lunes, 10 de octubre de 2011

THE WORLD CAN'T WAIT

Aquí estoy otra vez intentando escribiros una palabras, cosa que no he hecho antes por dos razones, una, por los meses que me está costando aterrizar en mi vida no americana y otra, porque me siento inútil ante la facilidad de palabra que tiene el dueño de este humilde blog. Pero es verdad que lo echo de menos, así que ya me tenéis otra vez dando la lata.
De los acontecimientos del año pasado en España, mientras nosotros disfrutábamos de la vida americana, me quedo con uno: la aparición de los indignados. Me dio rabia no estar aquí para poner el grito en el cielo y una gran alegría ver a gente tan dispar poniéndose de acuerdo de forma espontánea. Ahora sigo a los indignados acampados en Wall street y mi alegría es aún mayor porque cada día son más en un país en el que, aunque presume de ser democrático, este tipo de manifestaciones es más difícil. Por como actúan sus políticos y por como se las gasta la policía. Los primeros días hubo muchas detenciones que, lejos de amedrentar a los indignados, los hizo más fuertes y populares. Recuerdo muchas noches conversando en San Francisco con nuestro amigo Duncan, un tipo entrañable, inteligente y de izquierdas, lo que allí en su país le convierte en un radical. Nos preguntaba con asombro por lo que estaba pasando en España y nos comentaba con envidia lo inimaginable que sería que algo así pasara en el gran imperio........¡y está pasando!. Ahora soy yo la que sonrío acordándome de mi amigo cada día, cuando veo las fotos de miles de personas que hay alborotando en el distrito financiero de Nueva York y me siento orgullosa de haber sido un poco americana. Además, hay movilizaciones en otras grandes ciudades de Estados Unidos que no nos llegan porque hay alguien haciendo todo lo posible para que no nos enteremos aunque gracias por ejemplo a facebook, sigo viendo casi todos los días fotografías y leyendo noticias de lo que pasa al otro lado del charco.
A todos los indignados, los de aquí y los de allí, los expertos y analistas nos achacan mucha ilusión y pocas ideas prácticas para cambiar las cosas. Lo que los expertos no dicen es que lo tenemos realmente difícil, no porque seamos tontos sino porque es difícil cambiar el sistema desde lo único que tenemos, ese sistema al que nos han hecho pertenecer sin preguntarnos y desde el que tenemos los pies y manos atados sintiéndonos incapaces de dar la vuelta a la situación. Me gustaría que alguno de estos expertos me explicara qué hay que hacer para que los bancos funcionen de otra forma, para que no controlen nuestra vida y nuestro futuro o dónde hay otros políticos sinceros y sin desgastar, de los que nos podamos fiar. Me acuerdo ahora de una iniciativa que vi el otro día. Era brillante pero muy arriesgada. Cerrar todos nuestras cuentas bancarias y exigir otra manera de gestionar lo que nos pertenece, por ejemplo. O como decía Saramago, que el 20N por arte de magia todos los españoles nos quedaramos en casa y no fuéramos a votar. ¿Que pasaría entonces? Tal vez lo que tenemos que organizar es un “suicidio colectivo", política y económicamente hablando para que alguien tuviera el valor de empezar de cero, tal vez así consiguiéramos alguien más humano que nos represente. Yo lo estoy deseando.

1 comentario:

  1. El 15 de Octubre, quizá no lo sepáis, hay convocada manifiestaciones en todo el mundo en contra del sistema que nos posee y nos da por c.... Yo voy a ir, seguro, a la de Madrid, que se inicia en Cibeles. ¿Nos vemos allí?

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