jueves, 6 de octubre de 2011

LUDWIG VAN HUSSEIN

Me puedo poner pedante y hablaros de similitudes entre Sadam Hussein y Beethoven, pero tendría que tirar mucho de Wikipedia y además sería eso, pedante. Por separado sí os puedo contar algo más de ellos. De Ludwig Van, a grandes rasgos, qué os voy a decir que no sepáis... Que era sordo. Ya sé que es como el colmo de los colmos, como el pintor ciego, el escritor manco o el torero capado, pero era sordo el chico y no le fue mal. También es famoso porque le escribió la música al Himno de la Alegría de Miguel Ríos (supongo que pagaría sus derechos de autor ¿no?) o porque hizo nueve sinfonías. A mí de pequeño me encantaba la quinta por su apabullante comienzo: "Tatatatá, tatatatá..." y le tenía manía al Para Elisa porque tenía una amiga estudiando piano que cada tarde repetía la pieza unas 20 veces y sólo era capaz de añadir una nota al día; supongo que ya se la sabrá entera.
Del bueno de Sadam, por decir algo, sabéis mucho más. Que era iraquí, dictador y mala gente. Un tirano sanguinario, como otros muchos en los países subdesarrollados o en vías de desarrollo, sólo que este además era chuleta y cometió el error de desafiar a uno más chulo que él. El resultado lo conocéis, jugó al escondite, primero escondiendo las armas de destrucción masiva debajo de los pozos de petróleo y después metiéndose en una cueva. Como en la mejor película del Oeste, le encontraron sin disparar un sólo tiro y le colgaron por malo.
Y ahora os explico esta mezcla de personalidades tan contrapuestas que os he traído. Es lo que me encontré el otro día encima de una mesa en casa de mi madre: una careta de Beethoven y el periódico del día que capturaron a Sadam. Según lo vi me entró la risa floja que precede a la inquietud que precede al acojone y pensé que era como una peli de terror en la que Sadam se escondía bajo la careta de Beethoven y me perseguía. Eso sí, no me preguntéis por qué estaban estos dos elementos encima de una mesa, junto a la cual hemos pasado un montón de gente, un montón de veces, durante un montón de años, porque me entra un montón de miedo.

3 comentarios:

  1. Diego, tu cerebro es como una selva sin explorar. No dejas de sorprender.

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  2. Pues tu vecina y yo nos conocemos fijo, hemos tenido que estudiar musica en la misma academia. Yo me tire 1 año entero practicando piano con Para Elisa, que recuerdos.

    Ultimamente estas mas miedica y cagon que de costumbre ¿¿no??.

    Ahhh ¡¡¡¡ 0-4

    Lamujerdelhermano

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  3. aaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh ¡¡¡¡¡¡ por fin puedo escribir comentarios. ¿¿ que estoy censurada??

    Aunque ahora estoy viendo lo de la "B" de blogera y no sé ni como lo he hecho, ni si seria capaz de volverlo hacer.

    Lamujerdelhermano

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