jueves, 5 de junio de 2014

EXTERMINATOR

Estamos a punto de ser devorados por las hormigas. Se trata de una colonia de varios millones de hormigas, entre las que hay dos grupos, las aladas o hembras y los machos. Por la mañana suelen salir sólo los machos y merodean por la casa o se dedican a sacar granitos de tierra porque están construyendo un enorme campamento bajo la casa para poder criar allí a otros millones de hormigas bebé. Por la tarde, o cuando hay algo de humedad salen en masa, pero en este caso salen también las hembras con sus alas, pero ni buscan comida ni tratan de salir de la casa; salen de la guarida a aparearse. Esto las distingue del otro gran grupo de hormigas que pueden resultar más peligrosas, que son las obreras que buscan desaforadamente alimento para llenar su despensa para el invierno y a esas no hay quien las pare; buscan semillas, pipas y cosas dulces que llevan al interior del hormiguero, donde las hembras las mastican y vomitan, creando una masa que les sirve de alimento durante todo el año. Por eso si quieres eliminarlas tienes que poner un veneno que tenga cierto sabor dulce para que lo prueben y luego mueran. El más utilizado es la cipermetrina, pero lo puedes usar en distintas dosis y conviene hacerlo un par de veces al año o cuando cambia el tiempo de forma radical. Eso sí, no pienses que por impregnar la casa de esos productos vas a acabar con ellas, dejarás de verlas vivas, pero las verás muertas. No te olvides nunca de que por mucho que creas que las hormigas son las que se han metido en tu casa, eso es mentira, ellas estaban antes y tú has construido tu casa encima de su colonia. Que sepas que hay colonias que tienen más de cien años, eso está demostrado y es posible que incluso más años, pero todavía no ha pasado el suficiente tiempo de estudios como para confirmarlo.
Todo este tratado hormiguista no es de mi creación sino del responsable de la empresa "Exterminator" que ha venido a hacer una inspección ocular de la plaga para pasarnos una propuesta. Lo podía haber escrito en forma de diálogo, pero estaría faltando a la realidad porque ni Montse ni yo pudimos abrir la boca mientras este peculiar y parlanchín exterminador nos exponía su tesis doctoral. Al final no sacamos claro si vamos a conseguir acabar con las hormigas o vamos a seguir con este espectáculo genocida con un salón repleto de cadáveres o vamos a optar por la opción naturista dejando que campen a sus anchas, se coman nuestras galletas campurrianas y follen al atardecer, en pleno horario infantil. Un sinvivir.

3 comentarios:

  1. Ya sabeis que yo soy de mente abierta, muy liberal y todo eso pero ¿no podrían irse a practicar sexo a otra parte?

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  2. Remedios caseros: con muucha paciencia y armado con una jeringuilla con gasolina, busca las salidas del hormiguero y echa un chorrito de carburante. La olor no es agradable, pero funciona bastante bien. Respecto al sexo hormiguil en horario infantil, no se de que os quejáis, es como un documental de la 2 en vivo y en directo. Y teninedo en cuenta que tooodo el mundo ve la 2...

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  3. Me parece una hora perfecta para practicar o ya a nivel avanzado ...da igual.

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