio.
Y hasta aquí la crónica periodística que me ha apetecido escribir después de vivir una experiencia única. La crónica del día que dejé de tener unos ídolos, para pasar a tener unos amigos. Gracias La Habitación Roja por vuestra enorme generosidad y por ser como sois.
Pie de fotos: La foto grande es de mi hijo Martín y resume muy bien el recuerdo de una noche mágica.
martes, 10 de junio de 2014
¿PARA QUÉ SIRVE ESTUDIAR?
En ese momento me acordé de las interminables sesiones de
complemento directo y análisis morfológico, de la memorización de los músicos
del Clasicismo distribuidos por cada una de sus cuatro etapas y del examen
teórico de Educación Física con las reglas del voleibol. También recordé la
frase preferida de mis hijos y de todos los hijos de todos los padres: ¿para
qué me sirve estudiar esto?
Hace unos días leía una entrevista con la directora del cole
de mis hijos en la que presumía de un nuevo sistema de educación, sin hacerles
cargar libros, sin mandarles deberes y sin exámenes. Me encantó la teoría, pero
me descojoné vivo mientras revisaba los deberes y los horarios de los exámenes
del día siguiente rebuscando en una mochila de unos 16 ó 17 kilos.
Sé que soy repetitivo con este tema y que ya lo he planteado
en el blog por activa y por pasiva, pero es que me saca de quicio el sistema
educativo anticuado y competitivo que sólo busca superar exámenes, pasar
niveles, obtener buenos resultados, sin tener en cuenta eso que se llama
cultura general y que hace que las personas en su día a día disfruten mucho más
de la vida y sean más libres. Recuerdo la importancia que la historia y la
geografía tenían antes en la educación y como ahora han pasado a ser
asignaturas comparsa. El arte ni existe y el dibujo y la música han pasado a ser
teóricas.
Gervasio Sánchez, mi admirado fotoreportero, comentaba en
una reciente entrevista que es lamentable que los estudiantes no sepan donde
están los países y cuáles son sus capitales y la importancia que eso tiene para
poder entender el mundo y lo que pasa en él.
Es verdad que la educación debe adaptarse a los tiempos y
que ya no hay que memorizar muchas cosas porque las tenemos a un solo click,
pero es más que obvio que para conocer, entender y poder juzgar el mundo, lo
primero que hay que saber es un poco más de geografía práctica y algo menos de
teoría de todo.
Lo siento, soy un enfermo “mapa adicto”.
jueves, 5 de junio de 2014
EXTERMINATOR
Estamos a punto de ser devorados por las hormigas. Se trata de una colonia de varios millones de hormigas, entre las que hay dos grupos, las aladas o hembras y los machos. Por la mañana suelen salir sólo los machos y merodean por la casa o se dedican a sacar granitos de tierra porque están construyendo un enorme campamento bajo la casa para poder criar allí a otros millones de hormigas bebé. Por la tarde, o cuando hay algo de humedad salen en masa, pero en este caso salen también las hembras con sus alas, pero ni buscan comida ni tratan de salir de la casa; salen de la guarida a aparearse. Esto las distingue del otro gran grupo de hormigas que pueden resultar más peligrosas, que son las obreras que buscan desaforadamente alimento para llenar su despensa para el invierno y a esas no hay quien las pare; buscan semillas, pipas y cosas dulces que llevan al interior del hormiguero, donde las hembras las mastican y vomitan, creando una masa que les sirve de alimento durante todo el año. Por eso si quieres eliminarlas tienes que poner un veneno que tenga cierto sabor dulce para que lo prueben y luego mueran. El más utilizado es la cipermetrina, pero lo puedes usar en distintas dosis y conviene hacerlo un par de veces al año o cuando cambia el tiempo de forma radical. Eso sí, no pienses que por impregnar la casa de esos productos vas a acabar con ellas, dejarás de verlas vivas, pero las verás muertas. No te olvides nunca de que por mucho que creas que las hormigas son las que se han metido en tu casa, eso es mentira, ellas estaban antes y tú has construido tu casa encima de su colonia. Que sepas que hay colonias que tienen más de cien años, eso está demostrado y es posible que incluso más años, pero todavía no ha pasado el suficiente tiempo de estudios como para confirmarlo.
Todo este tratado hormiguista no es de mi creación sino del responsable de la empresa "Exterminator" que ha venido a hacer una inspección ocular de la plaga para pasarnos una propuesta. Lo podía haber escrito en forma de diálogo, pero estaría faltando a la realidad porque ni Montse ni yo pudimos abrir la boca mientras este peculiar y parlanchín exterminador nos exponía su tesis doctoral. Al final no sacamos claro si vamos a conseguir acabar con las hormigas o vamos a seguir con este espectáculo genocida con un salón repleto de cadáveres o vamos a optar por la opción naturista dejando que campen a sus anchas, se coman nuestras galletas campurrianas y follen al atardecer, en pleno horario infantil. Un sinvivir.
Todo este tratado hormiguista no es de mi creación sino del responsable de la empresa "Exterminator" que ha venido a hacer una inspección ocular de la plaga para pasarnos una propuesta. Lo podía haber escrito en forma de diálogo, pero estaría faltando a la realidad porque ni Montse ni yo pudimos abrir la boca mientras este peculiar y parlanchín exterminador nos exponía su tesis doctoral. Al final no sacamos claro si vamos a conseguir acabar con las hormigas o vamos a seguir con este espectáculo genocida con un salón repleto de cadáveres o vamos a optar por la opción naturista dejando que campen a sus anchas, se coman nuestras galletas campurrianas y follen al atardecer, en pleno horario infantil. Un sinvivir.
lunes, 2 de junio de 2014
ABDICA I DE ESPAÑA
He leído tantas veces lo de "EL REY ABDICA" que he empezado a pensar que era el nombre de algún sultán o monarca de Jordania o de cualquier paisastro de esos de la Península Arábiga, como la goma. Después me he conectado a Twitter y he asistido a ese divertido pero cansino ejercicio de creatividad humorística española. Luego he llegado a casa y le he preguntado a mi hijo pequeño si sabía lo que había pasado y entonces he salido de dudas: "Papá, el Rey Juan Carlos es el que más manda, el que dice lo que hay que hacer y manda a la gente para que le traigan cosas, un vaso de agua o lo que sea. Ahora como está viejito, van a poner de Rey a Felipe y será él quien pida que le traigan cosas o vasos de agua".
