domingo, 4 de diciembre de 2011

ARDE LA CALLE

Estoy harto de oír la frase: "Es imposible que haya tanto desempleo porque si hubiese cinco millones de parados, estarían de revuelta, la calle estaría ardiendo". Quizás sea autocomplacencia para no agobiarnos con el problema o una forma de echar la culpa a los demás y a su picaresca. ¿Qué quiere decir la frase?, que hay economía sumergida, ya lo sabemos, que hay fraude en el cobro del paro, lo imaginamos, y que es posible que mucha gente esté trabajando y a la vez cobrando el paro, vale. ¿Cuántos?, ¿Dos millones?, venga, te lo doy. Así que tenemos tres millones de parados, uno detrás de otro. Quizás tres millones no sean suficientes para salir a la calle o quizás es que ya salieron bastantes con el 15 M y han vuelto a casa con frío y más desilusionados. A lo mejor es que son conscientes de que salir a la calle les va a servir de poco, les van a tildar de "perro-flautas" y nadie va a mover un dedo por ellos. Puede que se hayan dado cuenta a estas alturas de que el sistema no les va a ayudar y lo que no se ayuden ellos nadie lo hará. Así que ¿dónde están?, pues buscándose la vida, llamando a amigos, escribiendo mails, mandando currículum, volviendo a vivir a casa de los padres, tirando de la familia, de los amigos...
Creo que ya no hay nadie que se siga empeñando en negar la crisis como hizo algún optimista enfermizo. Ahora la realidad es apabullante, por la insistencia de las noticias, por la persistencia de los mercados y porque la crisis de carne y hueso se nota en la calle. En que las aceras están llenas de gente pidiendo; en que ahora te piden pasta o te venden "La farola" no sólo en la puerta de las iglesias, sino al salir de las farmacias, los supermercados o los sex-shop; en que por la calle pasa un chatarrero distinto cada dos horas, en que han vuelto con fuerza los afiladores, en que el cartón de los contenedores se lo llevan los cartoneros antes de que llegue el camión del ayuntamiento y en que cada día hay una cola que da la vuelta a la manzana para comprar lotería de Navidad en Doña Manolita. Hay crisis.
Por eso creo que la tan manida frase se refiere a que a pesar de la crisis y de la apocalíptica amenaza diaria que los medios nos transmiten, la gente sigue haciendo su vida, los parkings y los bares están más llenos que nunca, los atascos permanecen y la calle está en ebullición porque la gente quiere disfrutar su vida por mucho que le digan que el fin del mundo está aquí. También porque no saben dónde están los "mercados", para ir a quemarlos... ¡Nooooo, esos no!, ¡Pobre charcutero!

1 comentario:

  1. Horror, no me echáis de menos? Estoy sin internes, ni teléfono fijo, así que no me llaméis. Por otra parte, así no os doy el latazo en una temporadita... Acabo de enterarme de que mi cuñado mayor ha estado malito, claro es lo que tiene la edad, has probado a desayunar actimel? Pues nada, que si me queréis para algo no me llaméis, y lo de los mails no prometo contestarlos rápido. Que os den...

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