Nooo, no me han regalado unos gemelos por Navidad. El que lo hiciera correría peligro de muerte. Pero sí me han dejado a dormir a nuestros dos sobrinos gemelos. Realmente no sé si son mellizos o gemelos porque nunca he distinguido la diferencia entre ambas palabras, del mismo modo que no distingo sus caras, ni sus nombres. Los sobrinos son hermanos y se parecen mucho, aunque si te fijas bien son algo distintos; uno se llama Pablo y otro Jorge, pero casi siempre van igual vestidos, con lo cual uno se hace la picha un lío. Yo, que soy un lince, tengo un truco, que es llamarles siempre al revés de como he pensado: que veo a Pablo, pues le llamo Jorge y viceversa; de esta forma casi siempre acierto.
Recientemente me he percatado de que Jorge tiene cara de Pablo y Pablo tiene cara de Jorge. Sí, los Pablos son más cuadrados de cara, más rellenos, más serios, como la "O", y los Jorges más afilados, más abiertos, más sonrientes, como la "E". Exactamente lo contrario que estos, porque ya os he dicho que Pablo tiene cara de Jorge y Jorge de Pablo.
Pues ayer se pusieron a jugar al fútbol con mi hijo Lucio, mientras yo me preparaba un café. De reojo vi como Pablo o Jorge regateaba a mi hijo y chutaba con todas sus fuerzas al portero, que era Jorge o Pablo, el otro. Le hizo daño y como amigable reacción entre hermanos gemelos o mellizos o mestizos o lo que sean, le metio un contundente puñetazo en la cara (el portero al delantero), provocando la ira del hermanito que se revolvió y le metió un patadón a la altura de la rodilla que le dejo tirado en el suelo (el delantero al portero). Yo (el del café) salí corriendo para disolver la reyerta, cual antidisturbios siguiendo a perro-flauta, y al llegar frente a ellos no supe bien qué decir ni cómo actuar: "¡Joblo!, ¡Parge!, ¡parad de inmediato!". De entrada mandé a cada uno a una esquina, a reflexionar, y después traté de razonarles que no podían hacer eso, que si Jorge pegaba a Pablo, Pablo no podía pegar a Jorge, ni al revés, ni al derecho. Intenté reconstruir los hechos pero me resultó imposible porque ya no sabía quién era el portero y quién el delantero, quién había pegado y quién había recibido, así que les obligué a darse la mano (estúpido acto protocolario que nos gusta mucho a todos los padres pero que no sirve para nada) y seguí con mi café lleno de dudas, sin saber si había impartido justicia o había regañado al que no había hecho nada. Le voy a sugerir a sus padres que les pongan una gorrita con su nombre o casi mejor un tatuaje, para que no se lo cambien.
PD. La parejita de la foto no son mis sobrinos, ni son gemelos, ni mellizos ¿y qué?
Hachetetepebarrabarra y después lo que quieras poner. Es un título demasiado ambíguo para un blog, demasiado abierto. Pero así es este espacio. Unos días abierto para la alegría, otros para la pena; para la esperanza o el escepticismo; la reflexión o la ironía... Lo que salga de los huevos ¿no?
jueves, 27 de diciembre de 2012
martes, 25 de diciembre de 2012
PENSAR
Sigo leyendo el periódico y me encuentro una doble página en blanco. Una táctica ya bastante vista para llamar la atención. Recuerdo una similar de auto control de la publicidad, otra campaña de El País para atraer anunciantes y alguna más de una ONG. Vamos, que de original, poco. La doble está pagada por un conocido banco, que no voy a mencionar por no hacerles publicidad gratuita en este prestigioso blog, y sugiere que ese espacio es para pensar, que dejes de leer el periódico y pienses. Lo mismo te piden en cuñas de radio y spots de televisión. Y yo, que sabéis que soy dócil y obediente, les he hecho caso y he pensado: estas son mis reflexiones.
Señores banqueros y su ocurrente agencia de publicidad: yo pienso cuando me sale de la punta del nardo, no cuando quieren ustedes, porque si lo hago cuando ustedes me incitan a ello me sale espuma por la boca y digo tonterías. Su misión es guardarnos el dinero de forma segura, si es posible generarnos algún interés y ofrecernos eso que llaman "productos", sin estafarnos. Si además quieren hacer publicidad, háganla, cuéntenos lo buenos y fiables que son, intenten recuperar la credibilidad que su sector ha perdido por culpa de tanto agujero, tanto rescate, tanta preferente, tanto Lehman Brothers, tanto desahucio y tanta estafa, pero sinceramente no es el momento para intentar manipuladores guiños emocionales, frases blanditas o campañas graciosillas. No están los tiempos para gastarse un pastizal en dejar páginas en blanco en los periódicos para que pensemos. No nos llamen idiotas, que sabemos bien que lo que quieren es que nos sonriamos por su original idea y pensemos que su banco es un banco simpático, pero no, lo podríamos pensar si fuese otro tipo de empresa, pero un banco...
Perdónenme si me han pillado en mal día, pero es que llego a su estúpida página bastante cabreado porque dos hojas antes había otro anuncio, nada más y nada menos que de Bankia, intentando generar confianza entre sus maltrechos accionistas. Otros que tal bailan, no han entendido que es momento de estarse calladitos y de no gastar el dinero de ese rescate que perjudica a todos, en anuncios sin sentido. Claro, que venimos de eslóganes tan sofisticados como el de los otros que te sueltan sin cortarse lo de "Queremos ser tu banco" o te hablan de confianza en su hipócrita spot.
Pues eso, que mejor se ahorren el dinerito de nuestras comisiones y le dicen a su agencia que sigan pensando, pero que nos dejen a los lectores, oyentes o espectadores que pensemos cuando queramos y en lo que queramos ¿vale?
Señores banqueros y su ocurrente agencia de publicidad: yo pienso cuando me sale de la punta del nardo, no cuando quieren ustedes, porque si lo hago cuando ustedes me incitan a ello me sale espuma por la boca y digo tonterías. Su misión es guardarnos el dinero de forma segura, si es posible generarnos algún interés y ofrecernos eso que llaman "productos", sin estafarnos. Si además quieren hacer publicidad, háganla, cuéntenos lo buenos y fiables que son, intenten recuperar la credibilidad que su sector ha perdido por culpa de tanto agujero, tanto rescate, tanta preferente, tanto Lehman Brothers, tanto desahucio y tanta estafa, pero sinceramente no es el momento para intentar manipuladores guiños emocionales, frases blanditas o campañas graciosillas. No están los tiempos para gastarse un pastizal en dejar páginas en blanco en los periódicos para que pensemos. No nos llamen idiotas, que sabemos bien que lo que quieren es que nos sonriamos por su original idea y pensemos que su banco es un banco simpático, pero no, lo podríamos pensar si fuese otro tipo de empresa, pero un banco...
Perdónenme si me han pillado en mal día, pero es que llego a su estúpida página bastante cabreado porque dos hojas antes había otro anuncio, nada más y nada menos que de Bankia, intentando generar confianza entre sus maltrechos accionistas. Otros que tal bailan, no han entendido que es momento de estarse calladitos y de no gastar el dinero de ese rescate que perjudica a todos, en anuncios sin sentido. Claro, que venimos de eslóganes tan sofisticados como el de los otros que te sueltan sin cortarse lo de "Queremos ser tu banco" o te hablan de confianza en su hipócrita spot.
Pues eso, que mejor se ahorren el dinerito de nuestras comisiones y le dicen a su agencia que sigan pensando, pero que nos dejen a los lectores, oyentes o espectadores que pensemos cuando queramos y en lo que queramos ¿vale?
domingo, 23 de diciembre de 2012
¡QUÉ PEREZA!
Joooooder, qué pereza!!! Pensaba que ya no volvía, pero parece que todo ha sido una falsa alarma. Cómo puedo ser tan inocente como para creerme la bobada del fin del mundo. Si es que llevo toda la vida siendo un pánfilo, tragándome sin rechistar las fantasías infantiles: que te tomes la sopa que te están viendo los Reyes, que si no duermes bien el ratoncito no te trae el regalo, que si tomas alcohol no te hace efecto la medicina, que si gobierna la derecha se va a acabar la crisis, que en viernes y trece no te cases ni te embarques, que si no bebes después de brindar no se cumple el deseo, que hacia Belén va una burra y un buey, que masturbarse provoca ceguera, que la primera es pabajo y las demás parriba, que los Reyes Magos vienen de oriente o que Fraga y Carrillo eran inmortales.
Pues resulta que nada de eso es cierto y que yo hice el ridículo el otro día con mi despedida y escondiéndome debajo de la cama durante todo el viernes. Vosotros sois los que más habéis perdido porque con el silencio global que hubiera llegado tras el cataclismo, también se habría conseguido callar este soporífero blog. Pero nada, aquí seguimos, metidos en faena, sin maleficios, sin maremotos, sin lotería, sin adelgazar, sin ganas de leer noticias y con resaca, con caries, con el arsenal de petardos listo para todas las fiestas, con el grasiento menú preparado, con los suegros y los cuñaos a la puerta de casa, con el puto árbol en medio del salón y con los bolsillos llenos de cartas para mandar a los Reyes Magos de Al Andalus.
Bueno, que sólo os escribía para decir que de momento no la he palmado y que esta noche, aunque me den un poco de pereza las fiestas, por respeto a los creyentes, pienso ponerme cebón, aunque no tanto como los chicos del FMI, aquí tenéis el menú de su fiesta... Y no os perdáis el documental de elefantes que echan a las nueve en la primera. Pasadlo bien.
Pues resulta que nada de eso es cierto y que yo hice el ridículo el otro día con mi despedida y escondiéndome debajo de la cama durante todo el viernes. Vosotros sois los que más habéis perdido porque con el silencio global que hubiera llegado tras el cataclismo, también se habría conseguido callar este soporífero blog. Pero nada, aquí seguimos, metidos en faena, sin maleficios, sin maremotos, sin lotería, sin adelgazar, sin ganas de leer noticias y con resaca, con caries, con el arsenal de petardos listo para todas las fiestas, con el grasiento menú preparado, con los suegros y los cuñaos a la puerta de casa, con el puto árbol en medio del salón y con los bolsillos llenos de cartas para mandar a los Reyes Magos de Al Andalus.
Bueno, que sólo os escribía para decir que de momento no la he palmado y que esta noche, aunque me den un poco de pereza las fiestas, por respeto a los creyentes, pienso ponerme cebón, aunque no tanto como los chicos del FMI, aquí tenéis el menú de su fiesta... Y no os perdáis el documental de elefantes que echan a las nueve en la primera. Pasadlo bien.
viernes, 21 de diciembre de 2012
HASTA NUNCA O SIEMPRE
Me voy de este mundo sin haber visto ni un segundo de "La Voz" y sin haberme confesado nunca. Quizás debía hacerlo hoy para pedir perdón por no haber visto ni oído "La Voz", ni el vídeo del águila y el bebé, ni siquiera el del coreano que, como buen coreano, hace una original coreografía. También me voy sin aprenderme el Padre Nuestro, ni el credo, ni los mandamientos, ni la tabla periódica, ni el motor de cuatro tiempos, ni siquiera sé atarme los zapatos.
Eso sí, dejo un legado que me enorgullece: tuve un puesto en El Rastro al lado del de Alaska, me crucé un día por la calle con Undiano Mallenco, me senté en una carrera dos filas por detrás de Álvaro de Marichalar, mi compañero de pupitre fue el que quemó el colegio, estuve en un concierto detrás de la hermana ciega del Rey y comí un día en el restaurante de la madre de Cañizares, el portero de fútbol. No creo que haya mucha gente que pueda presumir de tan prolífico currículum.
Por eso tampoco me importa demasiado irme, aunque me jode hacerlo sin haber llegado a conocer a Michi Panero y sin ver al Espanyol en Champions y sin que me pregunten mi intención de voto en alguna encuesta y sin acudir de público al Hormiguero y sin acertar una maldita quiniela y sin haber corrido a huevazos a alguno de mis politicuchos o periodistillas preferidos.
Sin embargo hay algo que me gusta de la profecía de la abeja Maya. Aunque cueste reconocerlo, mola eso de irse todos a la vez, porque lo que jode de morirse es que se queden los demás aquí, sufriendo o celebrando que la has cascado, de esta forma, a la de tres, todos al carajo. Y no vale lo de esconderce, si jugamos, jugamos todos...
Lo que más me fastidia es que ayer muriese, dos días antes del fin del mundo, uno de mis ídolos de juventud, el excepcional piloto de motocross Georges Jobe, si se hubiera esperado, nos hubiéramos ido juntos.
Eso sí, dejo un legado que me enorgullece: tuve un puesto en El Rastro al lado del de Alaska, me crucé un día por la calle con Undiano Mallenco, me senté en una carrera dos filas por detrás de Álvaro de Marichalar, mi compañero de pupitre fue el que quemó el colegio, estuve en un concierto detrás de la hermana ciega del Rey y comí un día en el restaurante de la madre de Cañizares, el portero de fútbol. No creo que haya mucha gente que pueda presumir de tan prolífico currículum.
Por eso tampoco me importa demasiado irme, aunque me jode hacerlo sin haber llegado a conocer a Michi Panero y sin ver al Espanyol en Champions y sin que me pregunten mi intención de voto en alguna encuesta y sin acudir de público al Hormiguero y sin acertar una maldita quiniela y sin haber corrido a huevazos a alguno de mis politicuchos o periodistillas preferidos.
Sin embargo hay algo que me gusta de la profecía de la abeja Maya. Aunque cueste reconocerlo, mola eso de irse todos a la vez, porque lo que jode de morirse es que se queden los demás aquí, sufriendo o celebrando que la has cascado, de esta forma, a la de tres, todos al carajo. Y no vale lo de esconderce, si jugamos, jugamos todos...
Lo que más me fastidia es que ayer muriese, dos días antes del fin del mundo, uno de mis ídolos de juventud, el excepcional piloto de motocross Georges Jobe, si se hubiera esperado, nos hubiéramos ido juntos.
jueves, 20 de diciembre de 2012
¡¡¡FELICIDADES!!!
Como soy un poquito agrio y mal educado, siempre se me olvida felicitar las fiestas. En los días señalados no envío ni guasaps ni esemeses, a pesar de que recibo muchísimos, pero se me olvida contestar y además tengo unos dedos muy morcillones para escribir en un teclado tan pequeño. Por si fuera poco, las letras de mi móvil son muy raras, y se ven mejor si las alejo casi un metro de mis ojos, con lo cual no llego bien para escribir.
Vamos, que no pienso contribuir a llenar la ciberesfera con más mensajitos graciosones y melosos.