De esta forma ya tenía todos los datos para formarme una opinión sobre este acontecimiento estelar de la humanidad. Acto seguido, tomando una cerveza con Montse hemos dudado si ir o no ir a la Puerta del Sol y hemos entrado en una interesante discusión de objetividad contra subjetividad. Me explico: la parte objetiva es clara, en el siglo XXI no tiene ningún sentido un sistema de jefatura de estado de carácter hereditario y con todos los casposos condimentos que una monarquía conlleva, así que ¡Viva la República!
Acto seguido ha llegado el lado subjetivo y ha empezado a hacer elucubraciones sobre lo que pasaría en este momento si en este, nuestro querido país, se abriese ese melón. Lo que ahorramos en Casa Real nos lo gastaríamos en Presidencia de la República, la cual pasaría a ser un nuevo y preciado objeto de deseo a ser conquistado por la insaciable plaga de corruptos. Empiezo a pensar en posibles candidatos democráticos y todos los que tendrían posibilidades de serlo tienen un perfil infinitamente más bajo que el del Principe Felipe. No soy monárquico sino lo contrario, pero me han venido a la memoria los cuatro discursos que escuché en la defensa de la candidatura de Madrid 2020 y el único que no invitaba al sonrojo común era el del único que no era político.
Imagino una mayoría absolutista como la de ahora y sumo al Gobierno, un presi de república y empiezo a temblar pensando en posibles nombres... González Pons o Floriano o Aguirre o La Cospe... Del otro lado ni me lo planteo, están reunidos. Y haciendo la quiniela los dos hemos llegado a una terrorífica amenaza, los primeros candidatos de los dos grandes partidos para el puesto de Presidente de la República podrían ser nada más y nada menos que Felipe González y José María Aznar.
Asustados ante el retorno de los molestos jarrones chinos hemos caído en la ingenuidad de buscar a alguien sin filiación, alguien que no cree discordia ni más mal rollo; Montse ha propuesto a Paz la de Pasapalabra y yo, con eso de que llega el Mundial, he pensado en Iniesta. Y con toda la tontería y analizando que quizás no estamos todavía preparados para esto, he pensado que Felipe VI no es la peor opción. Y total, para que le lleven vasos de agua a todas horas, que más da.
De esta forma ya tenía todos los datos para formarme una opinión sobre este acontecimiento estelar de la humanidad. Acto seguido, tomando una cerveza con Montse hemos dudado si ir o no ir a la Puerta del Sol y hemos entrado en una interesante discusión de objetividad contra subjetividad. Me explico: la parte objetiva es clara, en el siglo XXI no tiene ningún sentido un sistema de jefatura de estado de carácter hereditario y con todos los casposos condimentos que una monarquía conlleva, así que ¡Viva la República!
Acto seguido ha llegado el lado subjetivo y ha empezado a hacer elucubraciones sobre lo que pasaría en este momento si en este, nuestro querido país, se abriese ese melón. Lo que ahorramos en Casa Real nos lo gastaríamos en Presidencia de la República, la cual pasaría a ser un nuevo y preciado objeto de deseo a ser conquistado por la insaciable plaga de corruptos. Empiezo a pensar en posibles candidatos democráticos y todos los que tendrían posibilidades de serlo tienen un perfil infinitamente más bajo que el del Principe Felipe. No soy monárquico sino lo contrario, pero me han venido a la memoria los cuatro discursos que escuché en la defensa de la candidatura de Madrid 2020 y el único que no invitaba al sonrojo común era el del único que no era político.
Imagino una mayoría absolutista como la de ahora y sumo al Gobierno, un presi de república y empiezo a temblar pensando en posibles nombres... González Pons o Floriano o Aguirre o La Cospe... Del otro lado ni me lo planteo, están reunidos. Y haciendo la quiniela los dos hemos llegado a una terrorífica amenaza, los primeros candidatos de los dos grandes partidos para el puesto de Presidente de la República podrían ser nada más y nada menos que Felipe González y José María Aznar.
Asustados ante el retorno de los molestos jarrones chinos hemos caído en la ingenuidad de buscar a alguien sin filiación, alguien que no cree discordia ni más mal rollo; Montse ha propuesto a Paz la de Pasapalabra y yo, con eso de que llega el Mundial, he pensado en Iniesta. Y con toda la tontería y analizando que quizás no estamos todavía preparados para esto, he pensado que Felipe VI no es la peor opción. Y total, para que le lleven vasos de agua a todas horas, que más da.
viernes, 30 de mayo de 2014
ÉTICA FOTOGRÁFICA
Escuché en una ocasión al prestigioso foto-reportero Gervasio Sánchez hablar de la ética del fotógrafo de guerra, de aquellas ocasiones en las que el fotógrafo tiene que elegir entre captar una buena imagen o ayudar a una víctima. Él, un ejemplo para toda la profesión, comentaba incluso situaciones en las que tuvo que guardar la cámara porque su sola presencia invitaba a unos sanguinarios a lucirse matando a sus víctimas delante de la prensa.
El pasado domingo me acordé de toda esa entrevista en un pequeño altercado que tuve con un prestigioso fotógrafo deportivo de cuyo nombre no quiero acordarme. Estábamos tomando fotos en una carrera de descenso en la que participaban mis hijos y coincidimos en la misma curva, con una pasarela de madera sobre un arroyo y con un bonito fondo. El terreno estaba húmedo y cuando las bicis empezaron a pasar por la tabla, se fue mojando y terminó siendo más resbaladiza que el hielo. En un momento aquello pasó a ser dantesco, cada corredor que llegaba derrapaba, resbalaba y caía al suelo; los afortunados quedaban sobre la tabla, pero alguno se fue al río e incluso dos o tres cayeron por un pequeño barranco de dos metros de altura sobre unas rocas.
Al principio, por instinto periodístico, los dos disparábamos a toda velocidad y se podían oír los motores de nuestras cámaras mientras los pilotos se estampaban; nos frotábamos las manos con el fantástico botín fotográfico que estábamos consiguiendo, pero cuando ya llevábamos más de diez caídas y prácticamente todos los corredores se iban al suelo, exclamé: "Esto no puede ser, no es ético, hay que avisarles..." y me fui corriendo a la entrada de la curva para frenar a los riders. Empecé a gritar: "Despacio, cuidado, resbala mucho...", pero un grito más alto apagó mi aviso: "¡Oye tío, no me jodas la fotografía!". Sin acaloramientos le expliqué a mi colega que no me parecía bien que no evitásemos las caídas y que alguno se podía hacer daño de verdad, pero él insistió: "Yo soy fotógrafo y estoy trabajando...", a lo que yo contesté contundente: "Yo también soy fotógrafo, pero también soy padre de corredores y no me gusta que se rompan nada". La última palabra la tuvo él con un desafiante: "Pues si no te importa sé fotógrafo en esta curva y padre en el resto de circuito...", que no contesté por evitar más polémica.
