domingo, 25 de diciembre de 2011

HIJOS DE UNA MISMA MADRE

Yo ya no sé si soy memo del culo o me han visto con cara de pringao porque cada día me ocurre una más tonta. A veces pienso que está todo preparado, que soy el triste protagonista de una nueva versión de la cena de los idiotas y que todo está preparado para tomarme el pelo. La última, el viernes, ha sobrepasado los límites de la estupidez humana y de la burrocracia.
Acudí, como buen padre, a la comisaría para sacarles el DNI a mis dos hijos mayores. Como siempre me saltaron el turno y cuando reclamé, me dijeron que yo no tenía hora para ese día. Corrigieron cuando les enseñé el SMS que lo confirmaba. Una vez en la ventanilla correspondiente, el avispado funcionario mezcló la documentación de Diego con la de Martín y de milagro no salieron de allí con la identidad cambiada, uno con el nombre del otro; el otro con el rostro de uno. Además el tío era desconfiado y cuando yo le corregía miraba de reojo las fotos y comprobaba de verdad quién era quien. Con Martín tuvo que corregir de nuevo porque "Martín" le sonaba a apellido y no a nombre, pero pasó a llamarle Gómez Martín, qeu no suena muy católico. Después estuvo a punto de mandarnos para casa porque la maquinita que escanea las huellas dactilares era incapaz de detectar la de Diego. En el último intento lo consiguió y nos reconoció que el chaval tenía unas huellas muy poco marcadas, lo cual no es malo del todo si alguna vez tiene que ganarse la vida con asuntos turbios o tenemos que hacer algún atraco en familia.
Pero el cachondeo total llegó con el nombre de la madre. Desde el viernes mis hijos son de distinta madre y yo sin enterarme. A Martín le puso hijo de Montserrat, pero a Diego decidió hacerle hijo de Monserrat. Según lo vimos tratamos de corregirle sin éxito, porque según él en la partida de nacimiento de Diego habían puesto Monserrat sin T y él estaba obligado a poner lo que pusiera en el documento oficial. Yo traté de explicarle que los dos eran hermanos, que la madre era la misma, que tenía el libro de familia para demostrarlo y que ¡coño! Montserrat se escribe siempre con T, analfabeto. Pero nada, chocamos contra un muro, que obcecado y orgulloso de su error siguió erre que erre o mejor dicho te que te y nos incitó a ir al registro a pedir que cambiaran la partida de nacimiento para corregir el error original y luego volviéramos allí para corregir el DNI. ¡Va a ir su mismísima madre! -pensé-. Recogimos los carnets y nos fuimos algo cabreados pero divertidos. Lo siento Monse pero no pudimos hacer nada más por tu T.

4 comentarios:

  1. Vaya españolada!!! Y todo por no hacer las cosas bien... Jajajaja jajajajajah ha esos sitios no se puede ir solo.

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  2. Españolada total!!!
    Mil gracias por seguir haciendo que disfrutemos con tus historias.
    Felices Fiestas a todos

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  3. La culpa es de tu cuñado el ingeniero telecomunicautico ese, que les hace unos programas a los de la poli que no dejan pasar ni una. A mi me tocó, hace apenas un mes, repetirme las fotos para el pasaporte porque a la funcionaria le parecía que no estaba de frente del todo.

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  4. ya pensaba yo que los niños no se parecían. Gomez Osuna ¿y tu que opinas?

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