Tengo que reconocer que un año caí en la tentación y envié una cursilada supina copiando a todos mis contactos y entré en depresión profunda cuando al medio minuto recibí la primera contestación, de mi socio Jesús: "¡Qué te folle un pez!". Desde entonces no hay mensaje el día de Nochebuena, si necesitáis cariño poner la uno, que este año Juancar va a estar muy blandito, ya veréis.
Por eso, me anticipo unos días y os envío esta felicitación bloguera, recogiendo las felicitaciones que más me han gustado. En primer lugar la de Sergio Ramos que ha sido retirada por el Madrid porque ha habido cachondeo con su pronunciación en inglés... Ay, si nos escucháramos todos los españolitos muchiglotas, las risas se iban a oír donde dejó Sergio colgado el balón.
Por seguir con el inglis, os paso el ensayo de Lucito preparando su actuación de Navidad, está un poco tímido y tiene pelo de sota de bastos porque se lo ha cortado ese gran peluquero que es su padre.
Y por último y como triunfador absoluto de las fiestas, el sutil chiste de Nachete González dirigido a sus amigas, supongo que Cospe, Sora, Espe y Anita, que creo que se han quedado muy desinfladas cuando les dijo que lo había enviado por error.
Pues eso, chic@s (qué friki queda esto de la arroba ¿eh?) que lo paséis bien, engordéis como ocas, os emborrachéis y ni conduzcáis ni tuiteeis, que las carga el diablo...
Vamos, que no pienso contribuir a llenar la ciberesfera con más mensajitos graciosones y melosos.
Tengo que reconocer que un año caí en la tentación y envié una cursilada supina copiando a todos mis contactos y entré en depresión profunda cuando al medio minuto recibí la primera contestación, de mi socio Jesús: "¡Qué te folle un pez!". Desde entonces no hay mensaje el día de Nochebuena, si necesitáis cariño poner la uno, que este año Juancar va a estar muy blandito, ya veréis.
Por eso, me anticipo unos días y os envío esta felicitación bloguera, recogiendo las felicitaciones que más me han gustado. En primer lugar la de Sergio Ramos que ha sido retirada por el Madrid porque ha habido cachondeo con su pronunciación en inglés... Ay, si nos escucháramos todos los españolitos muchiglotas, las risas se iban a oír donde dejó Sergio colgado el balón.
Por seguir con el inglis, os paso el ensayo de Lucito preparando su actuación de Navidad, está un poco tímido y tiene pelo de sota de bastos porque se lo ha cortado ese gran peluquero que es su padre.
Y por último y como triunfador absoluto de las fiestas, el sutil chiste de Nachete González dirigido a sus amigas, supongo que Cospe, Sora, Espe y Anita, que creo que se han quedado muy desinfladas cuando les dijo que lo había enviado por error.
Pues eso, chic@s (qué friki queda esto de la arroba ¿eh?) que lo paséis bien, engordéis como ocas, os emborrachéis y ni conduzcáis ni tuiteeis, que las carga el diablo...
martes, 18 de diciembre de 2012
PEAZO TUBA
Pues el bueno de Oystein Baadsvik, un noruego que el pasado sábado se perdió en Sigüenza, dijo en casa que iba a tocar la tuba y, no contento con eso, se atrevió a ser solista y ahí le tenéis, recorriendo el mundo de concierto en concierto como auténtico virtuoso del incómodo instrumento. Además de ser el mejor tubista del mundo (sin contar los de los escapes de competición), Oystein es un cachondo mental que habla a través de la tuba e interactúa con el público con ese graciejo nórdico tan característico.
En la Ciudad del Doncel, en plena Alcarria, se juntaron el noruego y una polaca (no es un chiste) para ofrecer un interesantísimo y peculiar concierto. Bernadetta Raatz es la pianista, que reside en un pueblo cercano y que convenció a Baadsvik para ofrecer esta actuación ante un público tan selecto: La abuela que se sentaba tras de mí y que pensaba tararear villancicos en el "Concierto de Navidad", comentó al oír al solista hablar en inglés: "No te molestes, hermoso, si no te entendemos ni papa". Deep Spain...
lunes, 17 de diciembre de 2012
¡VIVA SAN XIVÍN!
V
I
V
A
S
A
N
X
I
V
Í
N
Los más carcas y conservadores del pueblo están acojonados. Algunos se han acercado a casa del alcalde a denunciar lo que podría ser un peligroso acto de una secta religiosa. Muchos comentan que les da respeto el tema, que no saben lo que puede pasar, que igual el pueblo se llena de perro-flautas y al final esto acaba en una comuna de okupas que se hacen con nuestras casas y se fuman toda la marihuana habida y por haber, en respetables lugares del pueblo como pueden ser la iglesia o el mismísimo cementerio.
El pueblo ha amanecido con carteles en las farolas
anunciando el evento: fiestas de San Xivín, con la foto de un chino con pinta
de predicador, santo o profeta de una religión distinta a la de Jesucristo
nuestro señor. Debajo una serie de reivindicaciones un tanto rojeras, hablando
de autoconsumo, alimentación artesana, ecología y de una serie de cosas bastante lejanas del IBEX 35.
Y al pueblo empiezan a llegar coches. Y en el descampao, Maxi
prende una enorme hoguera y sobre un viejo somier tiende los costillares del
cerdito que la semana pasada correteaba por el pueblo; en torno al fuego empieza a
sonar la música de laudes, violines, flautas y gaitas. La fiesta pagana ha
comenzado y de todos los pueblos de alrededor van llegando los más originales
habitantes, gente que ha huido de la ciudad y ha apostado por la vida rural, el
autoconsumo y unas costumbres de las que nosotros entendemos como hippies, pero que no están faltas de lógica.
Con cerveza de producción propia, queso de sus cabras,
ensalada de sus huertos, embutidos de sus cochinos y vino de su cosecha (la
marihuana supongo que también es casera) montan un fiestorro que dura casi
veinticuatro horas. La excusa es venerar a su santo, San Xivín, un chino muy
gracioso que preside la ceremonia y cuyo retrato está en los corrales de las
cabras.
Pero este santo, como algunos otros, es una mera invención de los "alternativos" del pueblo en algún momento de sustanciosas risas y en el fondo la fiesta ha terminado siendo como todas, culto a las viandas, el vino, la música y el baile.
En cambio, las fuerzas vivas caciquiles del pueblo han optado por no ir, atemorizados por la fuerza oculta de la secta. Lo que no saben es que nunca antes se había respirado un ambiente tan sano. Que los perros no muerden y las flautas no pinchan.
Pero este santo, como algunos otros, es una mera invención de los "alternativos" del pueblo en algún momento de sustanciosas risas y en el fondo la fiesta ha terminado siendo como todas, culto a las viandas, el vino, la música y el baile.
En cambio, las fuerzas vivas caciquiles del pueblo han optado por no ir, atemorizados por la fuerza oculta de la secta. Lo que no saben es que nunca antes se había respirado un ambiente tan sano. Que los perros no muerden y las flautas no pinchan.
Qué bien lo hemos pasado... ¡Viva San Xivín!
UN PUNTAZO
No lo puedo negar, me gusta el fútbol. Unos días más que otros. De hecho no tenía ninguna intención de escribir hoy hablando de este tema, pero es que no pensaba ir al partido, no esperaba sentarme al lado de Mourinho y mucho menos contaba con sacar algo positivo de ese estadio, así que estoy crecido.
Y es que cuando faltaba una hora para el partido, mi hijo Diego me ha dicho: "Papá, he acabado los deberes, ¿nos vamos al fútbol?." Y ante tanta insistencia he cogido pitando las bufandas del Espanyol y hemos salido por la puerta dispuestos a ir andando al Bernabeu; realmente íbamos buscando un taxi, pero no ha aparecido por ningún sitio y andandito andandito hemos llegado reventados, pero a tiempo y sin gastar un euro. Vamos a comprar la entrada y se nos abalanza un matrimonio que nos ofrece a mitad de precio sus dos abonos, justo en la primera fila del campo, con riesgo de que te den un balonazo. Sospechamos que pueda ser una trampa, tomamos precauciones y allí estamos, sentados al lado de Mourinho, oyéndole gritar a Arbeloa, insultar al árbitro, falar portugués...
También oímos los insultos del de detrás, el de al lado y el de 67 filas más atrás, que se sienten maltratados por el árbitro. A mi me maltrata mi vecina japonesa que no cesa de hacer fotos malísimas con el I-Phone y que cada vez que la coge Ronaldo grita ¡Cristianooooo! El fútbol se ve muy mal desde tan abajo, pero ves lo atletas que son los futbolistas, por mucho que se diga lo contrario, oyes los gritos del banquillo y de los propios jugadores e incluso llegas a oler su sudor, mezclado con el puro del abuelo de detrás que se va a morir sin ver a su equipo ganar otra Liga. Bueno, eso también me pasa a mí y no soy tan viejo.
Entre tanto Diego saca la camiseta de Jarque en el minuto 21 pero se ríen de él, después se reprime para no celebrar muy efusivamente nuestros goles y escucha con resignación las prepotentes predicciones agoreras del descanso: "Chaval, ahora os van a caer siete". Al final, a falta de taxis, nos volvemos de nuevo andando, contentos porque hemos hecho ejercicio, hemos ahorrado mucha pasta y ya somos penúltimos, con una ventaja de un punto sobre el colista.
Y es que cuando faltaba una hora para el partido, mi hijo Diego me ha dicho: "Papá, he acabado los deberes, ¿nos vamos al fútbol?." Y ante tanta insistencia he cogido pitando las bufandas del Espanyol y hemos salido por la puerta dispuestos a ir andando al Bernabeu; realmente íbamos buscando un taxi, pero no ha aparecido por ningún sitio y andandito andandito hemos llegado reventados, pero a tiempo y sin gastar un euro. Vamos a comprar la entrada y se nos abalanza un matrimonio que nos ofrece a mitad de precio sus dos abonos, justo en la primera fila del campo, con riesgo de que te den un balonazo. Sospechamos que pueda ser una trampa, tomamos precauciones y allí estamos, sentados al lado de Mourinho, oyéndole gritar a Arbeloa, insultar al árbitro, falar portugués...
También oímos los insultos del de detrás, el de al lado y el de 67 filas más atrás, que se sienten maltratados por el árbitro. A mi me maltrata mi vecina japonesa que no cesa de hacer fotos malísimas con el I-Phone y que cada vez que la coge Ronaldo grita ¡Cristianooooo! El fútbol se ve muy mal desde tan abajo, pero ves lo atletas que son los futbolistas, por mucho que se diga lo contrario, oyes los gritos del banquillo y de los propios jugadores e incluso llegas a oler su sudor, mezclado con el puro del abuelo de detrás que se va a morir sin ver a su equipo ganar otra Liga. Bueno, eso también me pasa a mí y no soy tan viejo.
Entre tanto Diego saca la camiseta de Jarque en el minuto 21 pero se ríen de él, después se reprime para no celebrar muy efusivamente nuestros goles y escucha con resignación las prepotentes predicciones agoreras del descanso: "Chaval, ahora os van a caer siete". Al final, a falta de taxis, nos volvemos de nuevo andando, contentos porque hemos hecho ejercicio, hemos ahorrado mucha pasta y ya somos penúltimos, con una ventaja de un punto sobre el colista.
viernes, 14 de diciembre de 2012
SALUDOS
Hoy he estado en una mesa redonda de una revista de márketing, hablando de publicidad y deporte. La mesa no era precisamente redonda, pero nadie se ha quejado. De cualquier modo, este formato de mesa o de acto, significa que cada vez habla uno y que mientras hablan los demás no hay que escuchar sino pensar lo siguiente que vas a decir tú, para brillar. En el fondo es, como la vida misma, un concurso para ver quién es más listo y quién destaca sobre los demás. Yo, como en la vida misma y como ya soy un poco cascarrabias, suelo ser el típico que lleva la contraria y agua un poco la fiesta a los ponentes más formales.
Pero qué coño, no os voy a contar ahora la charla, que ha sido un poco petardete, simplemente me quedo con el comienzo, con los saludos que tanto quebradero de cabeza me causan. Son sólo un par de minutos, pero he de reconocer que lo paso mal teniendo que saludar en tan poco tiempo a tanta gente; se me amontona el trabajo, no sé si besar a las chicas o dar la mano a todo el mundo o morrear a diestro y siniestro. Varias veces he estado a punto de besar a señores muy serios y muy encorbatados. Me pongo colorado, sudo y aunque sonrío amablemente, me puede la vergüenza y me agobia la decisión sobre el tipo de saludo a adoptar.
No aguanto a los manos blandas que te depositan en tu palma un trozo de carne escurridiza y blandengue para que la exprimas como si de una bayeta Spontex se tratara. Tampoco soporto a las tías estiradas que te dan la mano a distancia por temor a que tengas la sucia tentación de acercarte a darles un beso. Pero lo que peor llevo son esas marquesas, putitas las llamo yo, que te besan sin querer besarte, te ponen una mejilla y antes de que haya contacto y les puedas rozar medio gramo del maquillaje, ya han saltado como un resorte para poner el otro pómulo y dar marcha atrás a todo gas.
Haber o a ver, no sé que encaja mejor aquí, lo que sí sé es que cuando saludo a un tío me gusta que me apriete la mano hasta hacerme daño, que suene el crujido de los huesos y si se trata de una chica, que ella misma tome la decisión y si quiere poner distancia, que me dé la mano, pero si me besa, que lo haga de verdad, marcando el territorio con el maquillaje, dejando tatuaje de pinta labios y hasta un poquillo de baba. Vamos que después de saludar tengas necesidad de pasarte la manga del jersey por la mejilla para secarte.
Eso sí, de todos los saludos, mi preferido sigue siendo el saharaui que, al margen de toda la retaila de expresiones de bienvenida que utilizan, te dan la mano bien fuerte y después se la llevan al corazón como señal de confianza y amistad.
Pero qué coño, no os voy a contar ahora la charla, que ha sido un poco petardete, simplemente me quedo con el comienzo, con los saludos que tanto quebradero de cabeza me causan. Son sólo un par de minutos, pero he de reconocer que lo paso mal teniendo que saludar en tan poco tiempo a tanta gente; se me amontona el trabajo, no sé si besar a las chicas o dar la mano a todo el mundo o morrear a diestro y siniestro. Varias veces he estado a punto de besar a señores muy serios y muy encorbatados. Me pongo colorado, sudo y aunque sonrío amablemente, me puede la vergüenza y me agobia la decisión sobre el tipo de saludo a adoptar.
No aguanto a los manos blandas que te depositan en tu palma un trozo de carne escurridiza y blandengue para que la exprimas como si de una bayeta Spontex se tratara. Tampoco soporto a las tías estiradas que te dan la mano a distancia por temor a que tengas la sucia tentación de acercarte a darles un beso. Pero lo que peor llevo son esas marquesas, putitas las llamo yo, que te besan sin querer besarte, te ponen una mejilla y antes de que haya contacto y les puedas rozar medio gramo del maquillaje, ya han saltado como un resorte para poner el otro pómulo y dar marcha atrás a todo gas.