El siguiente corredor cayó hacia adentro y se fue al barranco, quedando conmocionado durante unos minutos, mientras el excepcional fotógrafo se iba con toda su profesionalidad hacia otra zona del circuito. Yo ya no me moví de allí, no hice más fotos en esa manga y después de ayudar a aquel chico a salir de la maleza, me quedé de "control" para avisar a todos los pilotos, incluidos mis hijos. Mientras, me acordé del comentario de Gervasio que decía que una buena foto no podía estar manchada de sangre y en contestación al gran fotógrafo y peor persona, murmuraba mi propia moraleja: "Siempre hay que ser padre antes que fotógrafo, siempre hay que ser persona antes que profesional".
El pasado domingo me acordé de toda esa entrevista en un pequeño altercado que tuve con un prestigioso fotógrafo deportivo de cuyo nombre no quiero acordarme. Estábamos tomando fotos en una carrera de descenso en la que participaban mis hijos y coincidimos en la misma curva, con una pasarela de madera sobre un arroyo y con un bonito fondo. El terreno estaba húmedo y cuando las bicis empezaron a pasar por la tabla, se fue mojando y terminó siendo más resbaladiza que el hielo. En un momento aquello pasó a ser dantesco, cada corredor que llegaba derrapaba, resbalaba y caía al suelo; los afortunados quedaban sobre la tabla, pero alguno se fue al río e incluso dos o tres cayeron por un pequeño barranco de dos metros de altura sobre unas rocas.
Al principio, por instinto periodístico, los dos disparábamos a toda velocidad y se podían oír los motores de nuestras cámaras mientras los pilotos se estampaban; nos frotábamos las manos con el fantástico botín fotográfico que estábamos consiguiendo, pero cuando ya llevábamos más de diez caídas y prácticamente todos los corredores se iban al suelo, exclamé: "Esto no puede ser, no es ético, hay que avisarles..." y me fui corriendo a la entrada de la curva para frenar a los riders. Empecé a gritar: "Despacio, cuidado, resbala mucho...", pero un grito más alto apagó mi aviso: "¡Oye tío, no me jodas la fotografía!". Sin acaloramientos le expliqué a mi colega que no me parecía bien que no evitásemos las caídas y que alguno se podía hacer daño de verdad, pero él insistió: "Yo soy fotógrafo y estoy trabajando...", a lo que yo contesté contundente: "Yo también soy fotógrafo, pero también soy padre de corredores y no me gusta que se rompan nada". La última palabra la tuvo él con un desafiante: "Pues si no te importa sé fotógrafo en esta curva y padre en el resto de circuito...", que no contesté por evitar más polémica.
El siguiente corredor cayó hacia adentro y se fue al barranco, quedando conmocionado durante unos minutos, mientras el excepcional fotógrafo se iba con toda su profesionalidad hacia otra zona del circuito. Yo ya no me moví de allí, no hice más fotos en esa manga y después de ayudar a aquel chico a salir de la maleza, me quedé de "control" para avisar a todos los pilotos, incluidos mis hijos. Mientras, me acordé del comentario de Gervasio que decía que una buena foto no podía estar manchada de sangre y en contestación al gran fotógrafo y peor persona, murmuraba mi propia moraleja: "Siempre hay que ser padre antes que fotógrafo, siempre hay que ser persona antes que profesional".
martes, 27 de mayo de 2014
PAZ...APALABRA
Ni la Champions, ni la Liga, ni las Elecciones, nunca antes habíamos asistido toda la familia juntos a una celebración tan entusiasta. Creo que todos estábamos realmente emocionados ante tan esperado y gratificante acontecimiento. Después de un montón de semanas enganchados al concurso Pasapalabra, por fin Paz ha conseguido completar el rosco y llevarse el millón y pico de euros que había acumulados en el Bote, con la alegría que eso ha supuesto para media España, entre la que nos incluimos.
Es la primera vez en mi vida que me engancho a un concurso. Bueno, miento, un poco me enganché a uno de humor que había a mediodía que se llamaba "No te rías que es peor" (salían Pepe Viyuela, Paz Padilla, Barragán...) y que veía cuando hacía pellas de la universidad, es decir todos los días. Mira que lleva años el Pasapalabra y que nunca antes lo había seguido con esta pasión, pero últimamente hemos cenado todas las noches viendo el rosco, contestando a coro las respuestas que nos sabíamos y disfrutando con cada triunfo de Paz. Qué tipa tan inteligente, tan amable, tan rápida de mente, con tantas tablas y con enorme humildad. Es mi nuevo ídolo. Y además está soltera y con un milloncito en la cuenta, así que novios no le van a faltar.
Es más, propongo que se presente a las próximas elecciones presidenciales y ganaría de calle. Ya sé que pensáis que me he vuelto loco, pero no, hoy me ha parecido justo hacer un homenaje a esta señorona tan lista que nos ha acompañado con su sabiduría durante tantas noches. Paz, te vamos a echar de menos.
Es la primera vez en mi vida que me engancho a un concurso. Bueno, miento, un poco me enganché a uno de humor que había a mediodía que se llamaba "No te rías que es peor" (salían Pepe Viyuela, Paz Padilla, Barragán...) y que veía cuando hacía pellas de la universidad, es decir todos los días. Mira que lleva años el Pasapalabra y que nunca antes lo había seguido con esta pasión, pero últimamente hemos cenado todas las noches viendo el rosco, contestando a coro las respuestas que nos sabíamos y disfrutando con cada triunfo de Paz. Qué tipa tan inteligente, tan amable, tan rápida de mente, con tantas tablas y con enorme humildad. Es mi nuevo ídolo. Y además está soltera y con un milloncito en la cuenta, así que novios no le van a faltar.
Es más, propongo que se presente a las próximas elecciones presidenciales y ganaría de calle. Ya sé que pensáis que me he vuelto loco, pero no, hoy me ha parecido justo hacer un homenaje a esta señorona tan lista que nos ha acompañado con su sabiduría durante tantas noches. Paz, te vamos a echar de menos.
lunes, 26 de mayo de 2014
SÍ, PODEMOS

No es que uno sea muy colchonero, pero me dolió "esa forma de perder", cuando ya todos los periodistas tenían preparadas sus crónicas y sus titulares, cuando ya nos enfrentábamos a la crisis del Madrid, al fin de ciclo, a Casillas está acabado... y los Municipales arrancaban las motos para ir cortando las calles que llegan a Neptuno, ¡Zas!, cabezado, remontada, musculitos, chulería y esa carrerita ninguneando al resto de autoridades en el palco y buscando al marido de la alcaldesa. ¡Ay!
