miércoles, 6 de febrero de 2013

EL PICADERO

Soy un experto en picaderos, conozco los mejores de un montón de ciudades. Suelen ser espacios verdes, con bastante vegetación, accesibles para vehículos y cercanos al centro de la ciudad. Por las mañanas rara vez encuentras algún ejecutivillo con la secre o, para no ser machista, alguna directiva con su machaca; por la tarde noche llegan las parejitas al uso. Todos ellos tienen esa afición tan taxista de mantener limpio el coche, lo que implica vaciar ceniceros en el parque o, lo que es peor, dejar el Flash Golosina con toda su sustancia tirado en el suelo.
Durante varios años recorrí España buscando este tipo de parajes, pero no penséis que era por mi "ninfomanía", era sólo por una cuestión profesional, porque necesitábamos grandes parques o zonas verdes cercanas a las ciudades para organizar nuestras carreras de mountain bike y siempre coincidía que ese lugar era el picadero local. En sitios como la Casa de Campo de Madrid, tuvimos que ponerle dos rombos a las carreras, porque los corredores terminaban viendo unos espectáculos erótico-festivos no muy pedagógicos. De hecho la federación internacional, cuando nos otorgó la Copa del Mundo de Mountain Bike, denominó al circuito "Casa del cóndom".
También conozco muy bien el de Sigüenza, pero por motivos bien distintos. Hace ya más de 20 años, cuando en la casa del pueblo no teníamos ni luz, ni por supuesto señal de televisión, nos las ingeniábamos para ver las carreras de motos en algún bar de los pueblos cercanos, pero para las nocturnas, hubo que buscar un sistema más sofisticado: compramos una tele que se enchufaba al mechero del coche y la poníamos en una furgoneta a la que subíamos un sofá, una manta y unas cervecitas. Con todo el tinglado nos acercábamos a un cerro que hay en Sigüenza (el picadero) donde veíamos el Gran Premio de Japón, de madrugada. Recuerdo una vez que apareció la Guardia Civil y mi cuñado comentó: "Si nos dicen algo, diles que estamos follando, porque si cuentas la verdad, nos detienen..."
Lo que no sabía yo es que el tema de los picaderos era algo de familia, pero ayer lo comprobé con un enlace que encontró mi hermano del portal cultural de internet mispicaderos.net,donde figura la madrileña calle Pintor Lucio Muñoz como un lugar apropiado y tranquilo para echar un polvete tipo Simca mil. Quizás alguien piense que mi comentario es una irreverencia o falta de respeto, pero estoy seguro de que a mi padre le divertiría mucho tener esta nueva línea en su extenso currículum.

PD. La foto la he puesto sólo por provocar, pero seguro que a alguno le "pone"...

3 comentarios:

  1. Si es que te lo digo yo que le conozco bien, tu cuñado siempre ha sido un poco mariquilla. A saber que hacíais con las manos por debajo de la manta...

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  2. ¿" Flash Golisina "?...........pues no lo he pillao.

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  3. Y yo que siempre pensé que un picadero es donde se iba a montar....

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