Haber o a ver, no sé que encaja mejor aquí, lo que sí sé es que cuando saludo a un tío me gusta que me apriete la mano hasta hacerme daño, que suene el crujido de los huesos y si se trata de una chica, que ella misma tome la decisión y si quiere poner distancia, que me dé la mano, pero si me besa, que lo haga de verdad, marcando el territorio con el maquillaje, dejando tatuaje de pinta labios y hasta un poquillo de baba. Vamos que después de saludar tengas necesidad de pasarte la manga del jersey por la mejilla para secarte.
Eso sí, de todos los saludos, mi preferido sigue siendo el saharaui que, al margen de toda la retaila de expresiones de bienvenida que utilizan, te dan la mano bien fuerte y después se la llevan al corazón como señal de confianza y amistad.
miércoles, 12 de diciembre de 2012
PARA BAJAR HAY QUE SUBIR
Toda la familia en el coche, con los bocatas y las latas
para el picnic y las bicis en el carrito. Nada más enchufar el remolque al
coche, se funden todas las luces; un mal contacto manda al garete todos los
fusibles y esa asignatura no la di en el colegio, así que tira palante y reza
para que no se haga de noche, ni aparezca la benemérita.
Llegamos al Escorial, empieza a llover, pero esto no hay quien lo pare, tiramos para arriba por la bacheada carreterilla de Abantos, por el retrovisor las bicis van saltando como si hubiera empezado ya el descenso, y los chicos empiezan a segregar adrenalina. A mitad de cuesta, pasamos a dos chavales que suben empujando sus bicis, nos sale la vena solidaria y les invitamos a subir al coche, uno apretujao entre todos los chicos y el otro delante, tocándole el culo a mi mujer; las bicis las amontono como puedo en el carrito. Arrancamos y a los veinte metros votamos en un inmenso bache de la carretera, los chicos se ríen, pero las bicis salen volando y se caen del carrito. Bajo corriendo y las subo de nuevo, las engancho como puedo con las cinchas; los coches de detrás se ríen por la ridícula situación. Se ríen sus ocupantes, los coches todavía no saben, pero pronto se andará. Nervioso por el atasco que estoy montando, acelero de nuevo, recorro otros veinte metros e intento esquivar un nuevo bache, pero no, tengo querencia por los agujeros y hasta el fondo... Las bicis vuelven a salir despedidas y al caer, una de ellas, a modo de venganza, corta de cuajo la válvula de la rueda del carrito. Esta vez los coches ya empiezan a reír, sus ocupantes a cabrearse y nuestros dos autoestopistas son invitados a seguir su camino a pie, después de haber recorrido cuarenta metros en diez minutos, metidos en una lata de sardinas y con las bicis más golpeadas que si hubieran corrido la Copa del Mundo de descenso. Y nosotros en la cuneta, cambiando la rueda del puto carrito, entre gritos de teenagers nerviosos porque buscaban otro tipo de aventura.
Tenía razón mi padre, hubiera sido mejor aficionarse a la flauta travesera...
PD. Para evitar equívocos os diré que la foto no es de ese día.
Llegamos al Escorial, empieza a llover, pero esto no hay quien lo pare, tiramos para arriba por la bacheada carreterilla de Abantos, por el retrovisor las bicis van saltando como si hubiera empezado ya el descenso, y los chicos empiezan a segregar adrenalina. A mitad de cuesta, pasamos a dos chavales que suben empujando sus bicis, nos sale la vena solidaria y les invitamos a subir al coche, uno apretujao entre todos los chicos y el otro delante, tocándole el culo a mi mujer; las bicis las amontono como puedo en el carrito. Arrancamos y a los veinte metros votamos en un inmenso bache de la carretera, los chicos se ríen, pero las bicis salen volando y se caen del carrito. Bajo corriendo y las subo de nuevo, las engancho como puedo con las cinchas; los coches de detrás se ríen por la ridícula situación. Se ríen sus ocupantes, los coches todavía no saben, pero pronto se andará. Nervioso por el atasco que estoy montando, acelero de nuevo, recorro otros veinte metros e intento esquivar un nuevo bache, pero no, tengo querencia por los agujeros y hasta el fondo... Las bicis vuelven a salir despedidas y al caer, una de ellas, a modo de venganza, corta de cuajo la válvula de la rueda del carrito. Esta vez los coches ya empiezan a reír, sus ocupantes a cabrearse y nuestros dos autoestopistas son invitados a seguir su camino a pie, después de haber recorrido cuarenta metros en diez minutos, metidos en una lata de sardinas y con las bicis más golpeadas que si hubieran corrido la Copa del Mundo de descenso. Y nosotros en la cuneta, cambiando la rueda del puto carrito, entre gritos de teenagers nerviosos porque buscaban otro tipo de aventura.
Tenía razón mi padre, hubiera sido mejor aficionarse a la flauta travesera...
PD. Para evitar equívocos os diré que la foto no es de ese día.
martes, 11 de diciembre de 2012
PLANEANDO UN ROBO
La última vez que me senté con unos amigos a planificar un robo era para ver cómo podíamos conseguir birlarle al profe de religión las preguntas del examen. Lo conseguimos y si lo reconozco ahora es porque, treinta y cinco años después, el delito ya ha prescrito.
Anoche, sin embargo, volvimos a pensarlo tras una nueva
interminable sobremesa de vino, politiqueo, vino, guiso casero, vino,
corderazo, vino, café copa y puro. Tras el consabido repaso de los temas
candentes: Wert, Díaz Ferrán, recortes, PPSOE, Madrid Arena… Acabamos haciendo
un comentario de texto sobre la Botella, con mayúscula, que de inmediato nos
llevó a ese ser supremo elegido por dios, que es su marido. Alguien comentó
varios pasajes de su recién publicado libro y no dábamos crédito a lo que
oíamos. Por ahí hay varios mails circulando con supuestos párrafos o citas
textuales del libro, pero todos opinábamos lo mismo: “No puede ser, seguro que
está exagerado, no puede haber dicho eso, no se puede ser tan imbécil, lo
habrán hecho para perjudicar su imagen.”
Sin embargo, un amiguete insistió en que era cierto, que las
citas eran reales como las chocolatinas de su barriga, y el resto, incrédulos,
caímos en un estado masoca-morboso-flipado que nos pedía con ansiedad leer el
maldito libro. Pero como a todos nuestra religión nos impide soltarle ni un
solo euro a semejante personajete, decidimos que intentaríamos bajarlo de forma
ilegal y gratuita de alguna web pirata o, en su defecto, hacer un “sinpa” en El
Corte Inglés. Ya sé que esto no es muy ejemplar, que mis hijos pueden quedar
marcados por estas prácticas, que Montoro nos puede mandar a todos sus agentes
y la Delegada a los antidisturbios, pero nuestra conciencia estará más
tranquila disfrutando los mejores pasajes del Mesías Aznar, sin haberle
engordado el bigote.
lunes, 10 de diciembre de 2012
LA FREGONA, NI TOCARLA
Hasta aquí hemos llegado. Hay que parar esto de inmediato. Nos gobiernan desde Alemania, nos impone las leyes el Bundestag, humillan y violan a nuestra prima de riesgo y nosotros calladitos y bien jodidos. Pero esta vez se han pasado, han tocado uno de los pilares del sentimiento patrio y es hora de levantarse de una vez; salgamos todos a la calle, levantemos el mocho y digámosle a los merkelianos que la fregona es española.
El Tribunal Supremo, siguiendo órdenes del Bundesbank o de la Bundesliga, ha dado la razón a la alemana Vileda, frente a la española Spontex en su guerra de patentes por el uso de la fregona y ese complejo y sofisticado mecanismo que une un trapo o bayeta a un palo. Toda la vida oyendo que la fregona y el Chupa Chups eran inventos españoles para que ahora se apropien de ellos estos "cabezas cuadradas". Es el momento de resucitar el espíritu de Iniesta, que tan alto dejó nuestro patriotismo, para frenar el negocio de la prepotencia germana.
Dónde están todos esos patriotas que dejaron de beber Freixenet y Codorniu por catalanes y no se alzan contra la humillación de las fregonas. Dicen que Rajoy está pensando remodelar el Gobierno, pues que ponga a Wert en asuntos exteriores o en economía para españolizar el mundo. He dicho españolizar, no espanyolizar... Periquito se nace y nos bastamos los que somos para hacer lo que hacemos. Poco.
Bueno, pues eso, que los franceses tienen una campaña de lo más patriota y chauvinista (por eso son franceses) en la que defienden y promocionan el consumo de productos galos, y nosotros sólo nos ponemos de acuerdo para ir contra nosotros mismos. A ver si entre tanto mail estúpido que me llega cada día, surge algún Don Pelayo y estructura una buena campaña para cambiar el BMW por un Seat, las Adidas por unas Kelme, la Nivea por el aceite Carbonell, las salchichas de Frankfurt por el Telepizza, la ensalada alemana por el pipirrana y la bayeta Vileda por la Spontex. Ese día los mercados nos perdonarán la vida, nuestro déficit desaparecerá y hasta la Merkel pondrá una bailarina de Lladró encima de su televisor y plantará su pino matutino en un buen retrete Roca, como hacemos todos los patriotas o por lo menos los de la generación de la fregona...
El Tribunal Supremo, siguiendo órdenes del Bundesbank o de la Bundesliga, ha dado la razón a la alemana Vileda, frente a la española Spontex en su guerra de patentes por el uso de la fregona y ese complejo y sofisticado mecanismo que une un trapo o bayeta a un palo. Toda la vida oyendo que la fregona y el Chupa Chups eran inventos españoles para que ahora se apropien de ellos estos "cabezas cuadradas". Es el momento de resucitar el espíritu de Iniesta, que tan alto dejó nuestro patriotismo, para frenar el negocio de la prepotencia germana.
Dónde están todos esos patriotas que dejaron de beber Freixenet y Codorniu por catalanes y no se alzan contra la humillación de las fregonas. Dicen que Rajoy está pensando remodelar el Gobierno, pues que ponga a Wert en asuntos exteriores o en economía para españolizar el mundo. He dicho españolizar, no espanyolizar... Periquito se nace y nos bastamos los que somos para hacer lo que hacemos. Poco.
Bueno, pues eso, que los franceses tienen una campaña de lo más patriota y chauvinista (por eso son franceses) en la que defienden y promocionan el consumo de productos galos, y nosotros sólo nos ponemos de acuerdo para ir contra nosotros mismos. A ver si entre tanto mail estúpido que me llega cada día, surge algún Don Pelayo y estructura una buena campaña para cambiar el BMW por un Seat, las Adidas por unas Kelme, la Nivea por el aceite Carbonell, las salchichas de Frankfurt por el Telepizza, la ensalada alemana por el pipirrana y la bayeta Vileda por la Spontex. Ese día los mercados nos perdonarán la vida, nuestro déficit desaparecerá y hasta la Merkel pondrá una bailarina de Lladró encima de su televisor y plantará su pino matutino en un buen retrete Roca, como hacemos todos los patriotas o por lo menos los de la generación de la fregona...
domingo, 9 de diciembre de 2012
LABORES ARRIESGADAS
O riesgos laborales. No es lo mismo. Lo primero es un
problema y lo segundo, una problemática solución al problema. Nadie duda que
hay que hacer un esfuerzo común en la mentalización de trabajadores y empresas
para evitar accidentes laborales, pero en torno a la nueva legislación
preventiva se ha generado mucha tontería y mucho negocio para algunos.
El objetivo debe ser, sin duda, evitar los accidentes, pero
el exceso de celo y la burocracia no ayudan, porque además de dificultar la vida
y el trabajo al profesional, provoca un cierto escepticismo y resta
credibilidad a las medidas que realmente son importantes. La obligación de
hacer unos cursos que aportan muy poquito, la inclusión forzosa en cada obra de
un plan de seguridad realizado por una empresa especializada, la necesidad de
tener los papeles visados hasta de un taladro, son normas que entorpecen y
generan negocio para las empresas que han sabido coger este tren. Todo eso
tiene sentido en su justa medida, adaptado a cada caso y no midiendo pequeños
proyectos o empresas con las mismas medidas que las obras del AVE.
En el colegio de los niños en San Francisco tenían un
simulacro de incendio, con camión de bomberos incluido, una vez al trimestre;
en mi oficina ya llevamos varios y por mucho que te pidan que te lo tomes en
serio, no deja de ser un cachondeo y una pérdida de tiempo. Sinceramente creo
que es como el cuento de “que viene el lobo…” y luego la gente no sabrá como
actuar cuando pase algo de verdad, cuando el humo no te deje respirar, las
llamas te estén asediando y el pánico te devore. Pero el responsable en
cuestión se va tan contento a casa porque ha cumplido su objetivo. El otro día
un amigo que trabaja en un gigantesco centro comercial, me comentaba que habían
hecho un simulacro virtual, para ver como evacuar y se les habían quemado
cientos de personas, pero el encargado de riesgos estaba muy contento por haber
hecho la simulación.
También se habrá quedado muy ancho el redactor del cartel de
la foto, que os recomiendo no leer en caso de emergencia porque cuando vayas
por el segundo párrafo, tu culo ya estará ardiendo.
Entiendo que hay que trabajar para mejorar medidas de
seguridad y acepto que hay que perseguir a quien pone en peligro su vida o la
de los demás, pero con un poquito más de sensatez. Aunque ¿cómo se legisla el
sentido común?
miércoles, 5 de diciembre de 2012
BENEDICTO SUPERSTAR
Siento reconocerlo y pido disculpas por ello, pero no he podido aguantar la tentación y he sucumbido ante el deseo carnal: he desplazado mi dedito sobre el cursor hasta poner la flechita encima de la palabra "Seguir" y, tras unos largos segundos de reflexión y análisis de conciencia, he pulsado sobre el ratón, ha sonado "clic" y he pasado a ser el seguidor número 374.783 de @pontifex, la cuenta de Twitter de his holiness el Papa. Un minuto después he comprobado y ya tenía otros dos mil más, así que en estos momentos ya será una de las personas más seguidas del planeta, perdón, del universo. Me ha sorprendido que incluso tiene ya más seguidores que Dios y por solidaridad con los más débiles, también he empezado a seguirle.
Como sé que este acto que acabo de acometer es un tanto incongruente con mi larga trayectoria en busca de la excomunión, me veo obligado a explicar por qué he pasado de la apostasía a ser un follower de tito Ratzinger. La primera y más obvia razón ha sido técnica, me ha bastado un clic para seguirle, mientras que para apostatar no he conseguido aun bajarme el software. Aunque sin duda, lo que más me ha forzado a tomar la decisión es ese ansia de conocimiento que mantengo a pesar de mi edad y el esfuerzo que su Santidad está realizando por reinterpretar la historia del cristianismo.