Pues la imagen me impactó y me espoleó a votar con más decisión si cabe. Aunque lo tenía bastante claro después de mis últimas reflexiones, antes de coger la papeleta y meterla hasta el fondo, leí uno a uno los nombres de todos los partidos y, como cada vez, flipé en colores con las numerosas tomaduras de pelo que se presentan a unas elecciones. También me sorprendió el sistema de colocación de la papeletas, en el cual encontré un importante vacío legal, porque deberían estar por orden alfabético o un sistema equitativo. Por una cuestión de márketing los compradores siempre tienden a coger los productos más consumidos, de los que hay mucha cantidad en el mostrador y están mejor situados y en esta "tienda" PP y PSOE arrasaban en la cabecera del lineal.
No les sirvió de mucho y cuando escribo esto, en Génova están desmontando la terrazita de las celebraciones sin haberla utilizado y en Ferraz no queda ni el Tato. Como siempre en todos estos casos en la tele sólo se han visto caras felices de supuestos ganadores con lecturas torticeras y ventajistas de los números. La realidad objetiva es que los dos grandes partidos siguen siendo los más votados, pero han perdido una salvajada de diputados que han ido a parar a varios pequeños partidos, algunos de ellos de reciente formación. Por mucho que interpreten las cifras, el ciudadano ha dado su tirón de orejas a los políticos que han mandado siempre y que tantas veces ningunean al pueblo.
La gran sorpresa de la noche ha sido el resultado de Podemos, que recoge todo ese mensaje de hartazgo social de la izquierda que no se siente representada por PSOE o IU. Un mensaje clarísimo a Rubalcaba y compañía para que sepan que si quieren representar a la izquierda, tendrán que proponer y hacer una política de izquierdas de verdad.
Al final de todo el resumen he podido escuchar a Pablo Iglesias y su discurso atrevido, contundente y esperanzador. Me ha dado un subidón y se me ha borrado la imagen del "Floren". Sí, podemos.
jueves, 22 de mayo de 2014
REFLEXIONANDO
En este país que ni siente ni padece, el domingo hay elecciones. Son unas votaciones para elegir a los diputados españoles en el Parlamento Europeo, algo que según dicen todos los políticos es importantísimo, mucho más que las propias elecciones españolas; por eso todos los partidos han puesto a sus primeros espadas encabezando las listas: Cañete, Valenciano, Meyer, Wagner, Iglesias, Vidal, Nart, Silva... Podría ser la alineación del Recreativo de Huelva, pero son los líderes de los principales partidos en estas votaciones, ¡send eggs!
Yo voy a votar, claro que sí, es mi obligación, para después poder quejarme. Pero por primera vez no sé a quién votar, en serio, no lo tengo claro, reflexionaré. Todos los partidos me han mandado a casa una cartita con sus papeletas; de entrada me sorprende la nula capacidad de todos ellos para innovar: una carta infumable, firmada por el líder, un mini resumen de sus intenciones y un sobre con la papeleta. Publicidad decimonónica y caciquil, enviando la papeleta por si hay algún analfabeto o abuelito en casa que se lía y se cree que es eso lo que tiene que hacer. Ningún guiño al siglo XXI, a la tecnología, a las redes sociales...Pura caspa.
El caso es que ninguno de los que me han mandado cartita me convence con ningún argumento o impacto publicitario contundente, así que lo siguiente que hago es analizar las listas para ver quiénes son los que supuestamente aspiran a representarnos. Lo primero que me sorprende es que todas las papeletas tengan que llevar cincuenta y tantos candidatos, cuando la mayoría sólo pueden aspirar a conseguir uno o dos; con todo mi respeto, el señor Luis Miguel Salvador García, situado en el puesto 54 de Ciudadanos, está ahí únicamente para poder presumir dentro de unos años ante sus nietos. Sigo buscando y, cosa curiosa, encuentro a Ortega Lara escondido en el último puesto de la lista de Vox; con todo mi respeto, también, hacia una persona que sufrió lo que sufrió, me parece un monumental engaño que le utilicen como imagen de la formación en todas las fotos, pero luego le pongan el último para asegurarse de que no sale (creo que tampoco hubiera salido de primero). Paso a los mayoritarios y me vuelvo a indignar al ver por en medio de la lista pero en puestos de escaño asegurado a políticos de gran futuro como Carlos Iturgaiz o José Blanco, a quienes se envía a ese cómodo y bien remunerado retiro europeo.
Olvido las formas y pienso en el fondo. Todos los días oigo los argumentos de cada uno. El PP, que la culpa de todo es de ZP; el PSOE que Cañete es Machista como base de la campaña; VOX da miedo; UPD, mucha pereza; Ciudadanos no me fío. Willy Meyer me cae bien y es coherente, pero IU también está un poco pasada... Mmmmm, sólo me queda el misterioso Partido X que no termina de convencerme, el juez de Blesa que parece majo pero un poco soplado y Podemos, el partido de Pablo Iglesias, que además cuenta con serias posibilidades de salir. Me gusta su nombre y me mola que vaya alguien un tanto irreverente y sin pelos en la lengua a decirles unas cuantas verdades a los jerifantes de Europa. De momento empiezo a tenerlo más claro, pero aún así, reflexionaré el sábado y votaré el domingo.
PD. Que nadie resuma esta crítica en el típico "son todos iguales", porque no son todos iguales, ni mucho menos... Y por eso hay que votar.
Yo voy a votar, claro que sí, es mi obligación, para después poder quejarme. Pero por primera vez no sé a quién votar, en serio, no lo tengo claro, reflexionaré. Todos los partidos me han mandado a casa una cartita con sus papeletas; de entrada me sorprende la nula capacidad de todos ellos para innovar: una carta infumable, firmada por el líder, un mini resumen de sus intenciones y un sobre con la papeleta. Publicidad decimonónica y caciquil, enviando la papeleta por si hay algún analfabeto o abuelito en casa que se lía y se cree que es eso lo que tiene que hacer. Ningún guiño al siglo XXI, a la tecnología, a las redes sociales...Pura caspa.
