martes, 18 de diciembre de 2012

PEAZO TUBA

Que tu hijo quiera ser músico tiene que ser un orgullo. Por lo menos para mí lo sería. También lo hubiera sido para mi padre, pero heredamos todos su oído de corchopán. Pero cuando el chico te dice que va a tocar la tuba, te debes quedar un poco desinflado y te preparas para ir a los conciertos aguzando la oreja para intentar distinguir la brillante aportación del chaval a la orquesta, pero sin ser capaz de distinguirlo del trombón, el oboe o el fagot. Vale, ya sé que soy un analfabestia y que suenan muy distintos, pero creo que sólo dos de cada diez españoles son capaces de distinguir un piano de un violín y uno de ellos lo hace cuando los ve.
Pues el bueno de Oystein Baadsvik, un noruego que el pasado sábado se perdió en Sigüenza, dijo en casa que iba a tocar la tuba y, no contento con eso, se atrevió a ser solista y ahí le tenéis, recorriendo el mundo de concierto en concierto como auténtico virtuoso del incómodo instrumento. Además de ser el mejor tubista del mundo (sin contar los de los escapes de competición), Oystein es un cachondo mental que habla a través de la tuba e interactúa con el público con ese graciejo nórdico tan característico.
En la Ciudad del Doncel, en plena Alcarria, se juntaron el noruego y una polaca (no es un chiste) para ofrecer un interesantísimo y peculiar concierto. Bernadetta Raatz es la pianista, que reside en un pueblo cercano y que convenció a Baadsvik para ofrecer esta actuación ante un público tan selecto: La abuela que se sentaba tras de mí y que pensaba tararear villancicos en el "Concierto de Navidad", comentó al oír al solista hablar en inglés: "No te molestes, hermoso, si no te entendemos ni papa". Deep Spain...

1 comentario:

  1. Esqüiusmi, esqüiusmi, que no lo tengo claro, ¿y cual es la tuba de los dos?

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