Siempre nos hemos quejado de las religiones por su conservadurismo e inmovilismo, así que debemos estar de enhorabuena viendo a Benedicto Superstar y sus descubrimientos teológicos. Teológicos y marketinianos porque lo de sacar al buey y la mula del portal y decir que los Reyes Magos venían de Occidente, le da un toque más pijillo al evento en cuestión. Ahora ando en ascuas esperando la nueva versión del Espíritu Santo, la inmaculada concepción y de Adán y Eva, que me da a mí que después de comerse la manzana... echaron un buen casquete... Por eso sigo a Dj Ben y pronto también a su agente en España: Wert pinchadiscos.
PD. Sé que con esta entrada perderé seguidores por haberme pasado o por haberme quedado corto: Dios les guarde.
Como sé que este acto que acabo de acometer es un tanto incongruente con mi larga trayectoria en busca de la excomunión, me veo obligado a explicar por qué he pasado de la apostasía a ser un follower de tito Ratzinger. La primera y más obvia razón ha sido técnica, me ha bastado un clic para seguirle, mientras que para apostatar no he conseguido aun bajarme el software. Aunque sin duda, lo que más me ha forzado a tomar la decisión es ese ansia de conocimiento que mantengo a pesar de mi edad y el esfuerzo que su Santidad está realizando por reinterpretar la historia del cristianismo.
Siempre nos hemos quejado de las religiones por su conservadurismo e inmovilismo, así que debemos estar de enhorabuena viendo a Benedicto Superstar y sus descubrimientos teológicos. Teológicos y marketinianos porque lo de sacar al buey y la mula del portal y decir que los Reyes Magos venían de Occidente, le da un toque más pijillo al evento en cuestión. Ahora ando en ascuas esperando la nueva versión del Espíritu Santo, la inmaculada concepción y de Adán y Eva, que me da a mí que después de comerse la manzana... echaron un buen casquete... Por eso sigo a Dj Ben y pronto también a su agente en España: Wert pinchadiscos.
PD. Sé que con esta entrada perderé seguidores por haberme pasado o por haberme quedado corto: Dios les guarde.
lunes, 3 de diciembre de 2012
PARCHE ANTICAÍDA
Empiezan los malditos anuncios de perfumes y colonias. Qué místicos. Qué cursis. Que insulto al cuerpo humano del ciudadano medio que entra en depresión profunda ante tanto bíceps "nadaliano", muslamen "ronaldiano" y tableta "aznariana". Pero si está demostrado que esos cuerpos helénicos no sudan y si lo hacen, no huelen; los que huelen son los flácidos, grasientos y peludos trozos de carne en los que estamos metidos el resto de humanos.
Qué mujeres, qué hombres y qué soporíferos anuncios con acento gabacho. Se ve que somos tan idiotas que nos dejamos impactar por un nombre un tanto afrancesado, un slogan machista, una música de peli mala y un musculitos intentando ligar. No sería más eficiente un anuncio grabado en el mercado con sus gordos y sus gordas, sus carritos llenos de casquería y banda sonora del mismísimo Fari: "Pogcul, para calzonazos como tú" Os juro que lo compraría.
En cambio, no compraré ninguna de las colonias de esos anuncios tan seductores, ni el parche anticaída que he visto anunciado en la peluquería cuando he ido a cortarme el pelo (me lo había pedido encarecidamente mi espejo). No sé aun a qué tipo de caída se refiere, pero a juzgar por el peazo tronco que lo anunciaba, debe ser para la bici o la moto. Supongo que se trata de un parche que arregla el pinchazo a la vez que evita las caídas, un gran invento.
Mi gozo en un pozo, la peluquera, que es calcada físicamente a la cajera de mi banco, me ha sacado de dudas intentándome vender primero el parche y después un clareador de canas con el mismo mal estilo con que la bancaria me intenta colocar planes de pensiones. En el fondo son dos trabajos similares, todo el día recortando y tomándole el pelo a los clientes. No estará sugiriendo la mema esta que mis canas se están poniendo verdes y empiezan a caerse... suerte ha tenido de que no le haya sugerido yo sitios para pegarse el parche. Sabré yo qué hacer con mi pasta y mi caspa.
Qué mujeres, qué hombres y qué soporíferos anuncios con acento gabacho. Se ve que somos tan idiotas que nos dejamos impactar por un nombre un tanto afrancesado, un slogan machista, una música de peli mala y un musculitos intentando ligar. No sería más eficiente un anuncio grabado en el mercado con sus gordos y sus gordas, sus carritos llenos de casquería y banda sonora del mismísimo Fari: "Pogcul, para calzonazos como tú" Os juro que lo compraría.
En cambio, no compraré ninguna de las colonias de esos anuncios tan seductores, ni el parche anticaída que he visto anunciado en la peluquería cuando he ido a cortarme el pelo (me lo había pedido encarecidamente mi espejo). No sé aun a qué tipo de caída se refiere, pero a juzgar por el peazo tronco que lo anunciaba, debe ser para la bici o la moto. Supongo que se trata de un parche que arregla el pinchazo a la vez que evita las caídas, un gran invento.
Mi gozo en un pozo, la peluquera, que es calcada físicamente a la cajera de mi banco, me ha sacado de dudas intentándome vender primero el parche y después un clareador de canas con el mismo mal estilo con que la bancaria me intenta colocar planes de pensiones. En el fondo son dos trabajos similares, todo el día recortando y tomándole el pelo a los clientes. No estará sugiriendo la mema esta que mis canas se están poniendo verdes y empiezan a caerse... suerte ha tenido de que no le haya sugerido yo sitios para pegarse el parche. Sabré yo qué hacer con mi pasta y mi caspa.
LUDÓPATAS
Conocí en su día a un chico que poco después moriría alcanzado por un rayo. Sin embargo, no conozco a nadie que le haya tocado el gordo de la lotería. Sé que a Fabra le toca asiduamente, pero yo no le conozco. Esto viene a colación de un Twitt de Lorenzo Milá que ha dado mucho que hablar entre mis hijos: "500 mill $ en el Powerball d esta semana en EEUU. Posibilidad d ganar: 1
entre 175 mill. Posibilidad d q mueras x un rayo: 1 entre 5mil." De inmediato uno de los chicos, me dijo eso de "te imaginas que nos toca", lo que rápidamente zanjé con un "es imposible y además no sería justo". Aun así siguieron comentándolo, haciendo, una vez más, la lista de lo que harían con esa fortuna. Es normal, no existe humano en el mundo que no haya pasado por ese momento de ensoñación. Yo escucho atento la "carta a los Reyes" e intento reducir un poco el tamaño del garaje pinchando en lo emocional: "Y no dejaríais algo para los amigos, la familia o para ayudar a quien lo necesita"... Por supuesto que sí, con cara de "ya está papá con sus movidas" te callan la boca con un "sí papá, hay dinero más que de sobra".
Evidentemente ni el Powerball, ni el Euromillón, ni la Primitiva nos toca nunca, por una razón todavía más contundente que la del rayo: si no juegas no te puede tocar. Pero eso no quiere decir que la ludopatía no haya entrado en casa, claro que sí, de vez en cuando hacemos quinielas, con muy poco acierto; "nosajodio" si ponemos siempre que pierde el Madrid y ganan el Espanyol y el Rayo (el de Vallecas, no el de los cinco millones). A Martín también le vuelve loco el rasca de la ONCE del que sólo ha conseguido un curioso tono plateado que mezcla bien con el habitual negruzco de sus uñas. Diego que es mayor, también mantiene la inocencia infantil y se cree todos los sorteos y promociones que ve en revistas, webs o escaparates. Yo trato de explicarle que eso son trucos para que consuma, que son técnicas publicitarias, pero no evito que cada día se inscriba en el sorteo diario de cámaras Go-Pro o en una historia llamada Sorteamus. Más motivos para estar siempre pegado al ordenador.
A mí, tengo que reconocerlo, me gustaban las tragaperras y disfruté mucho un día que me llevaron al canódromo a apostar en las carreras de galgos. Así que en cuanto se pase el frío les llevo al hipódromo y un poquito después al Eurovegas. Por cierto, el premio se fue para un mecánico de Missouri.
Evidentemente ni el Powerball, ni el Euromillón, ni la Primitiva nos toca nunca, por una razón todavía más contundente que la del rayo: si no juegas no te puede tocar. Pero eso no quiere decir que la ludopatía no haya entrado en casa, claro que sí, de vez en cuando hacemos quinielas, con muy poco acierto; "nosajodio" si ponemos siempre que pierde el Madrid y ganan el Espanyol y el Rayo (el de Vallecas, no el de los cinco millones). A Martín también le vuelve loco el rasca de la ONCE del que sólo ha conseguido un curioso tono plateado que mezcla bien con el habitual negruzco de sus uñas. Diego que es mayor, también mantiene la inocencia infantil y se cree todos los sorteos y promociones que ve en revistas, webs o escaparates. Yo trato de explicarle que eso son trucos para que consuma, que son técnicas publicitarias, pero no evito que cada día se inscriba en el sorteo diario de cámaras Go-Pro o en una historia llamada Sorteamus. Más motivos para estar siempre pegado al ordenador.
A mí, tengo que reconocerlo, me gustaban las tragaperras y disfruté mucho un día que me llevaron al canódromo a apostar en las carreras de galgos. Así que en cuanto se pase el frío les llevo al hipódromo y un poquito después al Eurovegas. Por cierto, el premio se fue para un mecánico de Missouri.
jueves, 29 de noviembre de 2012
SPAIN IS PAIN
Estoy en el centro geográfico de España, la Puerta del Sol. Ya he escrito muchas veces de ella, me encanta pasear por este barrio y hoy lo he disfrutado, como tantas veces, pero con creciente preocupación y sin cerrar ni un momento la boca.
A la entrada, manifestación de los damnificados de las preferentes de Bankia, mucho "yayo-flauta" indignado porque le han tocado el bolsillo y pancarta de "Bankia roba a los ancianos". A diez metros dos chaperos discuten con otro yayo sobre algún otro asunto de flautas. Extrañados les miran Bob Esponja y Micky Mousse, mientras Pluto le grita a una japonesa que le ha hecho una foto sin pasar por caja. En silencio son observados por dos generosos y corpulentos donantes recostados tras el cristal del autobús de recogida de sangre. Son tiempos de solidaridad y protesta, una mezcla que suele combinar bien. La boca del Metro escupe batas blancas que llegan a borbotones para una nueva manifa: "La sanidad no se vende, la sanidad se defiende". El oso no consigue subirse al madroño. Los edificios se tiñen de azul intermitente, entran dos lecheras de los municipales por Montera y Mayor; decenas de subsaharianos, así es como se llama a los negros oscuros, tiran de sus mantas para recoger los bolsos, deuvedes, pañuelos y demás imitaciones y se convierten en errantes hombres del saco a la espera de otro momento de calma. Un manco agita con su boca el vaso con monedas; la gente le esquiva, no le ve.
Un buen hombre, con cara de buen hombre, hace sonar las copas con sus dedos haciendo música delicada. Una coja remanga su pantalón para enseñar las piernas ortopédicas; la gente no la ve pero se aparta para no tropezarse. Un indio hace sonar el insoportable sonajero que te recuerda el escenario festivo que es esta plaza, pero ya hay que ser masoca para comprarle el maldito pito a tu hijo. Otro indio lanza al cielo el helicóptero fosforito azul, mosqueando cada vez a los negritos de las mantas que se creen que vuelve la pasma. Si se cruza una vaca, juro que estoy en Delhi. Si sale una serpiente de un cesto, aseguro que es Marrakech. Doscientas dieciséis personas hacen cola delante de Doña Manolita. Catorce loteras venden cupones fuera de la administración, que es el nombre que reciben las tiendas de lotería, pero te cobran dos euros de más. Merecen la pena dos horas de cola por dos euros. Sí. Noventa y ocho republicanos de manifiestan por la recuperación de la memoria histórica, agitan al viento la tricolor y reivindican causas muy justas. Nadie les mira. Compro oro, vendo oro. Cuatro monjas pasean sonrientes, dos son negras pero no llevan manta. Menú barato, dos platos y postre por 7 euros. Dos pseudobudistas rezan desafiando a la gravedad ante las cámaras de los móviles de los turistas. No entiendo bien como flota uno sobre el otro, pero flota. Una marketiniana predicadora explica a gritos con su pizarra las bondades de Dios. ¡Dios mío! Cómo huele La Mallorquina. Rusos y ludópatas se dejan los cuartos en las máquinas del Póker. La Mariblanca, dónde coño está la Mariblanca. El kilómetro cero es pisoteado. En casa de Espe no está Espe, ¡qué gozada!
Compro oro, vendo oro. En la entrada de El Corte Inglés, una amable azafata me intenta echar perfume Cartier en la mano... ¡Que te folle un pez! Un inglés borracho se juega el tipo dando tumbos por la acera, vestido de Messi. Las pitrukis de Montera intentan hacérselo con el argentino. Son las nueve en punto pero las campanas no se oyen desde abajo. En Nochevieja les ponen un micro. Y otro a la Igartubiri. Hace frío. Cierro la boca y los ojos.
Spain is pain...
A la entrada, manifestación de los damnificados de las preferentes de Bankia, mucho "yayo-flauta" indignado porque le han tocado el bolsillo y pancarta de "Bankia roba a los ancianos". A diez metros dos chaperos discuten con otro yayo sobre algún otro asunto de flautas. Extrañados les miran Bob Esponja y Micky Mousse, mientras Pluto le grita a una japonesa que le ha hecho una foto sin pasar por caja. En silencio son observados por dos generosos y corpulentos donantes recostados tras el cristal del autobús de recogida de sangre. Son tiempos de solidaridad y protesta, una mezcla que suele combinar bien. La boca del Metro escupe batas blancas que llegan a borbotones para una nueva manifa: "La sanidad no se vende, la sanidad se defiende". El oso no consigue subirse al madroño. Los edificios se tiñen de azul intermitente, entran dos lecheras de los municipales por Montera y Mayor; decenas de subsaharianos, así es como se llama a los negros oscuros, tiran de sus mantas para recoger los bolsos, deuvedes, pañuelos y demás imitaciones y se convierten en errantes hombres del saco a la espera de otro momento de calma. Un manco agita con su boca el vaso con monedas; la gente le esquiva, no le ve.