El caso es que ninguno de los que me han mandado cartita me convence con ningún argumento o impacto publicitario contundente, así que lo siguiente que hago es analizar las listas para ver quiénes son los que supuestamente aspiran a representarnos. Lo primero que me sorprende es que todas las papeletas tengan que llevar cincuenta y tantos candidatos, cuando la mayoría sólo pueden aspirar a conseguir uno o dos; con todo mi respeto, el señor Luis Miguel Salvador García, situado en el puesto 54 de Ciudadanos, está ahí únicamente para poder presumir dentro de unos años ante sus nietos. Sigo buscando y, cosa curiosa, encuentro a Ortega Lara escondido en el último puesto de la lista de Vox; con todo mi respeto, también, hacia una persona que sufrió lo que sufrió, me parece un monumental engaño que le utilicen como imagen de la formación en todas las fotos, pero luego le pongan el último para asegurarse de que no sale (creo que tampoco hubiera salido de primero). Paso a los mayoritarios y me vuelvo a indignar al ver por en medio de la lista pero en puestos de escaño asegurado a políticos de gran futuro como Carlos Iturgaiz o José Blanco, a quienes se envía a ese cómodo y bien remunerado retiro europeo.
Olvido las formas y pienso en el fondo. Todos los días oigo los argumentos de cada uno. El PP, que la culpa de todo es de ZP; el PSOE que Cañete es Machista como base de la campaña; VOX da miedo; UPD, mucha pereza; Ciudadanos no me fío. Willy Meyer me cae bien y es coherente, pero IU también está un poco pasada... Mmmmm, sólo me queda el misterioso Partido X que no termina de convencerme, el juez de Blesa que parece majo pero un poco soplado y Podemos, el partido de Pablo Iglesias, que además cuenta con serias posibilidades de salir. Me gusta su nombre y me mola que vaya alguien un tanto irreverente y sin pelos en la lengua a decirles unas cuantas verdades a los jerifantes de Europa. De momento empiezo a tenerlo más claro, pero aún así, reflexionaré el sábado y votaré el domingo.
PD. Que nadie resuma esta crítica en el típico "son todos iguales", porque no son todos iguales, ni mucho menos... Y por eso hay que votar.
martes, 20 de mayo de 2014
SOLO EN CASA
No sé de donde viene lo de "estar de Rodríguez" pero el caso es que conlleva muchos tópicos de esta sociedad sexista, machista o Arias Cañetista. Lo digo porque la Jefa se ha ido un par de días a casa de unos amigos y me he quedado sólo en casa con los chicos y con todos los tópicos de estas situaciones.
De entrada se fue con mi coche, para lo cual tuve que ir antes a la gasolinera a llenar el depósito como gesto de caballerosidad lógico tras escuchar las habituales preguntas: "¿cómo se abre el tapón de gasolina?, ¿es diesel o normal? y ¿tú crees que con lo que tiene llego a Segovia?
Como réplica, ella me explicó el menú de toda la semana y me dio por escrito un manual de instrucciones para el buen funcionamiento de los niños. Sé que le viene bien descansar de nosotros unos días, pero también sé que no se fía ni un pelo de mi capacidad como gestor de esta unidad familiar. De hecho cada vez que se acerca uno de los momentos señalados en el manual de instrucciones, casualmente suena el teléfono con un dulce "¿Que tal todo?...Que no se te olvide ponerles jersey, que hace frío...". Seguro que se piensa que esto es un caos, que nos acostamos tarde, que no recogemos la mesa, que nos tiramos pedos, que estamos con los ordenadores y la tele todo el rato, que perdemos la ruta del cole. Si nos viera aquí a los cuatro, charlando sobre moral y ética en las sociedades prebélicas...
Bueno que se me pasa la hora. El peque tiene cumpleaños y se va con un amigo, pero yo le tengo que recoger a las ocho para que le dé tiempo a ducharse y a cenar, si es que no se ha comido tres perritos, cinco bolsas de palomitas y una de esos gusanitos que sólo sirven para llenar la parte ancha de las bolsas de chuches. En ese caso es posible que venga desganado o con diarrea. Uno tiene clase de piano, otro de matemáticas y el otro debe estudiar el final de filosofía. Espero aclararme cuál es cual. Además el mayor tiene oculista y antes tengo que dilatarle la pupila echándole cada quince minutos una gota de una medicina que está encima del microondas. Pero resulta que encima de ese invento siniestro que hace ruido, pita impertinentemente y deja la comida ardiendo por unos sitios y helada por otros, hay dos botecitos de gotas, uno que pone Loctite y otro que dice Ciclopléjico, supongo que este último debe ser aceite de las bicis de los chicos o algo así, ¿no?...Me da que el chiquillo hoy no va a pegar ojo, pero casi lo prefiero.
De entrada se fue con mi coche, para lo cual tuve que ir antes a la gasolinera a llenar el depósito como gesto de caballerosidad lógico tras escuchar las habituales preguntas: "¿cómo se abre el tapón de gasolina?, ¿es diesel o normal? y ¿tú crees que con lo que tiene llego a Segovia?
Como réplica, ella me explicó el menú de toda la semana y me dio por escrito un manual de instrucciones para el buen funcionamiento de los niños. Sé que le viene bien descansar de nosotros unos días, pero también sé que no se fía ni un pelo de mi capacidad como gestor de esta unidad familiar. De hecho cada vez que se acerca uno de los momentos señalados en el manual de instrucciones, casualmente suena el teléfono con un dulce "¿Que tal todo?...Que no se te olvide ponerles jersey, que hace frío...". Seguro que se piensa que esto es un caos, que nos acostamos tarde, que no recogemos la mesa, que nos tiramos pedos, que estamos con los ordenadores y la tele todo el rato, que perdemos la ruta del cole. Si nos viera aquí a los cuatro, charlando sobre moral y ética en las sociedades prebélicas...
Bueno que se me pasa la hora. El peque tiene cumpleaños y se va con un amigo, pero yo le tengo que recoger a las ocho para que le dé tiempo a ducharse y a cenar, si es que no se ha comido tres perritos, cinco bolsas de palomitas y una de esos gusanitos que sólo sirven para llenar la parte ancha de las bolsas de chuches. En ese caso es posible que venga desganado o con diarrea. Uno tiene clase de piano, otro de matemáticas y el otro debe estudiar el final de filosofía. Espero aclararme cuál es cual. Además el mayor tiene oculista y antes tengo que dilatarle la pupila echándole cada quince minutos una gota de una medicina que está encima del microondas. Pero resulta que encima de ese invento siniestro que hace ruido, pita impertinentemente y deja la comida ardiendo por unos sitios y helada por otros, hay dos botecitos de gotas, uno que pone Loctite y otro que dice Ciclopléjico, supongo que este último debe ser aceite de las bicis de los chicos o algo así, ¿no?...Me da que el chiquillo hoy no va a pegar ojo, pero casi lo prefiero.
lunes, 19 de mayo de 2014
SUPERIORIDAD INTELECTUAL
Las bibliotecas están llenas de ese tipo de citas. Sólo sé
que no sé nada. Es la máxima de quien realmente sabe mucho, de quien aprende a
base de leer y leer, estudiar, experimentar y tener un espíritu inquieto que
busca aprendizaje en la llama de un fuego, en la tapa de un yogurt o en el sonido del viento. Nunca, es
decir, nunca, oirás a alguien realmente inteligente presumir de serlo.
