jueves, 29 de enero de 2015

LA PRESIÓN DEL DINERO


Nunca he tenido la duda. El dinero manda en el mundo como manda en la mayoría de las vidas que estamos esparcidas por aquí. Desde siempre había atendido incrédulo a todas las teorías de la conspiración que sospechaban que detrás de cada decisión política y social había escondidas razones contables en fajos de billetes. Lo que ni por asomo podía imaginar es la desfachatez obscena con la que actúan últimamente los dueños de la pasta con sus presiones coacciones y burdos chantajes a los países y a los ciudadanos, sin el más mínimo disimulo. Lo hemos vivido recientemente en Grecia con los comentarios amenazadores de todas esas instituciones que hacen con sus habladurías en ruedas de prensa, pasillos o incluso retretes, que los mercados y las bolsas tiemblen en todo el mundo. Ante la posibilidad de que pueda gobernar un partido de los que ellos consideran peligrosos para sus intereses, su reacción es siempre la misma, amenazar con llevarse el Monopoly. En España también está a la orden del día y cada vez que Podemos despunta en una encuesta, aparece uno del Bundesbank, el FMI o el Banco Mundial enseñando los dientes y prometiendo tempestades. Lo que no se dan cuenta estos avaros es que cuanto más utilizan la estrategia del miedo, más movilizan a la población en su contra y en favor de esos benditos "populismos". 
Pero donde el repugnante poderío del dinero ha sobrepasado los límites morales es, una vez más, en Palestina, donde Israel tiene bloqueados 105 millones de impuestos que debe a los palestinos para evitar que la Autoridad Palestina ponga una denuncia contra Israel en la Corte Penal Internacional. Tiene guasa el asunto porque ya de por sí Israel está gestionando un dinero que no le pertenece , pero es que además la horrible amenaza palestina es someterse a un tribunal internacional de justicia reconocido por todos los países que se visten por los pies. Menos mal que Estados Unidos ha salido rápidamente a poner cordura e imparcialidad exigiendo a Palestina que no presente ninguna denuncia en la Corte Penal o se quedarán también sin los 400 millones de dólares que prestan a ese gobierno. Conclusión: nada vale, ni los tribunales, ni el derecho, ni la democracia, sólo la puta dictadura del dinero.

PD. Si me pagan bien podría retirar esta entrada y alguna otra ofensiva con el capital...

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