Un buen hombre, con cara de buen hombre, hace sonar las copas con sus dedos haciendo música delicada. Una coja remanga su pantalón para enseñar las piernas ortopédicas; la gente no la ve pero se aparta para no tropezarse. Un indio hace sonar el insoportable sonajero que te recuerda el escenario festivo que es esta plaza, pero ya hay que ser masoca para comprarle el maldito pito a tu hijo. Otro indio lanza al cielo el helicóptero fosforito azul, mosqueando cada vez a los negritos de las mantas que se creen que vuelve la pasma. Si se cruza una vaca, juro que estoy en Delhi. Si sale una serpiente de un cesto, aseguro que es Marrakech. Doscientas dieciséis personas hacen cola delante de Doña Manolita. Catorce loteras venden cupones fuera de la administración, que es el nombre que reciben las tiendas de lotería, pero te cobran dos euros de más. Merecen la pena dos horas de cola por dos euros. Sí. Noventa y ocho republicanos de manifiestan por la recuperación de la memoria histórica, agitan al viento la tricolor y reivindican causas muy justas. Nadie les mira. Compro oro, vendo oro. Cuatro monjas pasean sonrientes, dos son negras pero no llevan manta. Menú barato, dos platos y postre por 7 euros. Dos pseudobudistas rezan desafiando a la gravedad ante las cámaras de los móviles de los turistas. No entiendo bien como flota uno sobre el otro, pero flota. Una marketiniana predicadora explica a gritos con su pizarra las bondades de Dios. ¡Dios mío! Cómo huele La Mallorquina. Rusos y ludópatas se dejan los cuartos en las máquinas del Póker. La Mariblanca, dónde coño está la Mariblanca. El kilómetro cero es pisoteado. En casa de Espe no está Espe, ¡qué gozada!
Compro oro, vendo oro. En la entrada de El Corte Inglés, una amable azafata me intenta echar perfume Cartier en la mano... ¡Que te folle un pez! Un inglés borracho se juega el tipo dando tumbos por la acera, vestido de Messi. Las pitrukis de Montera intentan hacérselo con el argentino. Son las nueve en punto pero las campanas no se oyen desde abajo. En Nochevieja les ponen un micro. Y otro a la Igartubiri. Hace frío. Cierro la boca y los ojos.
Spain is pain...
miércoles, 28 de noviembre de 2012
QUÉ HACER
Creo que lo que siento yo lo siente mucha gente. Siento una enorme necesidad de protestar, de decir lo que pienso y de hacer algo ante tanta injusticia y tanto atropello. Cada día que paso sin hacer algo más, me entra cierto remordimiento por ser uno de los afortunados que viven bien en unos tiempos en los que hay tanta gente pasándolo mal. Quizás por eso me hierve el ansia de actuar, aunque en la mayoría de los casos el calentón ante alguna noticia que me incita a buscar ideas brillantes que llevar a cabo, queda rápidamente sofocado por el exceso de sentido común (lo podéis llamar miedo) o por la jodida rutina.
Podría escribir un libro con las ideas, la mayoría estúpidas, que he tenido y no he llevado a cabo. Que sale Jordi Évole hablando del timo de las eléctricas: desarrollo un complejo plan para poner en marcha una huelga periódica de consumo. Qué Israel bombardea Gaza "quirúrgicamente" y se carga decenas de niños: pienso en ir a comprar decenas de muñecos y tirarlos en la puerta de la embajada. Que el Gobierno ofrece ciudadanía española a quien compre una vivienda: le doy mis vueltas a alguna fórmula de créditos para conseguirle papeles a buena parte de mis amigos saharauis. Incluso en alguna ocasión, cuando voy por la calle y veo algún mendigo, siento ganas de invitarle a desayunar para conocer su historia y tratar de ayudarle, pero no lo hago porque me acojono en el último momento y porque pienso que voy a ser como la típica marquesa que calma su conciencia abriendo el monedero a la salida de misa. Siempre me ha preocupado la distinción entre solidaridad y caridad, entre ayuda y limosna.
El caso es que pienso mucho, pero hago poco y me entra el agobio porque no quiero caer en el mismo "pasotismo" de la mayoría de la ciudadanía y, como casi todos, me refugio en el ordenador y el supuesto poder de las redes sociales. Ahí sí que tengo que reconocer que estoy más activo que el portero del Espanyol sacando balones de su portería. Ya sé que no es gran cosa, pero tuiteando, feisbucando o firmando peticiones para impedir injusticias todos podemos poner también nuestro granito de arena. Se acaba de demostrar con la acción de Change.org que hemos firmado miles de personas para conseguir que Telecinco retire su querella contra el bloguero que empezó la campaña anti publicidad en La Noria y se volverá a conseguir si a los directivos de La Sexta y A3 se les ocurre tocarle un pelo a Évole. Son acciones puntuales pero muy efectivas que poco a poco van surtiendo efecto. Fijaos como han proliferado en la red los vídeos como los de Gay de Liebana y como hasta el propio gobierno, antes de emprender nuevas medidas, lanza primero el bulo para ver cómo responde la gente y luego actúa en consecuencia... Haciendo lo que le sale del nardo...
Y uno, que es un tanto inocente, la semana pasada le envió un Tweet a Obama y otro al ejercito israelí... No sé si tuvo algo que ver con la tregua...
Seguiremos intentándolo todo.
Podría escribir un libro con las ideas, la mayoría estúpidas, que he tenido y no he llevado a cabo. Que sale Jordi Évole hablando del timo de las eléctricas: desarrollo un complejo plan para poner en marcha una huelga periódica de consumo. Qué Israel bombardea Gaza "quirúrgicamente" y se carga decenas de niños: pienso en ir a comprar decenas de muñecos y tirarlos en la puerta de la embajada. Que el Gobierno ofrece ciudadanía española a quien compre una vivienda: le doy mis vueltas a alguna fórmula de créditos para conseguirle papeles a buena parte de mis amigos saharauis. Incluso en alguna ocasión, cuando voy por la calle y veo algún mendigo, siento ganas de invitarle a desayunar para conocer su historia y tratar de ayudarle, pero no lo hago porque me acojono en el último momento y porque pienso que voy a ser como la típica marquesa que calma su conciencia abriendo el monedero a la salida de misa. Siempre me ha preocupado la distinción entre solidaridad y caridad, entre ayuda y limosna.
El caso es que pienso mucho, pero hago poco y me entra el agobio porque no quiero caer en el mismo "pasotismo" de la mayoría de la ciudadanía y, como casi todos, me refugio en el ordenador y el supuesto poder de las redes sociales. Ahí sí que tengo que reconocer que estoy más activo que el portero del Espanyol sacando balones de su portería. Ya sé que no es gran cosa, pero tuiteando, feisbucando o firmando peticiones para impedir injusticias todos podemos poner también nuestro granito de arena. Se acaba de demostrar con la acción de Change.org que hemos firmado miles de personas para conseguir que Telecinco retire su querella contra el bloguero que empezó la campaña anti publicidad en La Noria y se volverá a conseguir si a los directivos de La Sexta y A3 se les ocurre tocarle un pelo a Évole. Son acciones puntuales pero muy efectivas que poco a poco van surtiendo efecto. Fijaos como han proliferado en la red los vídeos como los de Gay de Liebana y como hasta el propio gobierno, antes de emprender nuevas medidas, lanza primero el bulo para ver cómo responde la gente y luego actúa en consecuencia... Haciendo lo que le sale del nardo...
Y uno, que es un tanto inocente, la semana pasada le envió un Tweet a Obama y otro al ejercito israelí... No sé si tuvo algo que ver con la tregua...
Seguiremos intentándolo todo.
martes, 27 de noviembre de 2012
OCHO CAJAS
He perdido la escritura de mi casa y mi Visa. Eso significa que a lo mejor en unos días estamos en la calle y sin blanca. Vale, es poco probable y quizás no sea un tema para bromear, según están las cosas, pero esto coincide con otras incidencias que me hacen preocuparme, como que me hayan estafado recientemente un constructor que me estaba haciendo una pequeña reforma y una agencia que me debía pasta. Nunca he sido demasiado temeroso en cuestiones de seguridad, pero quizás ha llegado el momento de tener un poco más de ojo con ciertas cosas. Más que nada porque hay que defenderse de las grandes compañías que están intentando clavártela cada día y que ahora han desarrollado un nuevo sentido para conseguir nuevos ingresos. Estoy seguro que más de una tienen departamentos trabajando en fórmulas que rozan la ilegalidad para rascar un euro de aquí oro de allá, que nadie va a detectar y que cuando lo multiplicas por millones de usuarios son millones de euros, estafados, pero calentitos.
Es obvio que después de la crisis de confianza llega la crisis financiera y luego la austeridad y entonces los despidos y más tarde los desahucios y al final la desesperación y como consecuencia el aumento de la mendicidad y más adelante de la inseguridad. No quiero ser cenizo ni meter miedo, pero pronto alguien vendrá con cifras y como buena muestra está la falta de confianza que uno suele encontrarse ya en los comercios. Pagar con tarjeta sin enseñar el DNI es ya imposible, pero es que la cajera te revisa hasta dentro de la bragueta. El otro día compré ocho cajas de cartón y cuando fui a pagar, le dije a la señorita que llevaba ocho (8) y que eran todas iguales, lo que no impidió que contase una a una las cajas, comprobase si eran todas iguales y mirara si no había metido dentro algún otro artículo. Pero es que al día siguiente compré quince (15) bolígrafos, porque en nuestra casa, como en la tuya, hay un agujero negro que absorbe todos los bolígrafos y tijeras, y me pasó lo mismo, la tiparraca contó uno a uno y le faltó poco para quitarles el caperuzo para comprobar si los había cambiado. Fíense ustedes de sus clientes como nosotros nos fiamos de nuestros estafadores.
Y uno que es muy digno, se siente insultado con tanta desconfianza y se está planteando dejar de comprar en los sitios en los que te cuentan las cajas... y también en los que tienen 15 cajas, de las otras, de las de cobrar, pero sólo abren dos para ahorrar en personal. Aunque de momento, hasta que no aparezca la Visa, no compro.
Pie de foto: Vale, ya sé que eran cajas de cartón, pero es que estas son mucho más bonitas ¿no?
Es obvio que después de la crisis de confianza llega la crisis financiera y luego la austeridad y entonces los despidos y más tarde los desahucios y al final la desesperación y como consecuencia el aumento de la mendicidad y más adelante de la inseguridad. No quiero ser cenizo ni meter miedo, pero pronto alguien vendrá con cifras y como buena muestra está la falta de confianza que uno suele encontrarse ya en los comercios. Pagar con tarjeta sin enseñar el DNI es ya imposible, pero es que la cajera te revisa hasta dentro de la bragueta. El otro día compré ocho cajas de cartón y cuando fui a pagar, le dije a la señorita que llevaba ocho (8) y que eran todas iguales, lo que no impidió que contase una a una las cajas, comprobase si eran todas iguales y mirara si no había metido dentro algún otro artículo. Pero es que al día siguiente compré quince (15) bolígrafos, porque en nuestra casa, como en la tuya, hay un agujero negro que absorbe todos los bolígrafos y tijeras, y me pasó lo mismo, la tiparraca contó uno a uno y le faltó poco para quitarles el caperuzo para comprobar si los había cambiado. Fíense ustedes de sus clientes como nosotros nos fiamos de nuestros estafadores.
Y uno que es muy digno, se siente insultado con tanta desconfianza y se está planteando dejar de comprar en los sitios en los que te cuentan las cajas... y también en los que tienen 15 cajas, de las otras, de las de cobrar, pero sólo abren dos para ahorrar en personal. Aunque de momento, hasta que no aparezca la Visa, no compro.
Pie de foto: Vale, ya sé que eran cajas de cartón, pero es que estas son mucho más bonitas ¿no?
lunes, 26 de noviembre de 2012
COPULAR
Futbolista, profesor, cocinero, chófer, mánager, consejero, mecánico... Todas estas y alguna más son las profesiones que uno tiene que ejercer a diario si quiere triunfar en su carrera como padre (o madre). Es bonito, pero agotador y más aun cuando son tres tus contrincantes y tienes que marcar en zona porque al hombre siempre hay uno que se te escapa.
Recuerdo cuando eran muy pequeñitos, apenas bebés, y una psicóloga amiga nos decía que lo único realmente importante era darles cariño. Por aquel entonces el cariño iba mezclado con papillas malolientes y plastas empaquetadas; ahora el cariño se mantiene, pero aderezado con otros condimentos típicos de la adolescencia y la pubertad. Me refiero al "todolosepo", al repertorio de tacos en varios idiomas, a las malas influencias digitales y a cierta rebeldía por la que hemos pasado todos. Qué trabajo da esto de ser padres y que difícil es saber si te quedas corto o te pasas three villages.
Uno actúa siempre con miedo y cautela, pero intentando hacer feliz al chaval sin desviar su correcta educación, esa imaginaria línea que los padres tenemos en la cabeza para que nuestro hijo sea buen estudiante sin ser empollón, majete sin ser un jeta, amable sin ser pelota, salado sin ser grosero, buena persona sin ser tonto, espabilao sin ser un cara dura, hippie sin ser un fumeta, badboy sin piercing, pijo sin Lacoste, chulo sin chulería y humilde sin humillarse. Y claro, les volvemos locos, les dejamos montar en moto pero sin correr mucho, les hacemos un alegato pacifista contra las armas y les llevamos al paintball a disfrutar como enanos disparándose, les decimos que el alcohol y el tabaco son malos pero nuestra casa es cada fin de semana un saloon del farwest.
Y el resultado es que vamos a un restaurante oriental y Lucio le dice a la camarera en perfecto chino que se calle. Que vuelves a casa y te cruzas por la calle con el mayor, en bici, cargado con pala y azada para construir más y más saltos en los que romperse la crisma. Y ya en casita encuentras al tercero con una peluca y unas almohadas en el pecho para hacerse pasar por chica en algún extraño juego virtual de internet. Y en eso tu mujer te grita desde el dormitorio "ponte a estudiar lengua con el niño, pregúntale" y le quitas la peluca y las tetonas, sacas el libro y le preguntas cuáles son los verbos copulativos y te contesta: "ser, estar o parecer". Y te quedas dudando y buscando en el libro porque tú hubieras contestado: "follar, joder, fornicar, procrear, zumbar, aparear, meter, mojar, cepillar, beneficiar, enchufar... y alguno más". Y te vas a dormir después de otro día más como profesional de la paternidad sin estar seguro de haberlo hecho bien. Y alguno dirá: no te quejes tanto, que tienes tres joyas y si no, haberlo pensado antes de conjugar los verbos copulativos.
Recuerdo cuando eran muy pequeñitos, apenas bebés, y una psicóloga amiga nos decía que lo único realmente importante era darles cariño. Por aquel entonces el cariño iba mezclado con papillas malolientes y plastas empaquetadas; ahora el cariño se mantiene, pero aderezado con otros condimentos típicos de la adolescencia y la pubertad. Me refiero al "todolosepo", al repertorio de tacos en varios idiomas, a las malas influencias digitales y a cierta rebeldía por la que hemos pasado todos. Qué trabajo da esto de ser padres y que difícil es saber si te quedas corto o te pasas three villages.