Simplemente por que la vanidad, la chulería y la arrogancia son fanfarronas
maneras de demostrar lo que uno no es. Uno puede intuir si es más o menos
inteligente que otra persona, pero en esa misma inteligencia está el no
decirlo, el disimularlo, el guardárselo para sí porque es una valiosa arma que puede servir.
Si vas presumiendo por ahí de listo, si eres vacilón y
prepotente, si además lo mezclas con un tema tan enfarragoso como el machismo y
además lo haces en medio de una campaña electoral, solo puedo decirte que
tienen una manifiesta inferioridad intelectual. Vamos, que eres tonto. Del
culo.
lunes, 12 de mayo de 2014
MI MASCULINIDAD
Claro, que si se pierden las herramientas en casa es porque el otro ingeniero tiene por costumbre desmontar hasta el último tornillo de cualquier aparato electroparlante de la casa. Sí, ese es Martín, un chaval con píxeles en el cerebro, capaz de montar un ordenador o una batidora con bastante más facilidad que para aprenderse un verso de Jorge Manrique. A él seguro que no le tuvieron en cuenta los del estudio Pisa que preguntaban si los niños sabían encender el aire acondicionado o sacar un billete de tren en una máquina. Eso sí, no pidáis que recoja las herramientas ni que apague su imaginación. Por cierto ayer soñó que llegaban extraterrestres y le tengo que pedir que me lo cuente y así relleno otra entradita.
Lo peor de todo esto es que hasta el más canijo, el inocente de la casa, se pasa el día dando lecciones de todo, presumiendo de que habla chino e inglés mejor que yo y cabreándose si le gano a algo (de momento soy mejor que él al baloncesto). Quizás por eso no ha perdido aún la idolatrada imagen del padre, de ahí que esta mañana me haya pedido que le lleve al cine a ver Spiderman. Le he contestado que me daban mucho miedo ese tipo de películas y me ha cerrado la boca con un contundente argumento: "Papá, no te puede dar miedo porque Mamá la ha visto y no le ha dado casi miedo y te recuerdo que Mamá es femenina y tú eres masculino... Y los masculinos no tienen miedo".
PD. Ya sabéis que este blog se alimenta, de vez en cuando, con baba paterna. Masculina, eso sí...
jueves, 8 de mayo de 2014
VIVITO Y COLEANDO
Lo cuento en tono jocoso aunque no tiene ni puta gracia. Llevo varios días leyendo noticias sobre el reo americano condenado a muerte en Oklahoma, que tardó varias horas en morir porque el medicamento letal no entró bien por su femoral. Resulta que Clayton Rocket, un asesino que enterró viva a su víctima, tardó cuarenta minutos en morir, entre convulsiones y murmullos, lo cual ha puesto en jaque todo el sistema de ejecuciones en los Estados Unidos y ha vuelto a poner sobre el tapete el ancestral castigo de la pena de muerte.
El asunto fue un tanto patético, porque no dieron con sus venas porque le habían dado una descarga eléctrica previa para reducirle; después decidieron pincharle en la ingle pero le taparon con una sábana para que los testigos asistentes a la ejecución no viesen su negro pene. La mayoría de los penes de los ejecutados son negros, porque la mayoría de los condenados es negra, porque la mayoría de los criminales es negra, porque la mayoría de los negros viven en condiciones de marginación y opresión que terminan por volver malos a algunos. Lo cuento en tono jocoso aunque no tiene ni puta gracia.
Pues eso, como taparon aquello con una manta, los verdugos no vieron que el líquido asesino se estaba yendo por mal camino y la dosis que le llegó al corazón fue muy pequeña y tardó casi una hora en morir. Eso provocó que los testigos se marcharan a desayunar sin poder ver el espectáculo al que habían sido invitados y que el reo muriese de un infarto, en lugar del paro multifuncional instantáneo que te provocan esas medicinas que algún malévolo inventó y se olvidó experimentar en sí mismo. Así que Clayton, que había sido condenado a "muete", murió de infarto, pero con un poco de "zuzto" primero. Lo cuento en tono jocoso aunque no tiene ni puta gracia.
Y entonces abren el debate de la pena de muerte y retrasan varias ejecuciones pendientes, que tíos más humanos. Joder, no lo entiendo, si nos estamos cargando al negraco este porque era un asesino sin escrúpulos y lo estamos haciendo como venganza y para lanzar un mensaje didáctico a la sociedad, pues mejor todavía con este sistema ¿no? Si él había matado con alevosía, pues ahora se le deja un ratito pasándolas putas y el efecto justiciero y ejemplificador será mucho mayor. Además, para ello contamos con la legión universal de medios informativos que acuden como moscas al morbo de una información tan sádica y rocambolesca (reconozco que yo también estoy siendo mosca). Lo cuento en tono jocoso aunque no tiene ni puta gracia.
Una vez más lo único que importa es la forma y no el fondo. Se debate sobre las farmaceúticas, sobre los medicamentos, sobre el proceso y sobre todo el aspecto visceral (de vísceras), pero nada importa el debate sobre este castigo tan inútil, cruel, injusto, en el cual el estado se pone al mismo nivel que el delincuente asesinándolo con premeditación y en este caso con alevosía. Hipocresía.
El asunto fue un tanto patético, porque no dieron con sus venas porque le habían dado una descarga eléctrica previa para reducirle; después decidieron pincharle en la ingle pero le taparon con una sábana para que los testigos asistentes a la ejecución no viesen su negro pene. La mayoría de los penes de los ejecutados son negros, porque la mayoría de los condenados es negra, porque la mayoría de los criminales es negra, porque la mayoría de los negros viven en condiciones de marginación y opresión que terminan por volver malos a algunos. Lo cuento en tono jocoso aunque no tiene ni puta gracia.
