viernes, 8 de febrero de 2013

OBRING O REFORMING

Estamos metidos en una pequeña reforma. Tabique va, tabique viene. Tengas obras y las sufras (la frase es con pleitos, pero sobraditos van los periódicos).  Pero no vengo a quejarme, sólo faltaba, en estos tiempos es todo un privilegio poder meterse en este tipo de berenjenales. Da cierto remordimiento, pero siempre queda el consuelo de saber que tu inversión contribuye levemente a generar un brote verde y a generar ciertas expectativas en la injustamente vapuleada industria del ladrillo. Tranquis, que tampoco vengo con uno de mis ladrillos de política... Hoy toca clase de lengua.
Por asuntos profesionales uno ha caído en ese cuasi ridículo mundo de la publicidad y la mercadotecnia en el que no es posible completar ni una sola frase sin incluir un anglicismo o palabro en inglés. Nuestras reuniones llegan a ser grimosas por el exceso de briefing, branding, advertising, marketing, clipping, meeting y porculing. Cualquiera que venga de fuera, que no conozca el sector y que vaya flojo de inglés, saldrá por patas cuando le pidan el feed back del general manager sobre el budget del backdrop o hacer un banner dirigido al target que sirva de teaser para los next steps del community manager. Vale, lo he exagerado mucho, quizás influido por este vídeo, pero en algún caso y tratando con multinacionales que están acostumbrados a reportar a sus headquarters, nos vemos en situaciones un tanto estúpidas.
Y aquí llegan la obra y los ladrillos. Un complejo y delicado sector donde los meetings son reuniones, los managers son la dirección facultativa y el brain storming se hace cavando una zanja para ver si los cimientos coinciden con el muro de carga. Llevo ya unas veinte largas reuniones hablando sobre todo tipo de detalles del mundo de la arquitectura, la construcción y la albañilería y todavía no he encontrado a nadie que hable de cargadering, pilaring, cubierting, acometiding o rozing. Es más, el lenguaje de este sector es riquísimo y en este caso soy yo el que me siento un extranjero en cada una de las reuniones y eso que hablan en perfecto castellano, por antiguo que me suene. Resulta que tienen problemas con el cajeado de los capialzados y para mantener la continuidad planimétrica con el guarnecido, proponen acometer el cargadero mediante una placa de palastro y una escuadra a modo de ménsula de métrica variable, así evitamos que quede trasdosado y podemos sustituir el revestimiento fratasado en la zona de la crujía central. Y es entonces cuando yo cierro la boca, busco el mando para poner los subtítulos en español y asiento con la cabeza, mientras el aparejador me pelotea con un "si le parece bien a la propiedad..." Me habían llamado de todo, pero lo de "La Propiedad" lo llevo muy mal, suena a dueño, a puto amo, a señorito, así que a partir de ahora les pediré un naming más cool si no quieren que les pinche otra vez la "bubble of brick".

1 comentario:

  1. Tu diles que te pongan muchos zunchos para sujetar tus elementos constructivos y listo.

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