Uno actúa siempre con miedo y cautela, pero intentando hacer feliz al chaval sin desviar su correcta educación, esa imaginaria línea que los padres tenemos en la cabeza para que nuestro hijo sea buen estudiante sin ser empollón, majete sin ser un jeta, amable sin ser pelota, salado sin ser grosero, buena persona sin ser tonto, espabilao sin ser un cara dura, hippie sin ser un fumeta, badboy sin piercing, pijo sin Lacoste, chulo sin chulería y humilde sin humillarse. Y claro, les volvemos locos, les dejamos montar en moto pero sin correr mucho, les hacemos un alegato pacifista contra las armas y les llevamos al paintball a disfrutar como enanos disparándose, les decimos que el alcohol y el tabaco son malos pero nuestra casa es cada fin de semana un saloon del farwest.
Y el resultado es que vamos a un restaurante oriental y Lucio le dice a la camarera en perfecto chino que se calle. Que vuelves a casa y te cruzas por la calle con el mayor, en bici, cargado con pala y azada para construir más y más saltos en los que romperse la crisma. Y ya en casita encuentras al tercero con una peluca y unas almohadas en el pecho para hacerse pasar por chica en algún extraño juego virtual de internet. Y en eso tu mujer te grita desde el dormitorio "ponte a estudiar lengua con el niño, pregúntale" y le quitas la peluca y las tetonas, sacas el libro y le preguntas cuáles son los verbos copulativos y te contesta: "ser, estar o parecer". Y te quedas dudando y buscando en el libro porque tú hubieras contestado: "follar, joder, fornicar, procrear, zumbar, aparear, meter, mojar, cepillar, beneficiar, enchufar... y alguno más". Y te vas a dormir después de otro día más como profesional de la paternidad sin estar seguro de haberlo hecho bien. Y alguno dirá: no te quejes tanto, que tienes tres joyas y si no, haberlo pensado antes de conjugar los verbos copulativos.
LOS ATAJOS DE LA DEMOCRACIA
La democracia tiene atajos y los políticos saben muy bien dónde están. Desde que surgió el movimiento popular del 15M, cada día descubres los enormes defectos o carencias de nuestro sistema. Uno va andando por la calle y se va encontrando con déficit democrático por doquier. Los fallos más obvios y populares son permanentemente denunciados por los numerosos grupos de protesta y al final siempre terminamos hablando del Senado, de las dietas de los diputados y de su teléfono móvil. Sin embargo, hay otros asuntos con menor peso demagógico que chirrían constantemente y se dan de tortas con el sentido común.
Voy a citar algunos ejemplos por estar ahora mismo en el "candelabro": No me entra en la cabeza que el presidente del gobierno (nacional o autonómico) tenga potestad para fijar, caprichosamente, la fecha de las elecciones. Que sopla viento a mi favor y en contra de la competencia, pues adelanto la convocatoria; que la cosa no pinta bien, dejo pasar los cuatro años. Todo un ejemplo de manejo y perversión democrática, que en casi todos los casos implica enormes gastos y mayor desgaste de la opinión pública. Tampoco entiendo que el gobierno de la nación pueda indultar por motivos políticos a delincuentes que han robado, prevaricado o torturado si detrás hay un beneficio táctico; ese tipo de indulto sólo se debería permitir por causas humanitarias. Lo contrario es la supremacía del poder ejecutivo sobre el poder judicial.
De hecho, es chocante la existencia de un ministerio de justicia, cuyas decisiones, en la mayoría de los casos, están mediatizando e influyendo, de una forma u otra, sobre la presunta independencia de los jueces, incluso cuando se trata de medidas económicas. Claro que cuando no se consigue esa influencia de forma directa, se logra a través de las tan manidas filtraciones y entonces son los medios informativos fieles a un bando o al otro, quienes casualmente consiguen todo tipo de documentos reservados y los publican para "machacar" al rival político, ya sea con borradores, declaraciones privadas o vídeos teóricamente secretos.
Y diréis que a qué viene esta reflexión tan teórica para un lunes y os lo explicaré. No hay dios que lea una sola noticia sin retorcer el gesto, sin quedarte con la mosca detrás de la oreja viendo que hay algo que no es como debería de ser, que están jugando con nosotros, riéndose de la "opinión pública", que por cierto es fácilmente manipulable. Y porque tengo la sensación de estar en una democracia de chichinabo cuando veo la que se ha montado en Catalunya, con unas elecciones innecesarias, con filtraciones partidistas, con corrupciones encubiertas, con tribunales parciales; o cuando veo los indultos a Mossos torturadores o a banqueros prevaricadores o a defraudadores convictos; o cuando veo el espectáculo mediático-político sobre la tumba de cuatro niñas; o cuando veo al yerno visitando al suegro, momento entrañable y significativo del país en que vivimos... El país de los atajos.
PD. El chiste malo de que los políticos son un atajo de... Os lo dejo a vosotros.
Voy a citar algunos ejemplos por estar ahora mismo en el "candelabro": No me entra en la cabeza que el presidente del gobierno (nacional o autonómico) tenga potestad para fijar, caprichosamente, la fecha de las elecciones. Que sopla viento a mi favor y en contra de la competencia, pues adelanto la convocatoria; que la cosa no pinta bien, dejo pasar los cuatro años. Todo un ejemplo de manejo y perversión democrática, que en casi todos los casos implica enormes gastos y mayor desgaste de la opinión pública. Tampoco entiendo que el gobierno de la nación pueda indultar por motivos políticos a delincuentes que han robado, prevaricado o torturado si detrás hay un beneficio táctico; ese tipo de indulto sólo se debería permitir por causas humanitarias. Lo contrario es la supremacía del poder ejecutivo sobre el poder judicial.
De hecho, es chocante la existencia de un ministerio de justicia, cuyas decisiones, en la mayoría de los casos, están mediatizando e influyendo, de una forma u otra, sobre la presunta independencia de los jueces, incluso cuando se trata de medidas económicas. Claro que cuando no se consigue esa influencia de forma directa, se logra a través de las tan manidas filtraciones y entonces son los medios informativos fieles a un bando o al otro, quienes casualmente consiguen todo tipo de documentos reservados y los publican para "machacar" al rival político, ya sea con borradores, declaraciones privadas o vídeos teóricamente secretos.
Y diréis que a qué viene esta reflexión tan teórica para un lunes y os lo explicaré. No hay dios que lea una sola noticia sin retorcer el gesto, sin quedarte con la mosca detrás de la oreja viendo que hay algo que no es como debería de ser, que están jugando con nosotros, riéndose de la "opinión pública", que por cierto es fácilmente manipulable. Y porque tengo la sensación de estar en una democracia de chichinabo cuando veo la que se ha montado en Catalunya, con unas elecciones innecesarias, con filtraciones partidistas, con corrupciones encubiertas, con tribunales parciales; o cuando veo los indultos a Mossos torturadores o a banqueros prevaricadores o a defraudadores convictos; o cuando veo el espectáculo mediático-político sobre la tumba de cuatro niñas; o cuando veo al yerno visitando al suegro, momento entrañable y significativo del país en que vivimos... El país de los atajos.
PD. El chiste malo de que los políticos son un atajo de... Os lo dejo a vosotros.
jueves, 22 de noviembre de 2012
HABLA DEL SILENCIO
El otro día comí con un vino llamado "Habla del silencio" y como yo soy un tipo muy obediente, aquí estoy. El vino en cuestión es extremeño e interesante, tanto como su nombre. Comí con él y con unos amigos, pero no es la cuestión. La cuestión es el silencio y de él vamos a hablar, aunque lo más oportuno sería callar.
El silencio es uno de los bienes más preciados que tenemos. Realmente es valioso porque escasea; es la ley de la oferta y la demanda. Si le pusiéramos precio, como sugería el otro día, sería uno de los elementos más caros de toda la naturaleza. Cada vez que alguien necesita tomar una decisión importante, corre a reunirse con él; cuando te describen un paisaje idílico, siempre está en silencio; si visitas un museo, no podrás ni toser para no romper tanta armonía.
Pero eso es lo que tú quisieras que ocurriera, porque la realidad es bien distinta y esa placentera tranquilidad que genera la ausencia de ruido está permanentemente rota por una motosierra, un niño que llora, un coche pitando, un borracho dando la nota o un helicóptero siguiendo manifestantes. Qué poco respeto tenemos por el silencio, cómo lo maltratamos, creo que hasta le tenemos miedo. Los restaurantes tienen esa estúpida costumbre de poner siempre música de fondo para evitar el gélido sonido de los cubiertos; en la ópera los espectadores tosen y carraspean en los silencios, sin entender que es parte importante de la música; incluso en las reuniones familiares o de amigos, un silencio de más de dos segundos crea una enorme tensión, una sensación de vergüenza compartida, siempre rota por un inoportuno que dice lo de "ha pasado un ángel".
Tengo unos amigos que llevan años sufriendo el maltrato físico y psíquico provocado por un garito bajo su casa, que apenas les deja dormir. Algo similar a lo ocurrido en Huesca, donde una sentencia se ha puesto del lado de los silenciosos.
Aunque Rajoy hable de la mayoría silenciosa, la verdad es que estamos en un país donde el ruido es parte de nuestra identidad y donde el que quiera un poco de silencio lo tiene que buscar de forma artificial, poniéndose unos auriculares de obra o encerrándose en el cuarto de baño. Obviamente no envidio a los sordos, pero muchas veces pienso lo que cambiarían las cosas sin sonido: las películas de terror no darían miedo, los árbitros no serían tan caseros, el GPS no te perdería, el microondas no despertaría a toda la familia y no habría que toser cuando entras al servicio.
El silencio es uno de los bienes más preciados que tenemos. Realmente es valioso porque escasea; es la ley de la oferta y la demanda. Si le pusiéramos precio, como sugería el otro día, sería uno de los elementos más caros de toda la naturaleza. Cada vez que alguien necesita tomar una decisión importante, corre a reunirse con él; cuando te describen un paisaje idílico, siempre está en silencio; si visitas un museo, no podrás ni toser para no romper tanta armonía.
Pero eso es lo que tú quisieras que ocurriera, porque la realidad es bien distinta y esa placentera tranquilidad que genera la ausencia de ruido está permanentemente rota por una motosierra, un niño que llora, un coche pitando, un borracho dando la nota o un helicóptero siguiendo manifestantes. Qué poco respeto tenemos por el silencio, cómo lo maltratamos, creo que hasta le tenemos miedo. Los restaurantes tienen esa estúpida costumbre de poner siempre música de fondo para evitar el gélido sonido de los cubiertos; en la ópera los espectadores tosen y carraspean en los silencios, sin entender que es parte importante de la música; incluso en las reuniones familiares o de amigos, un silencio de más de dos segundos crea una enorme tensión, una sensación de vergüenza compartida, siempre rota por un inoportuno que dice lo de "ha pasado un ángel".
Tengo unos amigos que llevan años sufriendo el maltrato físico y psíquico provocado por un garito bajo su casa, que apenas les deja dormir. Algo similar a lo ocurrido en Huesca, donde una sentencia se ha puesto del lado de los silenciosos.
Aunque Rajoy hable de la mayoría silenciosa, la verdad es que estamos en un país donde el ruido es parte de nuestra identidad y donde el que quiera un poco de silencio lo tiene que buscar de forma artificial, poniéndose unos auriculares de obra o encerrándose en el cuarto de baño. Obviamente no envidio a los sordos, pero muchas veces pienso lo que cambiarían las cosas sin sonido: las películas de terror no darían miedo, los árbitros no serían tan caseros, el GPS no te perdería, el microondas no despertaría a toda la familia y no habría que toser cuando entras al servicio.
Quizás escribo esto porque en casa, con tanta tropa, no es fácil conseguirlo, pero en este momento se acaban de dormir todos y se ha quedado todo en silencio. Me callo, voy a escucharlo.
miércoles, 21 de noviembre de 2012
ENFERMEDIZOS
Me gustaría analizar en este psico-blog el por qué de ese
sadismo, torturando a nuestros amigos con todos los detalles víricos y
bacteriales que van destruyendo nuestros cuerpos. Si además se añade un poco de
drama, el intérprete suele crecerse: “le han dicho que le quedan cuatro meses
de vida” y entra a detallarte todos los síntomas, las operaciones y los entresijos
y gallinetas del paciente.
Y
uno, que tiene el hipo condriaco y que es algo paranoico depresivo, empieza a notar como se le hincha la
próstata, se le acelera el miocardio, se le embolia todo el cráneo y entra en
estado metastásico perdido. Con lo que mola hablar de cosas buenas, de lo
potente que está la vecina de tu jefe, del cochazo que tiene el jefe de tu
vecina, de lo bien que te salen los brioches de alcachofas o de los kilos que
vas a perder con la dieta Duncan Dhu… Cómo puede el ser humano disfrutar tanto
contando desgracias, enfermedades, accidentes o muertes. No va de coña, fijaos
la competición que se monta cada vez que alguien se muere, como se pone en
marcha una auténtica carrera por ser el más rápido en difundir la noticia. Y
siempre que llegas a meta, se te ha adelantado alguien. Qué tiempos aquellos
del Diario hablado de RNE con los avisos del final “Se ruega a Don Fulanito de
Tal, que viaja por Murcia, que se ponga en contacto con sus allegados, por
causa familiar grave”. Así molaba mucho más enterarse de las malas nuevas,
siempre había un poquito de intriga, no lo de ahora, que antes de morirte ya
estás clínicamente muerto.PD. Hoy me apetecía escribir de la mula y el buey, pero iba a decir tantas animaladas que alguien lo iba considerar una ofensa y... ¡Dios me libre!
EL HOMBRE ES UN LOBO PARA EL HOMBRE
Llevo varios días con pesadillas. La última, anoche, después de jugar con mi hijo a batallas de muñecos. De pronto me vi delante de este pelotón tan variopinto que venía hacia mí con cara de pocos amigos. Otros días no sé si eran pesadillas o agobiantes pensamientos que me impedían dormir, imágenes vistas en la red que se me quedaban grabadas impidiéndome conciliar el sueño.
Son esos momentos en los que uno preferiría ser cualquier animal, antes que un ser humano. Cuando compruebas lo poco humano que es el llamado ser humano y lo poco animales que son los llamados animales. Me explico: si os pusiera un pequeño resumen de las fotografías más vistas en los últimos días, lo entenderíais. No lo hago por no incomodar más todavía, pero todos habréis visto numerosas fotos de los niños muertos en Gaza, en esa criminal forma de interpretar "el derecho a defenderse" que tiene el gobierno israelí. También cuesta sacarse de la cabeza el salvajismo de seguidores de Hamas arrastrando el cadáver de un supuesto enemigo. Y uno no se atreve a abrir más noticias por si también aparecen imágenes de Siria o del Congo, otras guerras menos populares.