Pues eso, como taparon aquello con una manta, los verdugos no vieron que el líquido asesino se estaba yendo por mal camino y la dosis que le llegó al corazón fue muy pequeña y tardó casi una hora en morir. Eso provocó que los testigos se marcharan a desayunar sin poder ver el espectáculo al que habían sido invitados y que el reo muriese de un infarto, en lugar del paro multifuncional instantáneo que te provocan esas medicinas que algún malévolo inventó y se olvidó experimentar en sí mismo. Así que Clayton, que había sido condenado a "muete", murió de infarto, pero con un poco de "zuzto" primero. Lo cuento en tono jocoso aunque no tiene ni puta gracia.
Y entonces abren el debate de la pena de muerte y retrasan varias ejecuciones pendientes, que tíos más humanos. Joder, no lo entiendo, si nos estamos cargando al negraco este porque era un asesino sin escrúpulos y lo estamos haciendo como venganza y para lanzar un mensaje didáctico a la sociedad, pues mejor todavía con este sistema ¿no? Si él había matado con alevosía, pues ahora se le deja un ratito pasándolas putas y el efecto justiciero y ejemplificador será mucho mayor. Además, para ello contamos con la legión universal de medios informativos que acuden como moscas al morbo de una información tan sádica y rocambolesca (reconozco que yo también estoy siendo mosca). Lo cuento en tono jocoso aunque no tiene ni puta gracia.
Una vez más lo único que importa es la forma y no el fondo. Se debate sobre las farmaceúticas, sobre los medicamentos, sobre el proceso y sobre todo el aspecto visceral (de vísceras), pero nada importa el debate sobre este castigo tan inútil, cruel, injusto, en el cual el estado se pone al mismo nivel que el delincuente asesinándolo con premeditación y en este caso con alevosía. Hipocresía.
miércoles, 7 de mayo de 2014
DE PORTERÍA A PORTERÍA...
Las cosas hay que hacerlas y si se puede bien, pero por
encima de todo hay que hacerlas. Esa es mi máxima existencial. No quiere decir
que no sea perfeccionista, sino que me revienta la gente que se escuda en la
búsqueda de la excelencia para no hacer las cosas o demorarlas. Por eso soy el
encargado de fabricar las porterías del pueblo. Porque cada vez que se rompen
surgen ingenieros que sugieren una y mil formas de hacerlas para que queden
bien, pero que requetebién; pero todas esas fórmulas pasan por dejarlo para
otro día, por traer buenos materiales, por invertir en una estructura más compleja, por pedir una subvención... La otra causa de mi interés es más egoísta, porque soy el
único de los "abuelos" que juega al fútbol y suelo ser el guardameta, así que tengo que cuidar
la portería, qué menos.
Como sé que es un tema que os tiene sin dormir, os voy a dar algunos consejos por si algún día tenéis que construir una portería low cost. La elección de los palos es clave, para lo cual recomiendo que hagas lo contrario que hago yo, así que no cojas troncos de árboles que se han caído y están podridos; tampoco postes viejos carcomidos y mucho menos vigas de casas abandonadas, con espíritus que se te aparecen mientras te tiran un
penalty. Piensa siempre que esos palos tienen que resistir los cañonazos de impetuosos adolescentes que después de marcar gol suelen colgarse del larguero para mostrar sus abdominales a las jovencitas que les observan desde la banda entre whatsapp y whatsapp. Los palos hay que lijarlos un poco porque si tienen ramas o estrías, cualquier chaval puede dejarse los cuernos al rematar y te aseguro que el padre y sus abogados irán contra el constructor, osea tú. Los tres palos hay que unirlos entre sí de forma sólida y lo mejor son clavos de unos 15 cm. que son más largos de lo que tú te crees, evitando que estén oxidados o que sobresalgan porque sino cada balonazo al poste supondrá un balón pinchado y un niño llorando.
La portería se fija al suelo con cemento, que se hace mezclando un saco de cemento con el doble de arena de río. Yo el cemento lo compré por cuatro euros y como no pedí factura no me cobrarón el IVA, así que es cemento defraudador pero si entendemos que con los impuestos, el Gobierno de turno se dedica a hacer, entre otras cosas, porterías para que jueguen los niños, en este caso está justificado el fraude porque yo no te cobro nada, Montoro. Nuestro campo de fútbol está pegado al río, así que la arena de río la cogí del río, como es lógico, pero llegó un ingeniero porteril y me recriminó porque esa arena es mala. Como secreto de la casa y tras largos años de aprendizaje, yo añado unas bolsas de plástico
envolviendo la parte baja de los postes para quitar la humedad. Este truco es muy efectivo porque los postes siempre rompen por humedad, pero hacedlo sin que os vea ningún ingenierín y se descojone de vosotros. Con todo eso ya tenéis unas más que dignas porterías, mucho más dignas que el patatal que tenemos por campo de fútbol con dos alturas, piedras por doquier, bancos de arena y mosquitos para dar y tomar.
Y sino, puedes hacer lo que haré yo la próxima vez, que será comprar unas nuevas y buenas, pero mientras tanto, dejadme
que sea un chapuzas.
domingo, 4 de mayo de 2014
COMPETENCIAS
El domingo asistí a una lección de política nacional muy
interesante, en concreto sobre el tema de las competencias. Estaba en una
prueba de descenso de mountain bike donde se utilizan camiones para remontar a
los corredores desde la meta hasta la salida. A veces se hacen en estaciones de
esquí con telesillas, pero cuando no, se tira del sistema “transporte de
ganado”. Lo lógico y legal sería subir las bicicletas en camiones y a los
corredores en autobuses o furgonetas, pero como son más de doscientos pilotos,
el coste se dispara mucho y lo hace inviable.
El caso es que en esta carrera el remonte era de escasos dos
kilómetros por una carretera local cerrada al tráfico, a la que se accedía tras
cruzar una carretera nacional con poco tráfico. Pero en eso llegó la benemérita,
la respetable y admirada benemérita, con todo su espíritu colaborador y detuvo
todo el dispositivo de remonte parando los camiones y evitando que subieran en
ellos los chavales. Hasta ahí estaban cumpliendo con la ley y evitando que
pudiera ocurrir un accidente de consecuencias fatales. Vale. Se cargaban la
carrera, pero cumplían con la legalidad. Vale.
