lunes, 6 de abril de 2015

NO TRATES DE ENTENDER...

Una vez que hemos conseguido los tres grandes objetivos del viaje podemos ir haciendo balance de esta maravillosa experiencia. La primera e importante conclusión es que en una moto caben seis personas bastante cómodas; la segunda es que donde caben diez, caben 20 y así sucesivamente; si juntamos las dos anteriores teorías, el resultado es un absoluto caos permanente de personas y, sobre todo de motos.
Lo dijimos nada más llegar, la India se parece bastante a muchos lugares de África, por paisajes, por cultura, por tradiciones y por tipo de gente. Obviamente las diferencias también son enormes, de raza, de religión, de cultura... Sin entrar en prejuicios, los indios me han parecido muy trabajadores en general, aunque menos amables que los árabes. Salvo en las zonas muy turísticas, no son excesivamente pesados e insistentes con sus ofertas, pero tampoco son muy dados a la conversación y eso que hablan inglés, la mayoría. La miseria está latente y la mierda patente por donde vayas y ese es el gran choque emocional y sensorial para cualquier occidental que visita el país. No ya por los turistas, sino por ellos mismos, se debería hacer muchísimo más de lo que hacen en este sentido y las autoridades deberían poner fin a ciertas situaciones intolerables desde el punto de vista meramente humano.
El agua está siempre mal canalizada y menospreciada como bien indispensable o en su defecto el peor de los elementos transmisores de enfermedades fatales, la basura se tira al libre albedrío, las canalizaciones casi no existen o están obstruidas... La religión y las vacas tienen mucho que ver en este asunto y con todo el respeto a las creencias, sería posible regular un poco su presencia en ciertos sitios, incluso por el bien de los propios animales que malviven en medio de los atascos teniendo cerca praderas donde pastar. Su educación, su tradición y sus dificultades para sobrevivir les impiden afrontar estas "nimiedades", pero alguien de arriba debería abrir los ojos de la gente y forzar a que eso cambie por su bienestar. Y ojo, que no estoy hablando de la contaminación del aire, ni del peligro en las carreteras, ni del reciclaje, eso ya vendrá cuando tenga que venir.

Otra gran cuestión de estado que requiere tratamiento y educación es la discriminación de la mujer. Todos hemos leído espantados esas horribles noticias de violaciones en autobuses en este país, casos aislados, dicen, pero no es sólo eso, en todo el viaje sólo hemos podido ver a mujeres trabajando en los puestos más duros de la agricultura o la construcción, como auténticas "mozas de carga". Al volante apenas hemos visto media docena en ciclomotores y es que no se puede olvidar que hasta hace pocas décadas en algunas zonas existía una tradición religiosa que obligaba a las mujeres, por respeto eterno, a quemarse vivas en la pira de cremación de su marido fallecido. Todavía hoy en día los matrimonios son arreglados por los padres y sin ninguna relación prematrimonial, con lo cual se entiende que tengan representaciones del Kamasutra en los templos.
De su época inglesa heredaron una puntualidad inusual en países de esta índole y una muy buena red de educación, pero según cuentan, a cambio de expoliarles la riqueza del país.
De una forma más subjetiva y como valoración del viaje podemos recomendaros que nunca vengáis sin ciprofloxacino y suero oral, que en general se vive bastante bien sin la DGT, que la ITV es innecesaria, que no es fácil dormir sin tapones y que la escobilla de WC es un invento siniestro y estos tipos, que no brillan por su pulcritud, se han inventado algo tan sencillito como una manguerita al lado del retrete que acaba con cualquier tipo de derrape. El penúltimo consejo es que si venís con niños, no vayáis de puristas y traigáis un poco de jamón ibérico y bien de Ipads, Iphones o lo que sea, que son muchas horas de coche y eso que los nuestros han sido unos santos.
Y el último consejo es de tipo filosófico: "En la India no trates de entender lo que no entiendes".
Por cierto los tres grandes objetivos eran que Lucio disparara a un mono con un rifle de balines, que Martín comprase una bocina psicodélica de camión para instalar en el coche de Montse y que los Diegos encontrásemos el escudo del Espanyol en la puerta de algún restaurante... Prueba conseguida.

2 comentarios:

  1. Jajajjaajaa ...¿ cuanto has pagado por colocar la pegatina?...jajajjajaja me parto, eres genial...jajajajjajajajaaaaa.
    No me ha gustado nada la foto de Lucio con el arma, al contrario que la foto de Montse y Lucio que me rechifla.

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  2. Anda ya!!!! el escudo del Espanyol lo has puesto tú en ese escaparate, tramposillo!!

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