La excusa de que en la guerra todo vale no me vale. La crueldad, el sadismo, el rencor y la alevosía son "virtudes" exclusivas del salvajismo humano y lo más triste es que todas estas imágenes nos acercan a diario a hechos históricos que creíamos superados. Ahora que repaso con mis hijos la historia universal, voy encontrando día tras día escenas y pasajes que dejan en muy mal lugar a nuestra raza; creo que no hace falta que os recuerde ninguno. Y siento vergüenza, mucha, de ser un homo sapiens, de ver como aún ahora, con todo el conocimiento que tenemos, con los avances tecnológicos y con la experiencia de errores cometidos, nuestra sociedad sigue rigiéndose por el miedo, el egoísmo, la fuerza, la ambición, las armas y el salvajismo. El hombre es un lobo para el hombre. Qué triste tener que reconocer en el siglo XXI que Plauto, Pluto, Thomas Hobbes o quién realmente sea el autor de tan célebre frase, tenía razón.
Lo que realmente distingue positivamente al hombre de los animales es su capacidad para fabricar y utilizar herramientas. Lo que le destaca negativamente es el uso que hace de esas herramientas. Como conclusión: ningún animal se fotografiaría con los genitales de otro animal encima de su cabeza.
PD: Cuando hablo del hombre, también me refiero a la mujer.
PD2: Mis respetos a Peter Pan, Buzz Lightyear y la Benemérita.
Son esos momentos en los que uno preferiría ser cualquier animal, antes que un ser humano. Cuando compruebas lo poco humano que es el llamado ser humano y lo poco animales que son los llamados animales. Me explico: si os pusiera un pequeño resumen de las fotografías más vistas en los últimos días, lo entenderíais. No lo hago por no incomodar más todavía, pero todos habréis visto numerosas fotos de los niños muertos en Gaza, en esa criminal forma de interpretar "el derecho a defenderse" que tiene el gobierno israelí. También cuesta sacarse de la cabeza el salvajismo de seguidores de Hamas arrastrando el cadáver de un supuesto enemigo. Y uno no se atreve a abrir más noticias por si también aparecen imágenes de Siria o del Congo, otras guerras menos populares.
La excusa de que en la guerra todo vale no me vale. La crueldad, el sadismo, el rencor y la alevosía son "virtudes" exclusivas del salvajismo humano y lo más triste es que todas estas imágenes nos acercan a diario a hechos históricos que creíamos superados. Ahora que repaso con mis hijos la historia universal, voy encontrando día tras día escenas y pasajes que dejan en muy mal lugar a nuestra raza; creo que no hace falta que os recuerde ninguno. Y siento vergüenza, mucha, de ser un homo sapiens, de ver como aún ahora, con todo el conocimiento que tenemos, con los avances tecnológicos y con la experiencia de errores cometidos, nuestra sociedad sigue rigiéndose por el miedo, el egoísmo, la fuerza, la ambición, las armas y el salvajismo. El hombre es un lobo para el hombre. Qué triste tener que reconocer en el siglo XXI que Plauto, Pluto, Thomas Hobbes o quién realmente sea el autor de tan célebre frase, tenía razón.
Lo que realmente distingue positivamente al hombre de los animales es su capacidad para fabricar y utilizar herramientas. Lo que le destaca negativamente es el uso que hace de esas herramientas. Como conclusión: ningún animal se fotografiaría con los genitales de otro animal encima de su cabeza.
PD: Cuando hablo del hombre, también me refiero a la mujer.
PD2: Mis respetos a Peter Pan, Buzz Lightyear y la Benemérita.
lunes, 19 de noviembre de 2012
TODO TIENE SU PRECIO
Alguna vez alguien me ha mandado a tomar por saco y siempre contesto lo mismo: "no te digo que sea imposible, todo tiene un precio, aunque lo veo difícil, muy difícil." Mi madre opinaba igual con los ajos. Era incapaz de comerse un solo diente de ajo y aseguraba que no había dinero en el mundo para pagar semejante mal trago; sin embargo, sería capaz de eso y más si fuese por evitar algo malo para los suyos. Hasta ahí todos estamos de acuerdo y creo que todos lo haríamos... Aunque prefiero el ajo que lo otro...
Todo tiene su precio y así nos va. La economización de la política ha llegado a tal punto que todo se cuantifica y cualquier medida o propuesta que se haga depende siempre de su coste o impacto económico. Siempre he pensado que los problemas medioambientales y el calentamiento global se afrontarían con mucha más eficacia si la naturaleza y su disfrute tuvieran precio. Si los bosques se clasificaran en millones de euros, habría menos incendios; si el caudal de los ríos se midiese en dólares, no se contaminarían; si tuviéramos que pagar por ver el paisaje, no lo mancharíamos... A eso nos ha enseñado esta podrida sociedad en la que el principal argumento para pedir la abolición de la pena de muerte en California ha sido que el coste de la inyección letal es mayor que el de la cadena perpetua.
En casita también contamos con creativos dirigentes neoliberales que saben poner precio a todo, incluso a su tan queridísima patria. ¡Manda huevos! estará pensando Trillo... Están planteando dar la residencia a los extranjeros que compren una vivienda de más de 160.000 euros en nuestro país y abiertamente afirman que es una llamada a los mercados ruso y chino. ¡Manda huevos!, insisto. Con lo preocupados que hemos estado en España con el exceso de inmigrantes, ahora vamos a ponerle la alfombra roja a los rusos y a los chinos. Eso sí, que sean ricos, para que hayan renegado bien de su origen comunista y traigan dinerito fresco para gastar en Eurovegas.
Habrá que cambiar la nomenclatura y dejar lo de inmigrantes para subsaharianos y sudacas. A estos, que no necesitan visa porque tienen Visa, les llamaremos inversores. Un nuevo y humillante paso para distinguir más entre ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, sólo por el bolsillo. A los primeros les humillaremos y ni siquiera les daremos sanidad, a los adinerados les haremos residentes y si pagan en "B", mejor, amnistía fiscal. El colmo del mercantilismo y neoliberalismo, todo se compra, todo tiene precio, hasta el país que con tanto patriotismo defendemos... Algunos.
Todo vale para luchar contra la crisis. Propongo que se le ponga un precio a Catalunya por su independencia, y a la Constitución por vulnerarla, e incluso a la República, igual aparece un jeque con mucha pasta y nos quita de en medio a esta panda. Incluso la vida tiene precio y ese sí que es distinto en algunas partes del mundo.
Todo tiene su precio y así nos va. La economización de la política ha llegado a tal punto que todo se cuantifica y cualquier medida o propuesta que se haga depende siempre de su coste o impacto económico. Siempre he pensado que los problemas medioambientales y el calentamiento global se afrontarían con mucha más eficacia si la naturaleza y su disfrute tuvieran precio. Si los bosques se clasificaran en millones de euros, habría menos incendios; si el caudal de los ríos se midiese en dólares, no se contaminarían; si tuviéramos que pagar por ver el paisaje, no lo mancharíamos... A eso nos ha enseñado esta podrida sociedad en la que el principal argumento para pedir la abolición de la pena de muerte en California ha sido que el coste de la inyección letal es mayor que el de la cadena perpetua.
En casita también contamos con creativos dirigentes neoliberales que saben poner precio a todo, incluso a su tan queridísima patria. ¡Manda huevos! estará pensando Trillo... Están planteando dar la residencia a los extranjeros que compren una vivienda de más de 160.000 euros en nuestro país y abiertamente afirman que es una llamada a los mercados ruso y chino. ¡Manda huevos!, insisto. Con lo preocupados que hemos estado en España con el exceso de inmigrantes, ahora vamos a ponerle la alfombra roja a los rusos y a los chinos. Eso sí, que sean ricos, para que hayan renegado bien de su origen comunista y traigan dinerito fresco para gastar en Eurovegas.
Habrá que cambiar la nomenclatura y dejar lo de inmigrantes para subsaharianos y sudacas. A estos, que no necesitan visa porque tienen Visa, les llamaremos inversores. Un nuevo y humillante paso para distinguir más entre ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, sólo por el bolsillo. A los primeros les humillaremos y ni siquiera les daremos sanidad, a los adinerados les haremos residentes y si pagan en "B", mejor, amnistía fiscal. El colmo del mercantilismo y neoliberalismo, todo se compra, todo tiene precio, hasta el país que con tanto patriotismo defendemos... Algunos.
Todo vale para luchar contra la crisis. Propongo que se le ponga un precio a Catalunya por su independencia, y a la Constitución por vulnerarla, e incluso a la República, igual aparece un jeque con mucha pasta y nos quita de en medio a esta panda. Incluso la vida tiene precio y ese sí que es distinto en algunas partes del mundo.
domingo, 18 de noviembre de 2012
RECÓRCHOLIS
Ya os he hablado varias veces de mi obsesión por no ser uno
de los invitados a “La cena de los idiotas”. Ya sé que me repito, pero cómo
queréis que no me repita si llevo dos años encerrado en este puto blog. Pos
eso, que si alguien me invita a una cena con gente desconocida no pienso ir, y
mucho menos después de la habilidad que he desarrollado para construir
artículos artesanos con corchos de botellas.
Un día me di cuenta de que los corchos surgían en nuestra
vivienda con cierta facilidad y me decidí a a guardarlos por aquello de
reciclar, de ahorrar en leña o de presumir de experto enólogo o patético mamao,
que es lo que más bien soy. El caso es que he amontonado tantos corchos que me
llaman alcornoque y que mi santa está a punto de echarme de casa: o los corchos
o ella.
Y ya sabéis que de las crisis salen las mejores ideas. Qué
estupidez de frase, pero cuánto se utiliza y qué bien quedas con ella ¿eh? Por
eso yo puse en marcha toda mi capacidad neuronal, que no es mucha, y desarrollé
varios proyectos corchísticos. El primero fue una cortina de corchos unidos por
nylon, de esas que se ponen en los pueblos para las moscas, pero los corchos se
caían, el nylon se hacía nudos y las moscas se partían la polla. A partir del
primer fracaso pasé al segundo plan, mucho más seguro: un salvamanteles; es
sencillo, corchos cortados por la mitad con un cutter y pegados con cola de
carpintero sobre una tabla, el resultado es muy aparente y queda muy mono si en
medio, como es mi caso, uno de los corchos lo sustituyes por un trozo de
pulgar… Es lo que tiene el maldito invento del cutter.
Una vez salvados todos los manteles de la familia, dirigí
mis habilidades hacia un bien común, un gran panel con el nombre del pueblo
escrito con corchos. Lo colgaremos en el centro social del pueblo, donde hay
tal resonancia que es imposible oír lo que habla el de en frente (algo que a
veces es de agradecer); ahora con el nombre de nuestro querido pueblo escrito
en corcho, las conversaciones son más llevaderas.
Y
después de tanto cortar y pegar, he llegado a varias conclusiones: no entiendo
la estupidez de “Embotellado en la propiedad”; no sé por qué leches se hacen
tapones de plástico tan duros; el Carmelo Rodero, el Matarromera y el
ValleIglesias han dado para muchas y buenas noches en esta casa; y por último:
Estoy preocupado por mi hígado.
viernes, 16 de noviembre de 2012
SE PUEDE ESTAR PEOR
Tengo un amigo saharaui que... Miento, tengo muchísimos amigos saharauis, pero uno de ellos me hizo ayer un comentario demoledor por su realismo y por su falta de esperanza. Echando un vistazo a las primeras hojas de un periódico balbuceó: "Y nosotros nos creemos que alguien nos va a ayudar... Estamos listos." No es normal ver a un saharaui escéptico, de hecho es casi un pecado entre los seguidores de la causa de este pueblo. Dar un síntoma de flaqueza es condenado a veces hasta con insultos por considerarse una muestra de debilidad y aceptación de la opresión marroquí. Pero mi colega tenía razón. Estaba leyendo las noticias de Siria, con centenares de muertos diarios ante la más absoluta pasividad de la comunidad y las instituciones internacionales. A continuación encontraba información de una nueva escalada violenta en Gaza y ante la espeluznante foto del joven periodista palestino con su hijo muerto en brazos, decía con los ojos llorosos: "Y nosotros nos quejamos... No tenemos país, no tenemos derechos, no tenemos de nada, pero estamos mejor que estos".
No penséis que estaba dando su brazo a torcer, ni siendo conformista con el status quo que oprime a su pueblo, simplemente estaba echando mano del sentido común para deducir que si nadie hacía nada por evitar matanzas diarias y crímenes contra la humanidad, difícilmente alguien iba a levantar la voz más de la cuenta para tensar la cuerda de un conflicto que languidece adormilado por la maquiavélica diplomacia marroquí y la cobardía española.
Mi amigo es un tipo muy inteligente y más de una vez le he oído argumentos similares, porque sabe que la solución de este asunto puede ser todavía muy lenta, puede depender de una democratización verdadera de Marruecos y de una normalización de las relaciones entre los países del Magreb (Argelia y Marruecos, sobre todo). A veces le sale la vena juvenil y con esa fortaleza que te da saberte con el respaldo de la verdad, se suma a los llamamientos de los más desmoralizados, que proponen retornar a las armas, pero rápidamente recobra la sensatez y reconoce que esa medida sólo serviría para borrarles del mapa definitivamente. Otras veces, cansado de dar vueltas alrededor del mismo círculo, plantea que hay que romper con todo, que hay que ser creativo, que hay que buscar nuevas soluciones, y juntos hablamos de buscarlas.
Al final siempre encontramos un argumento para no caer en derrotista desidia. Nos convencemos de que cualquier injusticia debe ser resuelta, independientemente de que haya otras mayores o más urgentes. Pero sobre todo hay un argumento que te impide caer en la desmotivación: el permanente recuerdo de esas familias amigas que nos esperan en medio del desierto, pensando todavía, que vamos a hacer algo por ellos. Y lo seguiremos intentando, hasta que otra salvajada de la raza humana nos vuelva a nublar la vista.
No penséis que estaba dando su brazo a torcer, ni siendo conformista con el status quo que oprime a su pueblo, simplemente estaba echando mano del sentido común para deducir que si nadie hacía nada por evitar matanzas diarias y crímenes contra la humanidad, difícilmente alguien iba a levantar la voz más de la cuenta para tensar la cuerda de un conflicto que languidece adormilado por la maquiavélica diplomacia marroquí y la cobardía española.