Lo que me sorprendió fue lo ocurrido a continuación, cuando
vieron eso de que el remedio era peor que la enfermedad y que corrían el riesgo
de ser corridos a gorrazos por tanto descender “descerebrado”, sus familias,
sus camarillas y el público asistente; en ese momento pensaron que no podían
cargarse la prueba y machacar al organizador y a los participantes venidos de
toda España y tiraron del manual de “competencias”. El resultado fue que los
camiones podían seguir transportando amasijos de bicis con pilotos, siempre y
cuando no tocaran ni un centímetro de la carretera Nacional que era la única
que era competencia de los hombres de verde. Los camiones se llevaron al otro
lado de la carretera, se forzó a los corredores a bajar con el tráfico abierto
por las calles del pueblo y cruzar por sus medios la General, para después
subirse a los camiones y continuar su marcha por la carreterilla local. La
nueva propuesta era mucho más peligrosa, los ciclistas podían ser atropellados
o atropellar a alguien y el riesgo de los camiones continuaba exactamente
igual. Eso sí, el agente en cuestión había quedado liberado de cualquier
responsabilidad, que en el fondo era lo único que le importaba, mucho más que
la seguridad, los seguros o la propia integridad de las personas.
Fue un ejercicio ejemplar del funcionamiento del sistema de
competencias y de esta sociedad judicializada. Yo sólo acerté a murmurar, como
decía Forges: ¡País!
martes, 29 de abril de 2014
NO ESTAMOS LOCOS

No es este un espacio dedicado a recomendaciones o peticiones del oyente y aunque en alguna ocasión hemos hablado de algún libro, nunca hemos pedido de forma tan descarada el "voto" para uno, pero en este caso me ha creado tal impacto personal que me siento totalmente obligado a hacer campaña para su difusión.
Mis allegados (forma fina de denominar a los que me aguantan día a día) estarán hartos de escuchar mis múltiples y exagerados elogios al ensayo de José Miguel Monzón, quien, por cierto, es un personaje bastante popular en este país y cuenta con infinidad de seguidores y otra tanta infinidad de detractores. Por eso mismo recomiendo el libro.
Para empezar he de reconocer que cuando lo vi publicado no me apetecía nada leerlo. Primero lo compré para regalárselo a un amigo y después, casualmente, otro amigo me lo regaló a mí. Pensé que ya conozco suficientemente al personaje, le sigo con fidelidad y sé muy bien cuáles son sus opiniones. También reconozco que cuando lo abrí no tenía muy claro si me apetecía leer unas cuestiones tan serias con el tinte irónico marca de la casa, pero bastaron unas cuantas páginas para caer en las garras de una de las mentes más clarividentes que he visto (por mucho que algunos le odiéis).
El libro es un recorrido por la historia de España para analizar nuestra sociedad con una contundencia brutal. Verdades como puños de las que nadie se atreve a decir, dichas con todos los argumentos, respaldadas por datos, complementadas con hemeroteca y despedazando sin ningún tipo de rubor la mentira política de este país o de parte de este país.
No hace falta que os diga que Wyoming no es militante del PP y que su tendencia política es abiertamente izquierdista. Por eso mismo el libro tiene tan buena aceptación entre los "rojeras" y nula entre los "fachillas". Sin embargo, él mismo se encarga de plantear todo este aburrido tema de las dos Españas con una claridad asombrosa y rompiendo todo tipo de prejuicios, tabús y lugares comunes sobre la política. La Guerra, la Transición, la Iglesia, la corrupción, el liberalismo y otros muchos asuntos candentes quedan diseccionados con precisión quirúrgica y llegando a esas conclusiones que a muchos nos pasan por la cabeza a diario, pero que no sabemos escribir tan bien, ni nos atrevemos.
Sinceramente creo que sería muy bueno para nuestro futuro que este libro lo leyeran todo tipo de personas, los de izquierdas, por supuesto, pero también los de derechas o de centro o apolíticos o lo que sea. Sé que no lo conseguiré, pero sería bueno. A mí me ha abierto la mente, por eso lo recomiendo. Y no estoy loco.
martes, 22 de abril de 2014
LUIS, EL IDIOTA
Pues no tenían razón Luis, no eras el cabrón, eras el idiota y ahora te estás ganando
el mote con justicia. Pensaste que no te iban a dejar solo, eran muchos años de
vivencias y connivencias en el partido, luchando por unos ideales, para que a
la primera de cambio te dieran la espalda todos, pero así ha sido, eres un
pringao. Te fiaste de ellos porque dijeron que te ayudarían, porque eliminaron
al juez más peligroso, porque Mariano te mandaba mensajitos de ánimo en los
momentos difíciles, porque te seguían pagando aunque fuese en diferido y
simulado. Mientras estuvieses calladito estarías protegido, pero cuando se
levanto el pastel y España entera se enteró de lo que teníais guardado debajo
del felpudo de Génova, toda esa lealtad y amistad se fue al carajo y te has
quedado más solo que la una, metido en el trullo, sin paseos ni patio, sin tu
familia y sin tu dinero. Lo tuyo es uno de los ejemplos más bochornosos de lo
que significa la palabra traición, pero no de ti hacia ellos, como piensan
algunos, sino de ellos hacia ti.
Durante tantos años has estado comiéndote el marrón de
llevar las cuentas con finura y disimulo para que nadie sospechase nada; tanto
tiempo de dedicación al partido siendo el hombre más querido por todos porque generabas
riqueza a la institución y de vez en cuando tenías algún sobre que repartir, y
así te lo pagan, dándote la espalda de la forma más vil e insolidaria que
podías imaginar.
No creo que quede ni una sola persona en este país que dude
de los tejemanejes que os traíais, de que cobrabais donaciones ilegales para
financiar al partido (supongo que a cambio de algún favorcillo a esos empresarios) y que os repartías el botín en sobresueldos en dinero
negro. Todo el mundo da por hecho que Mariano y todos los que salen en esos
papeles se llevaron la guita.
En aquellos primeros días la conmoción fue brutal, tembló
Génova y La Moncloa. Todos pensamos que si caías tú caerían todos. Incluso
algún bloguero cerró temporalmente su blog esperando esa sonada dimisión. Pero
no, te traicionaron, miraron para otro lado, borraron tus ordenadores, quemaron
tus agendas, apagaron los móviles, quitaron de en medio al periodista más
peligroso y dieron por normalizada la situación. Con lo fácil que les resulta quitar y poner jueces, de ti pasaron. Consiguieron transformar al
cabrón en el idiota.
Ese es el espíritu de compañerismo de tus amigos del
partido, juntos han conseguido señalarte para que tú solo te lleves todo el
marrón e incluso los votantes se ríen de ti por pringao y mala persona.
Seguirán prietas las filas. Das pena, Luis.
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