domingo, 7 de septiembre de 2014

ENTENDER O GRITAR


Uno escribe cuando tiene claras las ideas, cuando las teclas saben por sí solas lo que vas a contar y las ideas fluyen a gran velocidad desde el cerebro a la pantalla sin apenas pasar el filtro de la boca que murmura las palabras, ni siquiera de la vista que las repasa para comprobar que los dedos han obedecido. Esa fluidez es la que nos invita a los juntaletras a contar lo que nos pasa por la cabeza sin pudor y diría que con absoluta necesidad de hacerlo. Por eso existe este blog y otros cientos de miles. Alguien lo leerá, suponemos, aunque eso sea sólo una consecuencia, no un objetivo; escribes porque te lo pide el cuerpo o, mejor dicho, el ánimo.
Sin embargo, hay veces en que esa necesidad se bloquea, las palabras no quieren materializarse y se quedan merodeando por la mente sin conseguir un mínimo orden o coherencia. Podría considerarse falta de inspiración, pero no creo que sea este el caso, más bien exceso de fuentes, desaguisado neuronal o hasta desgana y escepticismo ante el mundo y el tiempo que vivimos. El blog se apaga provisionalmente en espera de inspiración o de necesidad de contar algo que por lo menos a alguno de vosotros le pueda parecer interesante. Ese es el sentido de esta página.
En verano todos nos vamos de vacaciones, desconectamos de todo y después, cuando la rutina regresa a nuestras vidas necesitamos un periodo de adaptación. Este año, no sé si será por la elevada edad del que escribe o por el peso de los acontecimientos, pero no me ha resultado nada fácil volver por aquí. No sentía necesidad, no tenía paciencia para escribir, mezclaba temas y prefería gritar, chillar o llorar. Las teclas temían ser aporreadas y el lector no merecía ser maltratado con depresivas reflexiones.
La clarividencia que te lleva a plasmar tus argumentos en un texto ha desaparecido porque, simplemente, no entiendo lo que pasa en el mundo. Podría haber seguido hablando de Palestina, de Hamas, de Israel, pero no entiendo muchas cosas. Debería comentar algo del desquiciado y alarmante avance del Estado Islámico, pero no entiendo casi nada. Querría solidarizarme con los pasajeros que fueron asesinados por sobrevolar Ucrania, pero no entiendo lo que pasa allí. Me inquieta y quisiera comentar la amenaza del Ébola, pero no alcanzo a entender casi nada. Tendría la opción de mirar dentro de casa y hablar de la enorme decepción del honorable Pujol, pero no entiendo cómo se puede ser así. Podría ahondar en la reforma electoral que propone Mariano, pero ya hablé en su día del golpe de estado, que sigo sin entender. Pensé en hablar de los padres encarcelados por tratar de ayudar a su hijo enfermo, pero no lo entendía. No entiendo nada y por eso he estado un tiempo sin escribir. Ya lo sabéis cuando el blog se apaga es porque no entiendo lo que pasa y entonces grito, como ahora mismo… Espero que vosotros sí me entendáis y gritéis conmigo.

4 comentarios:

  1. ¡¡ ME UNO A TU GRITO ¡¡¡ ... y sabes que a mi gritar, se me da muy bien.

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  2. yo grito en voz baja.

    chema

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  3. DIEGOSETEOLVIDALOMASIMPORTANTEDELAÑOELFRACASODELASELECCIONDEFURBOLESTOSIQUEESPARPRECUPARELRESTODETUSRFLEXIONESNOSONMASQUETONTERIA ADIOS

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  4. Y CUANTO TIEMPO TARDARA LA MIRELLA Y EL ALBERTO DAR POSIVO

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