Mi amigo es un tipo muy inteligente y más de una vez le he oído argumentos similares, porque sabe que la solución de este asunto puede ser todavía muy lenta, puede depender de una democratización verdadera de Marruecos y de una normalización de las relaciones entre los países del Magreb (Argelia y Marruecos, sobre todo). A veces le sale la vena juvenil y con esa fortaleza que te da saberte con el respaldo de la verdad, se suma a los llamamientos de los más desmoralizados, que proponen retornar a las armas, pero rápidamente recobra la sensatez y reconoce que esa medida sólo serviría para borrarles del mapa definitivamente. Otras veces, cansado de dar vueltas alrededor del mismo círculo, plantea que hay que romper con todo, que hay que ser creativo, que hay que buscar nuevas soluciones, y juntos hablamos de buscarlas.
Al final siempre encontramos un argumento para no caer en derrotista desidia. Nos convencemos de que cualquier injusticia debe ser resuelta, independientemente de que haya otras mayores o más urgentes. Pero sobre todo hay un argumento que te impide caer en la desmotivación: el permanente recuerdo de esas familias amigas que nos esperan en medio del desierto, pensando todavía, que vamos a hacer algo por ellos. Y lo seguiremos intentando, hasta que otra salvajada de la raza humana nos vuelva a nublar la vista.
miércoles, 14 de noviembre de 2012
MARTÍN YA ES TEEN
El profesor de física estaba boquiabierto viendo con que rapidez y pericia el despistado Martín desmontaba su calculadora hasta dividirla en centenares de piezas. Y claro las dividió sin ayuda de calculadora y con gran precisión. Otra cosa es montarla.
Nuestra casa está repleta de aparatos desmontados por las esquinas: un ordenador viejo, el transformador de un Scalextric, unos walkie talkies, un equipo de música, varias linternas, una cámara de fotos y otros cinco o seis millones de artilugios no identificados. Al profesor de física le hace gracia porque es el síntoma de la inquietud de un aspirante a inventor, pero en casa hay momentos en que uno se desespera ante este Pepillo Gotera que va dejando cables esparcidos, mezclados con tornillería de todos los tamaños, placas electrónicas y carcasas de plástico.
El "terrorista", que es como le llamaban de pequeño, tiene un "cerebrín" que va mucho más rápido que todos los nuestros y nuestra misión en esta vida empieza a ser la de pararle. Cuando le pierdes de vista puede estar desmontando la bici para cambiarle el manillar o poner los frenos de delante atrás o está buscando en You Tube algún vídeo que explique cómo hacer una minimoto con el motor de una batidora. Cuando juega a la Play, gasta más tiempo diseñando personajes, construyendo motos o personalizando avatares que jugando al propio juego. En sus ratos libres construye virtualmente ordenadores con una página web y después nos presume de las prestaciones del aparato y nos persigue para que le compremos uno.
Suele tener soluciones para cualquier cosa, incluso cuando no tiene la herramienta adecuada (véase foto) y en casa hay que consultarle ante cualquier problema, porque sus soluciones suelen ser de provecho. Ejemplo, la semana pasada se me rompieron las puertas traseras del coche y no podían salir; mientras Lucio saltaba por la ventana gritando "Soy Felix Baumgartner", Martín diseño un sistema para salir por el techo y bajar con un tobogán como el de los pedalos.
No sé cómo le irá en los estudios (de momento bien), pero no tenemos dudas de que se ganará bien la vida. De momento es nuestro servicio técnico, el jefe de mantenimiento de la casa. Y además tiene sentido del humor tan estúpido como el de su padre, el otro día le dije en el atasco de la M-30 que estudiara sintaxis y me contestó: "Papá, no puedo, está todo lleno de taxis".
Hoy cumple trece años y está eufórico porque ya es teenager. Eso sí: no le regaléis nada con cables, porfa.
Nuestra casa está repleta de aparatos desmontados por las esquinas: un ordenador viejo, el transformador de un Scalextric, unos walkie talkies, un equipo de música, varias linternas, una cámara de fotos y otros cinco o seis millones de artilugios no identificados. Al profesor de física le hace gracia porque es el síntoma de la inquietud de un aspirante a inventor, pero en casa hay momentos en que uno se desespera ante este Pepillo Gotera que va dejando cables esparcidos, mezclados con tornillería de todos los tamaños, placas electrónicas y carcasas de plástico.
El "terrorista", que es como le llamaban de pequeño, tiene un "cerebrín" que va mucho más rápido que todos los nuestros y nuestra misión en esta vida empieza a ser la de pararle. Cuando le pierdes de vista puede estar desmontando la bici para cambiarle el manillar o poner los frenos de delante atrás o está buscando en You Tube algún vídeo que explique cómo hacer una minimoto con el motor de una batidora. Cuando juega a la Play, gasta más tiempo diseñando personajes, construyendo motos o personalizando avatares que jugando al propio juego. En sus ratos libres construye virtualmente ordenadores con una página web y después nos presume de las prestaciones del aparato y nos persigue para que le compremos uno.
Suele tener soluciones para cualquier cosa, incluso cuando no tiene la herramienta adecuada (véase foto) y en casa hay que consultarle ante cualquier problema, porque sus soluciones suelen ser de provecho. Ejemplo, la semana pasada se me rompieron las puertas traseras del coche y no podían salir; mientras Lucio saltaba por la ventana gritando "Soy Felix Baumgartner", Martín diseño un sistema para salir por el techo y bajar con un tobogán como el de los pedalos.
No sé cómo le irá en los estudios (de momento bien), pero no tenemos dudas de que se ganará bien la vida. De momento es nuestro servicio técnico, el jefe de mantenimiento de la casa. Y además tiene sentido del humor tan estúpido como el de su padre, el otro día le dije en el atasco de la M-30 que estudiara sintaxis y me contestó: "Papá, no puedo, está todo lleno de taxis".
Hoy cumple trece años y está eufórico porque ya es teenager. Eso sí: no le regaléis nada con cables, porfa.
INDIGNADO O RESIGNADO
Cueces o enriqueces. Menudo dilema tiene el españolito de a pie. A ratos se indigna, se indigna mucho, se le hincha la vena del cuello, se le cruzan las pupilas y se le tartamudean las palabras poniendo a parir a sus mediocres dirigentes y sus mezquinas políticas. Pero, una vez pasado ese momento de rabia incontenida, vuelve a su estado inofensivo habitual, al aletargamiento sesudo, al escepticismo decepcionado, al "no me vengas con milongas" de conciencias anestesiadas, vacunadas contra cualquier instinto de rebelión.
Te pisan la cabeza, te cambian las condiciones de tu contrato, te dificultan la vida, te meten miedo, favorecen a los bancos frente a los ciudadanos, se ríen de los críticos y se amparan en mayorías cautivas. Pero no pasa nada, hay muchos motivos para no protestar, para seguir callados, para ser ciudadanos de buena fe, para ser resignados. En los últimos días he ejercido de Demóscopa consultando a varios amigos, compañeros y conocidos, para sacar algunas conclusiones y completar este decálogo de razones para no ir a la huelga, razones para ser un resignado en lugar de un indignado:
-Con la que está cayendo mejor no significarse, no sea que en las listas del próximo ERE, mi nombre aparezca por casualidad.
-Encima de que me han bajado ya el sueldo, no voy a ser yo tan idiota como para regalar más dinero a la empresa.
-Yo haría huelga, pero no va a servir de nada, como no han servido nunca.
-Si voy a la huelga se me acumula luego el trabajo durante una semana y no me apetece.
-He preguntado en mi trabajo y casi nadie va a hacer huelga, así que no voy a dar la nota.
-Mi jefe es un facha y si hago huelga, me la va a tener jurada durante un tiempo.
-Estoy en contra de lo que está pasando y de las medidas del gobierno, pero una huelga no es la solución.
-En este momento, lo que menos necesita este país es un paro general.
-Iría a la huelga si la convocaran los ciudadanos, pero no si la hacen los sindicatos...No puedo con ellos.
-Vale que estos lo están haciendo muy mal, pero tampoco los otros lo hacían mejor.
Ahí queda este riguroso y científico estudio estadístico. No voy a rebatir ni uno solo de los argumentos, aunque tengo contestación para cualquiera. Mañana se habrá pasado esta fiebre y seguiremos luchando por salir de esta, con una sanidad en venta, una educación en recesión, unos derechos laborales aniquilados, un paro galopante, una quiebra social sangrante y los bancos saliendo de rositas del agujero que ellos mismos provocaron.
Pero en democracia, cada uno es libre de actuar con la cabeza, con el corazón, con la conciencia o con el páncreas. Elige: ¿Te indignas o te resignas?
Te pisan la cabeza, te cambian las condiciones de tu contrato, te dificultan la vida, te meten miedo, favorecen a los bancos frente a los ciudadanos, se ríen de los críticos y se amparan en mayorías cautivas. Pero no pasa nada, hay muchos motivos para no protestar, para seguir callados, para ser ciudadanos de buena fe, para ser resignados. En los últimos días he ejercido de Demóscopa consultando a varios amigos, compañeros y conocidos, para sacar algunas conclusiones y completar este decálogo de razones para no ir a la huelga, razones para ser un resignado en lugar de un indignado:
-Con la que está cayendo mejor no significarse, no sea que en las listas del próximo ERE, mi nombre aparezca por casualidad.
-Encima de que me han bajado ya el sueldo, no voy a ser yo tan idiota como para regalar más dinero a la empresa.
-Yo haría huelga, pero no va a servir de nada, como no han servido nunca.
-Si voy a la huelga se me acumula luego el trabajo durante una semana y no me apetece.
-He preguntado en mi trabajo y casi nadie va a hacer huelga, así que no voy a dar la nota.
-Mi jefe es un facha y si hago huelga, me la va a tener jurada durante un tiempo.
-Estoy en contra de lo que está pasando y de las medidas del gobierno, pero una huelga no es la solución.
-En este momento, lo que menos necesita este país es un paro general.
-Iría a la huelga si la convocaran los ciudadanos, pero no si la hacen los sindicatos...No puedo con ellos.
-Vale que estos lo están haciendo muy mal, pero tampoco los otros lo hacían mejor.
Ahí queda este riguroso y científico estudio estadístico. No voy a rebatir ni uno solo de los argumentos, aunque tengo contestación para cualquiera. Mañana se habrá pasado esta fiebre y seguiremos luchando por salir de esta, con una sanidad en venta, una educación en recesión, unos derechos laborales aniquilados, un paro galopante, una quiebra social sangrante y los bancos saliendo de rositas del agujero que ellos mismos provocaron.
Pero en democracia, cada uno es libre de actuar con la cabeza, con el corazón, con la conciencia o con el páncreas. Elige: ¿Te indignas o te resignas?
lunes, 12 de noviembre de 2012
HOY PUEDE SER UN GRAN DÍA...
Duro con él. Sí, ya sé que es martes trece, por eso. Ya sé que se ha muerto mi tía y es un día muy triste para toda la familia. Ya sé que mañana hay huelga y que el país está hecho un desastre. El País, también. Ya sé que saltan chispas en muchos lugares del mundo. En El Mundo, también. Ya sé que la gente lo está pasando muy mal. Ya sé que Venecia se hunde. New York, también. Ya sé que los chicos están resfriados. Yo también. Ya sé que todos los indicadores señalan que el segundo martes después del segundo lunes de noviembre va a ser un día chungo. Lo sé.
No espero que acabe el triste y bochornoso numerito municipal del Madrid Arena, ni que El Asad se resbale en la bañera, ni que suba el Nasdaq, ni que la Merkel se quede embarazada, ni que se acaben los desahucios, ni que Artur Mas cante lo de "por eso se oye este refrán...", ni que Marruecos sea un país libre, ni que en Ferraz se miren al ombligo, ni que en Génova se sacudan la caspa, ni que mis hijos donen la consola a una ONG, ni que se acaben los "ere que te ere", ni que el cartero traiga alguna carta que no sea ni multa ni impuesto ni factura, ni siquiera que no me llamen en todo el día los de Jazztel o los de Ono. Sé, a ciencia cierta que nada de eso va a pasar.
Por eso, para celebrar el siempre temido martes y trece, he decidido hacerlo con el amigo Serrat y por primera vez en el blog y sin que sirva de precedente, regalaros una canción. Cursi que es uno. La música la pones tú.
Hoy puede ser un gran día,
plantéatelo así,
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti.
Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.
No consientas que se esfume,
asómate y consume
la vida a granel.
Hoy puede ser un gran día,
duro con él.
Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir.
Saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol
y no dosifiques los placeres;
si puedes, derróchalos.
Si la rutina te aplasta,
dile que ya basta
de mediocridad.
Hoy puede ser un gran día
date una oportunidad.
Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único,
no lo dejes escapar.
Que todo cuanto te rodea
lo han puesto para ti.
No lo mires desde la ventana
y siéntate al festín.
Pelea por lo que quieres
y no desesperes
si algo no anda bien.
Hoy puede ser un gran día
y mañana también.
Hoy puede ser un gran día
duro, duro,
duro con él.
No espero que acabe el triste y bochornoso numerito municipal del Madrid Arena, ni que El Asad se resbale en la bañera, ni que suba el Nasdaq, ni que la Merkel se quede embarazada, ni que se acaben los desahucios, ni que Artur Mas cante lo de "por eso se oye este refrán...", ni que Marruecos sea un país libre, ni que en Ferraz se miren al ombligo, ni que en Génova se sacudan la caspa, ni que mis hijos donen la consola a una ONG, ni que se acaben los "ere que te ere", ni que el cartero traiga alguna carta que no sea ni multa ni impuesto ni factura, ni siquiera que no me llamen en todo el día los de Jazztel o los de Ono. Sé, a ciencia cierta que nada de eso va a pasar.
Por eso, para celebrar el siempre temido martes y trece, he decidido hacerlo con el amigo Serrat y por primera vez en el blog y sin que sirva de precedente, regalaros una canción. Cursi que es uno. La música la pones tú.
Hoy puede ser un gran día,
plantéatelo así,
aprovecharlo o que pase de largo,
depende en parte de ti.
Dale el día libre a la experiencia
para comenzar,
y recíbelo como si fuera
fiesta de guardar.
No consientas que se esfume,
asómate y consume
la vida a granel.
Hoy puede ser un gran día,
duro con él.
Hoy puede ser un gran día
donde todo está por descubrir,
si lo empleas como el último
que te toca vivir.
Saca de paseo a tus instintos
y ventílalos al sol
y no dosifiques los placeres;
si puedes, derróchalos.
Si la rutina te aplasta,
dile que ya basta
de mediocridad.
Hoy puede ser un gran día
date una oportunidad.
Hoy puede ser un gran día
imposible de recuperar,
un ejemplar único,
no lo dejes escapar.
Que todo cuanto te rodea
lo han puesto para ti.
No lo mires desde la ventana
y siéntate al festín.
Pelea por lo que quieres
y no desesperes
si algo no anda bien.
Hoy puede ser un gran día
y mañana también.
Hoy puede ser un gran día
duro, duro,
duro con él.
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